HERMIONE

Todo es rapidísimo, apenas me da tiempo de llegar al baño porque me veo poniéndome de rodillas y vomitando sin parar. Me aferro a la tasa al sentirme ahogada por el mismo vómito.
Las lágrimas no tardan en bajar por mis mejillas y me duele mucho la garganta por el esfuerzo que estoy haciendo.

No puedo controlar el vómito, siento que no voy a parar y eso me da mucho miedo. La mano de Laura es la encargada de que el pelo no me estorbe, me agarra con cuidado y se lo agradezco mucho porque no quiero llenarlo de eso, también me alegra saber que ni Ulises, ni tampoco Aydan están en la casa.

Mi corazón late demasiado rápido y cuando siento que puedo respirar un poco, no puedo evitar agarrarme el estomago porque me duele, son malestares ligeros, pero aún así me preocupo.

—¿Lista?—niego porque no estoy segura, siento que voy a vomitar más.

—¿Y-y Maddy?—intento hablar pero me duele la garganta, la siento como raspada y un poco lastimada.

—Tranquila, yo lleve a Bryan y a Madison con Aydan y Ulises al Kínder, Gael se quedo con tu hermana—halo la cadena y no puedo evitar empezar a llorar—Hermione.

—¿Por qué no me despertaste?—intento limpiarme las lágrimas porque se que me veo patética.

—En tu estado es normal que duermas mucho, no iba a despertarte—explica—Aydan si se quedó extrañado pero no dijo nada—trago sintiendo la garganta terrible. Casi siempre soy la primera en despertar—Ven—me ayuda a ponerme de pie, pero las piernas me flaquean—Cuidado—me sonríe.

—Gracias Lau—intento sonreírle también.

—No estés triste—abro el grifo y le hecho pasta a mi cepillo. Luego cierro el tubo y solo me quedo viendo hacia ningún lugar en específico.

—Estoy deseando que sea otra cosa.

—No digas tonterías—me regaña—Fui a comprar dos pruebas de embarazo—sale del servicio y la veo caminado hacia mi cama—Hágase las dos pruebas.

—De verdad gracias—agarro la caja entre mis manos—Creí que se iban a ir temprano.

—Si de hecho ya casi me voy, pero no podía irme sin despedirme de ti, Ulises ya debe de venir de camino por mí—asiento lentamente—Cualquier cosa me informas, ¿Si?

—Por supuesto—me da un beso en la mejilla. Sonrío al ver a Gael asomándose en la puerta de mi habitación.

—Le prometí que lo íbamos a llevar al McDonald's a desayunar y no a dejado de repetírmelo toda la mañana—sonrío llena de ternura.

—Adiós bebé—él me saluda tímidamente con la mano y después le pide a Laura que lo alcé extendiéndole las manitas.

—Nos hablamos cualquier cosa—cuando sale de la casa vuelvo a ver de nuevo la caja en mis manos. ¿Qué voy a hacer, cómo le voy a decir esto? Con los ánimos en el suelo me devuelvo al baño y me lavo los dientes, después salgo de mi cuarto y cuando bajo las gradas, me asombro al ver a Harmony en el sillón viendo la televisión. Sonríe mientras ve crepúsculo.

—Hola hermana—ella me vuelve a ver.

—Buenos días dormilona.

—Todavía no superas a Robert Pattinson.

—Jamás—me saca la lengua. Camino a la cocina por un baso con agua—Hermione, quería decirte algo.

—Adelante—la ánimo.

—Hoy voy a salir—dejo de beber agua y con el ceño fruncido me vuelvo hacia ella.

—¿Cómo así?

—Es que quería salir a caminar un poco, ya sabes, he estado muy estresada y me quiere dar ansiedad, seguro por estar todo el día metida en la casa.

—¿No quieres que te acompañe?—ella se mueve incómoda.

—No te preocupes, quiero salir sola y...voy a ir a comprar unas flores para Leonor.

—Harmony—intento hablar.

—Me voy a cuidar, no me va a pasar nada—dejo el baso en la pila y camino hasta donde está ella.

—Harmony sabes que no tienes la suficiente edad para andar por ahí como si nada.

—Lo sé—cuando baja la mirada hasta sus tenis. Me desordenó el pelo porque no quiero ser grosera con ella—Se que no confías en mi por las fotos que te enviaron.

—Ay Harmony, preciosa no digas eso—me apresuro a hablar y tiro de ella hasta dejarla encerrada en mis brazos—Ese tema casi no lo hemos tocado, pero quiero que sepas que lo siento mucho porque no debí creer en esas estúpidas fotografías y se que tampoco fue tu culpa si no que de unos enfermos que te hicieron daño.

》Si tengo miedo, desconfío de todos, pero no de ti y obviamente me dejas asustada porque no habías querido salir y de la nada quieres hacerlo tu sola, obviamente estoy asustada.

—Entiendo—ella me abraza también y como es más pequeñita, le doy un beso el pelo.

—Por favor avísame cualquier cosa o a Aydan, al mismo Kay, no andes en lugares solitarios y no puedes llegar tarde—la alejó para que me vea a los ojos—Si algo te pasa...

—No me va a pasar nada—sonríe. Suspiro para calmarme.

—Está bien—veo la hora en el reloj, son las 2 de la tarde y eso significa que ahorita llega Madison—Aquí antes de las ocho por favor.

—Sí señora—me llena de alegría verla subiendo feliz las gradas de la casa. Va con una enorme sonrisa y no entiendo por qué está tan alegre. Vuelvo a ver de nuevo la caja que deje en la alacena y caminó hacia mi habitación mientras saco ambas pruebas de ahí.

Con el pulso temblándome horriblemente, me siento en la tasa y empiezo a hacerme las dos. Trago grueso cuando terminó y las dejo en la tapa del imnodoro mientras salgo de ahí, porque no pienso quedarme metida en ese lugar, los nervios me van a comer viva.

HARMONY

Si me pongo a pensarlo mucho, se que no voy a salir, por eso solo me aliste y salí de casa lo más rápido posible. Estoy nerviosa y no sé si fue buena idea haberle escrito, pero mi cobardía se fue al suelo cuando no se lo tomó mal y lo agradezco enormemente. Hemos estado hablando seguido los ultimos dos dias y hoy él me ofreció que nos viéramos en la cafetería que está a unas cuadras de la casa de Aydan, al principio le dije que no, pero él me prometió que no se iba a acercar mucho y que solo era para conversar. 

Juego nerviosa con mi labio cuando se que me estoy acercando. Hay muchas personas y en todo el rato voy en la orilla para evitar que algún hombre que pasa me roce el abrigo. Trago cuando lo veo en las mesas de afuera, está concentrado viendo algo en su celular. Veo a mi alrededor y agradezco que casi no hay personas, solo unas cuantas en algunas mesas. 

—Hola—lo saludo silenciosamente. Él levanta la cara con rapidez y yo si le quito la mirada porque me siento incómoda. 

—Hola Harmony—me regala una sonrisa—Siéntate—señala la silla que tiene de frente. Me acerco lentamente y después de correrla, tomó asiento—¿Cómo has estado?

—Bien, con mucho frío.

—Por eso te dije que viniéramos aquí, venden unos cafés exquisitos—me guiña el ojo. Sonrió un poco para no verme tan seria.

—Buenas tardes—saluda el camarero—¿Ya eligieron qué van a tomar?

—Un café con leche por favor.

—¿Y tú?—se vuelve hacia mí y si logro sentirme incómoda. 

—Lo mismo que él, gracias—cuando se retira me permito respirar un poco. 

—Entonces, ¿Tu hermana no sabe que estás aquí? 

—Si le pedí permiso, pero no le dije a dónde iba—asiente lentamente—¿Tu has estado bien?—guarda silencio por un momento. 

—Si, ahí voy—parece analizar lo que me dijo. 

—Yo más que todo acepte la salida para decirte que lo siento mucho por todo lo que andan diciendo—prensa su intensa mirada de nuevo en la mía.

—Olvidalo Harmony, eso no es nada. 

—Si lo es, entrena...Parce—sonríe un poco y yo no puedo evitar sentirme tonta—Tú también tienes sentimientos. 

—Sufriste más tu—bajo disimuladamente las mangas de mi abrigo—¿Piensas mucho en eso verdad?

—A veces. 

—Pero no te preocupes Harmony, tal vez ahorita no, pero pronto te vas a empezar a sentir mejor—bajo la mirada a mis manos—Todo es un proceso.

—¿Te vas a ir del colegio?

—Seguro voy a irme del país—mi corazón late con rapidez cuando dice eso—¿Pasa algo?—veo que trata de buscar mi mirada. 

—No, no—fuerzo una sonrisa—Solo que pienso que es muy injusto que hagas todo eso para no incomodarme. 

—Es lo mejor Harmony, si te pones a pensar es un bien para todos, más que todo para las jóvenes como tu que estan asustadas, obviamente no me van a querer ver ahí—la impotencia me consume por completo. 

—Pero es porque nadie sabe lo que realmente paso—él parece sonreír triste.

—De igual manera es un daño y ya está hecho—pienso en lo injusta que es la vida. Parce se va a ir y todo por culpa de unos estúpidos—Harmony—no me atrevo a alzar la cara.

—La gente es tonta y tú no deberías de darles el gusto. 

—¿Estás enojada?—cuando lo veo, me ve confundido. 

—Si, es que no fue tu culpa—él se pone serio. 

 —Si lo fue Harmony y es algo que nunca voy a perdonarme, por eso voy a irme. 

—¿A dondé?—él traga grueso. 

—Me voy a internar en un psiquiátrico. 

—¿Qué?

—Harmony—me agarro la cabeza entre las manos y empiezo a llorar ahí mismo—Harmony cálmate. 

—No puedes hacer eso, no eres ningún loco y menos enfermo—no puedo parar de llorar y que se quede callado me saca de quicio—Te estas dejando llevar por lo que te dicen los demás. 

—Creo que tienen razón. 

—No—lo vuelvo a ver y más rabia me da—Tu eres joven, estás siempre haciendo tu trabajo, nunca le has faltado el respeto a nadie, entiende que fue por una venganza. 

—Es cierto que no estaba consciente de lo que hacía—se chupa los labios—Pero si escuche tus gritos, tu dolor Harmony y eso se repite constantemente en mi cabeza—niego. 

—Acepto que me hubieras dicho que te vas a pagar una ayuda psicológica porque eso hasta yo lo necesito, pero...tu no estás loco. 

—Es lo peor que me a pasado—suspira con pesadez—Apenas me termine de retirar del instituto, te aviso para que regreses. 

—Parce—se levanta de la silla—¿Me vas a dejar sola?—él es tres veces más alto que yo. Empieza a caminar como si nada y tengo que ponerme a correr para alcanzarlo—Tu no estás loco, tus Papás si están locos por ponerte Parce—él se ríe cuando digo eso. 

—Es un Pseudónimo. 

—¿Entonces cómo te llamas realmente?

—Pierce—asiento lentamente.

—¿Por qué el apodo? Parce se le suele decir a los amigos aquí en Colombia—me vuelve a ver. Estamos un poco alejados, pero no quiero hacerlo sentir mal por mi desconfianza, entonces trato de acercarme un poco más.

—Mi Papá era uno de los mejores entrenadores de natación de Colombia y dueño de muchas empresas, ¿Has escuchado este nombre Paul Growth?

—Si, por supuesto.

—Él es mi Papá, pero no se lo vayas a decir a nadie, muy pocas personas lo saben.

—¿En serio?

—Si piensan que soy su sobrino.

—¿Y por qué tu no les dices que eres el hijo?

—Porque a mi Papá lo persigue mucha mafia y al yo ser hijo único, si se enteran que soy su único heredó, se van a venir contra mí, por eso no me extraña mucho lo que paso.

—Oh—pienso lo que me dijo—No lo había ni siquiera sospechado, ¿Aydan lo sabe?

—Desde luego y también tu hermana, solo que ya se acostumbraron a decirme Pierce y no Parce.

—Siento mucho que tengas que esconderte de ese tipo de gente.

—Si, son las desventajas de ser tan conocido—se encoge de hombros, va con las manos metidas en las bolsas del pantalón mientras camina. Después me vuelve a ver—¿Cómo han estado con respecto al tema de Leonor?

—Devastadas—borro mi sonrisa—Se que Hermione debe de estar ahorita muy ocupada pensando en su relación con Aydan y Madison o quién sabe en qué intenta distraerse, porque casi no la a mencionado.

—¿Suele hablar mucho de ella?

—Lo normal, es que Leonor nos amaba demasiado y bueno...yo prácticamente me críe con mi Abuela, no con mis Papás.

—Lo lamento.

—Es triste en algunas ocasiones, solo me queda ella y mi sobrina—lo vuelvo a ver cuando sonríe.

—¿Qué se siente ser tía señorita Harmony?

—Pues—analizo eso cuidadosamente—Madison no me tiene una confianza extrema, ni siquiera me dice tía y es entendible...pero ella es adorable, le cambio la vida a mi hermana, es un privilegio serlo—lo observo sonriendo de lado.

—Si ella es muy encantadora—se forma un silencio, pero no es incómodo. Vuelvo a pensar en lo que me dijo hace un rato.

—Parce—susurro—¿Por qué no intentas ir a otro colegio de Colombia?—él se detiene y yo hago lo mismo, después se vuelve.

—Seguiría siendo incómodo.

—Yo sinceramente quiero cambiarme de colegio, porque se que no me voy a sentir cómoda ahí y no es por usted, es porque los comentarios de los demás, aunque se trate de no tomarle importancia, siguen siendo muy incómodos.

—¿Dé verdad te vas a cambiar te colegio?

—Si mi cuñado un día de estos estaba conversando conmigo y me ofreció eso—formó un mohín—Aunque no estoy totalmente de acuerdo.

—¿Por qué?

—Porque Aydan me ofreció colegios privados que son muy caros, ese hombre está loco, ninguno de los que me dijo es cómodo.

—Es porque él está acostumbrado a vivir económicamente muy bien, para ellos eso no es nada.

—Si—abro los ojos sorprendida—Siempre compra cosas muy caras, incluso cuando va de compras con mi hermana, se que no va a cualquier supermercado.

—¿Pero entonces qué piensas hacer?

—No lo sé, él me dijo que me paga todo pero yo no soy ninguna aprovechada, no podría.

—Harmony piénsalo bien, deberías aprovechar la oportunidad, él mismo te lo ofreció y además...—entrecierra los ojos—Aydan quiere demasiado a Hermione, yo no creo que le permita que ella te pagué el colegio.

—Pero si él mismo le pagaba a mi hermana por ser su empleada y creo que incluso le regala dinero, literalmente estaría auto ayudándome con el salario de Hermione porque viene de mano de él.

—Solo Aydan hace esas cosas, aun así no la va a dejar, lo conozco muy bien, además ahora ya no es su empleada, ¿O sí?

—No ya no es empleada, él le ayuda mucho y todo lo hacen juntos—él asiente—Ellos tienen una relación extraña, pero creo que ahorita si son novios.

—Si lo son Harmony, a la manera de él, pero sí lo son.

—Son muy raros, a veces viven peleando y después los escucho en un puro amor.

—Dicen que esas son las relaciones que funcionan.

—Si, eso dicen. 

—¿Y tu novio?—la punzada en el pecho es horrible cuando me menciona eso. 

—Eh...—Pierce va viendo hacia el cielo y después a su alrededor—Ya no estoy con él—hace cara de asombro—Antes de que pasara todo, yo ya no estaba con él. 

—Lo siento mucho, supongo que lo querías. 

—Si le tuve mucho aprecio, era muy atento y estuve mucho tiempo con él—froto mis brazos porque si esta haciendo mucho frío, menos mal que estoy bien abrigada—Pero Matt tenia cosas que no me gustaban, nunca le tuve confianza y muchas veces me sentía incómoda...yo le ofrecí una amistad pero se enojo mucho conmigo, luego desapareció y ahora regreso con su ex—él parece más asustado cuando le termino de contar todo. 

—No me lo imagine, jure que seguían juntos. 

—No—vuelvo a ver su perfil, Pierce en ocasiones es muy analizador—¿Y tú?—pregunto—¿Tienes una relación ahorita? 

—No, hace un par de años si estuve en una relación, pero yo soy un hombre muy independiente, me gusta viajar mucho y bueno, a ella eso no le gustaba a pesar de que yo le ofrecía que fuera conmigo...fue una relación muy tóxica. 

—Who, que difícil. 

—Si.

—Mamacita—brinco en mi lugar cuando alguien me susurra en el oído, me vuelvo aterrada para ver quién es. Parce se le queda viendo al hombre que me ve de arriba a abajo y los recuerdos me nublan la mente cuando se acerca y me hala de la sueta. 

—No, no suélteme—las lágrimas se acumulan en mis ojos y todo empeora cuando Parce lo agarra a golpes. Me aferro a la pared, no se cuál pared y ni siquiera me importa fijarme donde estamos. Recuerdo la mirada de todos, los golpes, burlas, dolor—No por favor—él se acerca, el tipo de la ropa negra con un pasamontañas en la cabeza, me abre las piernas y aunque aruñe, patalee, muerda, no puedo defenderme. 

"Uno por uno, primero él, después yo"

"Abra las piernas gran puta"

"La Bebé quiere llorar"

—No, no, no, por favo...

—Harmony—la voz de Parce hace ego en mis oídos. Veo una silueta que se acerca y la loción de su perfume, invade mis fosas nasales, abro los ojos.

—No te acerques.

—Tranquila, son ideas tuyas, mira no hay nadie, solo era un borracho—observo a mi alrededor, pero aun así me pongo a llorar cuando lo veo tirado en el suelo. 

—Vámonos de aquí por favor—lo agarro de la sueta. 

—Necesito que te calmes primero—estoy hipando y mi pulso no me ayuda. 

—Ellos van a regresar por mí.

—No voy a dejar que regresen Harmony, te lo prometo—él me agarra la barbilla y siento un escalofrío horrible. 

—No me toques—me estremezco en mi lugar. 

—No voy a hacerte nada, yo no seria capaz de tocarte, solo quiero ayudarte—se acerca más y yo trago grueso. 

—Parce.

—Mira, confía en mi—pone una mano en mi brazo y solamente me acaricia—Nadie te va a volver a hacer daño—me regala una sonrisa—Tienes que ser más fuerte que las voces asquerosas que aparecen en tu mente, ¿Si?—asiento lentamente y rompo la distancia que hay entre nosotros, porque lo abrazo sin importarme nada más. Él al principio se queda sorprendido, pero después me corresponde el abrazo y yo lloro de alivio. 

Estoy bien. 

HERMIONE

No puedo calmarme, mis piernas son un desastre en este momento porque tiemblan peor que una gelatina. Ni siquiera quiero entrar al servicio para ver el resultado, mi corazón acelerado tampoco me ayuda y desde hace rato estoy llorando porque estoy muy segura de que eso si es verdad. Escucho la puerta de mi habitación abriéndose y tengo que limpiarme muy rápido las lágrimas antes de que me vean. 

—Hola Hermione—sonrió al ver a mi princesa corriendo hacia mi dirección—Hoy pude jugar mucho en educación física y estoy super agotada, pero me fue mejor que otros días.

—Me alegra mucho mi amor—le doy un beso en la mejilla—Si quieres te hago algo rico para cenar o te acompaño a bañarte y luego te vas a dormir un rato, tu decides. 

—Mientras tanto me quedo contigo—se me queda viendo y ya se que me va a preguntar, ella es igual de observadora que el Papá—¿Por qué llorabas?

—Por nada princesa—ella me ve nada convencida e incluso entrecierra los ojitos.

—Mmm, bueno—se encoge de hombros.

—¿Y tu Papá?—pregunto extrañada. 

—Sigue trabajando Hermione, hoy sale a las seis de la tarde. 

—Por Dios, ¿te viniste sola?

—No—se burla—Me trajo la buseta del kínder que me paga Papá cuando no puede recogerme. 

—Ay Madison, ¿Y cómo entraste?

—Nada más puse mi carita en la pantalla de reconocimiento facial que Papá tiene escondida para mí y se abrió la puerta. 

—¿Está bien?—la veo extrañada—Aydan te tiene muy preparada para cuando te quedas sola en casa, ¿No?

—Si, por algo hay cámaras en toda la casa, pero ya no me tengo que quedar solita porque estas tú—su sonrisa, me hace sentir muy feliz y tranquila—Ya me está creciendo el pelito, mira—se quita la peluca y es cierto, ya le esta saliendo nuevo cabello. 

—Te prometo que cuando crezca más, te voy a peinar todos los días.  

—Bueno, voy a cuidarmelo para que crezca pronto—empieza a brincar en un pie—Ya vengo, necesito ir al baño—entra y se va literalmente corriendo. Camino a la cómoda y me peino un poco el pelo, lo tenia desordenado. No se que hacer, pero creo que primero hago la comida y luego me baño mientras espero a Aydan y a Harmony, pero también tengo que ayudarle a Madison, entonces lo demás, tiene que esperar—Hermione—Madison sale seria del baño y me preocupo demasiado. 

—¿Qué paso hermosa, estás bien? 

—Si—me ve muy seria—Pero ya se porque tu no lo estás.

—Maddy...

—¿Tienes un bebé en la pancita?—pelo los ojos cuando me dice eso, solto la pregunta de la nada. Me quedo tiesa en mi lugar y cuando veo su manita, tiene las dos pruebas. 

—¿Por qué dices eso?—ella me enseña las dos rayas en ambas pruebas y cuando se le ponen los ojos llorosos, me pongo de rodillas para verla.

—Papá me explico que cuando son dos rayas es porque una mujer va a tener un bebé. 

—Madison yo...se los iba a decir pero tenia que asegurarme primero de que fuera cierto—ella está muy triste y eso me mata por dentro. 

—¿Le vas a hacer lo mismo que me hiciste a mí?

—No mi amor, no digas eso—cuando se pone a llorar me siento como una mierda. La halo del bracito y la abrazo—Te prometo que no lo voy a hacer. 

—Si eso vuelve a pasar, me vas a romper el corazoncito. 

—Maddy, deja de hablar así que me preocupas—ambas salieron positivas y aunque quiero pegarme miles de golpes por estúpida, tengo que ser fuerte por ella. 

—Papá y tu nunca me cuentan las cosas. 

—Madison, Papá no sabe nada—ella me ve preocupada—Por favor no se lo digas, yo tengo que hablar con él y...no es fácil. 

—¿Por eso estabas llorando?—asiento lentamente. Ahora es ella la que me abraza a mí—No te rindas, se que lo vas a lograr y vas a ser una buena Mamá para mi hermanito—esas pequeñas palabras me ponen los ojos llorosos. 

—No creo que se lo tome bien Maddy, no te extrañes si se enfada conmigo. 

—Hermione—ella se aleja y me ve con esos lindos ojos verdes—Puede que se enoje mucho, pero se que no te va a dejar sola. 

—Si, eso espero. 

—Mira, seguramente yo me voy a ir a la casa de mi tía Laura, mientras tu le cuentas todo a Papá—lo dice como si fuera super fácil. 

—Cuando se lo vaya a decir, te aviso.

—Hermione, tienes que decírselo hoy, osino se va a enojar más contigo porque se lo ocultaste por mucho tiempo.

—Ay Maddy. 

—Tienes que ser valiente, además te ves muy diferente. 

—¿Mal o bien?

—Guapa, pero tienes algo diferente, lo extraño es que la barriguita casi no se nota—lo último se lo dijo más para ella misma—Ayer Papá y yo estábamos hablando de ti, creo que él sospecha algo.

—¿En serio?

—Si, me dijo que andas muy extraña y nerviosa, incluso un poco seria, entonces dijo que te iba a dejar que descansaras sola por aquello—niega—Tu no sabes disimular. 

—Es que esto no es fácil y ya he hablado con tu Papá anteriormente, él no tiene ganas de tener más hijos.

—¿Te dijo eso?

—Por algo no le siguió la corriente a Iclal cuando quedo embarazada.

—Ah pero eso es diferente, no era ni siquiera bebé de mi Papá.

—No es diferente porque él ya a dicho de una manera discreta, que tu eres su única hija y no creo que lo acepté.

—Yo se que si—Maddy baja la carita y me siento terrible por la carita insegura que pone.

—Tu no te preocupes, ¿Si?—ella asiente y baja la mirada a mi vientre.

—¿Qué piensas hacer tú?—solamente sonrío.

—Voy a actuar como una madre Madison, en está casa va a ver amor para el bebé, te lo prometo—se le ponen los ojitos más llorosos y sonríe de lado—Al igual que para tí mi hermosa princesita—le doy un beso en la mejilla—Creo que ya es hora de que conozcas la figura materna que mereces y te prometo que van a ser mis dos tesoros.

—¿En serio?

—Te lo prometo porque eres el único motivo aparte de tu Papá por el que sigo aquí, porque han pasado muchas cosas que me han hecho querer...—busco una palabra adecuada porque ella me ve con atención—...Cometer más errores, pero...cuando pienso en ti y en el nuevo bebé, me olvido de esas tonteras.

—Voy a confiar en ti.

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CHALETO