Sixty Eigth
HERMIONE
—Se está despertando—escucho la voz de alguien y siento la mano de una mujer acariciando la mía. Me duele la cabeza y todo empeora con la luz.
—Hermione—escucho otra voz hablándome—¿Cómo te sientes?—cuando abro los ojos veo a una enfermera y al lado tengo a Harmony pero me siento confundida cuando la veo llorando.
—¿Te sientes bien?—Harmony me regala una sonrisa cuando me pregunta eso.
—Si—digo todavía con dolor de cabeza—¿Estoy bien?—le pregunto a la enfermera, ella sonríe.
—Gracias a Dios pudimos salvarte de un aborto—suspiro cuando me dice eso. Bajo la mirada a mi vientre y me siento agradecida porque sé que están bien
—¿Qué me pasó?
—Voy a avisarle a mi compañero Aydan, él le va a explicar—ella sale con una sonrisa y yo me quedo indignada.
—¿Está todo bien?—Harmony niega lentamente preocupándome.
—Los bebés si, pero no entre tu y Aydan—me muevo de lado para que me explique.
—¿Qué dices?—me tiembla la boca cuando suelta eso y no me da chance de decir nada porque la puerta se abre con brusquedad y aparece un furioso Aydan.
—Ya despertaste—habla de mala gana.
—Voy a salir—me dice Harmony y cuando me hace una cara de lastima, quedo en shock. Cuando termina de salir lo vuelvo a ver, tiene los ojos inyectados en sangre y me ve directamente con enojo, furia e incluso puedo jurar que me odia en estos momentos.
—¿Cómo fuiste capaz Hermione?—lo veo confundida.
—No te entiendo.
—No soy ningún estúpido, así que no intente verme la cara de idiota porque ya lo a hecho por mucho tiempo.
—Aydan explícate por fav...
—Tomaste algo, pastillas o te comiste algo, no lo sé y tampoco me importa, lo hizo para abortar a los bebés.
—¿Qué?—le grito completamente confundida—Eso no es cierto.
—Pues es lo que dijo el doctor, todavía me tome la molestia de hacerte de nuevo los exámenes y es cierto, quisiste matar a mis hijos.
—Yo no seria capaz de hacer tal cosa—le grito. Él se acerca y me duele lo que me dice.
—Fuiste capaz de hacerlo miles de veces con Madison, ¿Y no lo vas a hacer con ellos tres?—mis ojos se ponen llorosos completamente decepcionada—Ninguna persona puede cambiar de parecer tan rápido y menos tú.
—¿Sabes qué?—me levanto de la camilla y noto como vuelve a ver las agujas que tengo en mis brazos. Aun así tengo cuidado—Piensa lo que quieras, ya me tienes harta, solo crees lo que te dicen los demás, no confías en mi y así nunca vamos a poder estar juntos.
—Y es la verdad, después de esto, ya no voy a volver a confiar en ti—escupe—No eres la única cansada.
—Es que tu eres un egoísta esa es la diferencia, le creíste a Iclal cuando mintió y a tu familia cuando regrese, ellos me hicieron la vida cuadritos y tu los apoyaste, pero cuando te des cuenta que eso es mentira no quiero que me pidas perdón—le grito realmente molesta—Si hubiera querido hacerles daño, no te habría dicho nunca nada como lo hice con Madison, pero si lo hice—hago una pausa y me pongo a llorar—Solo que ya me cansé.
—Tu ni siquiera me dices la verdad, tomaste algo para abortar y solo te haces la victima como siempre.
—Yo no tome nada.
—Hermione—se revuelve el pelo y aprieta la mandíbula—Lo dice en los putos exámenes, una prueba de sangre no se equivoca, algo tuviste que haberte tomado.
—Pero no me di cuenta Aydan—él se queda viendo furioso hacia la ventana del hospital.
—No voy a echarte la culpa, porque después de todo tienes razón, puede que esto sea otro apestoso accidente o una mentira de parte tuya, porque no creas que te voy a creer tan rápido y no importa lo voy a averigüar porque no es como que yo confíe cien por ciento en ti.
—Bien, mientras te las das de FBI a mi no me hables.
—No deporci no lo pienso hacer—grita de vuelta y sale de la habitación hecho un demonio.
Me suelto a llorar ahí mismo, es que yo sabía que algo malo iba a pasar, tengo una suerte tan cochina. ¿Qué putas me comí? No recuerdo ni siquiera lo último que me comí. Bajo la mirada a mi vientre y me acaricio, porque ahora los tengo a ellos para salir adelante y aunque Aydan sea tan grosero, aun así le voy a demostrar de que está equivocado y con ovarios. Que no crea que se va alejar con Maddy, porque ella también es mi hija.
—Lo lamento—mi hermana entra con lagrimas y a la vez con seriedad a la habitación—Hermione...—niega lentamente y parece enojada—Si fuiste capaz de hacer eso...
—¿Tu también le crees a ese idiota?—la veo con indignación cuando no me dice nada—Harmony.
—Hermione, yo te creo capaz de todo—llora mientras lo dice—Te amo pero tampoco quiero ver como le haces daño a mis sobrinos, voy a quedarme con Aydan.
—Harmony—me levanto de la camilla cuando va a salir—Eso es mentira, yo no tome nada—asiente lentamente.
—Lo vamos averigüar porque aunque me duele demasiado...yo no puedo permitir de que vuelva a pasar lo mismo, Madison te volvió a agarrar miedo.
—¿Qué?—eso me hizo sentir peor y solo trago grueso escuchando sus palabras.
—Voy a llevarla para que la veas, Aydan no te va a quitar el derecho, a solo que tu no quieras o ella tampoco quiera verte.
—Eso no es justo, Aydan le dijo todo para ponerla en contra mía.
—Él no lo hizo, fue Aída Collins—la cólera me sube por todo el cuerpo.
—Bien, vete con Aydan, lárgate—ella se me queda viendo.
—Estoy saliendo con Pierce—después de decir eso, sale dejándome más confundida y triste porque mi propia hermana me dio la espalda. ¿Está saliendo con Pierce, es en serio? Y yo pensando que quedo muy traumada como para salir tan pronto con alguien, es peor pensar que es Pierce. Me acuerdo que mi recuperación duro más de dos años.
—Hola—veo a Uma asomándose en la puerta y también a Kayleth. Yo les quito la cara.
—Déjenme sola por favor—hacen caso omiso a mis palabras porque Uma se acerca y se sienta en la camilla.
—¿Sabes que todo el mundo te odia en este momento?—escupe—Ay Hermione.
—Yo no tome nada Uma, te lo juro y si lo hice no me di cuenta, no sabes lo mucho que espero a estos bebés como para hacerles daño—ella se queda callada analizándome.
—Coqueta—Kayleth camina del otro lado y me agarra la mano haciéndome llorar—Solo tu sabes que fue lo que paso realmente por lo que si fuiste tu la que lo hiciste acéptalo y si no, averigüa que fue lo que paso—me abraza y yo solo lloro en silencio sin poder creérmelo.
—¿Por qué nadie me cree?
—¿Por qué será?—me tira Uma.
—¿Ya se mueven los bebés de tío?—me toca la pancita y yo sonrío cuando me besa la mejilla.
—Voy a dejarlos un momento—nos dice mientras sale para atender la llamada entrante.
—Ahora voy a tener que quedarme sola en esa mansión Kay.
—¿Qué mansión?—pensar en eso me pone más triste.
—La que Aydan me compro para los bebés—lo vuelvo a ver—No se que hacer Kayleth, Aydan va a regresar a la ciudad con Madison y Harmony.
—No puedo juzgar a Harmony ni a Aydan porque también tengo mis dudas.
—Kay...
—Pero tampoco voy a juzgarte tan rápido, quiero saber que fue lo que paso—me abraza como una muñeca y no quiero que se separe.
—Supongo que gracias—me da un beso en la frente.
—Todo se va a solucionar belleza, pronto vas a regresar con ese jupa dura y con Alison—todo el rato paso con él. Por momentos me quedo dormida y es que estoy un poco cansada, este embarazado es muy agotador. La enfermera llego a decirme de que tengo prohibido hacer esfuerzos físicos o estar mucho tiempo de pie, que tengo que descansar y reposar porque los bebés están en peligro—Voy a tratar de llegar seguido para verte.
—Está bien—él me obliga a verlo.
—Linda, ya no estés triste—lo abrazo.
—No es fácil Kayleth.
—Recuerda que si estás diciendo la verdad, todo va a salir bien y que al menos me tienes a mi y a Leonor que te ve desde el cielo—pienso en ella y más triste me pongo.
—He perdido tantas cosas este año.
—Pero también has recibido mucho—él me alza la bata.
—Kay...—le digo cuando me doy cuenta que estoy sin bragas.
—Ay ya, no es como que nunca te allá visto en la vida—me tapa la parte de abajo con la cobija y acaricia mi pancita—Solo quería verte así de linda, pareces una bolita.
—Oye—lo reprendo—No soy una bolita.
—Si lo eres hermosa—me giña el ojo—Trata de descansar, mañana paso por ti en la mañana, por hoy tienes que quedarte guardando reposo aquí—asiento lentamente, él me da un beso en los labios.
—Kayleth tienes que dejar de hacer eso, ¿Qué tal si entra Aydan o Uma?
—No es como que tenga que darles explicaciones, nosotros somos así—se encoge de hombros y después de darme una última mirada se va. Lo veo por el vidrio, Uma corta la llamada y se apresura a alcanzarlo pero Kay no parece interesado, solo camina con las manos en los bolsillos. Me acuesto de lado tratando de pensar todo y no se que hacer para acordarme si tome algo extraño o si había algo en la comida, yo no creo que allá sido en los restaurantes en los que hemos estado yendo a almorzar.
Estoy de nuevo triste, no sola, porque tengo a cuatro bebés para seguir adelante. Vuelvo a ver hacia la puerta y noto como se abre un poco. Me asomo con cuidado y no puedo evitar que mi corazón se acelere de la alegría a ver a una mini mujer en la entrada de mi cuarto. Ella parece triste y yo le sonrío, pero no me devuelve la sonrisa, nada más entra en la habitación y cierra la puerta.
—Hola—le digo. Ella se me queda viendo y también a mi pancita, la veo dudando en si acercarse o no, trae con ella una bolsa de taco bell—Mi amor acércate, tranquila—se ve tan tierna y hermosa, primero deja la bolsa en la cama y luego arrastra una silla para llegar a la cama.
—¿Te sientes mejor?
—Si no te preocupes—cuando logra subir, se me acerca y se me queda viendo.
—Yo no quiero que Papá pelee contigo—se le ponen los ojos llorosos. La halo hacia mí y la abrazo.
—Él está muy enojado conmigo, pero se que pronto se van a arreglar las cosas.
—Mi Abuela Aída me dijo que tu querías matar a mis hermanitos.
—Eso no es cierto Maddy, yo voy a prometerte que voy a demostrarle a todos de que eso es mentira, yo los amo.
—Supongo—le alzo la carita y le sonrío.
—Regálame una sonrisa mi princesa, lo necesito—ella me hace caso y mis ojos se ponen llorosos de nuevo de manera inmediata.
—Voy a extrañarte en la casa—me dice en medio de lagrimas—Papá fue por mi y me llevo a la nueva casa, me enseño todo y me dio los regalos que dijo que me tenía, pero tu no estabas como habíamos acordado, ni tu ni mis hermanitos.
—Ay mi amor, solo tienes que saber que esto es un malentendido—le beso ambos cachetitos—No estés triste, yo te prometo que todo va a estar bien y que vas a ver a tus hermanitos recién nacidos, los vas a poder cuidar, jugar con ellos, que eso que te dijeron es una mentira.
—Papá está triste.
—¿En serio?
—Si, mi Abuela me conto todo antes de que Papá fuera por mí y yo le dije que sabia todo porque él no me quería decir—le peino el pelito con mis dedos—Y él trata de no parecer triste, pero yo lo conozco, está muy serio, apenas contesta las preguntas de mis Abuelos y mis tíos, anda en otro mundo, solo finge estar bien en frente mío.
—Él tiene miedo de que vuelva a pasar lo mismo, en parte lo entiendo Maddy, pero tampoco es justo de que no confíe en mi, yo también me siento triste.
—Pero tienes que entenderlo, no te enojes con él, ¿Si? Hazlo por mí, yo le dije lo mismo a Papá, pero no me dijo nada.
—No estoy del todo enojada, solo un poco triste, porque él no me cree.
—Yo si te creo—me ve a los ojos—He visto lo mucho que te esfuerzas, hasta algunas veces andas adolorida en la casa porque ya te duelen los pechos o la espalda—sonrío cuando dice eso—A veces te veo hablando con tu pancita y comes mucho para que ellos estén llenitos.
—Me alegra que tu si me creas—ella agarra la bolsa. Saca tres burritos, una coca cola y dos cajas de papas.
—Voy a desayunar contigo.
—Maddy, tu Papá se puede enojar contigo.
—No, él me dijo que si quería venir a verte y yo le dije que iba a desayunar contigo y que luego nos íbamos, se quedo en el auto con la tía Harmony.
—¿En serio?—Madison se ríe.
—A pesar de todo si está preocupado por ti, me compro todo sin chistar y me dijo que me iba a esperar.
—Gracias por estar aquí, te amo mucho—le digo mientras le doy un beso. Ella me lo devuelve.
—Estos dos burritos son tuyos, tienes que comer bien y estás Papás también, yo no como mucho si desperdicio algo te lo doy.
—Lo siento por comer tanto—ella se ríe mientras le da un mordisco al burrito.
—Son tres, ósea que el hambre se triplica—ambas nos reímos cuando dice eso. Mientras ambas comemos, yo la observo. Ya se le ve más color, su pelito no me canso de decir que lo tiene hermoso porque ya le está creciendo de nuevo y se le ve más sano, con más color, ella es muy castaña—Hermione—se me queda viendo—Tu me vas a dejar estar contigo en la casa grande ¿Verdad?
—Claro mi amor, tu solo le dices a tu Papá y llegas cuando quieras, yo te voy a estar esperando.
—Si...—no hace muy bonita cara—Ya quiero que estemos los tres de nuevo juntos, así es muy complicado, porque quiero estar con Papá pero también contigo.
—Voy a tratar de solucionar esto, ¿Si?—ella asiente y sigue comiendo.
...
Agarro mis cosas y le entrego mi bolso a Kayleth mientras me amarro los cordones. Estuve guardando reposo en el hospital toda la noche y ahora en la mañana, pero justo me acaban de dar la salida. Me pongo mi abrigo y mientras Kay se fuma un cigarro me observa atentamente. Yo le sonrío y me vuelvo.
—Ya estoy lista.
—Me da mucha risa que te veas tan normal pero que por dentro te sientes mal—me encojo de hombros.
—Se que aquí trabaja el Papá de Aydan y no me extraña que Collins o Astrid estén abajo—lo veo directamente, él sonríe de lado como si supiera lo que voy a decir—No voy a dejar que me pisoteen, porque es lo que están deseando.
—Eso bella—me abre la puerta y ambos salimos de la habitación. Yo ruedo los ojos porque sabe que no puede fumar aquí, pero Kay es la persona más arriesgada que existe. Lo veo votando el cigarro y luego se posiciona a mi lado como si nada—¿Entonces tu chico te compro una mansión?
—Si—sonrío triste—No esperaba quedarme ahí sola, pero ni modo—Kay se pone serio cuando en el ascensor aparece Aída Collins. Está me ve de arriba a bajo y cuando abre la boca para ladrarme su veneno...
—No tenemos tiempo para sus estupideces, mejor cierre la boca—le advierte Kayleth. Me hala de la mano para que subamos pero yo se lo que es y no se va a quedar callada.
—¿Ahora va a huir como si no hubiera pasado nada?
—Para mí no a pasado nada porque yo no quise matar a mis bebés como se lo dijo a Madison—le tiro—Yo no estoy para llevarme disgustos, entonces ahórrese sus insultos señora, con permiso—Kay no la deja hablar porque apenas subo cierra las puertas del ascensor.
—Esa estúpida me cae en las bolas Hermione—me río porque se que es cierto.
—Por un momento creí que ella venia con buenas intenciones.
—Ay por favor no seas tan ingenua.
—Es que me acompaño a las citas de los bebés, estuvo atenta y a pesar de todo me ayudo cuando la fui a buscar.
—Ella nunca se va a alegrar de tu relación con Aydan, para nadie es un secreto.
—Lo peor es que el mismo Aydan me lo dice—me vuelve a ver.
—¿Cómo así en serio?
—Si, es que tu te desapareces por eso no estás enterado, pero ella me acompaño a la primera cita de los trillizos y Aydan se enojo un poco.
—¿Estás segura de que Aydan te defiende y no es que está de cómplice con esa mujer?—me abre la puerta del mercedes. Yo espero a que de la vuelta, prefiero que maneje él.
—No creo Kay, yo se que él me ama—él no dice nada cuando digo eso—Me dijo que esa señora le intento quitar a Madison.
—Ich, con esa familia, ¿Para que tener enemigos?—juega con el piercing de su labio mientras conduce.
—Yo no permitiría que me quite a mis hijos, primero muerta.
—Hermione, tu relación con Aydan no es sana y tienes que admitirlo.
—Ay no seas dramático, no es como que sea un tóxico conmigo o no lo sé.
—No me refiero a eso, es que la cuestión es que esa familia vive haciéndote la vida imposible, pasan estas cosas y ese hombre se desaparece, te deja sola.
—Yo también lo hice cuando él me necesitaba.
—¿Ves?—me señala—Están tipo, si él hace eso, yo también lo puedo hacer o si tu comiste mierda, él hace lo mismo y la cosa no tiene que ser así.
—¿Y qué se supone que tengo que hacer Kay? Nosotros discutimos y nos arreglamos, peleamos y terminamos casi agarrados del pelo, pero solucionamos las cosas y creo que de eso se trata, hablar las cosas.
—Se que Aydan te quiere, pero siento que tienen que madurar más.
—Ajá, hablo el más maduro—hablo con sarcasmo—Kay tu ni siquiera has tenido relaciones estables, ni siquiera se que tienes con Uma por lo que no puedes entenderme.
—Yo no tengo nada con Uma—aclara.
—¿Por qué?
—Porque no me interesa—me le quedo viendo.
—¿No la quieres?—se queda callado y yo solo sonrío de lado—Se que te llama la atención, no puedes negarlo.
—Hermione, yo no estaría con una mujer como Uma sabiendo lo arpía que es la estúpida de Collins, ¿Usted sabe yo teniendo a esa mujer de suegra? Soy capaz de pegarle un tiro y sabes que hablo en serio.
—Ósea, ¿tu no estás con Uma Walsh por la existencia de Aída?
—Y no solo eso, así estoy muy bien, no tengo que darle explicaciones a nadie y Uma a veces me hace sentir muy...—hace una mueca—Si la quiero pero yo soy muy independiente, no puedo vivir atado a ella.
—Hablas igual que Aydan.
—Antes si era así, pero desde que le entregaste tu trasero y le hiciste la mamada más sucia que existe, ese hombre solo piensa en ti—no puedo evitar reírme por sus estupideces.
—Eres único en tu estupidez.
—Soy realista tesorito de mi vida—el resto del camino, lo guío ya que él no conoce el camino y cuando llegamos silva con exageración—¿Pero que es está belleza?
—Mi casa—se queda embobado viendo la mansión.
—Ese idiota será lo que sea, pero aparte de guapo...cuidado que no soy gay, me gustan las vaginas, solo digo la verdad—me ve con espanto y luego sigue viendo la casa—Pero el malparido tiene excelentes gustos, mira este palacio coqueta—me abraza lleno de alegría y más risa me da—Si este lugar fuera mío, estaría lleno de mamacitas.
—Ay Dios, mejor entremos—empezamos a caminar mientras él va caminando hacia atrás porque no deja de apreciar mi casa.
—Si terminas con Aydan y aceptas que te folle como en los viejos tiempos, ¿Dónde quieres que lo hagamos, en la piscina?
—Deja de decir burradas—pongo los ojos en blanco.
—Muy bien, voy a decirle a tu bombón de que me adopte.
—Como si le calleras tan bien—susurro.
—¿Qué?
—Nada—me apresuro a decirle.
DESCONOCIDO
—Le tengo malas noticias—la cólera me sube y ni siquiera me a dicho nada.
—Hable rápido que no tengo todo el día—su silencio me mata por dentro y ya debo de imaginármelo.
—Ella está de regreso en su nueva casa, todavía no sabemos donde se está hospedando, pero pensamos seguir a Aydan para comprobarlo, lo único que sabemos es que está con otro chico.
—¿Con otro chico, haber como así? explícate.
—Discutió con él, supuestamente su relación se está acabando porque cree que fue ella la que quiso asesinar a los bebés—solamente sonrío un poco por saber eso.
—Bastardos, esos fetos no son más que una porquería—le aclaro—Entonces esos bichos, ¿Siguen vivos?
—Si, ella también—de la cólera tiro el maldito celular.
—Esa maldita no se muere, pero juro por Dios que me las va a pagar lo juro y a ese infeliz también lo voy a pisotear, me van a conocer.
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CHALETO
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