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Sixty Seven

HERMIONE

Veo extrañada mi teléfono, ya que tengo 6 llamadas perdidas de un mismo número de teléfono y lo peor es que no sé quién es porque es un número desconocido que ni siquiera tengo registrado. Estoy sola en la casa ya que Harmony está en el colegio, Aydan trabajando y Madison en clases. Me muerdo el labio mientras doy vueltas por toda la casa, he pasado limpiando un poco, no mucho porque se que tengo que guardar reposo, pero es aburrido solo estar acostada todo el día.

Hoy voy a salir con Aydan en la tarde y Madison se va a quedar con Laura mientras vamos por ella porque dice que no se quiere quedar con Collins y no le hicimos preguntas porque ambos sabemos porque es que tiene esa actitud con esa señora. Ahora que tengo los derechos para tener a Madison, que las cosas entre nosotros están tan bien y que somos una familia ya no tan pequeña, ya que no somos tres personas como antes...siento que tengo más derechos y lo que hable la última vez con Aydan en el parque me tiene inquieta y se que tiene razón.

Yo se que nunca le voy a caer del todo bien a esa familia y aunque intenten separarme de ellos, voy a hacer lo posible para que eso no pase, con Aydan es más difícil la situación porque si llegara a pasar algo y ya no estamos, se que me va a doler mucho pero conozco los derechos que tengo con respecto a Madison y mientras a ella no le moleste, nadie me va a decir nada porque no lo voy a permitir.

Los amo a ambos con todo mi ser y me siento más fuerte para proteger esto, no voy a dejar que esa gente me pisotee más, ellos saben quién soy y como era antes. No es que vaya a ser la Hermione de antes porque sinceramente era despreciable y lo admito, pero tampoco voy a dejar que me traten como lo estuvieron haciendo anteriormente. El celular insiste de nuevo y está vez me apresuro a contestar.

—¿Si?

—Hola Hermione—arqueo una ceja al escuchar a Iclal del otro lado de la línea.

—¿Qué quiere?—hablo de golpe y me siento en el sillón porque siento cólera, que descarada, ¿Cómo se atreve a llamarme?

—¿Cómo estás Hermione?—pareciera que esta llorando y desearía sentir preocupación, pero esa mujer solo me causa...repudío.

—¿Para qué me llama?—ignoro su estúpida pregunta porque es una falsa, no es cómo que le importe.

—Mira...yo se que he sido muy mala contigo.

—¿Mala? Esa palabra te queda corta Iclal, ¿Qué quiere?

—Escúchame—reclama—Se que me comporte feo contigo y que tuve actitudes inmaduras por eso quería invitarte a mi casa para que conversemos—arrugo el ceño totalmente confundida.

—¿Para qué quieres que vaya a tu casa?

—Porque una llamada no arregla nada y quiero hablar contigo.

—Nosotras no tenemos absolutamente nada de que hablar—ella guarda silencio y después.

—Entiendo, está bien, yo solo...—la escucho sollozando—Quería explicarte varias cosas y necesitaba pedirte disculpas para sentirme más tranquila—observo la casa en silenció y creo que merece una oportunidad, después de todo yo también tuve la mía—Adiós.

—Iclal—la llamo antes de que cuelgue—Está bien, envíame la dirección, ahorita llegó.

—Gracias Hermione, te lo agradezco de verdad gracias—cuelgo la llamada y frunzo el ceño extrañada. Me veo en el espejo, hoy me bañe temprano y como hace frío me puse una licra negra con unas botas altas y un abrigo muy cómodo tipo blusa que es de manga larga de color cris y cuello alto. Observo mi pelo y el maquillaje, todo está en orden y después de revisar que todo en la casa esté listo, agarro mi celular, las llaves de la casa y las del Mercedes.

Ayer nos trajeron el auto y lo trajeron como nuevo. Cierro la puerta de la casa con doble llave y camino hasta subir a mi auto. No sé que es lo que quiere pero voy a escucharla y claro que me le voy a cagar por todo lo que me hizo, creo que es el momento perfecto. Aceleró hacia la dirección que me mandó y mientras llego escucho música ya que si es un poco largo. Voy en silencio en todo el camino y tarareando la canción de Ed Sheeran, "Perfect"

Cuando llego me topo con una propiedad grande y una mansión no tan inmensa como la de los Walsh, pero si es grande. La veo sentada en las gradas de la casa y al verme, sonríe y abre los portones. Parqueo mi auto y me bajo completamente seria porque no estoy para babosadas. Ella anda con una cola desarreglada, sin maquillaje, un juego de buzo deportivo y pantuflas.

—Hola—intenta darme un beso pero yo me alejo.

—No tengo mucho tiempo—ella me observa de pies a cabeza, "discimuladamente" mientras me señala la casa para que entre. Camino hasta ahí y luego entro después de ella. Me topo con una sala enorme, tiene el aire acondicionado encendido, por lo tanto el frío es peor.

—Disculpa por llamarte así, se que debe parecerte extraño, toma asiento por favor—lo hago, ella queda de frente. La observo, está un poco más flaca que la última vez que la vi, pero no mucho ya que ella es un poco más gruesa que yo—Bueno...—me sonríe—Cómo vez estoy hecha un desastre...no a sido fácil la perdida de mi bebé—guardo silencio observándola atentamente—Y cuando me acuerdo de Aydan todo es peor.

—¿Por qué me mencionas a Aydan?

—Porque precisamente por eso te cite Hermione—suspira—Aunque no me creas me alegro mucho de verte así, felicidades por tu embarazo, eres muy afortunada—me siento incómoda por la manera en la que me ve el vientre—Quería pedirte disculpas, se que lo que te hice estuvo mal y que...sufriste mucho por mi culpa.

—Haber Iclal—la encaro—Tu podrás pedirme muchas disculpas y todo lo que quieras, pero eso no me hace olvidar todo lo que me hiciste.

—Lo sé pero...

—Le hiciste daño a Madison y no puedes negarlo—baja la cabeza—Ella es mi hija y por supuesto que la voy a defender, esa gorda mentira que inventaste me hizo sentirme muy mal y la pase horrible en esa cárcel, nadie se imagina todo lo que me hicieron por tu culpa y...nunca voy a perdonar el hecho de que me querías poner a Aydan de enemigo, menos que le mintieras diciendo que esa criatura era de él, porque no lo era.

—Él me odia, ¿Verdad?

—No...—lo pienso bien—De hecho ni te menciona.

—Y eso duele Hermione porque tu también lo amas y estás a su lado con tu hija y esperas un bebé de él, desearía ser tu.

"Si supieras que son tres"

—Y yo todavía lo quiero.

—No, eso no es querer a una persona Iclal, estuviste con otro hombre sabiendo que tenías una relación con él.

—Hermione es que Aydan no me quiere para nadie es un secreto—se le corta la voz—Yo quería un bebé, no sabes lo que anhelaba tener un hijo con él, yo se lo pedí, pero él siempre me rechazo e incluso salía con otras mujeres, era una relación abierta y él me lo ofreció...yo lo tomé—me pongo a pensar en eso y si me da un poco de pesar porque después de todo, debe ser horrible no ser correspondida, a mi nunca me a pasado eso—Y bueno...me hice mucho daño ilusionándome con algo que nunca iba a pasar, más que él solo pensaba en Madison—traga—Solo me llamaba cuando quería sexo y ya.

—Mira Iclal, yo no se para que me cuestas esto, pero de igual manera lo siento—ella asiente.

—Contigo se ve feliz, tienen hijos y todo debe de ser lindo...porque se que no solo eres sexo para él y se que te debo disculpas y a él también.

—¿Eso era todo lo que querías decirme?

—No—se levanta—Ya vuelvo—la espero en la sala mientras se va hacia algún lugar que no sé. Ya quiero irme de acá, no estoy cómoda, es un lugar algo deprimente, tiene todas las cortinas cerradas. Ella regresa con dos vasos de refresco y algo en la mano que parece una fotografía—Elige uno, debes de tener sed.

—No pero de igual manera gracias—le recibo el refresco. Es de frutas, tomo un sorbo y tengo que admitir que está rico. Iclal deja de ver las fotografías que tiene y me las entrega. Extrañada estiró la mano y las tomo.

—Esas fotografías Aydan las tenía cuando estuve con él—son mías, de hecho soy yo con él. En una salgo con una pijama navideña igual que la de él y otra es solo mía sonriendo con lienzos, un moño alborotado y un pincel en la mano—Una vez lo vi viendo una fotografía de esas y cuando le hable se enojo conmigo y me dijo que no me incumbía, que no le preguntara pero...estuve mal con llevármelas a escondidas, quería saber quién eras.

—¿En serio tu lo viste viendo estás fotos?—asiente.

—Si y cuando te vi en la puerta, por eso te dije todas esas cosas porque sabía que eras alguien importante para él, estaba celosa—admite con una mirada triste—Llévatelas.

—Bueno...gracias—ella sonríe.

—Te deseo lo mejor Hermione y siento mucho todo lo que te hice.

—Bueno, gracias, aun asi no pretenda de que me olvide de todo porque lo tengo muy presente—dejo el baso en la mesa cuando ya me lo termino de tomar—¿Cómo conociste a Aydan?

—Madison tenía tres años, yo dure dos años con él pero...fue por temporadas, nos veíamos solo cuando él quería—se le sale una sonrisa—Lo conocí porque mi Mamá es amiga de Aída Collins y ella me presento a sus cuatro hijos—parece pensar—A mi me encanto cuando lo vi, él en cambio solo me vio por unos segundos pero no tuvo mucho interés y llegué a pensar que cuando le ofrecí salir conmigo, lo hizo porque de alguna manera se acordaba de ti.

—Nosotras no nos parecemos—le digo cansada de eso.

—Pero se que él si tuvo que haber visto un parecido entre nosotras Hermione, tu eres un poquito más alta, pero ambas somos rubias, contextura parecida, hablo más que todo por el cabello—eso me deja con intriga—Es más, ¿Por qué no le preguntas tu misma? Él una vez me dijo que yo le recordaba a alguien y lo dijo una de las primeras veces que salí con él, nunca habla de su vida personal, pero eso sí me lo dijo una vez.

—Bien yo...—me levanto de ese sillón—Espero que sigas mejor Iclal y se que pronto podrás tener alguna oportunidad para ser Mamá—fuerzo una sonrisa—Adiós.

—Adiós Hermione, me alegra verte—salgo de esa casa y me subo rápidamente al auto. Me revuelvo el pelo un poco inquieta, ¿Realmente Aydan salió con esa chica porque se acordaba de mí? Yo no considero que me parezca a ella, es que nada que ver. En el camino voy pensando lo que me dijo y no puedo creer que Walsh tuviera una relación con ella, de verdad que esa chica tiene una clase de obsesión con él. Mi teléfono vibra en el asiento de al lado y no puedo evitar sonreír al ver el nombre de mi chico en la pantalla. 

—Hola guapo. 

—Hola nena—me parqueo en la casa y bajo del auto—Te llame como tres veces y no me contestaste.

—Ah es que estaba acostada—miento. La verdad no me hace mucha gracia decirle que me vi con esa mujer.

—Ponte guapa, ya casi paso por ti. 

—Esta bien, te voy a esperar—él cuelga la llamada y yo termino de entrar a la casa. Me siento un poco inquieta, siento que algo malo va a pasar o no se si son ideas mías, pero es que...todo esta tan tranquilo que ya no se que pensar. Me pongo un vestido que se me ve hermoso, es rosado y me gusta porque se me ve muy bonita la pancita, me queda corto, entonces saco mis botas altas que son del mismo color, de hecho me llegan a la rodilla. 

Peino mi cabello y me hago unas ondulaciones, el maquillaje solamente lo retoco y después de verme en el espejo, lo escucho afuera y se que es él. Tomo un bolso rosado de cuero y hecho rápidamente unos chicles, mi desodorante, un perfume, el celular y mi billetera. Salgo rápido de la casa y cierro la puerta. Le sonrío conforme me acerco al Land Rover, él me ve de arriba a abajo, yo doy una vueltita coqueta y él solo me observa fijamente mientras me subo al auto. 

—Que chica más bella—no me deja ni cerrar la puerta porque lo hace él y me hala por atrás del cuello para darme un beso. Huele delicioso y anda un pantalón beige junto con tenis blancas y camiseta del mismo color. Lo dejo que me chupe el labial y me enojo un poco porque tengo que volver a echarme. 

—¿Tenemos que pasar por Madison para dejarla donde Laura?—le digo mientras saco mi espejo. 

—No—empieza a conducir—Lau va por mis sobrinos y recoge de una vez a Madison. 

—Ella me cae muy bien. 

—Lo mismo digo—me vuelve a ver un momento y se me queda viendo—¿Estás segura que estabas reposando Hermione? 

—Si, solamente recogí algunas cosas—hace mala cara—Ay, es muy aburrido solo sentarme—niega con seriedad. 

—Dentro de unos días cumples los seis meses y entre más avance el embarazo, más te tienes que cuidar. 

—Tranquilo amor, por recoger un poco no me voy a morir. 

—Estoy medio traumado. 

—¿Por qué?

—Hoy tuve que realizar un legrado a una mujer tal vez dos años mayor que tu y estaba muy afectada por la perdida, tenia tres meses. 

—Hablas tan normal—sonríe con maldad y me vuelve a ver. 

—¿Por qué?—pregunta divertido, yo solo lo ignoro mientras me hecho labial—Después dices que el celoso soy yo. 

—Te dedicas a revisar a las mujeres y no es algo de lo que me acostumbro. 

—Yo solo hago mi trabajo nena, solo hay una en el mundo que me vuelve loco y tu lo sabes—pone la mano en mi pierna mientras conduce con la otra. 

—Oye Aydan—me quito el cinturón porque me estorba, mi pancita me incomoda—Sin contarme a mí, ¿Qué otro tipo de chicas te gustan?—me ve con el ceño fruncido. 

—¿Por qué me preguntas eso?

—Porque tengo curiosidad—pestañeo con inocencia, él sonríe. 

—Cuando haces así, te pareces a Madison—sonrío orgullosa—No lo sé, desde hace muchos años estoy interesado en la misma chica y no es algo de lo que me fijara mucho, ¿Por qué?—se siente bien saber de que yo soy esa chica. 

—Ósea si, pero antes de tenerme a mí, ¿Llegaste a tener a otra novia?

—Tu eres la pareja más reciente que he tenido Hermione, no solía estar con la misma chica demasiado tiempo. 

—Ya, pero ¿Cómo eran?—él parece confundido y es que yo nunca le e hecho esas preguntas. 

—No lo sé, solo era un rato de loquera y ya, solo me acuerdo como de tres, una era rubía, alta porque no sé, tengo un fetiche con mujeres altas, más bajas que yo pero si y otra medio pelirroja, aunque parecía castaña pero bueno

—¿Ósea que te gustan las rubias y las pelirrojas?

—No lo sé Hermione—parece harto del tema—Siempre uno tiene gustos diferentes, por ejemplo a ti te gustan los hombres horribles como Kayleth y sexys como yo. 

—Si, pero yo no tengo problema con el color de cabello, tu solo salías con pelirrojas o rubias y te repito que Kay es solo mi amigo. 

—Si, la mayoría si son rubias o pelirrojas, pero me vale siete kilos de mierda todas.

—¿Estuviste con muchas mujeres cuando no estuve contigo?—suelto la pregunta con rapidez. 

—Estás muy interesada en saber mi vida sexual. 

—No es como que hables mucho de tu pasado. 

—¿Será porque no me importa?

—Ay, solo es una pregunta Walsh. 

—Si es cierto que antes de tener una relación más estable con aquella tipa que no quiero mencionar—se que se refiere a Iclal—Los primeros dos años que estuve soltero salí con varias chicas, claro que obviamente me cuidaba mucho, pero tampoco era que me andaba metiendo con todo el mundo. 

—Si, pero ¿Cuántas fueron? 

—Como cinco, pero era porque andaba en temporadas largas como de 6 meses con la misma, luego las dejaba, ¿Y tu por qué no cambias de tema?

—No seas odioso. 

—Lo que estás buscando es una excusa para ponerte celosa. 

—Eso no es cierto, solo tengo curiosidad—rueda los ojos—¿Puedo hacerte una pregunta?

—No me están gustando tus preguntas y es en serio. 

—¿Qué piensas sobre Iclal, te intereso en algun momento?—me vuelve a ver con los ojos entrecerrados y yo solo me hago la loca. 

—No, ella nunca me intereso y lo sabes, no se para que me preguntas. 

—Es que siento que para haber tenido una relación de dos años con ella, fue porque te importo de alguna manera. 

—Solo salía con ella porque sabía que era una de esas mujeres finas que no se meten con cualquiera y lo hice para prevenir enfermedades porque sinceramente yo solía cuidarme demasiado, si me metía con alguien de afuera sabia que podía tener riesgos de transmisión sexual incluso si usaba siempre preservativos. 

—Ósea, solo estabas con ella para saciarte con la misma persona y no tener consecuencias después porque eres un hombre cachondo, que cruel—se encoge de hombros.

—No les encuentro nada interesante. 

—Siento que salías con ella porque se parece un poco a mí—me ve con horror. 

—Hermione estás loca, no te rebajes así—me pongo seria—Físicamente lo único que comparten es el color del pelo y ya, tu lo tienes más hermoso y largo, eres una maldita diosa con buenas caderas y unas tetas que o esas piernotas...—se chupa los labios y me río cuando alza las cejas—En fin Hermione, nada que ver y además tu eres más alta. 

—Bueno—me siento satisfecha después de haberle hecho todas esas preguntas—Me alegra saber que soy tu chica favorita.

—Tu no puedes mentirme, yo se que te has acostado con ese canijo, ¿O lo vas a negar?

—¿Con Kayleth? Si, pero tenemos más una relación de amigos y hermanos que de amantes, además para mi es alguien especial a quien le guardo aprecio, solo que tu no entiendes y la última vez fue hace demasiado tiempo, ni siquiera te había visto, solo que nos tenemos confianza, nada más. 

—Si claro. 

—Aydan, me tienes lo suficientemente idiotizada como para fijarme en alguien más, ¿No has visto tu verga?—se ríe cuando digo eso. Él se parquea afuera de una mansión, me bajo viendo con fascinación lo que tengo de frente. 

—Estás son las llaves de tu casa—lo vuelvo a ver sorprendida cuando las deja en mis manos y camina como si nada hacia la entrada del lugar. Me quedo tiesa en mi lugar y solo observó confundida la mansión que tengo ante mis ojos—¿Te vas a quedar ahí?—me ve con burla.

—Aydan no...—niego todavía en shock porque la cosa es que no puedo dejar de ver el lugar—No voy a aceptarte esto por Dios, ¿Estás loco?—se encoge de hombros.

—Yo soy un hombre de palabras—veo los portones negros eléctricos, la entrada y las enormes zonas verdes que perfectamente se puede hacer otras cuatro casas porque es un terreno enorme con una mansión inmensa. El auto lo parqueo en la cochera. Trago grueso y bajo la mirada a mis manos donde tengo las llaves.

Es un lugar precioso y me encanta absolutamente todo. Camino sin poder creerme lo que estoy viendo, él está apoyado en la puerta fingiendo aburrimiento mientras yo trato de salir de mi estupor.

—Ay Aydan—me tapo la boca sin poder creérmelo. Ahogo un gritito de emoción y él sonríe. Walsh me quita las llaves de las manos y abre él porque yo estoy muy ocupada admirando mi nueva casa. No sé si es de la alegría pero si me muevo un poquito incómoda al sentir un malestar en lo bajo de mi vientre, pero solo lo ignoro mientras me adentro a la casa.

—Mira nena—entrelaza nuestras manos y me guía. Primero veo la sala, es mediana y me asombra que no sea tan inmesa como la casa de Aydan. Tiene una alfombra de peluche en el suelo con unos sillones super acolchonados y con muchos cojines hermosos, la chimenea queda en medio de estos junto con una mesita en medio de la sala que tiene un enorme regalo, es una caja con lazo—Está es solo una sala pequeña, ven—me hala hacia lo que parece ser la cocina, todo es tan lindo que me da miedo de tocar, primero veo la Isla que tiene unas sillas bellísimas y unas copas que decoran un mueble con un vidrio sonde se aprecia todo.

También veo la parte para cocinar, aquí hay mucho campo y es gracioso porque es más grande que la sala. Aydan me guía hacia unas puertas que se abren de manera automática permitiéndonos el ingreso de una sala de estar. Abro la boca en una O al ver la enorme pantalla de cine que decora casi una pared completa y casi llore de alegría al ver un sillón tipo cama junto con otros que son de peluche y perfectos para descansar. Por eso la primera era tan pequeña.

Aquí mismo, hay unas escaleras que van hacia arriba hacia el segundo piso, pero Aydan no me lleva todavía ahí, si no que ahí mismo, se abren otras puertas donde me topo con la parte trasera de la casa donde veo una enorme piscina con mesitas con sombrilla alrededor.

—Esto es perfecto para el baby shower de los bebés—me susurra en el oído—Voy a contratar a un montón de empleados.

—Qué exagerado—medio le respondo porque sigo sorprendida viendo todo. Esa piscina se ve demasiado deliciosa para estrenarla. Siento como me abraza de espaldas y sus manos las deja en mi vientre, no puedo ignorar el alivio que siento cuando pone las manos en lo bajo de mi vientre y lo alza lentamente.

—¿Alivio?

—No tienes idea—cierro los ojos y acuesto mi cabeza en su hombro recibiendo un beso de su parte en mi cuello. Él tiene el peso de mi pancita en sus manos y se siente tan rico.

—Arriba están los cuartos, el de nosotros, el siguiente de Madison, luego los trillizos y el último es de Harmony. Sobran dos cuartos más y los de invitados están allá—me señala las puertas que están en un pasillo, son un montón. Vuelvo un poco mi cabeza para verlo.

—Y todo esto lo haces solo porque quieres que vivamos más cómodos.

—Es nuestro nuevo hogar nena.

—¿Y qué va a pasar con la otra casa?

—Esa la dejamos ahí para cuando queramos ir a la ciudad, está queda más alejada de todos y es un alivio porque la casa es lo suficientemente grande para que nadie se de cuenta que te estoy follando, no se escucha nada en los cuartos—me río por lo que dice.

—¿Osea que puedo gritar todo lo que quiera?

—Claro que si muñeca—me suelta lentamente la barriguita y el peso regresa de nuevo. Hago un puchero porque fueron unos minutos de alivio.

—Ya quiero que nazcan, estoy muy incómoda y ya me duele la espalda.

—Todo a su tiempo, pronto los vas a tener a los tres aquí y no nos van a dejar dormir—gimo de dolor cuando me dice eso y hasta me río nerviosa.

—Tocará—bajo la mirada a mi vientre y me acaricio—Desde hace rato no se mueven—le digo preocupada.

—Deben de estar dormidos, no es la primera vez que te lo hacen.

—Si debe de ser eso—le resto importancia. Él me vuelve a halar de la mano adentrándome a la casa.

—Quiero que veas algo—caminamos de regreso hacia la sala de estar y me lleva hacia el segundo piso. Lo sigo feliz, ya que él parece muy emocionado por enseñarme todo. Me topo con un pasillo donde están las habitaciones. Camina hacia la tercera puerta—Abre—me dice. Yo suspiro preparándome para lo que sea que voy a ver. Cuando empujó la puerta y me asomo, los ojos se me ponen llorosos.

—Aydan—lloro y me río a la vez de ternura al ver todas las cosas para los trillizos.

—Solo falta la ropa, pero no sabemos que son todavía, entonces vamos a organizar entre los dos la habitación por eso todo está desordenado—están las cunas, los coches, también muebles, tinas para bañarlos, productos de baño y todo lo que puede necesitar un bebé, hasta peluches y juguetes.

—Eres tan lindo—me vuelvo para verlo, él me ve mal.

—No digas eso que siento que soy un empalagoso Hermione—lo único que hago es abrazarlo.

—Gracias—le doy un beso y otro, luego otro—Te amo.

—Yo también nena—se aleja y es el primero en adentrarse a la habitación—Tengo algunas ideas, creo que sería bonito poner el nombre del bebé y luego la cuna.

—Primero esperemos para ver que son—le digo.

—Si fueran dos niñas comparten habitación, pero él tendría que tener otra habitación.

—Si pero mientras que están pequeños pueden estar los tres juntos.

—Está bien—lo abrazo.

—¿Lo ves? Todo es incómodo—le digo enojada porque no lo puedo abrazar bien por mi vientre—No te puedo follar bien, me canso por todo, solo pienso en comer—hablo irritada—Ya estoy cansada, hasta me veo muy hinchada, ¿Y si me hago gordita?

—A mi no me molesta—me besa los labios, luego la barbilla y él cuello—Tengo más para disfrutar, tus piernotas, ese trasero, esas tetas, todo lo tienes más grande.

—Ay...—me río cuando mete la mano por debajo de mi vestido—¿Estás seguro? Porque a cada rato tengo complejos por eso, ya no tengo casi mi cinturita.

—Mientras yo esté feliz, ¿Qué importa Hermione?

—Bueno—lo beso en agradecimiento, lo hago con amor, con alegría porque se que me ama más de lo que me puedo imaginar. Él me besa desesperado y noto como abre la puerta de la habitación mientras me agarra de la cadera para
guiarme hacia otra de las habitaciones.

No se como hace porque a mi no me importa nada, solo me siento lo suficientemente embriagada por tenerlo así como para pensar. Siento que me acuesta en la cama y mientras me besa el cuello, le doy una chequeada a nuestra habitación. La cama es exquisita.

—Se me olvido enseñarte algo más—habla por encima de mis senos pero ahorita no me importa, solo lo ignoro. Alzó yo misma mi vestido con desesperación, él me ayuda con el brasier y cuando termino le abro el síper del pantalón. Ambos estamos muy exitados y es en lo único que puedo pensar, lo necesito—Abrete nena, abre las piernas—pide. Yo le hago caso, él baja mis bragas, luego se quita la camiseta.

—¿Deberíamos usar condón por el embarazo?—él se burla de mí.

—No lo hemos hecho durante los primeros meses, ¿Y lo vamos a hacer ahorita? Claro que no—sonrío.

—Rápido Aydan por favor—él me penetra y suelta un gruñido que me hace gemir.

—Si no estuvieras en ese estado, te hago de todo en serio—arremete una y otra vez.

—Ah—dejo escapar un gemido cuando besa mis senos, también los muerde. Mi sexo palpita con fuerza incluso cuando me está dando tan duro, no quiero que el momento acabe, él no se detiene y yo me agarro de la cama. Bajo la mirada a nuestros sexos y me deleitó con su pene grueso que tortura mi feminidad. El placer me tiene gritando y Aydan no para.

Sus testículos chocan en mis nalgas y ya me siento tan mojada que suena todavía más cuando me embiste. Le dejo besos en el pecho, huele tan rico.

—¿Más?—me dice. Yo asiento completamente perdida. Me hala hacia la orilla de la cama y siento mi trasero desnudo en sus manos, me estripa las nalgas sin detenerse y yo solo me oigo gimiendo cuando frota mi clítoris. Cuando termina saca el pene y me vuelve a dar pero está vez halandome levemente del pelo. Lo veo, tiene los ojos cerrados y mandíbula apretada, luego se chupa los labios, eso me excita más porque se que le gusta tenerme así.

—¿Me la pones en la boca?—le hablo sucio en el oído. Él me vuelve a ver y jala mi labio con sus dientes.

—Mi chica quiere que le folle la boca—me mete dos dedos, yo se los chupo. Sigue embistiendome sin parar y solo siento mi clítoris satisfecho más cuando lo roza con el glande. Él sale con brusquedad cuando me da mi orgasmo y sube hasta metermela en la boca. El sabor de su semen me encanta, la mete una y otra vez, con la otra mano me masturba.

Me deleitó con su tamaño y chupo sus testículos haciéndolo soltar una maldición que me pone todavía más. Hace la cabeza hacia atrás y me agarra el cuello mientras me guía, primero la mete hasta donde logró aguantar y la saca para repetir lo mismo. Le chupo el glande y paso toda mi lengua por su falo, él me vuelve a ver, yo lo agarró del brazo para que no se aleje porque se que ya va a terminar y gimo cuando me hecha todo en la boca. Yo me lo trago todo y me chupo los labios.

—Tiene usted un pene muy delicioso—deja caer el pene en mis tetas mientras me observa de pies a cabeza.

—Te follaría cada segundo de mi vida—me siento en la cama.

—Siempre me dejas rojita—le digo por encima de sus labios. Él sonríe travieso.

—¿Cuándo estrenamos la piscina?

—Cuando tu quieras.

—Te voy a amarrar a la cama cuando nazcan los bebés y vas a estar todos los días abierta de piernas para mí.

—Cómo si eso se pudiera hacer.

—¿Ah por qué, quieres que lo haga?—Solo le sonrío y me levanto de la cama. Él me pasa mi ropa que termino en el suelo y luego me hala del brazo y me pega una nalgada.

—Ya estrenamos la cama.

—Y no te preocupes que a la próxima te voy a follar en cada esquina de la casa—lo abrazo por el cuello.

—Y en el carro—le recuerdo. Él me observa serio pero con unos ojos tan intimidantes que me hacen sentir escalofríos.

—Ay...—cuando está a punto de besarme, una punzada me hace agarrarme fuerte de él. Me quejo porque se siente horrible.

—¿Estás bien?—me agarra de la cadera y me sienta en la cama. Suspiro agarrandolo del brazo porque todavía no se me pasa.

—Me duele—le digo. Me muerdo el labio y me llego a preocupar—¿Y si son los bebés?—la preocupación me golpea con fuerza y solo se me ponen los ojos llorosos.

—¿Cómo, por qué, tienes dolores?—me dice con horror.

—No, ni siquiera son contracciones, ay...—arrugo la sábana y no puedo evitar llorar del dolor—Aydan—él me revisa y parece preocupado pero no puedo calmarme.

—Ay no—cuando saca los dedos para examinarme, veo sangre y solo siento mucho miedo. Él agarra el vestido y me ayuda a mudarme, no me puedo enderezar bien.

—Ayúdame, no aguanto—me acomoda el vestido y agarra mis bragas. Luego me alza y yo solo trato de respirar, pero todo lo veo borroso y aunque él me habla, no logro aguantar porque veo todo negro.

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CHALETO

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