no one's point of view.

La música resonaba en todo el departamento de Justin y Stella, pues ese era el plan que todos habían acordado y confirmado; Llegar a el hogar de la pareja, pasar el rato y luego ir a terminar la fiesta en un club nocturno ubicado a unos cuantos minutos.

—¿Acaso es una maldita broma?—Stella gruñó observando con impresión a Cindy, quien se encontraba bebiendo muy animadamente como si perteneciese a la fiesta al ciento diez por ciento—¿Acaso tú la has invitado?—alzó una ceja hacia Chantel, ella negó en respuesta.

—Debió venir con Suede. Pero, ¿No le pedirás que se vaya, cierto?

—¿No debería?—masculló.

—Lo que debes hacer es intentar relajarte y olvidarlo.

Al ver Cindy la mirada impetuosa y desafiante de la única mujer que se interponía entre ella y y Justin; no dudó en acercarse a ella, en respuesta Stella la observó de arriba a abajo aún cuestionándose el porqué de su presencia. Kimberly sonrío mientras acariciaba el borde de su vaso, y le dedicó a Chantel una mirada desesperada para que le diera espacio, y ella asintió rodando los ojos.

—Stella....

—Quiero que te vayas—ella escupió rápidamente—No hay motivo alguna para que estés aquí, y me parece sumamente descarado que lo hagas de esa forma.

—Vine con Suede, y...—ella le cortó.

—Pues a ella también la quiero fuera—dijo de manera cortante.

—Disculpas es lo que quiero pedirte—Cindy dijo y volvió a hablar rápidamente, dándose cuenta de que Stella estaba a punto de interrumpirla—Sé que lo que dije estuvo mal, y muy fuera de lugar. Pero me sentí atacada y reaccioné. No es nada personal.

—¿Y esa fue tu respuesta al sentirte 'atacada'? Por favor Cindy, creo que ambas somos los suficientemente maduras como para interpretar la situación.

—A eso me refiero..., y aquí mi punto; No me trates como una cualquiera porque no lo soy. ¿Entendido?—Cindy sonrío—Si lo quieres tómalo, nada más que eso.

—¿Y qué es lo qué quieres tomar?—ella respondió de manera amenazadora.

—Nada—respondió—Todo lo que quiero ya lo tengo en bandeja de plata.

—Tienes tres segundos...

—¿Para irme? No te preocupes, ya me estaba aburriendo de todas formas—se encogió de hombros—Pero espero que me dejes pasar al baño al menos, tampoco seas una perra como anfitriona y mucho menos una diva—curvó sus labios—Feliz cumpleaños señorita celo a mi "hombre" con cada cosa que se cruce a su frente... o mejor "Señorita no confío ni una mierda en mi pareja—rió.

Pero Stella simplemente no sabía lo que venía.