Ay dios, aquí va a llover...

[Cafuné]

¿Cuántas veces hemos hecho esto?, tu recostada en mi regazo mientras acaricio tu cabeza con delicadeza.

—No llores, nos volveremos a ver...— eso decías cada noche antes de dormir, pero esta vez lo sentí diferente en tu mirar infantil.

Te he besado como nunca había besado, tan insistente que no me quiero separar. Solo me limito a tararear esa canción que invente en mi cabeza mientras te arrullo con cuidado sin pensar nada más.

Antes de dormir admiraste cada dibujo, me hiciste recitarte cada poema, te he dado más de cien rosas. Y tú me dedicas cada suspiro cada vez que te vuelves a enamorar.

—Te amo Elizabeth, como nunca imaginé— murmuré mientras te acomodabas para descansar. Cerraste tus ojos como un par de ventanas de una casa abandonada.

"Ding dong"

No creí que alguien tocaría a esa puerta. Me levanto con cuidado de no despertarte y voy a atender la puerta, sin embargo, no había nadie ahí más que una carta.

Regresé y tu sigues durmiendo profundamente con una sonrisa en los labios, me agacho a tu altura acariciando tus cabellos plateados, un roce en tus pestañas y una tentación de tus labios.

Apretó mi boca en una línea y mi corazón se acelera terriblemente, sin embargo, no dejo de sonreír mientras dejo que las lágrimas resbalen de mis mejillas apretando fuertemente los parpados.

Mi pecho duele terriblemente mientras convulsiona, el dolor pesa sobre mis hombros dejando caer mi felicidad hecha pedazos. Aprieto los dientes mientras mi curva se borra de mi rostro, te tomo delicadamente mientras te aferro a mi cuerpo sin pensar ya que tu habías dejado de respirar. 

Dejo escapar un grito desgarrador mientras te sostengo entre mis brazos... ¡maldita sea!,  te tengo conmigo y aun así te escapaste de mi lado.

—¡¡Elizabeth...!!

.

Esto me duele mas que ustedes, pero les advertí que no me hacía cargo de dolores emocionales.

Ahora si, me voy antes de que me ahogue en sus lágrimas.

Y una última cosa, esto aun no termina...