Sixty Nine
HERMIONE
Es tan triste verme en está casa tan sola, solamente me veo en el espejo mientras termino de maquillarme y es triste no ver a Aydan detrás mío hablándome o peinando mi cabello. Pienso más en ellos y es una tortura, los bebés se mueven bastante, pero lo hacen más cuando está él.
FLASHBACK
—Tenemos que pagar los recibos de la casa y comprar los libros de Harmony de la escuela pero, apenas podemos con la comida—escucho a Papá. Pego la oreja en la puerta de su habitación, está hablando con Mamá.
—Tranquilo amor, vamos a salir adelante, Mamá nos puede ayudar con su pensión.
—No quiero aprovecharme de eso.
—Hugo, Mamá entiende nuestra situación.
—Si pero no me gusta depender de eso, me siento un hombre inútil, Harmony todavía está pequeñita y Hermione...ella trabaja, pero no es justo, son mis pequeñitas desearía que vivieran como Princesas y tu también—suspiro triste. Me devuelvo a mi cuarto y me asomo por la ventana. Ya es de noche y tengo como dos semanas de no ir al bar, es que...es cansado estar todo el tiempo en ese lugar. Lo único que me dan ánimos de ir, es el chico guapo de ojos verdes que va de vez en cuando...pero ese es el problema, solo va fines de semana y casi nunca.
Camino derrotada hacia mi ropero y saco el mejor vestido. Solo así puedo ayudarles, es horrible hacer esto, pero no me queda de otra. Busco mis tacones, mi maquillaje, el mejor perfume y escondo todo en el bolso. Se que sería horrible para ellos saber de que hago esto, pero me siento muy inútil aquí, tengo que hacer algo. Me pongo un pantalón y una blusa, peino mi cabello y después de agarrar el bolso, salgo de mi cuarto.
—¿No era que estabas de vacaciones?—escucho la voz de mi Mamá. Fuerzo una sonrisa y me vuelvo.
—Me llamaron, tengo que volver—ella sonríe preocupada.
—Ve con cuidado mi amor—le doy un abrazo, los amo tanto. Se que puedo ayudarles y no pienso quedarme de brazos cruzados.
—Te amo Mami—camino hacia la puerta y sonrío al ver a mi hermana dormida en el sillón. Leonor debe de estar dormida y lo agradezco porque con ella me cuesta más salir.
Una vez que salgo de la casa, me apresuro a caminar. No soy una chica estudiada, deje de ser estudiante después de todo lo que me paso, por lo que no me aceptan en cualquier empleo y tengo que soportar esto. He tratado de limpiar casas, pero mis vecinos les repudia hasta verme, no me aceptan en su casa simplemente porque les doy asco. Cuando veo el bar, camino hacia los baños traseros y empiezo a cambiarme. Me quito todo y me pongo mi mejor ropa interior, luego mi vestido corto y los nuevos tacones que me compre.
—Eres un galán—escuchó a una compañera echándole labia a los millonarios, ruedo los ojos. Me cae mal, pero ni modo. Termino de maquillarme y me hecho perfume, también mis cremas porque eso no puede faltar. Guardo todo y salgo de ahí. Cuando llego a la entrada, veo a Gerardo viéndome de arriba a abajo, lo mismo que hace siempre y es guapo...pero aún así, me causa tanto repudio.
Es un chico de esos que vienen todos los fines de semana a tomar como si no hubiera un mañana y a meterse con la primera chica que aparece.
—Llegó la reina del bar—escucho a otro. Los ignoro y ingreso rápido al lugar. La música y el olor a licor es lo más normal, ya me acostumbre al ruido. Guardo mis cosas y luego me vuelvo para buscar. Hoy tengo que buscar a alguien, necesito dinero. Observo a mi alrededor, no hay nadie agradable.
—Lindura—me encojo incómoda.
—Hola—trago grueso. Es estúpido, pero a él le tengo mucho miedo, es un idiota que solo piensa en su satisfacción. Yo suelo cuidarme, pero él no respeta, no usa preservativos cuando se lo pido.
—¿Dónde estuviste? Estuve esperándote como un idiota y no llegabas—sonrío un poco cuando recuerdo como le pego Aydan la última vez.
—Tuve unos inconvenientes—me apresuro a caminar pero tira de mi brazo.
—¿Ese vestido es nuevo?—asiento. Cierro los ojos con fuerza cuando empieza a besarme el cuello.
—Félix, solo vine a tomarme algo—miento.
—Entonces, te invitó—me hala de la cadera. No me queda de otra que acceder y sentarme en sus regazos—La vamos a pasar rico, ¿Verdad?—asiento porque me tiene la mirada encima. Cuando no está es lo mejor y cuando viene, es para buscarme a mi, es una tortura—Ten—voy agarrar la copa, pero me la quita. Me la pone en los labios y tengo que abrir un poco la boca para tomar. Es cerveza con limón y sal. Tomo un gran trago que me refresca la garganta y cada vez que voy a hacer esto, tomo bastante para no estar consciente porque es horrible. Lo halo de nuevo de la mano para que me de más, él lo hace. También tomo un poco de vodka y whisky—No más revoltijos—me quita el tequila.
—Tengo que irme—me vuelve a halar.
—No se me olvida lo que me hizo aquel bastardo, desde ese día no a regresado, ¿Cuánto a pasado tres semanas?
—Casi un mes—me estripa con fuerza la mano y eso me duele—Pero no es mi culpa que te pegara, tu te lo buscaste.
—No es absolutamente nada suyo como para que se crea de que tiene el derecho de pegarme.
—Aw—me suelta con brusquedad—Tienes a muchas mujeres que desean pasar una noche contigo, a mi déjame en paz.
—Lo siento mucho pero yo ya elegí a mi perra.
—Hace dos semanas tuvimos sexo, hoy no quiero.
—Tu nunca quieres—de verdad me siento incómoda cuando empieza a tocarme—¿Te gusto la follada anal que te di la última vez?—está vez si logro soltarme.
—Contigo puedo sentir de todo menos placer o gusto—se estira para agarrarme y yo salgo corriendo hacia no sé donde, solo se que corro rápido. Cuando llego afuera veo hacia atrás, pero lo perdí. Veo a mi alrededor, un negro me ve de arriba a bajo, también hay otro, son un grupo y entre esos está mis compañeras armando una escena de sexo en la buseta. El frío me pega en los brazos y necesito buscar a alguien con el que me pueda sentir cómoda. Ni siquiera estoy excitada y se que si no estoy lo suficientemente lubricada, me van a lastimar.
—Necesito una chica para toda la noche—veo al anciano que busca con la mirada. Me escondo rápido para que no me vea. Me dan tanto asco, al menos he topado con suerte de que no me toque con ninguno de esos, Delfín si se atreve solo por dinero, pero no soy nadie para juzgarla. Vuelvo a ver cuando noto un Porsche estacionándose en el parqueo del bar y casi sentí alivio al ver al hombre que se baja de ahí. No se que estoy haciendo, pero apenas me vuelve a ver, salgo corriendo de mi escondite sabiendo que Félix me va a intentar seguir.
—Aydan—él me abraza de vuelta cuando literalmente me le tire encima.
—¿Estás bien?—su voz ronca y gruesa me hace abrazarlo más, tampoco puedo evitar oler su rico perfume—¿Por qué estás llorando?—toco mis mejillas confundida cuando me dice eso y es cierto, estaba llorando.
—Lo siento—lo suelto avergonzada—Es que...—pone el dedo sobre mis labios para que guarde silencio, luego sonríe de lado.
—Te vez hermosa—sonrío cuando me dice eso—¿Por qué estabas afuera?
—Nada, solo tomaba aire fresco—me ve con el ceño fruncido.
—¿Quién te hizo esto?—me tapo con la mano cuando me señala el morete que dejo ese animal en mi muñeca. De verdad me estripo duro.
—Olvídalo, solamente me caí.
—¿Fue el mismo imbécil verdad?—quiero mentir, pero se que no me va a creer.
—No Aydan—me apresuro a tomarlo del brazo antes de que se vaya a hacer un desmadre ahí dentro—Déjalo, no me hizo nada, estoy bien.
—Por ese mismo idiota estás llorando—increpa molesto. Esquivo mi mirada hacia otro lado—¿Por qué no viniste el sábado pasado? Vine a verte y me dijeron que tenías días de no venir.
—Oh, es que no me sentía bien—me arrincona contra el Porsche con cuidado y despúes hace lo mismo de siempre, lleva un mechón de mi cabello por detrás de mi oreja.
—¿Por qué, que tenías?—me encogo de hombros.
—Cosas que pasan—me ve nada convencido y despúes de echarme una mirada de pies a cabeza, me sonríe.
—Sube—lo veo extrañada.
—¿Ah?—baja la mirada a mis labios y sube de nuevo.
—No lo voy a repetir—da la vuelta y me abre la puerta. Me quedo callada por unos segundos y es que no puedo irme de aquí—Nena.
—Aydan, ¿Cómo vamos a...ya tu sabes, hacer eso en el auto? Hay personas afuera—sonríe con picardía.
—No seas pervertida, no vamos a follar—luego finge pensar—Al menos no todavía, sube—ordena está vez poniéndose serio. Vuelvo a ver hacia el bar y después a él.
—¿A dónde?—me ve impaciente—Aydan, no puedo irme, necesito trabajar y es en serio.
—Pues hoy no vas a trabajar.
—Pero...
—¿No quieres salir conmigo?—pregunta con una ceja enarcada.
—No es eso, sabes que sí, pero es que tengo días de no trabajar y necesito el dinero—parece pensar lo que le dije, pero aun así lo vuelve a repetir.
—Sube, eso no es ningún problema—me vuelvo a ver.
—Mira mi ropa.
—Nena, te vez hermosa, si quieres presumir tu nuevo vestido no es necesario ya lo note y te vez muy bella, ya sube, ¿Si?—despúes de giñarme el ojo, vuelve a señalar el asiento y no me queda de otra que subir. Él cierra y da la vuelta.
—¿A dónde me piensas llevar?
—A otro lugar que no sea ese bar—cuando pone la mano en mi pierna, el escalofrío es tan notable que él mismo sonrío—Si quiero conquistarte tengo que ganarme tu confianza.
—No lo necesitas, ya me tienes embelesada.
—Sin contar el sexo ni mi físico Hermione—me pongo a pensar eso—Perdóname por desaparecer, estuve trabajando mucho y también fines de semana.
—No te preocupes—sonrío embobada. No se porque me da explicaciones.
—¿Y qué tenías, estabas mal de salud o problemas familiares?—niego.
—No, son cosas mías, no tenía ánimos de nada—suspiro.
—¿Y por qué no tenías ánimos de nada?
—Es complicado—vuelvo a ver hacia la ventana. Él me hala el pelo levemente pero eso logra excitarme cuando pega la boca en mi oreja.
—Cuando no tengas ánimos, escríbeme, ya es hora—estoy a nada de decirle que no tengo como contactarlo, pero me entrega el teclado del celular. Lo agarró entre mis manos, es moderno. Después de apuntarlo se lo devuelvo de nuevo y me acomodo el cabello.
—¿Y entonces...—carraspeo. No es fácil estar a la par de un hombre guapo y cualquier chica enamoradiza puede confirmarlo—¿Solo tienes un hermano, a Ulises?
—No, tengo una hermana de 7 años y otra de 15—asiento sorprendida.
—¿Tú eres mayor que Ulises o al revés?
—Al revés, él es más viejo—sonríe con orgullo.
—Oye ahora que lo pienso—me chupo los labios cuando baja para verlos—¿Cuántos años tienes tú?—sigue conduciendo cuando entrecierra los ojos.
—¿Cuántos años me calculas?—le pongo atención y se que es joven.
—Máximo 19—se ríe cuando digo eso y me encanta escucharlo, tiene una risa muy bella.
—Tengo 22—pelo los ojos como platos y literalmente me pongo a contar los años de diferencia que me lleva y si me quedo muy sorprendida cuando veo que son 7.
—¿En serio?—ahora parece más extrañado.
—¿Tu cuántos tienes?—le quito la mirada cuando me pregunta. ¿Cómo le voy a decir eso? Fijo me tira por la ventana del horror—Bella—me agarra la barbilla.
—Vas a olvidarte de mi si te lo digo—se estaciona en un restaurante y despúes enciende la luz para verme con atención.
—¿Cuántos años tienes?—bajo la cabeza y juego con los dedos de mis manos llena de nervios.
—15—susurro suavemente. Aunque hubiera tenido 19 igualmente me iba a ver con horror pero los años de diferencia hubieran sido 4 no 7.
—¿Cómo?—lo veo a los ojos. Me ve con asombró y después parece enojado—¿Hermione como una menor de edad va a trabajar a esa edad y precisamente en eso?
—Lo hago desde que tengo 13 años, para mí es normal—pasa la mano por su barbilla mientras observa el restaurante.
—¿Estás bromeando verdad?
—Ya quisiera—le digo triste—Entiendo si te espanta salir conmigo o si te...
—No es eso lo que me preocupa...se que puedo terminar en la cárcel por salir contigo y que me arriesgo, pero ese no es el caso, tampoco me importa—se revuelve el pelo—¿Cómo es que tus Papás te permiten hacer eso, que clase de Papás son?
—Ellos no lo saben—mis ojos se ponen llorosos—Se que los voy a decepcionar cuando se los diga, pero es la única manera en la que los puedo ayudar...porque ellos piensan que trabajo con los Papás de mi amigo Kayleth, él mismo chico que siempre pasa con tu hermano—me seca las lágrimas y de verdad creí que me iba a ofender, pegarme o que se yo, pero solo piensa con tranquilidad.
—¿Haces esto por necesidad?
—Si y porque no le encuentro sentido a mi vida, ¿Qué más da meterse con hombres si ya fui humillada y violada desde niña?
—Deja de hacerlo—lo veo asustada cuando me dice eso—Porque si vas a ser mi chica, quiero que seas solamente mía.
—Aydan, aun asi necesito trabajar.
—Si, pero no en eso—se suelta el cinturón y después hace lo mismo con el mío—Eres una mujer muy joven y hermosa, tienes una vida por delante y no es justo que tengas que aguantarte todo esto.
—Tengo que hacerlo, no me aceptan en cualquier trabajo porque no tengo pruebas de que soy "mayor de edad" o estudiada.
—Bueno, quiero empezar por partes, primero citas y después de tener algo oficial, te llevo a mi casa para que conozcas a mi familia y si tu quieres me presentas a la tuya.
—Pero...
—Yo te voy a pagar más que todos esos hombres con los que estás obligada a tener sexo—mi corazón late como loco—Solo te pido exclusividad, respeto y sobre todo, amor, porque no estás obligada a nada, si no me quieres, me olvido de ti y tu de mi, fin del cuento.
—Deporci no necesito que me obligué, ya me tienes en tus manos—me enderezó para besarlo. Él me hala del cuello y yo soy la que empieza a besarlo. Lo hago completamente perdida, él me hace comportarme como lo que soy y no puedo evitarlo. Me pongo de rodillas y él me hala de las piernas sentándome de paso en sus regazos con mis piernas abrazando sus caderas.
Tengo cuidado con los tacones para no lastimarlo, mi beso es desesperado, él me lo devuelve peor, siento como sube un poco mi vestido y corre hacia un lado mis bragas. Yo le ayudo con el síper de su pantalón y apenas lo abro, él mismo la saca y se resbala de golpe haciéndome jadear en su boca.
—Toda está semana me tenías pensando en ti—le susurró. Él me observa a los ojos y me agarra de las caderas cuando empiezo a moverme sobre él. La sensación me hace gemir y luego de que adentra las manos en mi vestido para tocar mis senos, suspiro al sentir sus caricias en mis pezones.
—Deliciosa—muerde ahí mismo. Yo bamboleo mis caderas y todo es más excitante cuando me agarra el trasero con las manos y me aprisiona más contra él. Doy pequeños brinquitos y poco a poco empiezo a moverme más rápido. Siento su verga entrando tan rico que a parte de disfrutar de la sensación, me sigo moviendo porque es más intenso.
Él me guía, lo dominante no se le va a pesar de que soy yo la que tiene el control al estar arriba de él. Sus manos imponentes tomándome de la cadera y sintiendo su fricción en mi, me desubica completamente.
—Aydan...
—Ya se nena—habla en mi cuello porque sabe que estoy a punto de tener mi primer orgasmo. Agarra mis brazos y los lleva hacia atrás mientras me agarra duro y me embiste en la misma posición en la que estoy, lo hace duro y no puedo evitar ahogar mis gritos en su hombro.
La exitación es mi debilidad, no me importa donde estamos, quienes nos puedan escuchar, si lo hace tan duro que me deja abajo un poco roja o suave pero intenso, solo se con quien estoy y disfruto su fuerza, su manera tan dominante para agarrarme o las cosas sucias que me dice en el oído mientras la mete una y otra vez. Mientras me sigue dando, agarra mi clitoris y me frota tan bien que me apoyo en el volante mientras me subo el vestido dejando a la vista mis senos y todo mi cuerpo para él.
Veo hacia la ventana y agradezco que el estacionamiento esté solitario. Aydan se corre dentro de mí y con una mano, baja el asiento donde yo estaba. Me tira con brusquedad pero a la vez con cuidado, yo me río un poco por eso. Abro mis piernas quedando abierta completamente, él se pone encima y me pega una buena nalgada que me hace gemir con fuerza. Me da la vuelta poniéndome en cuatro y yo alzo más la cadera dejándole mi trasero a su disposición. Él me penetra y hala mi cabello de paso.
—Tienes un culo hermoso, mierda.
—Ay...que rico—en la posición en la que estoy puedo ver como me llena de semen y sus dedos en mi espalda subiendo y bajando en levez caricias, más la otra halandome el pelo, son una locura.
—Nunca olvides estos momentos Hermione, quiero que seas tan sucia que cuando no este contigo, te masturbes pensando en esto, ¿Entendido?
—Si mi amor—cae encima de mi, su polla sigue en mi trasero—Eres un papasote.
...
Me quedo extrañada al escuchar el timbre de la casa sonando. Yo me termino de poner mis aretes y bajo las gradas para caminar hacia la puerta. Cuando abro me quedo sorprendida de ver a Laura junto con Madison, Gael y Bryan.
—Hola—la saludo con una sonrisa.
—¿Cómo estás hermosa?—Laura me abraza.
—Muy bien, ¿Y tú?
—Super sorprendida—me acaricia la pancita—Te vez hermosa.
—Gracias, hola mi amor—Maddy me abraza y me da un beso.
—Hola Hermione.
—Chicos, ¿Cómo están?—los saludo a ambos, Laura me ayuda a alzar a Gael ya que es más pequeño que Bryan y Madison.
—Mira, es mi nuevo auto.
—Qué lindo Bryan—le admiro el carrito que anda.
—Vamos para que vean mi cuarto—los tres salen corriendo cuando Maddy dice eso.
—Vine a verte, se que estás sola, Madison me conto—sonrío triste.
—Si, la verdad está siendo duro verme sola en está casa tan enorme, siéntate—Laura me sonríe como siempre suele hacerlo.
—Aydan y Ulises iban a hablar de negocios y después tenían que salir, entonces les dije que iba a venir a verte para que lleváramos a los niños al parque.
—Ay Lau—me acaricio el vientre mientras hablo—La verdad ahorita no tengo ánimos para salir.
—Aunque sea un rato—me hace un puchero que me recuerda a Harmony.
—Bueno—ella se sienta a la par mía y me abraza.
—¿Sabías que Aydan te está extrañando? Ayer antes de irnos del hospital, todos estaban preocupados en la planta de abajo esperando noticias buenas, yo quería verte pero Doña Aída estaba muy enojada y no quise subir para no disgustarla más.
—Me la debo de imaginar—murmuro.
—Y Aydan estaba como siempre apartado de los demás, ahora cuando llegamos a su casa, estaba tan extraño...yo se que es porque te hecha de menos.
—No creo.
—Claro que si, cuando Madison le pregunto que si podía venir también...se quedo callado y después le dijo que si, pero se que hubiera deseado venir, claro que se tienen un orgullo increíble, Ulises es igual.
—Estoy un poco molesta porque él nunca me cree y eso duele mucho, pero yo también lo extraño—pestañeo para no llorar—Apenas es el primer día sin él y va a ser una tortura.
—No entiendo algo—se agacha para agarrar el juguete que Bryan dejo tirado por irse arriba a jugar—¿Qué fue lo que paso?
—No lo sé, estábamos aquí y de la nada me sentí muy mal, entonces me llevo al hospital y cuando desperté me dijo que intente "matarlos" con algo que comí o tome, algo que no es cierto.
—Si tu dices que no fuiste, ¿Qué piensas que paso?—me encojo de hombros.
—No lo sé, seguro fue en algún restaurante que me quisieron hacer daño, porque solo hemos comido afuera o cocinamos entre los dos pero no lo e hecho sola como para que él me culpe así.
—Ojalá se arreglen las cosas Hermione, es triste verlos así—Laura sonríe cuando ve a los tres bajando felices.
—¿Ya vamos a ir?—le dice Bryan.
—¿Vamos?—me pregunta. Yo asiento porque los tres me ven con ilusión. Madison abre la puerta y salen los tres de la casa—No corran—mientras ella los sigue, yo cierro la casa y camino despacio para alcanzarlos, se que no puedo caminar mucho—¿Cómo piensan hacer con los niños?—ella se devuelve cuando ellos dejan de correr, niego sin saber contestarle.
—No lo sé, creo que Madison va a vivir con Aydan y me viene a visitar cuando quiera, también pienso pasarla a recoger al menos tres veces por semana para llevarla a cenar conmigo o no sé, la verdad no e conversado eso con él.
—¿Y los bebés?—suspiro.
—Ni siquiera se si se va a hacer cargo de ellos, solo se que yo me quedo con los tres en esa casa y que van a estar conmigo, Madison con él—ambas observamos a los niños corriendo hacia el parque. De hecho me queda muy cerca para traer a Madison cuando ella quiera venir a visitarme.
—Yo si creo que se haga cargo Hermione obviamente, según lo que me dijeron los suegros, cumples 6 meses en unos días, ¿Cierto?
—Si.
—Me dijeron que ellos se iban a encargar de preparar el Baby shower—hago mala cara.
—Eso lo hablamos antes de que pasara todo este enredo, ya no se ni siquiera si todo va a quedar igual.
—Claro que si, Aída estaba hablando ayer con Aydan por teléfono del mismo tema.
—¿En serio?—la veo extrañada.
—Si, le dijo que apenas cumplas los 7 meses, tendrás el baby shower de los trillizos y la revelación de sexos, estoy muy entusiasmada por saber que son—me río cuando pega un gritito de alegría—Dijo que seguro iba a ser en tu casa y que iban a decorar, mitad niño y mitad niña, solo Uma y Madison saben que son.
—¿Tu crees que Aydan asista?—ella parece pensar mi pregunta.
—Bueno, si ayer estaba hablando de eso con la señora Walsh, es por algo, ¿No crees?—suspiro viendo hacia el cielo y deseando que así sea, porque es un momento especial para mi.
—Me dolería muchísimo que no fuera.
—Si creo que lo haga Hermione—ella me abraza. Laura es una mujer muy espléndida, creí que me iba a juzgar o algo, pero lo único que hace es escucharme.
—Creo que Ulises es afortunado de tenerte—ella sonríe nerviosa, pero ambas volvemos a ver cuando escuchamos el sonido de un golpe super fuerte. Asustada veo el tráiler y la impotencia me deja completamente tiesa en mi lugar.
UMA
—Bien sabes que yo solo apoyo a tu hermano porque de otra manera se va a alejar de nosotros—observo a Collins con horror mientras se maquilla—Esa mujer se puede morir cuando quiera.
—Mamá deja de hablar así, eres una tonta.
—Es la verdad, de ella solo me importan mis nietos, pero el tonto de mi hijo no quiere sentar cabeza de una buena vez.
—Es porque la ama mamá.
—¿Cuál amar? Eso solo es un simple capricho.
—Qué no quieras aceptarlo es otra cosa—ruedo los ojos—Jamás va a ser un simple capricho que tengan tantos años de conocerse, hijos en común y que incluso ahorita tengan algo, que no puedan vivir sin el otro y para rematar, que se les nota todo desde lejos, ¿No has visto como se ven?
—Apenas nazcan los bebés, yo me voy a hacer cargo, que esa mujer vea a ver que hace.
—Yo no creo que ella te permita hacer eso.
—Por favor, si intento matarlos, claro que no le va a importar deshacerse de mis nietos, es una víbora.
—Yo no creo eso.
—De esa mujer se puede esperar de todo, ¿Qué te pasa, por qué la defiendes tanto?
—Porque si les habría querido hacer daño, no te hubiera venido a buscar nunca y posiblemente ya hubiera abortado a escondida de todos.
—Ay por Dios, es una interesada, sabe lo que le conviene y irse, no es una buena opción para ella, ¿En donde se iría a vivir? ¿Cómo va a sobrevivir sin dinero?
—Bueno como sea, piensa lo que quieras, yo si confío en su palabra y se que ella no hizo nada, imagínate que paso toda la noche sola, perfectamente pudo haber aprovechado la oportunidad para hacerle daño a mis sobrinos y sin embargo, ahí están.
—Estoy decidida para pelear la custodia de mis nietos.
—No podrías hacerle eso a Aydan Mamá.
—Es que si fuera que los va a tener mi hijo, pero van a vivir con esa cualquiera—se deja de peinar y se vuelve para verme—¿Te imaginas a todos los tipos que va a meter en esa casa? Es tan puta, que no le va a importar tener relaciones en frente de sus propios hijos.
—Mamá, exageras más de lo normal—la veo con asco—Y Astrid es igual.
—El baby shower, va a ser lo mejor y si fuera cierto eso de que ella va a ser una buena Mamá...pero desde que paso esto, ya no voy a confiar en ella, que más bien se sienta afortunada porque la estamos apoyando.
—Hipócritamente—me levanto de la cama—¿Sabes qué Mamá? Comportándose así, nunca va a llegar a nada se lo juro.
—¿Para dónde vas?
—Voy a verme con Kayleth.
—Ni se te ocurra—me agarra el brazo con brusquedad—Deja de salir con ese muerto de hambre.
—No siempre me vas a poder retener, ni tampoco a tus hijos y solo porque Ulises si te hizo caso en todo lo que dijiste, lo siento pero yo no soy así, entonces lo lamento por ti y Aydan tampoco, por eso eres tan injusta con Hermione—salgo furiosa de ese cuarto. Yo no me presto para las maldades de está gente.
Agarro mi bolso que lo deje en el sillón de la sala y después abro la puerta para salir de ahí. Camino hacia la calle sin salida donde siempre me veo con Kayleth y trato de respirar para que la cólera no me coma viva. A lo de menos me voy a ir de esa casa, lo juro, esa mujer me saca de quicio.
—Uy, pero que brava—lo veo sentado en las ramas del árbol, él inhala el tabaco de su cigarro y yo subo hasta sentarme a su lado—¿Qué paso?
—Lo mismo de siempre Kay, ya quiero largarme de esa casa, estoy cansada de mi Mamá, ella piensa que nos puede manejar a su antojo, solo pasan peleando y Papá, ese es un mujeriego que nunca sabe como defendernos de mi Mamá.
—Por algo Aydan no vive ahí.
—Exacto y desearía de veras irme a vivir con él, pero Kay...Hermione y él necesitan privacidad, aunque no estén juntos, se que se van a seguir teniendo que ver por sus hijos, yo no quiero estorbar y aunque Aydan me dice que no estorbo, no quiero molestarlo.
—¿Y Ulises?
—Tampoco, menos ese, ya tiene a su familia y es lo mismo, solo que ellos no pasan agarrados como Aydan y Hermione, tienen una relación más sana e inluso estan casados, salir del país no es una opción, puedo viajar pero no irme a vivir, estoy acostumbrada a vivir en Colombia.
—Si yo fuera tu, me largo de esa casa lo más antes posible, tienes plata para alquilar un departamento.
—Si, pero no tendría sentido vivir sola—pienso en todo. Es un asco, de verdad esa familia me caga. Enciendo un cigarro y empiezo a fumar—No tiene sentido que este ahí, pero tampoco tendría sentido vivir en una mansión, completamente sola...¿Cómo está Hermione ahorita?—él se acerca y baja la mirada a mis labios.
—Entonces ven conmigo—pelo los ojos cuando me ofrece eso.
—¿Y tener que aguantarme a todas las tipas que metes a tu casa? No gracias—él se pone serio mientras me ve.
—Teniéndote en mi casa, eso no se va a volver a ver por ahí y además, ya tendría a la compañera perfecta para follar todo el día.
—Who, que fino Kay—hablo con sarcasmo—Te gusta ilusionarme.
—Diay—lo vuelvo a ver, forma un mohín, se pone de pie y maja el cigarro con su bota—A lo mejor tenerte ahí, logres tu objetivo y me enamore de ti, deporci, tienes todo lo que me gusta—niego confundida.
—¿Por qué cambiaste de parecer tan rápido? Creí que no te interesaba.
—¿Será por qué vives con unas arpías?—sonríe de lado—No es que sea egoísta, pero mientra tu sigas viviendo ahí, tu y yo no tendremos nada, solo sexo y ya—aclara.
—¿Me estás poniendo a elegir entre mi familia o tú?
—La cosa no es esa, tu sigues siendo parte de esa gente, te vas a seguir viendo con ellos, pero si estás conmigo, ya no tendriamos que vernos en este estúpido lugar, sabes que detesto a tu familia, si hay reuniones familiares, lo siento pero yo no voy a estar ahí, sigo contigo, tu sigues viéndolos a ellos, pero no esperes a que te acompañe, porque nunca lo vas a lograr—me ve a los ojos por unos segundos—Y la cosa, es que yo no soy Hermione, ella si aguanto todo eso, yo no tengo la paciencia.
—¿Me quieres?—rozo sus labios con los míos. Él entrecierra los ojos.
—Tal vez.
ULISES
Lo veo y solo le pongo atención, se que la extraña. No a dejado de ver el maldito cuadro que tiene en frente donde salen los dos juntos. Esa fotografía es reciente, Hermione sale sonriendo y él atrás dándole un beso en el cuello. Ni siquiera me pone atención, apenas y habla del trabajo, ya me tiene con dolor de cabeza.
Realmente esa mujer lo tiene en otro mundo, no dice nada, pero tampoco discimula, cada vez que termina de firmar o de leer un documento, lo vuelve a ver. Agarro con mi mano la foto y la pongo de boca abajo.
—¿Qué te pasa?
—Ni siquiera te concentras en lo que estás haciendo, ese documento no es del hospital—le enseñó el encabezado de la hoja—Eso es de la próxima salida que tengo con los dueños de las fincas de los que te hablé hace un rato—me hace mala cara.
—Entonces hágalo usted—los tira literalmente de mala gana. Yo ruedo los ojos y lo vuelvo a ver.
—No puedes estar con ese genio solo por culpa de ella Aydan.
—No es solo por ella Ulises, tengo muchas cosas en que pensar—niego porque se que Hermione tiene mucho que ver con ese carácter tan tedioso—Voy a hacerme cargo del hospital porque Abdón va a empezar a viajar seguido para ir a otros hospitales a realizar cirugías importantes y como es uno de los mejores doctores, tiene que cumplir con eso. Y no solo por esas cosas, quiere comprar nuevos negocios, dice que más adelante cuando se retire como Doctor, va a seguir trabajando en oficinas.
—¿Y qué va a pasar con los hospitales?
—No lo sé, según él quiere heredarmelos a mí, como ni a ti o a tus hermanas les interesa.
—¿Y tú si piensas aceptar?
—No.
—No seas orgulloso.
—No quiero que después se ponga a decir que todo lo que tengo es por él, yo no soporto esas playadas—aclara—Yo le voy a comprar el hospital más importante que es el de aquí y otro fuera del país, pero no crea que voy a permitir que me deje su maldito dinero, ni riquezas o todo lo que según él me quiere dar.
—Cómo quieras—me encojo de hombros—Yo si que disfruto los terrenos, no soy tan imbécil como tú—agarra un cigarro y lo enciende mientras sigue con los papeles—Aydan, vas de mal en peor de verdad.
—No le pregunte, callese.
—Se que no confías en mi y que puedes pensar que estoy feliz por el pleito que tiene ahorita con Hermione, pero créeme que no—le tiro una carpeta de otros negocios importantes—Te pones insoportable—le señalo las hojas—Revise eso, son para tus nuevos negocios tal y como los pidió.
—Son tres.
—Ajá.
—No son tres Ulises, son cinco.
—Es porque los otros dos todavía los están construyendo, son los de autos y el otro que compraste, ¿Para qué es?—guarda silencio y no se porque no me contesta—Aydan.
—Es de la boutique de Hermione.
—¿En serio?
—Usted me irrita—habla entre dientes. Ruedo los ojos y sigo con lo mío, pero entonces veo una llamada entrante de Lau.
—Hola amor.
—Ulises vengan rápido por favor—cuando la escucho llorando vuelvo a ver a Aydan. Escucho preocupación y lamento, siento una horrible sensación en mi pecho que me hace tragar grueso.
—Mierda.
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CHALETO
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