──¿Disculpe?

El estudiante de último año de preparatoria se había acercado a la llena boletería. No era el único que se había levantado a preguntar, ya varias personas lo hicieron antes y volvieron más inquietas que antes.

──¿Qué se le ofrece?

──¿Sabe cuál es la razón del retraso del tren de Kanggye a Gyeonggi? Se supone que hace más de dos horas debió haber llegado.

La mujer detrás el mostrador palideció y con el ceño fruncido, contestó:

──Estamos intentando contactar al conductor. Por favor, aguarde un momento.

──¡Hey! ¡Necesitamos respuestas! ¡Mi mujer y mi hijo están en el que va camino a Busan!

──¡Mi madre está en el que viene de Daegu! ¡Tuvo que haber llegado hace tres horas!

Más personas enojadas y confundidas fueron alzando sus voces, aturdiendo a HyungWon y atrayendo la atención de los militares de la zona que no tardaron en acercarse a dispersar.

Y, en un abrir y cerrar de ojos, el caos se sembró en la estación.