No one's point of view.

Justin estrujó su rostro levemente mientras bostezaba acomodando su cuerpo sobre el colchón. Él sonrió abiertamente observando a Stella acurrucada a su lado, mientras respiraba tranquilamente, con sus labios entreabiertos de cierta forma. Sin pensarlo dos veces, se acercó hasta ella y dejo tiernos besos en el área justo entre sus omóplatos, riendo al momento de percatarse de que causaba cosquillas en ella, ya que había comenzado a moverse incómodamente.

—Buen día— la voz rasposa de Justin causó oleadas de electricidad en Stella.

—Buen día—sonrió ajustando la manta que cubría su desnudez—Justin, puedo sentir tú mirada sobre mi trasero, aunque no lo creas—rió y Justin lo acarició provocando que ella chillaran saltando hasta el otro lado de la cama.

—¡Eso anoche no te importaba, cielo!—carcajeó y ella le arrojó una almohada al rostro.

—Como sea—rodó los ojos—Necesito un baño—dijo intentando levantarse de la cama sosteniendo las sábanas a su alrededor, con el fin de cubrirse. Sin embargo; Justin haló de esta, provocando que Stella quedara completamente desnuda, nuevamente—¡Eres un idiota!—gritó riendo, mientras corría hacia el baño, cerrando de un portazo tras ella.

Inmediatamente Justin tomó su celular, y lo encendió, ya que tuvo que mentirle a Stella sobre quien era, para luego apagarlo.

Justin's point of view.

iMessage
Cindy K.

¿Realmente crees que simplemente puedes bloquear mi número, Justin?

Lo único que quiero es hablar contigo, aclarar las cosas, y te estás comportando como un maldito idiota.

Si no le he contado sobre lo nuestro a Stella es porque necesito una oportunidad contigo, pero te alejas cuando está esa perra de por medio, y la defiendes a toda costa sin darte cuenta de que no vale la pena.

¿Deseas que te envíe directamente a la cárcel por acoso? ¿Eso es lo que realmente quieres?
entregado a las 10:33 a.m

Puedes hacer lo que quieras, honestamente ya no me interesa. No vas a ganar nada con esto Cindy y lo sabes, o mejor... ¿Hay algo que te haga pensar lo contrario? Porque no es así.
entregado a las 10:35 a.m

No es mi culpa que seas una zorra, necesitada de dinero y atención, cosas las cuales nunca obtendrás de mi. Y te lo advierto, que sea la última vez que reciba llamados o mensajes de tú parte porque mi paciencia contigo acabó hoy.
entregado a las 10:37 a.m

Lancé el teléfono hacia otro lado de la habitación, maldiciendo en mis adentros. Estaba tan exhausto de la situación que simplemente ya no podía continuar con ella, y debía decirle a Stella... y tenía que ser cuanto antes. Pero luego recuerdo que finalmente la tengo amándome nuevamente como la primera vez, y quizás más... y verla sufrir otra vez, tanto como yo lo hice sería algo que realmente me mataría.

Suspiré y me levanté de la cama para dirigirme hacia el baño, donde podía escuchar a Stella susurrar pequeñas letras de sus canciones favoritas, era dulce escucharla hacerlo, pues su voz era angelical aunque ella pensará todo lo contrario.

Coloqué mis manos sobre sus hombros masajeando la zona, y reí al ver cómo reaccionó dando un pequeño brinco. Besé su cuello y ella mordió su labio inferior deleitándose con mi tacto. Luego de ello, fui bajando mis manos hasta su anatomía y la recorrí con cautela, deteniéndome sobre su vientre, pero cuando estaba listo para seguir, sus ágiles manos me detuvieron y ella alzó una ceja apegando su rostro al mío.

—Sal de la ducha, cariño—dijo.

—No, estoy bien aquí—sonreí acordándola contra la pared, y atacando sus labios, pero ella desvío la dirección de su rostro, y rió.

—No fue una pregunta la que te hice—respondió—Ahora, sal. Te juro que ya no doy para más—besó mis labios y tomó mis hombros para girarme en dirección a la salida de la ducha—Te amo.