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Sixty One

HERMIONE

Veo los enormes portones de la mansión Walsh ante mis ojos. Meto las manos en mi abrigo y empiezo a caminar hasta ahí. Lo primero que veo, son a los dos guardas que me ven expectantes, no creo que me dejen entrar, porque esta gente no me quiere mucho y para ingresar aquí se necesita permiso, no puedo solo tocar la puerta y ya. 

—Buenas días señorita, ¿Qué se le ofrece?—ambos me ven de arriba a bajo, son unos tipos nuevos, los más viejos no me habrían hecho bonita cara, ya que saben quien soy yo y la mala reputación que tengo aquí. 

—Soy Hermione Golubev y supongo que no estoy en la lista para poder ingresar, ¿Cierto?—él revisa el cuaderno y busca mi nombre. Está gente suele tener a gente importante en esa libreta, solo dicen su nombre y pasan como si nada, al igual que los familiares que no viven aquí, solo que alguien como Ulises y Aydan llegan como si nada y las dos veces que he estado aquí es porque he venido con él o porque han pasado cosas horribles, como cuando Maddy desapareció o la muerte de mi abuela. 

—Está en lo cierto, ¿Qué se le ofrece?

—Quiero hablar con la señora Aída Collins y me gustaría que le dijera que estoy aquí y que necesito hablar con ella. 

—¿Es alguna amiga o completamente desconocida para ella o el señor Abdón? 

—No, yo soy la pareja de uno de sus hijos mayores, Aydan Walsh—se vuelven a ver entre ellos e incluso puedo jurar que se quieren burlar de mí, odio que critiquen mi vestimenta, seguro piensan que soy una del montón que sale con él. 

—Espere un momento—el hombre saca el intercomunicador—Buenos días Señorita Aída, tiene una visita nueva que desea ingresar para hablar con usted, dice llamarse Hermione Golubev.

—No tiene permitido entrar, no la dejen—suspiro tratando de calmarme. 

—Dígale que por favor me urge—le pido al señor antes de que corte. Me ve nada convencido. 

—Dice que le urge Señora—se escucha silencio desde la otra línea, pero después...

—Déjenla entrar y que uno de ustedes la vigile hasta que llegué a mi oficina. 

—Si señora—se ven con una cara burlona, pero cuando abren solo sigo al otro porque tengo prioridades, no estoy aquí por gusto. Conforme voy ingresando los lujos se aprecian más y odio saber que esa mujer desconfié de mi, si hasta me ofrecieron que mi hermana y yo nos quedáramos aquí, eso solo me confirma su hipocresía. Abren la puerta y se aprecian el montón de empleados por todas partes limpiando la mansión. 

—Uy, estuvieron a punto—veo a Abdón concentrado en el partido de fútbol que tiene en la enorme pantalla de la sala. 

—Buenos días—cuando me vuelve a ver, arquea una ceja extrañado. Como no me dice nada, continuo siguiendo al hombre, subo al ascensor y espero ahí unos segundos que se me hacen minutos. Cuando se abren las puertas, ingresamos directamente a la oficina de Collins que me espera con una mirada intimidante y el mentón en alto como quién sabe quién. 

—Retírese—le ordena al hombre, Este asiente y se sube de nuevo al ascensor—Siéntese—hago lo que me dice y después de evaluarme por unos segundos, habla—No sé con que intenciones está en mi casa, conozco lo que es usted y lo chantajista que sos. 

—Piense lo que quiera señora, si estoy aquí es porque necesito hablar con usted urgentemente. 

—Pues empiece y rápido que no tengo todo el día—suspiro un poco estresada. 

—Sucedió algo y necesito hablarlo con alguien que me pueda ayudar porque yo...no sé que hacer—frunce el ceño—Se que le parece muy raro de que yo este aquí y yo no quiero fastidiar a nadie, por eso si no sé toma bien la noticia y no piensa ayudarme, entonces mejor no diga nada, porque no estoy en condiciones para recibir insultos. 

—Prosiga—trago con dificultad.

—Bueno, usted sabe que yo estoy ahorita en una relación un poco extraña con Aydan y...ahorita estamos conviviendo más e incluso me estoy haciendo cargo de muchas cosas de Madison, por lo que él ahora se la pasa más trabajando y bueno, usted misma me a exigido que actué como una verdadera mujer de casa...yo estoy haciendo todo lo que puedo—hago una pausa y agradezco que me tenga paciencia porque tener a esa mujer de frente, no es lo más cómodo—Él me ayuda y yo a él, a veces voy a dejar a Madison a la escuela cuando él no puede, Aydan me ayuda también con mi hermana y...hemos estado más unidos en todos los sentidos. 

—¿No tienen nada oficial?—guardo silencio pensando en eso—¿Qué clase de relación tiene usted con mi hijo, solo amantes?

—Eh, no...la verdad no sé que somos y ya se que me va a decir irresponsable y todo lo que usted quiera, pero...—la detengo antes de que diga algo—No es fácil, Aydan seguro no está preparado para nada de eso y yo lo entiendo, aunque me cueste decirlo—me está costando mucho hablar y creo que ella lo está notando por la manera en la que me ve. 

—¿Qué fue lo que paso?—pregunta en un tono más suave y eso solo me dan ganas de llorar—¿Peleaste con él?

—No con él todo está bien pero, paso algo malo. 

—Hable de una vez Hermione, al grano. 

—Esperece por favor, para mí esto no es nada fácil—busco la palabras correctas, pero no tengo ni idea—Se que a usted esto no le interesa, pero Aydan y yo tenemos relaciones constantemente, y ya se que yo siempre lo arruino todo, de verdad lo siento—me rompo a llorar y no me importa si se burla de mí o piensa que me estoy haciendo la victima, pero solo lloro como una niña pequeña y aquí es donde desearía tener a Leonor, abrazarla y que me ayude, que me de un consejo, estoy buscando ayuda en una persona que no me quiere y que incluso me odia, pero ya no se que hacer. 

—Hermione—siento que se levanta de la silla y rodea la mesa—Ten, toma un poco de agua, no llores así porque de verdad me estás asustando—mi pulso tiembla cuando agarro el baso y tomo un poco de agua, pero no mucha porque siento que el estómago se me revuelve. 

—Gracias—le entrego el baso. Ella lo deja en la mesa y me ve directamente—Aydan me va a odiar.

—¿Pero por qué, le hiciste algo a mi nieta?—eso lo suelta enojada. 

—No, jamás—está siendo muy difícil hablar con ella—Es...olvide la pastilla anticonceptiva—susurro. Cuando levanto la cara, Collins se me queda viendo y parece estar en shock. Primero arruga el ceño y cuando se le ponen los ojos llorosos, se que no va a decir nada bueno y tengo que prepararme para todo lo que va a decir. 

—¿Qué estás diciendo?—grita horrorizada. Siento la cachetada en mi mejilla y no hago nada porque me lo merezco—¿Tienes una idea de lo que acabas de causar? Hermione, ¿Por qué eres tan irresponsable?

—Lo siento.

—Tu eres la mujer, tienes que cuidarte, si le permites a un hombre que tenga relaciones contigo sin protección, vas a sufrir muchas consecuencias y jamás puedes olvidar una pastilla anticonceptiva, es cierto que todos pueden equivocarse, pero no sabes el daño que le causaste a mi hijo como para que seas tan irresponsable de volver a cometer el mismo error—sus gritos son horribles para mis dolores de cabeza, nunca me han gustado los gritos—Yo fui la que más sufrí Hermione...no sabes lo que es ver a un hijo mal, es lo peor.

—Leonor seguramente hubiera dicho lo mismo, porque ella quería mucho a Aydan—Collins me quita las manos de la cabeza.

—¿Qué piensas hacer?—leo miedo en su semblante. 

—Madison ya sabe, si quieres puedes preguntarle lo que le dije—suspiro un poco más aliviada—Voy a ser una Mamá para el bebé y también para ella. 

—¿Estás hablando en serio?—me ve sorprendida, yo solo asiento lentamente. 

—Yo quiero a este bebé y aunque te duela, porque se que siempre has querido una mejor mujer como lo es Laura para Ulises...tienes que saber que yo lo amo y para mi los tres son mi prioridad—Collins camina por toda la oficina, sus tacones retumban en el suelo y después se devuelve. 

—No voy a permitir que se vuelva a repetir lo de hace 6 años, entonces piénsalo bien porque yo soy capaz de todo y si de verdad no quieres a esa criatura, por favor no hagas sufrir a Aydan y vete antes de que se de cuenta porque al final de cuentas tu eres la que lo lleva en el vientre y si decides abortar, creo que es preferible, porque de verdad no quiero que lleve la miserable vida que tuvo Madison. 

—Yo no pienso abortar—le aclaro. Ella me ve de pies a cabeza y después asiente lentamente. 

—Entonces cuentas con mi apoyo—bajo la mirada—¿Cuántos meses tienes?

—No lo sé, apenas ayer lo confirme con dos pruebas de embarazo. 

—Vas a tener que hablar con Aydan si o si.

—Madison me dijo ayer que se lo dijera...pero cuando llego, me acobarde. 

—Ten ovarios para decírselo Hermione y que sea hoy mismo porque necesitamos que vayas a chequearte para ver como está el bebé. 

—No creo que me apoye, ni que quiera acompañarme—Collins se agacha y levanta mi barbilla con su dedo. 

—No lo estoy diciendo porque sean mis hijos, lo digo porque los conozco y aunque al principio no quiera hablarte, no te va a dejar plantada en todo el embarazo porque puedo esperar eso de Ulises o de mis hijas, pero jamás de Aydan y menos porque ese hombre—no hace bonita cara—Parece quererte demasiado, todo el mundo lo nota, entonces este tranquila y recuerda que entre más la pases mal o tengas emociones fuertes, más lo perjudicas—señala mi vientre, yo solo asiento lentamente. 

...

Llego a la casa y encuentro las luces apagadas, solo escucho voces en la planta de arriba, llegue antes de las 6 de la tarde, Collins hablo muchas cosas conmigo, pero le pedí que no se lo diga a él todavía, porque yo lo tengo que hacer. Subo las gradas y entre más me acerco más escucho las risas de Harmony y Madison. 

—Es verde. 

—No, es azul pequeña tramposa—Madison corre mientras Harmony intenta atraparla. Sus risas son tan lindas y tiernas, cuando me ve se me tira encima para que la salve del títere dragón que tiene mi hermana en la mano—Chica, no te robes mi comida—mi hermana hace una voz falsa y Maddy más se ríe. 

—Lelo lelo—le saca la lengua y mi hermana le empieza a hacer cosquillas en la planta del pie—Ah mi piecito—esconde la cara en mi cuello.

—Amor, ten un poco de cuidado si—le digo cuando me golpea el vientre, fue suave, pero puede ser peligroso. 

—Lo siento—ella se baja horrorizada.

—No te preocupes, solamente te lo recordé, a mi también se me olvida—le susurro lo último.  Ella se ríe y sale corriendo de la habitación. 

—¿Dónde estabas?—me pregunta Harmony. 

—En la mansión Walsh. 

—¿Qué, estás loca?

—Le dije a Collins lo del embarazo. 

—¿Y se lo tomo bien? 

—Me pego una cachetada, pero nada más. 

—¿Nada más?—pregunta con incredulidad. Mi hermana ya sabe porque Madison se lo conto y ayer tuvimos una pequeña platica de eso.

—Obviamente no confían en mi.

—Si pero eso no le da derecho a levantarte la mano.

—Harmony, es la Mamá de Aydan, ella sabe todo y cómo paso Aydan todos esos años solo, es normal que me pegará—ella no hace bonita cara.

—Cómo sea, estamos esperando a que venga Aydan para pedirle permiso para la salida con Uma y Astrid, las chicas me invitaron a ir con ellas.

—Me parece bien que quieras salir Harmony.

—Y tu tienes que aprovechar a decírselo todo Hermione, no importa si se lo toma bien o mal, te vas a sentir mejor si le dices todo, vamos a llegar tarde para que no digas que no te dimos tiempo.

—¿Es necesario que sea hoy?

—Aydan a guardado distancia porque tu has estado bipolar o muy rara, seria, después llorando, a lo de menos se va a enojar—Bueno en eso si tiene razón, yo lo he estado evitando—Vamos tu puedes.

—Si—el timbre de la casa suena. Mi hermana se me adelanta y baja corriendo las gradas. Yo la sigo, pero a diferencia de ella bajo despacio.

—Hola—Astrid y ella se dicen al unísono lo mismo y después se abrazan. Me da tanta risa que mi hermana si se lleve 100 por ciento con ella y yo no.

—Hola Hermione—Uma me saluda de beso y baja la mirada a mi vientre—Bien, aún no me acostumbro.

—¿Ya tu Mamá les contó?

—Apenas saliste de casa, pero dijo que solo lo íbamos a saber nosotros, que no teníamos permiso de decirle a Aydan—dice Astrid.

—Bien al menos respeto eso—me susurra Harmony.

—Laura nos dijo que ya sabía y eso es una gran traición de tu parte, porque me tenías que decir a mi primero—me reclama Uma.

—Ah, lo siento.

—Hola hermanito—Aydan entra y se le queda viendo a Uma y a Astrid.

—Hola Mocosas.

—Papi, te estábamos esperando—Madison se le tira encima y él la alza mientras le da un beso, pero después arruga el ceño y se le queda viendo la ropa.

—¿Por qué estás tan guapa?

—Porque voy a salir con mis tías.

—¿Con qué permiso?

—Con el de nosotras—le dice Astrid—Vamos a salir las cuatro—Aydan parece más sorprendido cuando ve a Harmony.

—Seguro venimos tarde, pero no te preocupes, vamos a ir en auto y yo voy a manejar—le dice Uma.

—¿Y qué pasa si les digo que no pueden ir?

—Ay Aydan, no seas así, Madison nunca sale, solo para ir al Kínder—le recuerda Astrid.

—Si, además creo que es bueno salir a despejarse—Aydan le sonríe a Harmony cuando dice eso.

—Me alegra mucho verte aquí mona—mi hermana se sonroja y baja la mirada. A mi me da risa porque desde que estaba pequeña y Aydan le hablaba con cumplidos o la felicitaba, hacía lo mismo.

—Bueno se nos hace tarde, vamos a tener una tarde de chicas—Aydan frunce el ceño.

—¿Hermione no va a ir verdad?

—No, solo ellas 4 van a salir—le digo. Él vuelve a medio sonreír, pero no mucho porque fulmina con la mirada a Madison.

—Ni siquiera me pidieron permiso.

—Te avisamos, fue lo importante, adiós —Astrid es la primera en salir.

—Te la voy a cuidar como a mi propia vida, no te preocupes—le dice Uma.

—Chao Papi, te amo—le da un beso y se baja feliz—Adiós Hermione.

—Adiós princesa.

—¿Segura que vas a ir con ellas?—le pregunta Aydan a Harmony.

—Si, no te preocupes voy a estar bien.

—Yo no la voy a dejar sola, ya dejen la sonreprotección que me asfixian, chao—hala a mi hermana y a ella solo le da tiempo de sonreírme. Las veo subiendo en el auto y después de ver la manita de Maddy despidiéndose por la ventana, cierro la puerta.

Suspiró cuando se que tengo que darme la vuelta para enfrentarlo, porque si es cierto que lo he evitado demasiado. Me doy la vuelta y le sonrío, diría que me salió forzada pero con él cada sonrisa me sale natural. Aydan me ve serio y después baja la mirada mientras me ve de pies a cabeza hasta llegar nuevamente a mi mirada.

—¿Ahora si existo?—me pongo seria y camino hasta quedar frente a él.

—No me he sentido bien últimamente y necesitaba pensar muchas cosas—él asiente lentamente.

—Ajá, ¿Y me puedes explicar por qué andas tan linda hoy? Se supone que has estado todo el día en la casa.

—Si, es qué...—hace mi cabello hacia atrás mientras deja mi cuello descubierto, le encanta hacer eso—Solo quería verme bonita, no me gusta andar desarreglada.

—Siempre te ves hermosa nena—se inclina sobre mí y toma mi cara entre sus manos, acaricia con sus pulgares mis mejillas y eso me hace cerrar los ojos, luego me acerca más a él y me besa.

Es un beso intenso, lo hace despacio, no bestial como lo solemos hacer siempre y con eso leo la falta que le hice estos días por mi actitud extraña, ni siquiera nos besábamos, pero...cuando él sepa porque es, le va a encontrar sentido.

Aydan besa la comisura de mis labios, deja un beso en el inferior, lo mismo en el superior y yo abro la boca para que me meta la lengua. Él lo hace y yo gustosa lo dejo que juegue con mi lengua. Cuando baja la mano por mis senos y toca mi vientre para subir la blusa que ando, el pánico me invade porque me besa con más intensidad, eso no tiene nada de malo, pero mi corazón acelerado no me deja concentrarme porque su mano acaricia mi cadera y a la vez mi vientre, va a meter la mano en mi blusa.

—No—lo detengo. Él se separa y me ve extrañado, pero yo le quito la cara.

—¿Estás bien?

—Si, si, yo...—me desordeno el pelo—Es que quiero hablar contigo de algo importante primero.

—Yo también—me dice, aún así no cambia su expresión de confundido, pero agradezco que cambie el tema—Hoy hable con Abdón sobre el nuevo horario de mi trabajo.

—¿En serio?—lo sigo cuando empieza a caminar hacia el segundo piso.

—Si, quería hablar de eso contigo, porque no sé si pueda molestarte—abre la puerta de la oficina.

—¿Cómo me va a molestar Aydan?—él agarra la silla que tiene de frente y la acomoda a la par del asiento de él mientras se acomoda en la otra y enciende la laptop. Me señala la silla de al lado que acaba de poner para mí. Yo me siento y lo observo desbloquearla.

—Ahora pasas en casa todo el día con Harmony y Madison y yo pedí un horario en el que pueda acoplarme mejor y que también te beneficie a ti porque no me gusta dejarlas todo el día aquí solas—sonrío cuando me dice eso—Trabajo de Lunes a viernes y los fines de semana se los pedí libre a Papá, antes solo trabaja tres días a la semana pero Abdón se hecho la misma hablaba hedionda de siempre.

》Como Madison ahora está mejor y tu estás conmigo, me dijo que tengo que volver a trabajar más, que si fuera por él todos los días, pero por dicha fue consciente de que no puedo hacer eso porque tengo una obligación muy grande que se llama Madison y bueno Hermione, tu todavía te estas acoplando a esta vida, yo no voy a dejarte la carga a ti, eso tiene que ser parejo.

—Aydan pero yo soy consciente que tu tienes un trabajo que en realidad es muy pesado, puedo ayudarte cuando quieras, es mi hija también.

—No voy a dejarte sola con esto, Madison a veces suele ser muy bipolar y tampoco va a soportar que me la pase todos los días metido en el hospital—me enseña la imagen que tiene en la laptop—De lunes a viernes entro a las 8 de la mañana y salgo a las 4 de la tarde, los fines de semana son libres y como hay compañeros de turnos, les toca quedarse de 4 de la tarde a 8 de la mañana, ese es un horario más cansado porque trabajan de noche, pero igualmente tienen fines de semana libre.

—¿Y quiénes trabajan fines de semana?

—De eso se encarga Abdón, en ese hospital se trabaja 24/7—me vuelve a ver—Esto no es fácil nena, tiene que gustarte mucho el trabajo porque si es cansado, siempre está abierto por ser uno de los hospitales más grandes e importantes de Colombia.

—Es interesante como lo dices, pero cuando uno pisa ese lugar, es una tortura.

—Es porque tu no te llevas con ninguna clase de centros de salud, a mi si me gusta—él se ríe por la cara de horror que le pongo.

—No te envidió—se vuelve hacia mí y me ve directamente.

—Quiero que explotes el talento que tienes con esos hermosos dibujos Hermione.

—Ay Aydan.

—La última ves que dibujaste, fue hace años y se que no te has atrevido a hacer nada en todo este tiempo desde que murió Lisa—me acaricio con mi misma mano mi muslo, estoy estresada.

—No quiero volverlo a hacer.

—Mírame a los ojos Hermione—lo pienso por un momento pero luego lo vuelvo a ver—¿Por qué?

—Porque...me acuerdo de mi Mamá y es una tortura.

—Tienes que intentarlo.

—La última vez que hice un dibujo, ella fue la última que estuvo conmigo un día entero apreciando mi arte y siempre que agarro un pincel...me siento vacía—él estira la mano y me limpia las lágrimas con el pulgar—Los extraño mucho, a Papá, a Mamá y ahora también a Leonor.

—Pero se que estarían muy felices de que cumplieras tu sueño—niego lentamente—Hermione deja de ser tan mediocre, antes ponías excusas para terminar tus estudios y tampoco estas interesada en estudiar la carrera de Diseño de modas que siempre quisiste sacar.

—Es que Aydan, yo perdí hace muchos años esa oportunidad, todas las personas me van a juzgar.

—¿Quién lo dice?—bajo la mirada cuando habla enojado—Los comentarios de los demás existen solo para estorbar y tu eres una nueva mujer, piensas diferente, actúas diferente.

—Pero es que...

—Quiero ponerte un lugar bonito donde puedas diseñar tus vestidos y después que alguna costurera te haga realidad esas bellezas que hacías hace años en lienzos y cuadernos de dibujos, los puedes vender, ¿Quién dice que necesitas ser profesional para hacer tu sueño realidad? Hasta ganarías tu propio dinero.

—Ay Aydan—me tapo la cara cuando el sentimiento me golpea fuertemente.

—Inténtalo, a Laura le gusta coser, tiene un taller enorme en su casa, podrías trabajar perfectamente con ella y así se ayudan mutuamente.

—No, ya basta—le grito—Deja de ser tan bueno conmigo, ¿Por qué lo haces Aydan, por qué eres así? Te hice mucho daño, es para que me odies—suspiro pesadamente—Nunca te he dado nada, nunca he sido una buena mujer para ti y tu vales mucho como para estar con una persona como yo—Aydan me hala con todo y silla, logrando que quede encerrada entre sus piernas cuando me abraza la cadera con ellas.

—Eso es lo que hace un estúpido enamorado como yo Hermione y nunca te lo digo porque a mi no me sale ser cursi—me obliga a verlo—Yo te amo y lo que paso hace tiempo, ya nadie lo puede cambiar, quiero que vivamos una vida nueva y sin tanto problema—baja la mirada a mis labios y los sube de nuevo a mis ojos—Y no digas que nunca me has dado nada, porque tengo a una pequeña que no hice solo, más los recuerdos buenos que nunca se me van de la cabeza—trago grueso.

—Yo solo te causo problemas, tu me das tu amor, me das alegría, un auto propio que solo me quisiste regalar porque si y ahora me ofreces montar mi propio trabajo aquí en la casa como si me lo mereciera.

—Si me vuelvo a equivocar, voy a hacerlo bien Hermione y tu también tienes derecho a vivir tu vida, no solo pasando todos los días encerrada en la casa—me agarra por detrás de la cabeza y siento su frente junto con la mía—Si me amas prométeme que vas a darte una oportunidad para ti misma, por favor.

Con eso me pone entre la espada y la pared. Me causa miedo, no sé por qué, pero siempre que intento hacer bien las cosas, no me salen. Ni siquiera pude evitar un embarazo, no era algo que esperaba y menos en este momento, pero si tuviera que elegir a alguien en este mundo, siempre va a hacer a él, por lo que asiento lentamente.

—Si Aydan, está bien—él me sonríe, yo se la devuelvo y después de eso, sus labios terminan sobre los míos. La entrepierna me cosquillea por la forma en la que me agarra de la cabeza y por como me devora la boca. Lo abrazo por los hombros mientras me agarra de la cadera y me sienta en sus regazos. No me aparto de él en ningún momento y es increíble como puedo gemir solo por sentir sus besos húmedos por mi cuello—Aydan—susurro.

Soy consciente que tenemos que parar porque tengo que decirle, pero no puedo, no quiero. Pasa la lengua por encima de mis senos y me estremezco cuando llega a mis pezones sensibles y los hala para chuparlos. Cuando su otra mano baja por mi abdomen y llega a mi ombligo, reaccionó.

—Aydan, espera un momento—él gruñe en mi pezón cuando lo interrumpo y se que cuando esta muy excitado le cuesta detenerse—N-necesito...—me muerdo el labio porque no puedo ni hablar—Necesito...decirte algo impor-rtante.

—Ahorita.

—Pero es...

—Por favor—muerde mi cuello cuando me restriego en su pantalón. Se que tengo que parar, pero ¿Y si es la última vez que voy a estar con él? ¿Si es la última vez que vamos a estar así? Puede que después de que abra la boca hasta me eche de la casa y puede que esta vez si me odie. Otra cosa que me da miedo es de que lastimemos al bebé porque Aydan tenía cuidado cuando tenía a Madison, pero él no sabe que hay una criatura ahí.

—E-estoy muy sensible—le digo cuando me muerde suavemente los pechos. Me agarra del culo cuando se pone de pie y no me interesa mucho hacia donde vamos, solo se que estoy muy excitada como para pensar. Cuando abre con el pie la puerta, logro ver que es su cuarto y después de que le dije eso, se que va a ser más cuidadoso porque no me tira en la cama, más bien me acuesta con cuidado.

—Quítate la ropa, rápido Hermione—ordena. Él se saca rapidísimo la camiseta y se despoja los zapatos y pantalón con una velocidad increíble. Me hala de las piernas—Si sigues viéndome así, obviamente no te vas a concentrar, lo voy a tener que hacer yo nena—me baja el pantalón y sube mi blusa hasta soltar el brasier. Solo me deja en bragas.

Me ve de arriba a abajo y con el dedo me ordena de que me acerque, el está en la orilla de la cama. Yo camino en cuatro hasta llegar donde él.

—Sácala—me señala el bóxer. Paso mi uña postiza cuidadosamente por su pecho y bajo por sus perfectos cuadritos hasta llegar a su pelvis. Él observa mi mano traviesa, por lo que la meto en su ropa interior y no me sorprende para nada el encontrarme con una imponente verga gruesa y grande. Le bajo el bóxer, él se lo termina quitando con el pie.

Cierro los ojos cuando acaricia mis adoloridos pezones, me duelen mucho y mientras lo hace me pone de lado mientras se acuesta a la par mía. Mi espalda termina pegada a su pecho y hago la cabeza hacia atrás para verlo.

—Te amo—le digo. Él me agarra de la cara para que lo vea y entreabro la boca cuando me penetra lentamente. Suspiro cuando la mete toda, la otra mano la lleva a mi clítoris mientras empieza a entrar y salir. Me empolla con fuerza y yo con la mano tengo que arrugar las sabanas para agarrarme. 

—Nena—me llama con voz ronca. 

—¿Si?—pregunto extasiada. 

—Si por meterme con mi fantasía favorita fuera delito, yo estaría condenado a podrirme en la cárcel—pone la mano en mi cuello y se acerca a mi oreja—Entre más gritas, más duro te doy—gimo con fuerza al sentir la rica fricción de su pene y no me da pena demostrarle que lo estoy disfrutando con jadeos escandalosos que se escapan de mi boca. Sale lentamente y entra con fuerza—Si vuelves a ignorarme como estos últimos días, te voy a castigar mocosa—me pega una nalgada—Y tienes prohibido decir que alguien más te dejo renqueando, porque solo yo Hermione, no creas que ya se me olvido, ¿Entendió?—mis nalgas revotan por las embestidas bruscas que me manda y como estoy en una buena posición, se que no lo estamos lastimando—¿No me vas a contestar?—intento hablar pero solo me sale un gemido.

—Aydan—reclamo cuando saca el pene. 

—Te estoy hablando y por malcriada así la voy a dejar. 

—No, no—lo agarro del brazo—Por favor—una sonrisa de satisfacción decora su cara y yo solo ruedo los ojos. 

—Dale, ruégame nena—veo su enorme polla que está completamente erecta y al muy gilipollas le excita más que le ruegue mientras yo babeo por ver esa maldita verga—Hazlo o no te hago el amor, tu decides.

—Me caga que me dejes con las ganas—le pego un manotazo, pero solo se burla. 

—Rápido—se la hala con la mano y yo trago grueso. Este hombre me va a volver loca, es un maldito Dios con ese cuerpo.  

—Por favor Aydan...por favor follame—me acerco a su boca y gimo ahí sobre sus labios. Cuando me la pone en la mano, yo me la meto sin pensarlo dos veces y cuando se resbala con fuerza, grito de placer, nunca lo hago pero cuando estoy muy excitada no puedo evitarlo. Tengo el clítoris muy hinchado y casi lloro de dolor y alivio a la vez cuando lo agarra entre sus dedos, lo pellizca y eso me hace abrir más las piernas. No deja de follarme duro y el problema es que mis piernas ya están temblando horrible. 

Sube la mano a mi pelo y lo hala con una fuerza prudente mientras me agarra como si fuera una simple muñeca porque me desarma las piernas con las embestidas que tira ni siquiera las siento, la fuerza que usa me tiene atontada y solo quiero más. Estripa con la otra mano mis tetas y después de que el orgasmo me golpea con fuerza, sube más mi pierna y observa mi vagina con fascinación mientras se muerde el labio. 

—Mamacita—estoy llena de semen y eso es lo que más lo excita porque sus ojos dilatados lo dejan en evidencia. Aydan gruñe cuando se viene con fuerza y me da un segundo orgasmo que me hace poner los ojos en blanco. Me froto en él hasta recomponerme y solo se escuchan nuestras respiraciones aceleradas, aprieto las piernas cuando saca el pene, porque me siento vacía cuando lo hace y la realidad me golpea como un balde de agua fría—Hermione—me habla cuando me acuesto de lado y le doy la espalda. 

Él sabe que estoy llorando, cuando se lo diga todo se va a acabar por eso no quiero decírselo. Él me hala y me abraza como una muñeca y yo no pudo dejar de llorar. Solo guarda silencio, también me acaricia el pelo y me siento tan mal, porque él es muy bueno conmigo como para que yo le haga esto. Desde que llegue he vivido muchas cosas y no solo malas, también buenas, pero todo se va a ir a la mierda, siempre me tengo que cagar en todo. 

—¿Qué paso Hermione, te lastime?—casi lo vi con horror cuando me dijo eso. 

—No—bajo la cara y me alejo un poco de él—Te dije que te tenia que decir algo importante—le recuerdo—Y...tiene que ver con mi distanciamiento—él me ve fijamente y está serio, eso es peor que se ponga serio. 

—¿Es algo malo?—dejo que el pelo me tape la cara, no puedo dejar de llorar. 

—E-es...

—Primero cálmate—me alza el mentón pero me quito. 

 —No debí de tener sexo contigo ahorita Aydan, me vas a odiar—su manzana se contrae cuando traga. 

—Entonces si paso algo malo—confirma con un tono fuerte y yo solo cierro los ojos con fuerza. 

—Soy una estúpida, todo lo arruino, lo siento mucho. 

—¿Pero que mierda paso Hermione, tiene que ver con Madison?

—No. 

—¿Entonces que otra cosa me va a importar si no es ella?—suspiro fuertemente y lo vuelvo a ver, pero le quito la mirada porque está serio y no quiero saber como se va a poner cuando se lo diga. 

—Bueno yo...— me limpio las lagrimas—Después de la cirugía se me hizo un enredo con los medicamentos que tenia que tomar. 

—Ay no...—se desordena el pelo—¿Te sientes mal, por eso te desmayaste aquel día Hermione, por qué no me dijiste nada? 

—¿Ah?—lo veo con confusión cuando dice eso. 

—Si no sabías como tomarte algo o no te sentías bien después de la cirugía, tenias que decirme.

 —No, no es eso lo que quiero decirte—suspira con alivio. 

—¿Ah, entonces estás bien?—quiero negar pero lo voy a preocupar más. 

—Sabes que Aydan, yo voy a aceptar que me insultes y que me digas de todo. 

—Si no hablas de una maldita vez, te voy a dejar hablando sola Hermione—cuando me grita me siento peor. No alzo más la cara y trato de controlarme porque me tiemblan las manos. 

—Por tomar las medicinas...olvide otras pastillas—no lo estoy viendo pero se que no me entiende—He estado con mareos, me levanto vomitando, tengo mucho sueño y estoy más sensible—siento su mirada intensa en mi cara y son como dagas porque se que ya está tomándole sentido a lo que le estoy diciendo—Estoy embarazada—se forma un silencio tan ensordecedor, que tengo que levantar la cara para verlo. No sé para que lo hice porque la manera en la que me ve, me duele mucho. 

Parece analizarme como para saber si es una broma. Aún así su mirada fría y vacía sigue estando ahí. Yo quiero decir algo pero prefiero quedarme callada porque a lo mejor me manda a la mierda más rápido. Cuando se levanta enojado de la cama hago lo mismo.

—Aydan—lo agarro del brazo pero se quita con brusquedad, entonces me atravieso en la puerta—Escúchame.

—¿Escucharte, es en serio?—grita cabreado—¿Crees que tengo ganas de hablar con usted?—las venas de su cuello se notan por lo enojado que está y tengo miedo porque de verdad está muy molesto.

—Lo siento en seri...

—¿Cómo pudo olvidar esas estúpidas pastillas Hermione? Eres una irresponsable.

—Solo olvide una, lo siento.

—Deje de decirme lo siento que con eso no arregla nada—se desordena el pelo—¿Cuántos meses tienes?

—No lo sé, apenas me di cuenta ayer—camina emputado, de un lado a otro.

—Eres una irresponsable.

—Yo no lo hice sola, tu también tienes la culpa—me vuelve a ver con indignación pero sigo hablando—Todos los días teníamos sexo y no usábamos ningún preservativo.

—Si porque yo estaba confiado de que se tomara la bendita pastilla pero como siempre nunca puede hacer nada bien, si sabes que no le gustan los niños era para que se operará hace años—sus gritos me taladran la cabeza—¿Usted cree que yo quiero tener hijos en este momento?—estoy obligada a verlo cuando prensa sus ojos inyectados en sangre—Y menos con usted, mucho menos Hermione, una mujer como usted no sirve para nada como Mamá.

Esas palabras me dolieron lo suficiente. Guardo silencio sin abrir más la boca y solo las lágrimas amenazan con quebrarmen aquí mismo.

—Si fuera con otra mujer no lo pelearía tanto y lo tomaría con responsabilidad porque yo no soy usted, yo si se afrontar mis errores—trago grueso—...pero de una persona como usted no puedo esperar nada, ahí está la maldita puerta—golpea la pared con el puño cerrado—Para que se largué de mi casa porque no quiero vivir lo mismo otra vez.

—Ni siquiera me dejas hablar.

—No quiero escucharte, suficiente con la sorpresita que acabas de darme—lo escucho cerrando la puerta del baño con fuerza. Salgo de ese cuarto y me encierro en el mío, saco una bata y me dejo caer en el suelo.

Todo se fue a la mierda.

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CHALETO

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