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Thirty Eigth

HERMIONE

—Ya es la tercera vez que te gano, no sea mala perdedora—abro la puerta y veo a una Leonor orgullosa por ganarle en ajedrez a Harmony. Está última tiene un puchero mientras guarda las cosas en la bolsita.

—Hola—saludo con seriedad, porque estoy enojada y no es algo que pueda disimular.

—Te estábamos esperando para cenar—ella tiene una sonrisa que me hace sentir un poco mal, porque se que no se imagina que se la estupidez que hizo.

—Ya llegaron los nuevos recibos de la luz y el agua, los fuimos a pagar con la tarjeta que nos dijiste—asiento lentamente mientras saco unas uvas de la refrigeradora. La verdad es que desde que trabajo en casa de Aydan, el dinero no nos hace falta y lo agradezco enormemente.

Harmony tiene el teléfono en la mano y está sonriendo, mi Abuela sigue hablando mientras explica cosas, pero estoy muy cabreada para escucharla. Camino enojada hacia ella y le arrebato el celular.

—Hey ¿Qué te pasa?—se levanta de golpe de la silla, yo al ser más alta solo levanto el brazo—Devuélveme mi teléfono.

—Hermione—espeta Leonor con el ceño fruncido.

—Creo que te he dado mucha libertad para usar esta mierda.

—Lo vas a botar, dámelo.

—¿Y si lo despedazo contra la pared qué?

—Ya basta Hermione que pasa—Harmony intenta forcejear pero la agarro fuertemente del brazo.

—Podrás ser ya una adolescente y todo lo que quieras, incluso tener novio, amigos, salir a la calle cuando quieras, pero sigues siendo menor de edad.

—Hermione por favor dame mi celular—puedo notar el pavor que tiene en la mirada.

—Dile a mi Abuela lo que andas haciendo con está mierda.

—No se de qué estás hablan...

—Si no lo dice usted lo voy a hacer yo—ella tiene confusión y a la vez miedo en la cara. Intento calmarme pero su silencio me desespera.

—¿Qué paso Hermione?—Harmony no dice nada y se que tiene ganas de llorar, pero es que esto...no puedo dejárselo pasar.

—Es que...—me muerdo la lengua porque no quiero decir cosas que la hagan sentir peor—Tu tienes a Matthew y es tu novio, tienes derecho a disfrutar como pareja con él, pero no lo conoces del todo, por más años de relación que tengan, no tienes porque mandarle fotografías de tu cuerpo a ese tipo.

—¿Qué?—mi Abuela la ve con decepción y ella solo me ve como si no supiera nada.

—Pero yo...

—Harmony tienes 15 años, ya no eres ninguna Bebé y no tienes ni idea de lo que está haciendo.

—Escuch...

—Pueden enviar esto a miles de personas, te van a hacer sentir muy mal o hasta pueden violarte Harmony.

—Yo no hice nada, no me tomaría fotos desnuda.

—No sea tan mentirosa—grito sin poder controlarme—Yo lo vi, me mandaste la fotografía a mi, no soy ninguna idiota.

—Harmony ¿Qué te pasa, estás loca?—ahora es Leonor la que se levanta de la silla y sin dejarnos reaccionar a ninguna de las dos, le pega una cachetada—Enséñeme esa maldita foto Harmony.

—Yo no hice nada—susurra mientras empieza a llorar—Ustedes ni siquiera me dejan hablar.

—Tiene prohibido agarrar este teléfono señorita y ni se le ocurra salir de ese maldito cuarto, ¿Usted no tiene una idea de cómo nos sentimos nosotras? Hermione trabaja mucho como para que tengas las calificaciones tan bajas y solo estes perdiendo el tiempo mandándole esto a ese idiota.

—Lo siento mucho Harmony, pero si no sabes usar esto con responsabilidad, no lo vas a tener más—hablo suavemente porque Leonor está realmente enojada y se de lo que es capaz.

—No eres nadie para darme ordenes Hermione.

—Si no lo tiene, pero con esto que acabas de hacer, solo te esta protegiendo malagradecida—mi Abuela me arrebata el teléfono de Harmony y empieza a caminar hacia el patío.

—No por favor, no—no me dolió cuando agarro el teléfono y lo despedazo contra la pared, ni la plata que gaste para comprárselo por sus 14 años, me dolió ver lo mal que se puso y como empezó a llorar atacada.

—Las odio—se vuelve hacia mí—Has sido una cualquiera, prostituta y mala madre, no tienes derecho a hacerme esto y menos a juzgarme.

—Harmony—trago grueso.

—Te odio porque no quieres a nadie, solo trabajas por el dinero y para hacerle la vida imposible a Aydan.

—Eso no es cier...

—Ojalá te mueras porque solo eres una mujerzuela, Madison merece tener la salud que tu tienes y tu deberías pagar por lo que ella tiene, porque es tu culpa—cierra fuertemente la puerta de su cuarto.

"No llores"

"No llores"

—Hermione—mi Abuela me abraza y solo cierro los ojos—No le hagas caso, está enojada.

—Pero es cierto—sollozo—Tiene razón.

—No pienses así mi niña, has cambiado—lloro en los brazos de ella, de mi segunda Mamá, de la persona que a luchado por nosotras siempre y se que no merece todo esto, porque ni siquiera mi Mamá fue así.

...

Subo a un taxi, porque no tengo ganas de caminar. No me maquille, mi cabello está suelto y apenas lo peine, tampoco quise usar tacones, solo ando unas tenis junto con una sudadera grande y licra negra. 

Está lloviendo, es un día frío y triste. Me duele la cabeza, hubiera deseado quedarme abrazada con mi Abuela. Dormí toda la noche con ella, porque cuando la siento conmigo, me olvido de lo difícil que es la vida.

Harmony no salió a desayunar y a lo que veo tampoco fue al colegio. Me siento mal porque creo que fui muy grosera, pero prefiero verla así a que siga haciendo eso, no quiero que le pase nada malo.

—Llegamos—me avisa el taxista que me ve con curiosidad. Se que me veo muy fea cuando no me maquillo, pero realmente no me siento bien.

Le doy el dinero y bajo mientras abro la puerta de la mansión de los Walsh. No veo a nadie, pero si escucho risas de la cocina, son de Laila.

—Eres demasiado majadero—escucho besos. Tiro mi bolso y hago bulla a propósito porque no estoy para toparme con ninguna escena rara. Ella se asoma con una sonrisa, luego me ve con extrañeza.

LO SÉ ME VEO HORRIBLE.

—Hola—saludo sin ganas y empiezo a caminar hacia la cocina. Él está ahí y siento mi estómago revolverse cuando me ve directamente mientras toma de su café.

Yo no lo vuelvo a ver, me dedico a ignorarlo mientras me apresuro a agarrar café y echarle leche. Tomo la tasa caliente, cierro los ojos por lo cálido que siento el baso en mis manos, realmente está haciendo mucho frío.

¿Cómo se sentirá cerrar los ojos para siempre? Debe de ser encantador. Abro los ojos topándome con unos verdes que me ven sin ninguna expresión en particular. Me doy la vuelta y empiezo a caminar hasta la sala, tomo asiento ahí y de reojo veo a Laila sentándose mientras tiene tres paquetes de galletas.

—Ten—me estira uno.

—Gracias—Aydan se sienta de frente mientras viene concentrado en el celular. Laila se ve super feliz o más bien relajada. En tres días viene la familia de Aydan y tengo que prepararme mentalmente para eso. El timbre de la casa suena, hago la silla hacia atrás pero...

—Tranquila, deben de ser las niñas, yo abro—la sigo con la mirada hasta que desaparece. Aydan come en silencio, anda con una camiseta negra, un pantalón de mezclilla que le marca lo principal, anda botines negros y como siempre el pelo muy desordenado.

Se le ven los labios más gruesos de lo normal y no puedo evitar sentirme extraña por saber que a estado con ella. Él me vuelve a ver y yo quito la mirada automáticamente.

—Y estuvimos jugando con agua—escucho a Lali hablar alegremente. A la primera que veo es a Laila que viene con los bolsos de ambas. Luego Lali que trae a Madison agarrada de la manita—Hola—saluda la pequeña de Laila con alegría.

—Hola linda—le digo con una sonrisa. Madison viene caminando despacito y en silencio.

—Hola Papito—Aydan la alza y le da un beso en la mejilla.

—La profesora me dio esto por ser una estudiante nueva—Lali nos enseña una postalita de estrella—Es mi segundo día de clases.

—¿Y te está gustando la escuela?—le acaricio el pelo.

—Si, es muy divertido—agarra el bolso y se va corriendo hacia el segundo piso.

—¿Y a ti cómo te fue princesa?—ella sonríe débilmente con la pregunta de Laila.

—Bien, solo estoy un poco cansada.

—¿Te tomaste las pastillas de hoy?

—Si Papi—ella se baja de los brazos de Aydan y empieza a caminar hacia mi dirección—¿Estás bien Hermione?—me sonríe. No puedo evitar tragarme el nudo que se forma en mi garganta.

—Si pequeñita estoy bien, ¿Por qué?—ella me estira los brazos para que la alce. Laila no disimula y se queda viendo directamente, Aydan tiene la mandíbula apretada mientras sigue comiendo.

—Por nada, siempre estás bonita—acuesta la cabeza en mi pecho y cierra los ojos. Hoy anda una peluca de color negra, son dos trenzas con fleco y su uniforme de kínder es una enagua muy linda de color negra, una blusa de vestir blanca de botones con mangas largas y medias altas con zapatos negros. Parece una muñequita.

—Gracias princesa—susurro sin dejar de verla. Ella es tan linda y no lo digo solo porque es mi hija, es porque heredo buenos genes por parte de Aydan. El cabello es igual de castaño que el papá, sus ojos verdes también, los rasgos y gestos son algo que no pasan desapercibidos, la nariz también o cuando arruga la frente porque algo no le gusta. Los labios...no lo sé, es algo que no tiene de Aydan porque él los tiene grandes y gruesos, Maddy los tiene grandecitos pero en forma de corazón.

También tiene unas cuantas pecas, pero se que son...mías, porque él no es pecoso. Ella es muy blanca, pero tienes las mejillas rosadas. Las cejas son finas, tiene pestañas largas como las mías, pero definitivamente, ella casi no tiene nada mío, es idéntica a Aydan y a la familia Walsh.

—Madison ¿Por qué no vas a descansar a tu cuarto?—levantó la mirada y arrugo el ceño molesta. No me gusta que siempre que Maddy se me acerca haga todo lo posible para quitármela.

—Ahorita, estoy cómoda.

—Si pero Hermione no—puedo notar a Laila viéndome con ¿Molestia?

—¿Estás incómoda?

—No estoy incómoda Maddy, quédate tranquila—ella me sonríe.

—Gracias por donarme un riñón—contengo la respiración y no sé porque siento que mi corazón late tan fuerte—Eres un ángel—ella bosteza y se vuelve a acurrucar. Muerdo mi labio mientras veo sus labios resecos, su rostro casi no tiene color, me duele mucho verla así y es cuando más me convenzo de que tengo que ayudarla.

—De nada princesa—susurro. Ella para estar tan pequeña, es muy valiente porque desde bebé a luchado mucho por su salud. Puedo imaginarme a todos los niños que al igual que Maddy pasan mal y tratando de sobrevivir.

Ahora que la tengo en mis brazos, desearía protegerla siempre, la gente es muy mala y se que se pueden aprovechar del estado de ella para cualquier cosa. De solo imaginarme eso, se me pone la piel de gallina, porque yo soy una de las que más daño le e hecho y me odio por eso.

Todo lo que viví y lo que me hicieron, yo misma lo repetí con mi hija, la desprecie, le hice daño y desearía nunca haberlo hecho. Mi pasado me a marcado mucho y tengo miedo que todo lo que hice o lo que me hicieron, se repita en ella.

FLASHBACK

Después de todo lo que pase, vuelvo al colegio porque mi Mamá me lo pidió y la odio, porque ella no sabe el infierno que paso aquí todos los días. Ser victima de violación y olvidar lo que paso, no es fácil, las terapias no son suficientes y esos estúpidos psicólogos no ayudan en nada.

—Regreso el estorbo del colegio—intento ignorar al grupo de arpías que se acercan a molestarme.

—¿Ahora dices que fue una violación bastarda?—guardo mis cuadernos y cierro el casillero con llave, ya se lo que viene, así que escondo las llaves en mi enagua—Te estoy hablando perra.

—Suéltame—me quejo cuando me hala del pelo.

—Alicia ¿Por qué la tocas? Puede tener un montón de enfermedades, tonta—comenta otra. Me suelto bruscamente de ese agarre y sigo caminando.

—¿Para donde vas leprosa?—no por favor ellos no. Son un grupo de hombres, me dan asco. Quiero pasar pero me bloquean entre todos el paso. Doy varios pasos hacia atrás hasta tocar la pared, pero él sigue insistiendo y se acerca más.

—No me toques—ahogo un grito de horror.

—¿Tiene miedo la bebé?—se burlan.

"Risas"

"Carcajadas"

Odio que se burlen de mí, odio sentirme humillada.

—Apenas una niña de octavo año, pero bien hermosa y con un cuerpo perfecto.

—Ya basta—otra halada de pelo, sigo sus movimientos con la mirada y el pánico me gana cuando empieza a tocarme las piernas para subir a mi falda.

—No se haga la santa Golubev, fijo disfruto mucho—empiezo a llorar al ver sus asquerosas manos tocándome.

"Estoy sola"

"Nadie me ayuda"

—Una como tú no vale nada—me escupe en la cara—Vete donde perteneces zorra a un prostíbulo y mejor no intentes regresar aquí, porque nada va a salir bien.

...

De eso solo recuerdo que me encerraron entre todos en el baño y pasaron cosas que me dan mucho asco recordar. Los profesores nunca se daban cuenta de nada y los que se enteraban, solo caminaban muy lejos de mí porque les daba asco. Después de que decidí irme del colegio, empecé a ser otra persona, porque nunca tuve una infancia fácil y sabía que nunca iba a ser querida por nadie.

—Hermione—no me doy cuenta que la tenía más abrazada de lo normal y que la estaba acariciando con mi mano. Aydan está serio, muy serio y se nota que le estorba verme así con ella—Démela.

—¿Por qué? Estoy cómoda.

—Estás llorando y la puedes botar—habla enojado y con los dientes apretados. Con una mano toco mi rostro.

"Ni siquiera me había dado cuenta de eso"

—No la voy a botar.

—No estás en estados para tener a mi hija alzada.

—Aunque lo estuviera igual me la abrías quitado—él aprieta la mandíbula. Veo a mi alrededor no esta Laila, seguro esta atendiendo a Lali. 

—¿Todavía piensa donarle el riñón a Madison?—tiene el semblante duro y frío, pero su mirada tiene algo de inseguridad. 

—No voy a cambiar de opinión Aydan, tranquilo.

—La cita es mañana. 

—Lo sé. 

—No puedes comer nada a partir de las 6 de la tarde porque te van a realizar exámenes generales. 

—Bueno—él baja la mirada hasta mis brazos donde duerme Madison. 

—Si te cansas...

—Aydan—susurro—No me la voy a robar, relájate—sus ojos verdes me llegan a pesar mucho y retiro la mirada mientras como otra galleta. 

—¿Por qué tus ojos todavía están llorosos?—no veo venir cuando alza mi mentón con el pulgar de su mano. 

—¿Y tú por qué eres tan bipolar?—él parece analizarme lentamente. 

—Siempre andas delineado. 

—Ya se que me veo fea, hasta Maddy lo noto, no es necesario que me lo recuerde. 

—No seas tonta, te ves bien, solo que es raro verte así y Madison es muy sincera, te lo hubiera dicho—asiento lentamente. 

—Supongo—el timbre de la casa suena. Aydan arruga el ceño y se va a abrir la puerta. Madison casi no pesa, es muy livianita, incluso la agarro como un bebé recién nacido. Dejo un beso en su mejilla y no puedo evitar sonreír cuando se acurruca más. 

—Y pasamos a saludar—escucho a los Walsh y quiero matarme. 

¿Por qué hoy que ando así?

La primera que aparece es Uma, que arquea una ceja al verme con Madison, luego Astrid, Ulises y Collins. Es tan incómodo, se me quedan viendo por mi apariencia y porque tengo a Madison en brazos. 

—Buenas tardes—aparece Laila con Lali y agradezco internamente por eso.

—Hola preciosa, ¿Cómo estás?—Collins la abraza y hasta le da un beso. 

"Vieja loca"

—Bien, me alegra mucho verlos por aquí—Astrid y Ulises me ven mal. Ellas siguen hablando y luego aparece Aydan. Él se acerca y me hace un gesto para que le de a Madison, yo se la doy sin pensarlo dos veces, porque con esta gente es incómodo. Me pongo de pie y los dejo ahí mientras camino a la cocina. 

—¿Ya tienes una idea de lo que vamos a cocinar?—le pregunto a Laila cuando entra a la cocina. 

—No lo sé, podemos hacer unos tacos con carne.

—Buena idea—ella me sonríe, luego desaparece con un vino y varias copas. Hoy no vinieron todos, pero si los más insoportables. 

—¿Y a ti que diablos te paso?—Uma entra a la cocina y saca un tomate mientras se lo empieza a comer como si fuera una manzana. 

—No quise arreglarme mucho—me encojo de hombros.

—Pues te ves bien, ya tu eres asquerosamente bonita—saco lo que ocupo para los tacos pero me siento super incómoda porque Uma no deja de verme de pies a cabeza—¿Tú tienes algo con Kayleth verdad?

—Es solo mi mejor amigo Uma. 

—Igual, apúrate a conseguir novio porque él es mío—se sienta en la mesa. 

—No quiero novios ahorita. 

—¿Por qué?—pregunta con la boca llena. 

—Porque no me interesa nadie. 

—Pues a mi si me interesa de que te busques pareja, aunque sea una novia—no puedo evitar soltar una risa. 

—Soy cien por ciento Heterosexual, además, no voy a robarte a Kayleth—ella me ve como si fuera un desperdicio.

—¿Por qué debería creerte?—me encojo de hombros. 

—Porque estoy diciendo la verdad—ella me sonríe y luego se pone seria de golpe. 

—Tengo que admitir algo—estira las piernas en la mesa y se amarra los cordones de una de sus botas—Te veías muy linda con Madison—formo una sonrisa de lado. 

—Gracias. 

—¿Verdad que Aydan tiene algo con Laila?—borro la sonrisa y quiero disimular, pero no me gusta hablar de eso. 

—No lo sé. 

—Ay por favor, si yo que no vivo aquí, lo recontra noto, solo que mi hermanito como siempre, no le gusta hablar de las mujeres con las que tiene algo...porque por alguna razón ese idiota nunca va a tener nada serio con nadie—ella se calla cuando Aydan entra a la cocina.

—¿Se puede ir para la sala? Todos están comiendo y solo usted aquí Uma. 

—Qué humor por Dios—la veo bajarse de la mesa y luego desaparece.

—Mande a comprar pizza, no se preocupe por cocinar—él me quita la bolsa donde esta la carne y lo vuelve a guardar en la refrigeradora—Vamos—él sale primero y yo lo dudo por un momento porque siempre que estoy con esa gente pasa algo.

Muerdo mi labio y empiezo a caminar por la sala de estar hasta llegar al gran salón donde están todos los demás.

"¿Ya he dicho que está casa es inmensa?"

—¿Qué tiene de malo salir a las 10 de la noche Mamá?—Astrid y Collins discuten en la mesa. Aydan guarda silencio mientras las ve a ambas peleando, Lali juega en la alfombra con unas muñecas y Laila sirve vino a todos. Uma mastica el chicle de mala gana, parece irritarle mucho verlas a las dos peleando y Ulises en cambio ve la escena divertido, pero su sonrisa se desvanece cuando me toca sentarme a la par suya.

—Claro que si mujer, eso es tarde.

—Al contrario es la mejor hora para salir, no es ni temprano, pero tampoco muy tarde.

—Luego hablamos de eso, no tienes remedio—Laila me pone dos pizzas en el plato y no dudo en empezar a comer. Esto suelo disfrutarlo, me encanta.

—Ahora que lo mencionas Astrid—empieza Ulises—Ni siquiera nos has presentado a tu novio.

—No pienso hacerlo, será después.

—Pues con más razón no te dejo salir—el timbre suena de nuevo—Debe de ser Abdón—afirma Collins—Hermione vaya a abrir la puerta—la veo fijamente.

"Está mujer nunca me va a caer bien"

—No te preocupes, yo voy.

—No Laila, se lo estoy pidiendo a ella—la fulmino con la mirada, esa arpía sabe que no logra intimidarme. Dejo la servilleta en la mesa y me pongo de pie para abrir la puerta—Para ver si sirve de algo, por lo menos—escucho que dice a mis espaldas, pero solo ignoro, no le quiero dar el gusto. Abro la puerta y efectivamente es Abdón. Este me ve de pies a cabeza y luego entra. Cierro nuevamente la puerta y regreso a mi silla.

—¿Y a que hora es la cita Aydan?—pregunta Uma. Él deja de comer y me ve directamente.

—A las 8 de la mañana.

—¿Vas sola?—pregunta Abdón quitándose el abrigo y dándoselo a Laila para que lo guarde.

—No, yo la voy a acompañar—contesta Aydan por mí.

—¿Por qué?—empieza Astrid—Ella puede ir sola, no es ninguna bebé.

—Yo soy el interesado en eso, así que no se meta—espeta con enojo.

—¿No se sabe la dirección del hospital Hermione?—es la primera vez desde que regrese, que Ulises se atreve a dirigirme la mirada.

—Si.

—¿Pueden comer en paz por favor?—Uma habla con irritación.

—La verdad no entiendo hijo, ella puede ir sola—todos se quedan viendo a Aydan interrogantes y este solo los ignora a todos.

—Está bien, puedo ir sola.

—Exactamente—Astrid me señala para que Aydan se retracte.

—No es fácil hacer esto, donar un órgano como un riñón es algo delicado y obviamente para ella no es fácil.

—¿Por qué te preocupa si para ella es fácil o no?—puedo notar como Aydan intenta llenarse de paciencia.

—Porque es la paciente que le va a donar un riñón a mi hija Mamá. 

—Yo diría que es por otra cosa—Ulises alza la voz y brinco en mi lugar cuando golpea mi plato para que lo vea—¿O se les lavo el cerebro?

—Ulises cállese—Aydan habla entre dientes.

—Bueno ya comamos en paz—se mete Laila tratando de calmar a todos.

—Solo voy a decir que sos mucho para estar con una cualquiera hermanito—se que eso iba para mí y más como Ulises me esta viendo ahora mismo. Solo veo la pizza, luchando porque no se me vaya el apetito.

—Ulises ya basta, deje de decir estupideces. 

—Solo está siendo realista Uma, no es para que se enoje—Astrid tiene una sonrisa en la cara. Yo trago grueso y froto las manos en mi licra para mantener la calma, no quiero enojarme.

—Por lo menos mi mujer no es una prostituta con sida—todos brincan en su lugar cuando el puño de Aydan impacta en la cara de Ulises. Pelo mis ojos como platos porque eso no me lo esperaba.

—Aydan basta—Collins grita y Aydan no reacciona solo agarra a Ulises a golpes. Le pega con el puño cerrado una y otra vez. Él no se logra defender porque claramente lo agarro desprevenido.

La sangre de Ulises le cae por la nariz y le empapa la camiseta. Aydan respira como un loco y cuando Ulises le devuelve el golpe todo se empeora.

Lali empieza a llorar, todos luchan por separarlos, Abdón le grita a Aydan de que se calme. Los ojos dilatados de Walsh me causan miedo porque se que esta fuera de sí. Esos golpes, la manera en la que le pega solo me trae recuerdos de todo lo que me hicieron cuando estuve hace unos meses en la cárcel.

La cara de Ulises está llena de sangre y a Aydan se le marcan las venas de los brazos. El escandalo no me ayuda, Ulises le pega en la nariz.

—Ya cálmense—Abdón hala a Ulises pero no logra nada porque Aydan parece un demonio.

—Agarren a Aydan—grita Astrid mientras trata de calmar a Lali.

—Repítalo maldito, repita lo que dijo—Aydan lo pega bruscamente contra la pared y Ulises le da un cabezazo.

—Por favor ya—Uma y Astrid intentan halar a Aydan y Abdón agarra a Ulises pero este se vuelve a soltar para pegarle a Aydan. Trago grueso y se que puedo salir golpeada, pero no se donde agarro la fuerza y aprovechando que Abdón intenta retener a Ulises, me pongo en frente de él.

Tiene los ojos inyectados en sangre, su pecho sube y baja violentamente, lo agarro fuertemente de uno de los brazos, aun así su atención está en Ulises que lo reta con la mirada y lucha por soltarse de los brazos de Abdón. 

—Aydan—susurro. Lo agarro fuertemente del brazo y bajo mi mano hasta su puño cerrado donde tiene sangre de Ulises—Mírame—escucho de fondo como le gritan a Ulises para que se calme, pero yo me concentro en Aydan—Madison está durmiendo en las habitaciones de al lado—subo mi mano hasta su mejilla y logro que me vea. Sus ojos me examinan cuidadosamente, intento estar tranquila—Estás asustando a Lali—sus brazos dejan de estar tensos, el color verde de sus ojos se nota más claro. y respira con más calma. 

—Ustedes dos son hermanos, no pueden pelear así—el grito de Abdón llega a los oídos de Aydan, este lo ve con el ceño fruncido, pero esta vez con tranquilidad—Se les olvida que hay dos niñas en la casa—se posiciona al lado de Walsh y lo ve con decepción—Ponte a pensar en lo que hiciste, esto fue una pelea super tonta—Aydan tensa la mandíbula. 

—Lárguense de mi casa—ordena. 

—Aydan...

—Si no van a respetar, mejor aquí no vuelvan y no es como que yo los hubiera invitado a venir después de lo último que hicieron—ninguno dice nada y puedo ver "Culpabilidad" en la cara de todos. Abdón es el primero en salir, luego veo a Uma molesta haciendo lo mismo. 

—Hijo yo...—Collins intenta hablar, pero Aydan la corre y se va hacia el segundo piso todavía enojado. A Ulises ni siquiera lo vuelvo a ver y Astrid me observa por unos segundos, algo que claramente yo no hago. Laila cierra la puerta después de que todos salieran y yo me dejo caer nuevamente en la silla. 

—Hermione—la vuelvo a ver con cansancio, porque estoy cansada de que esa familia sea tan problemática—Voy a intentar dormir a Lali, ¿Puedes por favor conversar con Aydan?

—Laila...

—Tu lo conoces más—sin dejarme hablar se va con seriedad hacia su cuarto, Lali sigue sollozando en sus brazos y me odio porque se que es mi culpa. Veo las escaleras donde desapareció Aydan hace unos segundos. 

¿Él me defendió, realmente lo hizo?

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CHALETO

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