éste capítulo cuenta con un detallado contenido sexual. Lee bajo tu propia responsabilidad, y en caso de que no te gusten las acciones redactadas, pasa al siguiente.

No one's point of view.

Justin jugueteaba meticulosamente con las caderas de Stella, las cuales se movían a un lento y rítmico compás. A su vez, ella enredaba entre sus dedos el sedoso cabello de Justin, provocando que miles de corrientes eléctricas atravesaran sus cuerpos de manera casi instantánea.

Él rubio hizo una jugada ágil, hizo sus cuerpos rotar entre si, quedando de esa forma; posicionado sobre el cuerpo de su novia. Ésta le miro de forma divertida y lujuriosa, pero sus sonrisas no tardaron en desaparecer al momento en el cual sus labios atacaron los suyos de manera desprevenida.

Si bien Stella se había emocionado hasta las lágrimas al escuchar la nueva pista en la cual Justin había trabajado durante un corto período de tiempo, para ella fue algo nuevo y excitante escucharlo cantar de esa forma tan diferente, audaz y sobretodo el tono de su voz había creado en ella corrientes de electricidad de todas las formas posibles.

Justin apretó su trasero, provocando que un chillido la abandonara, inmediatamente el tomó ese corto lapso de tiempo para introducir su lengua dentro de su boca, creando así una batalla en la cual ambos pudieran salir como ganadores.

Stella, se deshizo de la camisa que él llevaba puesta en ese mismo momento, en cambio Justin, la ayudó a desvestirse en su totalidad quedando solo en ropa interior, la cual no tardó en ser arrojada a un lado de la cama. Ella se sonrojó al instante, frunciendo su ceño , Y sobretodo sintiendo una pizca de vergüenza al notar la forma en la que Justin posaba su mirada en su desnudo cuerpo. Él lo notó, puesto que rápidamente se deshizo de sus pocas prendas quedando todo a la imaginación.

Él–ya cegado por la lujuria–no dejo pasar más el tiempo y atacó nuevamente sus carnosos labios, bajando hasta su cuello, terminando en el valle de sus senos. Todo era diferente, casi podría decirse algo nuevo. Si mucho tiempo había transcurrido desde la última vez que hubo acciones sexuales entre ellos, estaban dando la revancha, se estaban redimiendo... mejor que nunca.

—T-Tócame—Stella pidió casi en un susurro, cerrando sus ojos, creando una capa de protección entre ella y la vergüenza tan grande que sentía al pedirle algo como eso a Justin.

El rubio lanzó una carcajada al ver el rostro de su pequeña, tornado de carmesí por completo. Sin embargo, no le importaba en lo absoluto sentirla de todas las formas posibles.

—Me estás haciendo sentir como una idiota—cubrió su rostro.

Justin se acercó a su cuello, donde dejaba húmedos besos, intentando distraerla. Y en el momento más indicado, introdujo su dedo indice y cordial dentro de ella, a su vez masajeando su femineidad con el pulgar. Ella arqueó su espalda en respuesta, inclinando su cabeza hacia adelante, colocando su boca justo en el oído izquierdo de Justin, gimiendo su nombre en el proceso.

Luego de varios minutos en la misma posición, Stella lo detuvo decidida por sentirlo a él.

Ella se recostó nuevamente, acomodándose lo más posible, acariciando el abdomen de Justin. Él, colocó ambos de sus codos sobre la cama como soporte, y se dedicó a observarla un segundo.

—Si tengo que dar la vuelta al mundo todos los días para obtener esto, lo haría sin dudarlo—susurró él rubio—Tenerte tan cerca de mí, para demostrarte cuando te amo, verte sonreír y besar tus labios cada condenado momento.

Justin estaba a punto de sellar sus palabras con un beso, cuando el abrupto sonido de un celular los interrumpió, inmediatamente ambos captaron que era el de Justin, y aún peor, él sabía de quién se trataba la llamada, por las incontables veces que las había recibido... y era increíble.

Era increíble la forma en la que Cindy Kimberly podía arruinar cada perfecto momento en su vida.