No lo dudé un segundo y me alejé de allí.

Mareado, con la bilis subiendo por mi garganta e intoxicado por el humo, la idea de que algo le sucedió a MinHyuk actuó como un baldazo de agua fría a mi ahogado cuerpo.

MinJu, confundida y asustada, se me acercó a preguntarme qué sucedía, que por qué nos tenían retenidos. Le expliqué lo que había escuchado:

"Cortaron los servicios. No se sabe nada acerca de los trenes que iban a medio camino, dicen que se detuvieron en paradas pero no lo creo".

Era más de lo que podía procesar.