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Perfecte Quidem Imperfectus




Observaba su imagen en aquel espejo, sus ojos reflejaban miedo y nerviosismo, en el bolsillo derecho de su pantalón, tenía el pequeño contenedor con pastillas que le había dado Jimin, sabía que eran solo en caso de emergencias, no podía tener sus manos quietas, por lo que nuevamente reviso que los botones de su camisa estuviesen bien abotonados, era tanta su ansiedad, que abriendo la puerta de la pequeña nevera que se encontraba en aquella habitación, saco todas las bebidas que encontró, las alineo en la mesa que se encontraba a un lado de la nevera, separó las latas de las botellas de plástico, posterior a esto hizo grupos, las botellas de agua por marca y contenido, mismo procedimiento que hizo con las latas, posterior a esto, abrió nuevamente la puerta de la nevera, primero metió las botellas de agua haciendo dos filas, una por cada marca, alineándolas de manera que todas las etiquetas queden de frente, después empezó el mismo procedimiento con las pequeñas latas de refresco, no le faltaba mucho, pero al menos esto calmaba sus nervios, estaba metiendo las últimas latas cuando la puerta de la habitación fue abierta de manera brusca, ocasionando que del susto suelte lo que tenía en sus manos y ambas latas de refresco rueden por el piso.

— ¡Taehyung! Por dios, ¿Que se supone que estás haciendo?

— ¿Nada?— sonrío nerviosamente.

—Oh Tae, estas nervioso— comentó el rubio, mientras apretujaba las mejillas del contrario— no tienes por qué preocuparte, todo saldrá bien, Jimin ya está aquí, y yo no soltaré tu mano hasta que me digas.

—Seokjin— susurró— ¿Tú crees que esto es lo correcto?, ¿A caso es lógico?

—¿Tu no crees que sea lo correcto?— cuestionó el rubio— ¿No estás seguro?.

— ¡No!— la cara del rubio enseguida cambio de expresión, a una sumamente sorprendida— Ósea no, al menos no de la manera que piensas, si quiero, pero el miedo no se me quita, mi cerebro constantemente me está diciendo que no debería hacerlo.

— ¿Miedo?

—Sí, se que todos odian que lo diga— la voz de Taehyung sonaba nerviosa— pero, qué tal si al final, resulta que no soy lo que necesita, ¿Qué pasaría si decide que todo esto es cansado?, ¿Qué tal si un día se cansa de mi forma de ser?, aún hay días que yo no me aguanto, y lo estaría atando a una vida a mi lado.

—Tae, ven aquí, siéntate conmigo— Jin tomo de la mano al castaño, para arrastrarlo al otro lado de la habitación, donde un gran mueble acolchado se encontraba, tomando sus manos y mirándolo a los ojos continuó— él sabía que estarías así de nervioso, por lo que me dio esto— sacando de su bolsillo una pequeña memoria USB se la entrego a Tae— dime que traes tu laptop.

Enseguida Taehyung se levantó y fue hacia la maleta que se encontraba al otro lado de la habitación, revisando y tirando cosas de un lado a otro hasta encontrar su objetivo, cuando lo halló se acercó de nuevo a Seokjin y tomó asiento a su lado, cuando estuvo seguro de que había prendido, conectó la memoria, pasados unos segundos una pantalla negra se abrió y enseguida se empezó a reproducir un video.

Lo primero que vio, fue que la cámara apuntaba hacia un par de botines militares negros, enseguida reconoció de quien se trataba, posteriormente la cámara apuntó un rostro, pero no cualquier rostro, allí en vivo y a todo color se encontraba Jeon Jungkook, con esos hermosos ojos color chocolate, en donde juraba ver galaxias, su pelo se encontraba visiblemente más largo, justo debajo sus orejas, lo que le indicaba que el video no era tan reciente, y por último y no menos importante llevaba en su cara, esa sonrisa que lo enamoraba una y otra vez.


—Hola TaeTae— fue lo primero que Jungkook dijo hacia la cámara— hoy mira quien está conmigo— la cámara se hizo a un lado y apuntó hacia un pequeño pelirosa que enseguida reconoció como Jimin, de un momento a otro la cámara apuntó nuevamente al pelinegro— si estás viendo esto, es porque en este momento estas muy nervioso y las dudas están ganado la batalla, además de que seguramente has aceptado mi propuesta y estamos a punto de dar el gran paso, te preguntarás que se supone que estoy haciendo, bueno, llevo semanas tratando de buscar el anillo perfecto para darte, lamentablemente no lo he encontrado.

La cámara se movió, apuntando momentáneamente a Jimin

—Si Taehyung, llevó semanas acompañándolo, es la tarea más difícil que me ha pedido el mocoso— Jimin mantenía una sonrisa en su cara, mientras daba pasos hacia atrás, claramente alejándose de Jungkook, quien lo seguía pidiéndole que dejara de hablar— mis pobres pies ya no pueden más, te lo cobraré algún día, esperemos que hoy sea el día en que encontremos la piedra que adornará tu mano, por el resto de tu vida.

Jimin dejó de hablar y la cámara volvió a enfocar a Jungkook.

—El tiene razón— el pelinegro se rascaba la nuca, mientras observaba a la cámara— pero es que, no encuentro el perfecto, no quiero darte un diamante, no porque no lo merezcas, si no porque no tendría tu esencia, quiero darte algo tan perfecto como tú.




En el rostro de Taehyung se hallaba una sonrisa, que conforme avanzaba el video se hacía más y más grande, mientras de sus ojos, escapaban pequeñas lágrimas casi imperceptibles, lágrimas que Seokjin intentaba limpiar en vano, ya que el maquillaje se arruinaría.

En el video se podía observar a Jungkook entrando de tienda en tienda, observando estantes y mostradores, pidiendo opiniones a Jimin, pero al final salía de cada una de las tiendas frustrado, se observaba en su cara, ya que su ceño se iba frunciendo, de un momento a otro el video se detuvo, la pantalla se puso momentáneamente negra, y de repente la imagen regresó, pero ahora era un escenario diferente, se podía observar a Jungkook en el pequeño estudio de su departamento, no miraba directamente a la cámara, parecía que estuviese observando algo, objeto que por el ángulo de la cámara no se mostraba en el video, hasta que de un momento a otro, la voz del pelinegro se escuchó.


—Lo hice Tae, lo busque, encontré el anillo perfecto para ti— mientras hablaba enseñaba una pequeña cajita negra a la cámara— supongo que no hay necesidad de que te lo enseñe, lo llevas en tu dedo es estos momentos, pero aún así lo haré— en la cámara se observó como Jungkook abrió la pequeña caja, para posterior a eso, enseñar un hermoso anillo, no era ostentoso, al contrario, era una fina tira de oro blanco, en el centro de encontraba un pequeño ópalo blanco, que reflejaba los colores del arcoíris, rodeando al ópalo se encontraban unos diminutos diamantes, era algo muy sencillo, pero en la sencillez se encontraba la belleza de ese anillo— ¿Quieres saber porque escogí este para ti?, supongo que estás afirmando con tu cabeza, así que te explicaré.

Jungkook tenía razón, Tae asentía hacia la pantalla, pero aún así no pudo evitar observar su mano izquierda, donde en su dedo anular se encontraba dicho anillo.

—Bueno Tae, este anillo tal vez no sea el que esperabas, pero tiene más significado del que te imaginas— el pelinegro observaba la cajita en sus manos mientras hablaba hacia la cámara— ¿Sabías que al ópalo, se le conoce como la piedra de los mil colores?, le dicen así, porque es capaz de reflejarlos en su totalidad, y eso es lo que veo en ti, cuando te observo, veo lo hermoso que eres al reflejar mil colores, el blanco siempre representará tu pureza, lo simple que eres, tu inocencia que amo, el amarillo representa tu alegría, tu felicidad y tu manera de ver la vida, el azul tu libertad y fidelidad a ti mismo, el verde definitivamente tu naturaleza tranquila, y en el rojo puedo ver el amor que tienes hacia los demás, tu fuerza para salir adelante y la pasión que conlleva ser amado por ti, podría decir mil cosas más, pero creo que jamás acabaría— mirando hacia la cámara, mientras se acomodaba el pelo que había resbalado a su cara tapándole uno de sus ojos continuó— porque creo que no hay nada que pueda describir lo hermoso que eres, si has aceptado casarte conmigo, te prometo que te lo recordare día a día, te recordare lo mucho que amo tus pequeñas manías, lo perfectas que son para mí, porque cariño tu luz y belleza está dentro de ti.



Para ese momento la cara de Taehyung, ya era un total desastre, el maquillaje se había corrido ligeramente, Seokjin había abandonado los intentos de limpiar la cara del menor, pero aquellas lágrimas eran de felicidad, porque esto solo le demostraba una vez más a Taehyung, lo mucho que aquel pelinegro lo amaba, el castaño fue sacado nuevamente de sus pensamientos al escuchar la voz en la pantalla.



—Tae— una pequeña sonrisa estaba posada en los labios del pelinegro— ¿Recuerdas como nos conocimos?, ¿Nuestra primera cita?, ¿Cuándo te pedí que seas mí novio?.




Taehyung, soltó una pequeña risa, claro que lo hacía, ese momento jamás lo olvidaría, fue como encontrar una gota de agua en el desierto, aunque también fue el momento en que más miedo sintió, su hilo de pensamientos fue interrumpido, alguien tocaba la puerta de la habitación, se iba a levantar para abrir, pero Seokjin fue más rápido, al abrir la puerta un pelirosa jadeante y con las mejillas sumamente sonrosadas entró.

— ¿Qué rayos te sucedió Jimin?— pregunto Seokjin, mientras caminaba para tomar asiento nuevamente — ¿Vienes de un maratón?—inquirió nuevamente— lo siento pero empezamos a ver el video sin ti.

—Estaba ocupado— contestó el pelirosa con un pequeño encogimiento de hombros— que mal amigo eres Hyung, el chiste es que estuviese aquí cuando él lo viera, pero no importa, ya llegue, háganme un lado— comentó mientras tomaba asiento del lado vacío, a un constado de Taehyung.

—Ocupado— bufo Seokjin— así se le dice ahora, mientras tienes a Yoongi entre tus piernas ¿No?.

—N-no Jin Hyung, qué cosas dices— la cara de Jimin era todo un poema, pintada de mil tonalidades de rojo distintas— solo estábamos jugando y se me fue el tiempo.

—Ay Jimin, como si te fuésemos a creer—Seokjin mantenía una sonrisa socarrona en su cara— ¿Le crees Tae?

— ¿Tengo que dudar de ti cuando me dices que solo estás jugando a las cosquillas con Namjoon?— contestó Taehyung con suficiencia.

—Ustedes niños ya no respetan— Seokjin intentó poner su mejor cara de ofendido hacia los menores, pero no lo logró— pero, ya basta, tenemos que continuar con el video.

— ¿Donde se quedaron?— cuestionó Jimin.

—Kookie ya le preguntó si recuerda cómo se conocieron.

—Oh, yo amo esa historia— acomodándose mejor en el asiento, miro a Taehyung a la cara y le dio una linda sonrisa— cuéntamela de nuevo.

—Pero Jimin, si tú estuviste allí la mayor parte de tiempo— alegó Taehyung— la conoces a la perfección, ¿Por qué necesitarías escucharla de nuevo?.

—Porque es muy buena y podemos escucharla una y otra vez, así que ándale Taehyung, cuéntanos— el pelirosa miraba con ojos de cachorro al castaño mientas le hacía un puchero— dígale algo Jin Hyung.

—Ándale Tae, cuéntanos— ánimo el rubio— aún hay tiempo, mientras hablas te arreglare el maquillaje.

—Lo haré solo porque tú eres mi hermano— dijo mirando a Seokjin— y tu mi mejor amigo—ahora apuntaba a Jimin.





.....







Taehyung empezaba su segundo año en aquella universidad, sinceramente el no quería regresar, estaba harto de toda la gente que lo apuntaba, era gente que no tenía nada que hacer, humanos sin un gramo de racionalidad que hablaba mal de él, porque no tenían vidas propia, decía cosas horribles de él, sin importarles si lo estaban lastimando, hasta la vergüenza habían perdido, no les importaba que los escuchara, el año anterior solo fue un poco mejor, porque entre descansos veía a su hermano Seokjin y a Namjoon novio del mayor, pero ellos ya no estaban , Jin había terminado su carrera en gastronomía y Namjoon al tener un IQ demasiado alto, se graduó al mismo tiempo, por lo que este año sería solo Taehyung, tanto el mayor como su cuñado, siempre lo protegían de los malos comentarios cada que podían, pero ahora no seis de la misma manera.

Caminando a pasos lentos llego hasta su salón de clase, iba con la cabeza gacha, mirando sus pies, al entrar enseguida sintió las miradas puestas en él, y los susurros empezaron, a su paso, oía las voces de los demás, voces nada disimuladas pronunciando cosas como "la eminencia ha llegado", "el chico sin corazón", "el témpano de hielo", "el chico del orden" "el loco" entre otras, haciendo caso omiso camino al fondo de aquel salón y tomó asiento en una banca que se encontraba junto a la ventana, desde allí podía observar los bellos jardines de la institución, y distraerse un poco sin tener que escuchar las absurdas palabras de esos humanos sin cerebro, sacó su libreta, la que había elegido para la materia, la acomodo en su pupitre, sacó sus plumas y las ordeno a un costado de sus libretas, creando así una alineación perfecta.

El salón de clases estaba lleno de ruido, debido a las platicas de sus compañeros, el ruido que ceso al momento en que un chico pelinegro entró por aquella puerta, alto y fornido, con un par de tatuajes en su mano y brazo derecho, que se apreciaban al llevar su sudadera negra arremangada, pantalones de mezclilla negros y rasgados a la altura de las rodillas, pero lo que no encajaba es ese cuerpo, era esa hermosa sonrisa, una sonrisa de infante, una sonrisa que causa ternura, sonrisa que lastimosamente iba dirigida hacia un pequeño chico que venía dos pasos atrás de él, Taehyung estaría mintiendo si decía que él no sintió nada al ver aquella sonrisa.

El azabache se giró para decirle algo a su acompañante, un chico pelirrojo de abultadas mejillas, considerablemente más bajo que el pelinegro, la mayoría de las bancas a su alrededor estaban vacías, solo quedaba una vacía a su costado, y la de enfrente, pero nunca nadie se sentaba allí, porque realmente nadie quería estar a su lado de Taehyung, debido a sus manías, pero debido a que no había otras vacías y tal como supuso el chico más bajo tomó asiento frente a él y el pelinegro a un costado.

Taehyung quería fundirse con la silla, el era una persona que no se sentía cómodo con tanta gente a su alrededor, por lo que aunque no lo estuvieses observado, el sentía que era así, claro que el resto de sus compañeros no lo estaban viendo precisamente al él, simplemente observaban con curiosidad a ambos chicos nuevos, el rumbo de sus pensamientos cambió, ya que la profesora de historia del arte entró en ese momento al salón.

Lo primero que hizo la profesora, fue presentar a los nuevos, fue allí donde Taehyung se enteró que el pelinegro con cara de bebe, respondía al nombre de Jeon Jungkook, estudiante de fotografía, mientas el pelirrojo de mejillas abultadas era Park Jimin, estudiante de danza.

Llevaban más de media hora de clase, pero Taehyung no podía concentrarse, desde su lugar podía ver como el chico pelirrojo movía una y otra vez su banca, causando que esta se corriera y ya no se encontrara alineada con las baldosas del piso, por si fuera poco su mochila estaba tirada a un lado de su banco, con la mayoría de los cierres abiertos, esto estaba causando mucha ansiedad en Taehyung, ansiedad que lo hacía no estar concentrado.

De un momento a otro la profesora pidió que formaran equipos de tres, normalmente sus compañeros lo excluían de sus equipos, lo sabían muy bien, a Taehyung no le gustaba trabajar con nadie, prefería hacer las tareas solo, por lo que él no hizo amago de moverse, ni de tratar de buscar un equipo, mientras sus demás compañeros buscaban y formaban sus grupos él se limitó a mirar por la ventana, por el rabillo del ojo, pudo observar que el chico pelirrojo lo miraba fijamente, decidió ignorarlo, pero el chico lo seguía observando fijamente, acción que lo estaba incomodando, cuando estuvo listo para armarse de valor y preguntarle porque lo observaba, vio como Choi Youngjae se plantaba frente al chico.

— ¿Tienes equipo rojito?– cuestionó Youngjae.

—Ammm.. aun no, p-pero haré equipo con el—contesto apuntando al pelinegro— es mi amigo.

—Precioso, los equipos son de tres, así que aquí estoy– dijo mientras se señalaba a él mismo.

El pelirrojo se encontraba desesperado, el no era un chico de hacer amigos pronto y ese sujeto lo estaba intimidando, por lo que en su desesperación, vio hacia atrás y encontró a Taehyung mirando por la ventana, no lo pensó dos veces y tomó la mano del castaño, que al momento le miró extrañado, pero no apartó su mano.

—El también hará equipo con nosotros—comentó señalando a Taehyung, quien lo miraba extraño y con cara de pocos amigos—estamos completos.

—Lo que él dijo, nuestro equipo está completo— ninguno de los involucrados se percato en qué momento llegó Jungkook, el tono de voz del pelinegro era plano, sin ninguna emoción, conocía perfectamente a Jimin y sabía que el sujeto había incomodado a su amigo y al chico que estaba junto a Jimin— puedes retirarte.

—Vaya, al parecer nadie les informó que Kim no trabaja con nadie, error de novatos—Youngjae miraba despectivamente hacia el lugar donde Taehyung se encontraba sentado— ¿No es así Kim?.

El nombrado simplemente deseaba desaparecer, la situación lo estaba incomodando en demasía, para empezar, el salón era un desorden total, sillas y mesas por todos lados sin ningún orden específico, y ni hablar de los tres extraños que lo rodeaban y observaban fijamente.

— ¿No vas a responder Kim?— inquirió nuevamente Youngjae— ¿Qué? ¿Ahora eres mudo?— atacó nuevamente.

Si bien Taehyung, nunca respondía a los insultos hacia su persona, no era porque no pudiera defenderse, más bien era porque creía que no debía gastar saliva en alguien con poco cerebro y conciencia, que por más que le explicaras algo nunca entendería, debido a la pequeña capacidad de raciocinio de su pobre y seca mente. Pero eso día el ya estaba harto, no solo porque lo habían ofendido, si no porque Youngjae lo estaba humillando frente a dos desconocidos, haciendo que estas dos personas que no conocía , se llevaran una mala impresión de él.

—No hablo contigo porque no quiero escucharte, no me interesa que desperdicies tu aire, ni verte abrir y cerrar la mandíbula— espeto con frialdad Taehyung, mientras se deshacía de la mano del pelirrojo que aún lo sujetaba.

—Ya lo oíste compañero, regresa a tu lugar, este trío está completo— el pelinegro, trataba de contener la carcajada que quería salir de su garganta, le había encantado la forma particular de cerrarle la boca al sujeto acosador de pequeños Mochis.

Youngjae no dijo nada más, dio la media vuelta para dirigirse a un grupo de compañeros que por lo visto, aún no formaban sus equipos.
Mientras tanto el pelinegro soltó una estruendosa carcajada, seguida por las risas del pelirrojo.

—Amigo, eres genial— entre risas el pelinegro extendió su mano hacia Taehyung— Jeon Jungkook, aunque supongo que sabes nuestros nombres, la maestra se encargó de presentarnos a la clase, este pequeño que ves aquí— señaló al pelirrojo— es Park Jimin, mi amigo de la infancia.

La cara de Taehyung no tenía expresión, ¿Enserio el chico le acababa de decir que era genial?, no lo comprendía, normalmente lo tachaban de raro o loco, por lo que no sabía que responder, simplemente se quedó allí callado y observando al par de chicos.

— ¿Cómo te llamas?— la pregunta del pelirrojo lo saco de su pequeño estupor.

—Kim Taehyung— contestó, sin atreverse a tomar la mano de Jeon.


Había pasado poco más de un mes, desde aquel pequeño incidente, y a partir de ese día Jeon Jungkook y Park Jimin, le hablaban, se sentaban con él a la hora del almuerzo, y lo acompañaban mientras hacía tareas en la biblioteca, no era como si él lo necesitara, al menos eso quería creer, no entendía como el par de amigos, aún seguían a su alrededor, él no tenía nada interesante que decir, era demasiado frío y la mayoría de las platicas en las que supuestamente estaba involucrado, eran totalmente dirigidas por ellos, cosa que para nada incomodaba a Taehyung, no compartía todas las clases con ambos, algunas las compartía con Park, el chico que hablaba demasiado cuando entraba en confianza, Taehyung se limitaba a escucharlo y contestarle con monosílabos, había cosas sobre las que el pelirrojo hablaba que no lograba entender, debido a que no siempre le podía llevar el ritmo, pero el humor feliz que desprendía Jimin, la manera de ver la vida, también le asombraba, realmente le gustaba las veces que el pelirrojo llegaba y le preguntaba cosas obvias y que al contestarle el chico ni se inmutara.

—Hola Taetae— saludó Jimin mientras tomaba asiento en la mesa, quedando frente al castaño — ¿Como estas hoy? ¿Cómo amaneciste.

—Amanecí inhalando oxígeno y exhalando dióxido de carbono Park—contestó sin inmutarse— y hoy estoy sentado aquí frente a ti.

En la mente de Taehyung se repetía una y otra vez que debía ser amable con Jimin, sabía que sus respuestas no eran del todo correctas, muchas veces ofendía sin querer, Seokjin se lo había dicho demasiadas veces, le había repetido una y otra vez, que necesitaba ser más comprensivo, así que había decidido ponerlo en práctica con Jimin.

—Oh bueno, yo igual desperté haciendo lo que tú dices— sonrió Jimin— solo que para mí es más sencillo decir que estaba respirando.

—Claro Park lo que tú digas— expresó, mientras observaba fijamente los libros que Jimin había dejado en la mesa.

Lo pensó varios minutos antes de estirar su mano para tomarlos, pero algo que había aprendido, es que Park y Jeon no se habían percatado de su manía de mantener todo en orden, y si lo habían hecho, jamás le decían algo, durante las últimas semanas, Taehyung había perdido la cuenta en las que había acomodado, el estuche de plumas de ambos chicos, libretas, inclusive había acomodado las pulseras de Jimin por tamaños, y el álbum de fotografías de Jeon por las fecha de cada foto.

—Deja se observar mis libretas Taehyung, si las quieres tómalas— dijo Jimin, sacándolo de sus pensamiento— cuando las miras así fijamente, cualquiera pensaría que las quieres comer.

—No entiendo a lo que te refieres— estirando sus manos Taehyung tomo los libros— pero ¿Eso quiere decir que tú te quieres comer a Min?, porque durante las clases no dejas de mirarlo fijamente.

La cara de Jimin se volvió todo un poema, sus abultadas mejillas estaban rojas, se podrían camuflar con su color de pelo.

— ¡Taehyung!, n-no digas esas cosas, yo no observo a Yoongi— dijo mientras tartamudeaba.

—Lo haces, soy muy inteligente, no me equivoco, lo sabría si así fuera — levanto la vista para observar a Jimin, pero como supuso el chico no lo observaba a él, tenía su mirada fija, en algún punto atrás del él y por supuesto sabía que observaba— lo estás observando ahora.

—Lo admito— contestó el pelirrojo, mientras alzaba las manos en señal de rendición— pero es que ¿no lo ves?, es tan bonito— suspiro— con ese pelo verde menta, definitivamente sería perfecto para mí, seríamos la zanahoria perfecta.

—Park, la zanahoria es un tubérculo, tu eres un humano, Min es humano, no podrían ser una zanahoria— comentó mientras le entregaba sus libros.

—Mataste mis ilusiones, pero sabes que te quiero— le guiño un ojo— pero admite que Yoongi es guapo.

—Min tiene potencial— encogió los hombros— no es tan idiota como aparenta.

— ¿Quien tiene potencial?— preguntó Jungkook a sus espaldas, haciendo que este saltara en su lugar.

Jeon venía acompañado de Min Yoongi, el chico gótico y solitario de la clase, así lo describían los demás, pero para Taehyung simplemente era alguien que no deseaba problemas con nadie, por eso se mantenía alejado de los demás, sabía que ellos hablaban, ya que ambos estaba en el equipo de baloncesto de la Universidad, pero no espero que lo trajera a su mesa, le bastaba con Park y Jeon, invadiendo su espacio, como para sumarle una persona más, el alivio llegó a su cuerpo en el momento en que Min se despidió para seguir su camino a la biblioteca.

–Opino que si tanto quieres que sean un Tubérculo, deberías ir y pedirle una cita— expresión Taehyung.

— ¿Que dices Kook, debería arriesgarme a quedar humillado?—. Cuestionó Jimin.

—Tae es súper inteligente, tiene la razón, si te quedas aquí sentado, vamos a terminar la carrera y nunca sabrás que pudo haber pasado.

Jimin saltó de su asiento como un resorte, para despedirse e ir de tras del extraño chico pálido, quedando solamente Taehyung y Jungkook en aquella mesa.

—Taehyung, traje algo para ti— comentó Jungkook mientras sacaba de su mochila una bolsa de plástico, que dejó frente a Taehyung— se que te gustan.

Taehyung tomó la bolsa en sus manos, metiendo su mano dentro de ella sacó el contenido, en sus manos tenía un pequeño cubo de Rubik de 2x2, sonrió inmediatamente, era fanático de ellos, pero realmente estaba sorprendido del regalo de Jeon.

—Gracias— la sonrisa que tenia Taehyung en ese momento no tenía precio, para Jungkook era lo más hermosos que había visto, perfecta y simétrica, con una fila de hermosos dientes blancos, pero lo mejor de todo era el brillo que en ese momento había en los ojos del castaño— me gustan.

—Lo sé— la cara de Taehyung automáticamente obtuvo una muestra de confusión— siempre juegas con el que tienes aquí— dijo tomando el pequeño llavero en forma de Rubik que traía colgado en su mochila— así que pensé que esto te gustaría.

—Cla-claro que me gusta— tartamudeo— no tenias que molestarte, en verdad gracias Jungkook.

Estaba de más decir que el pelinegro estaba sorprendido, Taehyung nunca lo llamaba por su nombre, siempre se refería a él por su apellido, pero ese día había sido la excepción.

-Oye Taehyung, yo quería saber si....

Las palabras de Jungkook murieron en su boca, ya que su pelirrojo amigo venía corriendo y gritando sus nombres, ellos se limitaron a observarlo, Jimin llegó agitado a su mesa.

—Loinviteasalir— dijo rápidamente, por lo que no lo entendieron.

—Mochi, respira y dilo más lentamente.

—Invite a salir a Yoongi— tomando una respiración profunda continuó— pero le dije que era una salida de amigos, ósea los incluí a ustedes— señaló a Taehyung y Jungkook— por favor chicos ayúdenme, necesito que el sábado todo salga a la perfección— suplico con su mejor puchero.

—Claro que si— Jungkook posó su vista en Taehyung— ¿Que dices te apuntas a la misión "hagamos un tubérculo"?

Taehyung pensaba que la idea era ridícula si a Park le gustaba Min y lo había invitado a salir, ¿Por qué Jeon y el tendrían que ir con ellos?, pensó en negarse, pero luego recordó el regalo de Jungkook, por lo que decidió que una buena manera de agradecerle a Jungkook sería aceptar la invitación.

—Entonces iré, pero aclaró que es imposible hacer un tubérculo.

Las risas de Jungkook y Jimin ocuparon el ambiente, mientras Taehyung jugaba el Rubik que le regaló Jeon.

El sábado, llego más pronto de lo esperado, cuando se dio cuenta, Taehyung ya se hallaba parado a un lado de la fuente de aquel centro comercial, esperando por la llegada de los demás, en su mano llevaba el cubo de Rubik que le regaló Jeon, no podía contar las veces que lo había armado y desarmado, un movimiento a su izquierda lo hizo alzar la vista, allí se encontraba Min Yoongi.

—Kim, como siempre llegas temprano— dijo con su característica voz de aburrimiento y su cara de pocos amigos.

—No tenía nada mejor que hacer— fue lo único que contestó.

El silencio que siguió a eso, fue por mucho incómodo, Taehyung tenía su mirada posada en sus zapatos, mientras el peli verde miraba a su alrededor, no más de diez minutos después, escucharon las risas de Park, quien venía riendo con Jeon, ver al pelinegro con la típica ropa que llévala a la universidad era deleitar su vista, pero viéndo lo en ese momento llevaba la sexy masculinidad de Jeon a otro nivel, con jeans color negro y rotos a la altura de las rodillas, una camisa sencilla negra manga corta, que dejaba expuestos la mayor parte de sus tatuajes y por supuesto sus fuertes brazos, sus fieles botas militares y la cereza del pastel aquel conjunto de aros que llevaba en cada oreja, hacia que cada persona a su alrededor inevitablemente pose su vista en el.

Park no se quedaba atrás, Taehyung estaba acostumbrado a sus jeans rasgados que llevaba a la escuela y su inevitable colección de sudaderas dos tallas más grande que el, pero ahora llevaba un pantalón negro ajustado, que remarcaba sus gruesos muslos, junto con una playera blanca que dejaba a la vista sus clavículas, acompañado de una chamarra de cuero negra, realmente Park venía dispuesto a conquistar a Min.

—Hola chicos— Park fue el primero en hablar— ¿Hace rato que están aquí?.

—No— fue la seca respuesta de Min.

—Si Park, llegan retrasados por diez minutos— habló Taehyung mientras miraba el reloj en su muñeca.

—Hay Tae, no seas un exagerado— contestó Park al mismo tiempo que apretujaba sus mejillas.

—Yoongi— dijo Jungkook con un asentimiento de cabeza a modo de saludo, a lo que el nombrado respondió con el mismo movimiento— ¿Que tal Tae, cómo estás?— preguntó dirigiéndose al castaño.

—Bastante bien, mírame aquí estoy.

— ¿Que les parece si, vamos por los boletos de cine?— hablo Jungkook, intentando romper la tensión que se estaba formando.

Decir que aquella cita doble había sido perfecta, habría sido decir la peor de las mentiras, empezando que escogieron una película gore, que el único que la disfrutó fue Yoongi, al entrar a la sala de cine un grupo de adolescentes estaban en la fila de enfrente, mismos que estaban haciendo ruido, y le causaban demasiada ansiedad a Taehyung, haciendo que le empiece un ligero dolor de cabeza, los únicos que parecían ajenos a la situación eran Park y Min, porque Jeon hace rato que se había dado cuenta que algo sucedía con Taehyung, decidieron cenar en un restaurante de comida rápida, pero la cena fue un desastre, empezando con Taehyung que mientras hacían fila para comprar, terminó discutiendo con un pequeño niño en el área de juegos, pelea que empezó porque el mayor acomodo unos pequeños dados por color y el niño llegó a desordenarlo, la madre al percatarse también discutió con Taehyung, penosamente el encargado les pidió abandonar el local, motivo por el cual terminaron comiendo ramen en una tienda 24/7.

Taehyung esperaba algún reclamo de parte de los chicos, reclamó que nunca llegó, al contrario los chicos lo tomaron a medio de broma Yoongi incluso le dijo que la próxima vez el iría a pedir la comida de todos para evitar esos problemas, mientras Jungkook ofreció ir a un lugar con menos personas para la próxima ocasión y Jimin no hizo más que abrazarlo y decirle que todo estaría bien.





Cinco meses habían pasado rápidamente, por primera vez en su vida Taehyung se sentía parte de algo, se había acostumbrado a pasar los almuerzos con Jungkook y Jimin sin olvidar al pálido, que desde dos meses atrás era oficialmente novio del pelirrojo, comprobaba por primera vez que había personas agradables a su alrededor, personas que a pesar de sus peculiaridades lo veían como uno más del montón, quienes le permitían ser y también quienes no tenían miedo de advertirle cuando estaba llevando la situación a otro nivel.

Con Jungkook las cosas se volvían cada vez más confusas, situación que siempre tenía al borde de sus emociones a Taehyung, porque él tenía muy claro que no era normal que el chico cada tres o cuatro semanas le regalara un cubo de Rubik, también sabía que no era normal las salidas constante entre ellos, prácticamente pasaban el fin de semana juntos, tampoco era normal que el chico constantemente buscara tomarlo de la mano, le acariciara el pelo, ni que constantemente le dijera que era hermoso, pero lo que más amaba era que siempre le prestara atención, sin importar el tema del que hablaran, siempre le prestaba atención, le era inconcebible pensar que Jungkook si quiera sintiera algo muy diferente a la amistad, porque ¿Quien quisiera estar con un maniático de orden?, ¿Con alguien brusco con sus palabras?, ¿Con alguien con mas defectos de los necesarios?.

Esa fría mañana de viernes amaneció como un día normal, Taehyung acababa de entregar su proyecto de artes, lo que indicaba que sus vacaciones de Diciembre las podría pasar sin pendiente alguno, caminaba a pasos lentos a la cafetería, al llegar allí se dirigió a la mesa que siempre ocupaba, misteriosamente solo Jungkook se encontraba en ella.

—Tae ¿Cómo te fue?— interrogó— ¿Sacaste la nota máxima?

—Dos décimas menos— dijo con un encogimiento de hombros— ¿Jimin y Yoongi?

—Se fueron temprano, pero me dijo Jimin que nos espera mañana para desayunar juntos, antes de que se vayan a Busan, eso de que pasarán navidad juntos, tiene a mochi como loco.

—Oh bueno, si lo creo— Taehyung sentía la intensa mirada del pelinegro sobre él, motivo por el cual alzó la vista y lo miro directamente a los ojos— ¿Pasa algo Jungkook?

—Yo quería preguntarte si querías cenar conmigo más tarde— Jungkook se rascaba la nuca y tenía una sonrisa tensa.

—Íbamos a cenar juntos ¿no?- cuestionó Tae.

—Quiero decir— aclarando su garganta mientras tomaba las manos de Tae, por enseña de la mesa— ¿Tendrías una cita conmigo?

Taehyung no podía creer que Jeon Jungkook le estaba pidiendo una cita, ¿Era enserio?, porque alguien como Jungkook querría salir con alguien como el, pero por primera vez en su vida Taehyung quería dejar de pintar en blanco y negro, quería probar un gris, quería arriesgar y eso era lo que haría.

—Si iré a una cita contigo— susurro— pero comamos hamburguesas.

—Lo que tú quieras precioso— contestó Jungkook, cosa que hizo parecer un bonito sonrojo en las mejillas de Taehyung.





Esa noche Taehyung se encontraba más que nervioso, motivo por el cual, decidió llamar a su hermano, quien fue el que lo convenció sé soltar su teléfono, y evitar que llamara a Jungkook para cancelarle.

— ¿Cual es la diferencia Taehyung?— interrogó Seokjin?— Si dices que has salido en otras ocasiones con el.

— ¡Que es una cita Jin!— exclamó Taehyung— nunca he ido a una.

—Namjoon dile algo— espeto Seokjin, hacia el chico moreno, que se encontraba jugando con su teléfono, en la pequeña sala del departamento en donde vivían.

—Le partiré la cara si te hace daño— dijo encogiendo sus hombros.

—No ayudas Nam.

Seokjin tuvo que darle una charla de más de media hora al castaño, para que este desistiera de la idea de cancelar su cita.

Jungkook lo llevó a un lindo restaurante situado a las afueras de la ciudad, el lugar era tranquilo, pero su especialidad eran las hamburguesas, tal y como Taehyung había deseado, durante la cena la plática de ambos chicos fue amena, como era costumbre, Jungkook hablaba y daba su opinión acerca de un tema, y cuando Taehyung daba su opinión del tema Jungkook le prestaba atención aunque este se saliera de él.

La sensación de vacío en el estómago de Taehyung, aumentaba durante el transcurso de la cena, hasta ese momento se seguía preguntando los motivos detrás de la invitación de Jungkook.

Motivos que no tardaron en ser aclarados cuando Jungkook lo invito dar un paseo por el lago, detenidose en una banca ubicada frente al hermoso lago donde ambos tomaron asiento.

—Taehyung— habló Jungkook— yo sé que tu eres demasiado inteligente, y que sabes que si te invite a una cita no es por cualquier cosa— el castaño miraba a Jungkook con los ojos abiertos de par en par— ¿Lo sabes no?

—Tal vez— susurró Taehyung.

—Mírame Tae— ordenó— por favor.

Lentamente Taehyung alzó la mirada para posarla en Jungkook.

—Me gustas, me gustas mucho Taehyung— los ojos de Taehyung, expresaban sorpresa— y no como un amigo, me gustas como el hombre que eres, yo quiero algo más que una amistad contigo, quiero poder decirle a todos que este maravilloso chico es mi novio.

—No puedo— contestó mientras negaba con su cabeza, y se alejaba de Jungkook— sabes que no, es algo imposible.

—Temía que me dijeras eso— el tono de voz de Jungkook no denotaba expresión alguna— ¿Puedo preguntar por qué?

—¿No es demasiado obvia la respuesta?

—Para mí no.

—Vamos Jungkook, no me mientas— hablo a Taehyung, mientras se levantaba de su lugar y se paraba frente al pelinegro— seamos sinceros, ¿Por qué motivo querrías salir conmigo?

— ¿Por qué no?— rebatió Jungkook.

—Por ser simplemente yo— dijo señalándose de pies a cabeza— sabes lo que todos dicen de mí, deja de fingir que no te molesta lo que hago, tal vez tu, Jimin y Yoongi no digan nada, pero apuesto a que, hasta cierto grado es desagradable estar junto a mí, aguantar que yo tome sus cosas y las cambie de lugar, que ustedes quieran platicar de algo simple como los nutriente de la comida, y yo termine hablándoles de los pros y contras de los productos orgánicos, o el simple hecho de que no siempre me pueda reír de lo que ustedes ríen, ¿Por qué quisieras a alguien tal lleno de defectos como yo?.

—Entonces, no me está rechazando porque no te guste, o porque no sientas nada por mí, más bien me rechazas porque según tu crees que por tu forma de ser no mereces que alguien sienta algo por ti ¿o me equivoco?— indago Jungkook.

— ¿Si?


—Pero Taehyung, tu eres perfecto así como eres, no hay nada que cambiar— Jungkook le tomo las manos, para atraerlo hacia el y poder abrazarlo, se quedaron allí por un rato, entonces tomando sus mejillas con ambas manos lo miro directamente a los ojos— tu belleza esta en el corazón, nunca estarás por encima de lo normal ni por debajo, no eres menos que los demás, porque estas pequeñas particularidades tuyas, son las cosas que te hacen precioso, son todas las cosas que me gustan de ti, lo que me hace amarte, ser diferente es bueno, y ¿Que importa lo que diga la gente?, mientras tú seas feliz, todo va a estar bien.

A Taehyung esas palabras lo dejaron sin aliento, no podía creer que Jungkook pensara eso de él, su corazón latía frenéticamente, el dijo que lo amaba, viendo directamente a los ojos color chocolate de Jungkook, podía apreciar la sinceridad de sus palabras, decidió dar el paso y arriesgarse.

—Yo si quiero Jungkook—dijo con la voz cortada por el llanto silencioso, uno que era de felicidad— pero si en algún momento decides que no soy lo que necesitas y te hace feliz, solo dímelo.

—Tae, no puedo pensar en algo que me haga más feliz que tú.

Taehyung solo podía sonreír, dando un paso más cerca de Jungkook, alzó la mano para posarla en la mejilla del contrario.

—Entonces eso significa que lo intentaremos, ¿No?

—Si— contestó, mientras sonreía— lo haremos.

—Ósea que si yo te digo que te quiero, ¿Tu me lo dirás de regreso?.

—Definitivamente si, hasta la pregunta es tonta.

Jungkook presionó frente con frente.

—Te amo Kim Taehyung.

El corazón de Taehyung latió con fuerza, sonreía ampliamente, hasta las mejillas le dolían por la acción.

—Te amo Jungkook.





.......




— ¿Por qué su historia tiene que ser tan perfectamente hermosa?— cuestionó Jimin.

—Porque él lo merecía— contestó Seokjin.

—No lo sé— contestó con un encogimiento de hombros— pero si les puedo decir que contra todo pronóstico resultó así, estoy agradecido de que haya llegado a mi vida.

—Bueno dejemos de ponernos sentimentales, Taehyung no debes volver a llorar— dijo mientras lo apuntaba con un dedo— es hora, tu futuro esposo te espera.








El sol había decidido brillar esa hermosa tarde de primavera, los crisantemos lilas, decoraban cada extremo de las filas de sillas color negro, también fueron tejidos en la pérgola de madera donde Jungkook se encontraba esperando por Taehyung, a su lado se encontraban Yoongi y Namjoon, observándolo divertido debido a su nerviosismo.

—Alguna vez ¿Imaginaste esto?—pregunto Yoongi.

—Demonios, no— contestó con una sonrisa.

—Al menos yo no tuve que pasar por esto—respondió Yoongi— aún estás a tiempo de seguir mi ejemplo y huir a las Vegas.

—Se supone que deberían estar en silencio, en este momento— dijo Namjoon desde atrás de ellos.

—Es el momento— susurró Jungkook.

Su pecho se apretó de la emoción y su corazón empezó a latir con fuerza, mientras esperaba la entrada de Taehyung, a través de ese rincón de árboles, primero apareció Jimin, llevando un elegante traje azul marino, a juego con el de Yoongi, atrás de él venía Taehyung del brazo de Seokjin, sus ojos se encontraron inmediatamente, en ese momento todo lo que pudiese haber estado mal en el mundo, incluso si este estuviese ardiendo, eran correctas.

Llevaba un precioso saco blanco hecho a la medida, con camisa del mismo color, acompañado de un moño negro y pantalones negros. Era perfecto, el era absolutamente perfecto. Llevaba su pelo bien peinado con una que otra onda escapando hacia su frente, cosa que acentuaba sus perfectos rasgos delicados pero al mismo tiempo masculinos.

Cuando Taehyung llegó a él, bajo el escalón que los separaba y tomó su mano.

—Estas impresionante— susurró mientras veía a Taehyung de pies a cabeza con asombro.

—Gracias— contestó, regalándole una de esas hermosas sonrisas cuadradas que Jungkook tanto amaba— Te amo.

—Te amo mucho más— dijo de regreso, mientras metía la mano te Taehyung en su brazo y lo mantenía a su lado.

Ese era el momento de sus vidas, Jungkook anhelaba darle el mundo a Taehyung, pero sin saberlo este se lo dio a Jungkook.

La ceremonia fue perfecta, ninguno dijo votos tan elaborados, simplemente expresaron lo que sentían dentro de sus corazones, contando su historia, el principio de ella y su para siempre.

—Los novios pueden besarse— concluyó aquel ministro de paz que los caso.

Fue la parte preferida de Jungkook. Acuno la cara de Taehyung en sus manos y lo miro directo a los ojos.

—Hola señor Jeon— susurró, antes de tomar su boca y besarlo.

Era su esposo, lo habían logrado, se sentía el hombre más afortunado del mundo.











La fiesta no había terminado cuando ellos se retiraron, tenían cosas pendientes por hacer, como pasar por sus maletas al apartamento que ahora compartirían e iniciar el viaje hasta el lugar misterios al que a Jungkook llevaría a Taehyung.


Rendido por el día cansado que habían tenido, Taehyung durmió todo el camino, solo despertando cuando Jungkook lo movió para que se bajase del auto, se dejó guiar a través de la pequeña cabaña, hasta la habitación, su mandíbula estuvo a punto de caer al piso, el lugar era hermoso, el nerviosismo que cargaba con el desapareció, admiro la hermosa cama con sábanas blancas que reposaba en medio de la habitación, pero lo mejor de todo era el ventanal a sus espaldas, a través de él se podía ver la luz de la luna que se reflejaba en el lago que rodeaba la propiedad, se quedó allí embobado viendo a través del cristal, unas manos posándose en su cintura lo sacaron del trance en el que estaba.

— ¿Te gusta?— pregunto en un susurro Jungkook, la voz del pelinegro lo había hecho estremecerse.

Dio la media vuelta para quedar cara a cara con Jungkook, obteniendo de parte de él una sonrisa.

—Me encanta, es muy hermoso— contestó Taehyung.

—No mucho más que tu— le dijo al oído Jungkook— mientras mordía suavemente el lóbulo de su oreja.

Delineó con suaves besos la línea de su mandíbula, hasta llegar a sus labios, labios que lo recibieron con muchas ansias, Jungkook percibía el nerviosismo de Taehyung, si bien habían sido novios durante casi cinco años nunca habían pasado de roces y caricias íntimas, Jungkook sabía que Taehyung necesitaba tiempo, el iba a su propio ritmo, por lo que siempre había optado por tomar las cosas con calma, nunca lo obligaría a algo más.

—Está noche quiero ser tuyo Jungkook— susurró Taehyung— hazme el amor.

—Tranquilo Tae— contestó Jungkook mientras depositaba un pequeño beso en la nariz del contrario— iremos a tu ritmo.

Jungkook fue repartiendo pequeños besos desde la punta de la nariz de Tae hasta sus labios, los besó tiernamente y con devoción, lentamente retiró el saco y abrió botón a botón de aquella camisa blanca, cuando logró retírala posó las manos en la cintura del castaño, dejando pequeñas caricias.

—Eres hermoso Taehyung, el hombre más sexy que he visto, tu piel es hermosa— beso su hombro izquierdo, pasando por sus clavículas, dejando a su paso besos húmedos, deteniéndose a dejar una pequeña marca sobre la manzana de edén del contrario y continuando para detenerse el el hombro derecho.

Taehyung emitía pequeños gemidos, el también quería participar, quería que Jungkook sintiera el mismo placer que él, por lo que armándose de valor, llevó sus temblorosas manos a la camisa de Jungkook, para ir desabotonándola, al lograr retirar la prenda, de aferró a la espalda del pelinegro y la acarició de arriba abajo.

Jungkook empezó a retroceder llevando consigo a Taehyung, se sentó en la cama y sentó al castaño en sus muslos, delineó con su lengua uno de los hermosos pezones del castaño, mordió y lamió a su antojo, la acción enviaba deliciosas sensaciones al cuerpo de Taehyung, los gemidos ya no podían ser retenidos y empezaron a escapar de la boca del castaño.

—Kook— llamó Taehyung— por favor...

Jungkook llevó su boca a los labios de Taehyung, iniciando un beso que ya no era para nada tímido, sus lenguas jugaban la una con la otra, volviéndose una sola, hasta que se tuvieron que separar por la falta de aire.

—Levántate Tae— acción que Taehyung enseguida realizó— ¿Puedo quitar tus pantalones?— el contrario solo pudo asentir, Jungkook enseguida se deshizo del cinturón y posteriormente del pantalón, al momento Taehyung se sintió avergonzado, cosa que le hizo tratar de ocultar su miembro erecto con ambas manos.

—No te avergüences Tae, me gusta lo que veo— levantándose de la cama, lentamente empezó a retirar sus pantalones llevando consigo sus bóxers, sentía la intensa mirada de Taehyung posada en su sexo que había quedado expuesto.

Para ese momento la espiración de Taehyung se había vuelto errática, sentía el miembro de Jungkook chocar con su propia entrepierna, cosa que no hizo más que hacerle sentir sumamente excitado, Jungkook lo hizo dar media vuelta, la espalda de Taehyung se encontraba pegada al amplio pecho de su marido, sentía el miembro del pelinegro atrapado entre sus glúteos, guiado por instinto, Taehyung empezó un movimiento lento con sus caderas, que con el paso de los minutos aumentó el ritmo.

—Muévete corazón, sigue— instaba Jungkook a Taehyung, mientras que llevaba una de sus manos al duro miembro del castaño, este movimiento sobresaltó momentáneamente a su pareja, Jungkook lentamente trazó pequeños círculos en la punta de la dureza entre sus manos.

Jungkook recostó a Taehyung en medio de la amplia cama, por instinto el castaño abrió sus piernas, tomando el lubricante que se encontraba bajo la almohada, puso una porción en sus dedo índice y separando con cuidado los glúteos del contrario, llevó su dedo índice a la entrada del contrario, la delineo suave y lentamente, estimulándola durante unos minutos hasta que al sentir a Taehyung relajado introdujo lentamente su dedo, uno a uno los dedos de a Jungkook se fueron perdiendo en el interior de su compañero, para ese momento Taehyung era un desastre de gemidos y maldiciones, al sentirlo lo bastante dilatado retiró sus dedos lentamente.

Poco a poco subió a los labios de Taehyung mientras dejaba rastros de besos en el camino, observando fijamente a los ojos del menor, hizo una pregunta muda, la cual fue respondida con un asentimiento nervioso de parte del castaño.
Alineando la punta de su miembro en la entrada de Taehyung fue empujando suavemente. Hasta estar completamente adentro. Ambos cuerpos temblaban y mgemían por la excitación.

—Taehyung te sientes tan bien— susurró Jungkook mientras dejaba besos por toda l cara del castaño.

—No me hagas esperar más y muévete— dijo Taehyung con su voz ronca por el placer que estaba sintiendo, sentía sus paredes estiradas al límite, pero de igual manera sentía el caliente miembro palpitante de su esposo, los movimientos de Jungkook empezaron lentos, era ligeramente incómodo, pero de un momento a otro sintió un placer extremo recorrer toda su columna, hasta la punta de los pies, placer que expresó con un sonoro jadeo, esto hizo que Jungkook aumentara el ritmo de sus estocadas, sus respiraciones iban en aumento, los gemidos eran más fuertes y el sudor recorría cada parte de su cuerpo, su clímax estaba a punto de llegar, las manos de Taehyung se aferraron con fuerzas al pecho de Jungkook mientras sus miradas se mantenían unidas, el orgasmo llego primero a Taehyung, manchando todo el pecho del contrario, llevándolo en una montaña rusa de sensaciones, consumiéndolo rápidamente.

Observando fijamente a Jungkook, Taehyung vio el momento en que el contrario llegó a su clímax, vio como el orgasmo transformo la cara de su esposo, lo sintió correrse en su interior. El cuerpo del pelinegro cayó lentamente sobre el castaño, retirándose lentamente del interior de Taehyung, mientras unían sus labios en un beso lánguido pero reconfortante.

—Te amo— hablo Taehyung, mientras delineaba con sus dedos los labios de su marido.

—Te amo— contesta Jungkook mientras besa la punta de los dedos del castaño.

Cansados y envueltos en los brazos del otro, el sueño los fue arrastrando poco a poco.










Sentándose en la cama, apartó las sábanas, miró a su alrededor, percatándose que Taehyung no se encontraba por ningún lado, hay ropa esparcida por todo el suelo de la habitación. Jungkook sentía sus músculos cansados, se deslizó por la cama, recogiendo sus pantalones en el camino.

Saliendo al balcón de la habitación encontró a Taehyung apoyando sus brazos en el alféizar, envuelto en una colcha.

—Hace frío Tae— dijo mientras lo abrazaba por la espalda reposando su mentón en el hombro del chico— ¿Que estás haciendo aquí?.

Taehyung se limitó a encontrarse de hombros, mientras mordía su linón inferior.

— ¿Estás bien?— inquirió Jungkook.

—Si— dijo Taehyung— solo pienso, en que todo esto parece un sueño.

—No es un sueño Tae— apretando más hacia su pecho a Taehyung hablo— es el comienzo de nuestra vida juntos.

—Aún me parece increíble, quien diría que me iba a terminar casado con Jeon Jungkook— expresó mientras soltaba una pequeña risa— gracias Kook, nunca voy a poder agradecer lo suficiente que me ames así como soy, con mis defectos e imperfecciones, que no me pidas cambiarlas, pero que me apoyes en el proceso de mejorarlas aunque sea un poco, antes pensaba que no podría, pero con el apoyo que me has dado, he podido dejarlas poco a poco, aunque sé que me queda un largo camino por recorrer.

—No tienes que agradecer Tae, porque no importa los miles de defectos que te puedas encontrar, yo voy a amar cada uno de ellos, porque ese es el secreto de tu belleza, tus imperfecciones son las que te hacen perfecto.





Tal vez Taehyung pareciera tener demasiadas imperfecciones pero Jungkook siempre vería la belleza en ellas, porque esas eran la esencia de su ser, lo que lo diferenciaba del resto, Jungkook amaba la particular forma de ver el mundo de Tae, esas diferencias nunca lo harían menos humano. Mientras Taehyung con la ayuda de Jungkook había aprendido a aceptarse a sí mismo, a comprender que sus pequeñas manías eran algo con lo que podía aprender a vivir y que esas no lo convertían en una mejor o peor persona.

Porque todo el mundo es diferente y eso está más que bien, el concepto de perfección está sobrevalorado, basta con saber amar nuestros pequeños defectos para poder respirar mejor en un mundo, donde uno nadie es perfecto a los ojos de los demás.











FIN


DoriRomero
Un día dijiste que lo haga y aquí está

romantic_emp
mardy103
LinnMeow_23
ArciTakos

Con cada pedazo de mi corazón espero que lo disfruten.
Porque esta va para ustedes
Sin ustedes empujándome no se que haría
Te amo ♥️






Si han llegado hasta el final, se los agradezco infinitamente, espero que hayan disfrutado de la lectura.

Gente hermosa recuerden, que los defectos nos hacen únicos y especiales.



L@s adoro con todo mi corazón
Att: Dari 💛

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