Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Sixteen

NATASHA

Abro los ojos cuando me arrebatan a Hermione de los brazos, está duerme tan profundamente que no se da cuenta de nada, la sacuden horriblemente siendo lo suficientemente fuerte como para lastimarlan, pero no despierta. Ámbar se levanta de la cama, junto con las demás. El maldito policía de siempre, la agarra del pelo, pero no se porque razón, ella no se percata. 

—Machista de mierda—le grita Ámbar acercándose hasta el gigantón, la salvada de esa mujer, es que también es alta, al igual que Hermione—Suéltela, no tienen derecho de hacer tal cosa, le v...

—Vaya a su espuma mugrosa y no se meta en lo que no le importa—le amenaza pronunciando cada una de sus palabras lentamente. 

—Si no la suelta—se acerca Victoria, ella es una negra, robusta y gruesa—Le voy a demandar por esto y créame que sus días de policía de mierda, van a terminar en un maldito chasquido de dedos.

—De ustedes me encargo después pirujas—la alza llevándola junto con un grupo de policías que nos regalan una mirada de diversión, realmente son un asco. Todas en la celda se ven entre ellas. Conozco demasiado a Ámbar, puede maquinar mil cosas en su cabeza estando aún encerrada. 

—A mi nadie me reta—grita apretando los dientes. Se acerca hasta donde estoy y se pone de cuclillas observandome con una mirada casi diabólica—Por eso odio a los hombres, se creen un montón, tocan a las mujeres, las pisotean, las lastiman—se acerca hasta mi oído—Prefiero matarme, que permitir que un asqueroso pito me folle y que quede claro, aquí nadie las toca, a menos que sea yo—saca una caja debajo de la cama, tiene un teléfono pequeño escondido, lo enciende y empieza a teclear cosas en este—Esa mujer es mía, ¿Acaso no vieron que cosa mas hermosa?—el resto de las chicas intentan calmarla y yo empiezo en lo retorcida que es.

—Hagámoslo de una buena vez, ¿Qué estamos esperando?—Abigail saca una caja de fósforos. 

—No—me meto antes de que se les ocurra hacer una estupidez—La última vez que intentaron escapar, les fue muy mal. 

—Aparte de eso, vamos a ir por tu amiguita, no seas babosa y haga lo que decimos o le aseguro que se va a seguir pudriendo en este lugar dentro de 2 años más—me grita otra presa del enojo. Esto no me gusta nada.

AYDAN

Leo atentamente el mensaje de la profesora de Madison, dice que no existe riesgo de que regrese al kínder, pero nunca faltan niños con resfriados o virus contagiosos. El cáncer de Madison juega con su salud, hay en casos que recibimos a pacientes, que se encuentran muy mal por un cáncer terminal, otros que no tienen un cáncer avanzado, por lo que existen más posibilidades de ayudarles, pero mi enana no, un día está bien, otro día pide morfina "Por Dios eso solo lo usan personas con enfermedades terminales" Me da miedo que se aleje mucho y que yo no esté cerca para ayudarle. 

Muerdo la punta del lapicero que tengo en mis labios, sin dejar de observar la computadora con los mensajes de la profesora. No me interesa abrir los 1995 mensajes que tengo pendientes, esto es más importante. Me siento estresado, ya no soporto este maldito dolor de cabeza que me ando. Golpeó suavemente el pie en el piso, pensando en si dejarla ir a clases presenciales o pedir una educadora personal para que venga a la casa. 

Ulises no deja de decirme que no puedo impedirle salir a jugar o aprender, pero la salud de Madison no es un juego, ya me pidió varias veces desde que salió del hospital que quiere ver a sus compañeros, aunque eso es mentira, lo que va a ser, es ver a ese mocoso que le habla cariñosito. Un día como mañana me toca ir a trabajar por lo que me sirve que ella vaya al jardín de niños, pero por Dios, no quiero alejarla de mi lado ni un solo segundo. Mis pensamientos quedan guindando cuando la puerta de mi oficina se abre.

—Hola Papi—se acerca arrastrando una manta de unicornio en el suelo. 

—Estabas dormida, ¿Por qué despertaste, te duele algo?—me sonríe mostrándome los dientes.

—Ya dormí demasiado y se hizo de noche—se acerca para ver lo que hago en la computadora—¿Qué escribes?

—Puedes leerlo, se supone que ya puedes hacerlo sola Madison—arruga la cara. 

—Siempre se me olvidan las letras—me estira los brazos para que la alce. La tomó con cuidado para sentarla en mis regazos. Acuesta la cabeza en mi pecho mientras termino de contestar los mensajes que me faltan—¿Papi?

—¿Qué?—odio que mi Mamá pregunte cosas sin sentido como, ¿Por qué "separado" se escribe todo junto y "todo junto" se escribe separado?

—Necesito hablar algo importante contigo—la veo rápidamente mientras le contestó a Collins antes de que me mate por no hacerlo.

—¿Si? Dime—"Mañana el horario de clases es de 7 de la mañana hasta las 12 de la tarde" Lo más probable es que la saque una hora antes, porque el almuerzo de Madison es muy estricto y tengo que supervisar. Cierro la laptop cuando no recibo ninguna respuesta. La vuelvo a ver, su semblante decayó por completo—¿Pasó algo?—niega con seriedad. La conozco lo suficiente, está apunto de llorar—No me mientas.

—Es que te vas a enojar conmigo—la siento de manera que quede cara a cara conmigo.

—Yo no podría enojarme contigo Madison y lo sabes muy bien—le hablo con un tono de molestia, con ella soy muy sincero y directo—Me molesta esta actitud tuya, prometimos no escondernos nada, ni tampoco mentir, pero mira lo que haces. 

—Tú también me mientes—arqueo una ceja, no me esperaba eso. 

—¿Qué quieres saber?—la retó cruzándome de brazos. 

—¿Verdad que ya no tengo un hermano?—este tema estaba tratando de no tocarlo, pues no me agrada ni un poco—Tía Uma me dijo que Iclal tuvo un accidente y se murió el bebé. 

—Si, tuvo un accidente ¿Y eso qué?

—Tienes algo que no me quieres decir—me muerdo la lengua, no tengo ni idea de lo que me está diciendo está niña. 

—No soy sabio como para saber lo que estás pensando—se queda callada, viéndome en silencio, pero después baja la mirada formando un hermoso puchero. 

—¿Soy un estorbo para tí? Porque osino me encierro en mi cuarto para que ya no te preocupes más—me quedo inmóvil en mi lugar, indignado. Nunca en la vida he pensado ni siquiera en eso. Estoy como estúpido viéndola preocupadamente. 

—¿De donde sacó eso?—hablo horrorizado—No esperaba que me dijeras eso enana, jamás vas a ser un estorbo para mí, eres mi vida, mi mejor amiga, primordial en mi vida, ¿Acaso no ves que quiero verte feliz? Haría lo que sea para que sonrías siempre y estés bien, le dejaría de hablar a quien sea, daría mi vida por ti, todo el mundo es algo trivial, tu no—ella me ve por encima de su hombro. 

—¿Qué es trivial?—formó una cara de decepción, se me olvidó que estaba hablando con una niña de 6 años. 

—Trivial es una manera de decir que no tengo importancia o interés en algo o alguien, solo lo hago contigo—me levanto de la silla para alzarla de nuevo porque se había alejado.

—Creo que lo que dice Hermione es cierto—presiono mi mandíbula, no quería pensar en ella, Madison siempre sale con algo. 

—¿Y qué te dijo ahora esa mujer?—intentó no sonar grosero. 

—Me estaba escuchando en ese lugar feo donde me ponen esas cosas, me dijo que hablara contigo porque eres el único que puede ayudarme y mencionó que lo que dijo Iclal es mentira, que no le crea—entonces era cierto.

—¿Qué te dijo?—quitó un mechón de pelo de su cara. 

—Le dije que tu siempre cambias de tema cuando te pregunto cosas de mi Mamá—siento como si me estuvieran dando una patada en las...

—No tengo nada interesante que decirte sobre ella.

—Pero yo quiero conocerla—intento no hacer una mala mirada que me delate, pero siempre soy muy evidente—¿Por qué odias a Hermione tanto? 

—No la odio Madison. 

—Mentiroso, mis Abuelas le hablan feo, mis tíos, Abuelo Abdón y tú también—recrimina—No quieres que conozca a mi Mamá porque me abandono, Hermione me dice que no es necesario porque eres un gran Papito y eso es cierto, que tengo personas que me quieren, pero nunca me has enseñado ni una foto o al menos me has dicho su nombre—me muerdo el labio, ni siquiera se que decirle. Quito la mirada. Odio saber que esto algún día iba a pasar—¿Papá?—me hala de la mejilla para que le ponga atención—Hermione me dijo que este tema es algo muy difícil para ti, yo se que no necesito a nadie más porque te tengo a ti y tu eres mi héroe. Solo son dudas que me gustaría saber—...y desearía que no las pensara, ni preguntara nada. 

—¿Quieres saber? Bien—afirmó ya cansado de lo mismo—Ella tiene muchos gestos tuyos—le digo sin rodeos, ¿Por que soy tan egoísta? Tiene razón—Cuando te enojas, eres igual de peleona y no le gusta que le griten, decía que sentía como si le estuvieran reventando el tímpano, siempre le a tenido fobia a eso, se ponía a llorar al escuchar los gritos—desearía dejar de hablar de esto, pero con la mirada atenta que me pone, es imposible no seguir—A ti no te gustan las cosquillas, a ella tampoco y era una berrinchuda. 

—Yo no soy berrinchuda. 

—Uhum—me muestra una sonrisa. 

—¿Tu la querías?—suspiro fuertemente. 

—Si, no tienes ni idea pequeña—le doy un beso—Pero eso era antes, por qué ahora solo te amo a ti. 

—Yo quiero tus ojos—la miro mal. 

—Madison, tus ojos y los míos son del mismo color. 

—No, porque los tuyos son un color verde oscuro y misterioso—pega su nariz con la mía asiendo una cara de terror—Y los míos son verde claro.  

—Si tu no existieras, el color de mis ojos no fueran tan bonitos—ella se sonroja. 

—Ay Papi.

—¿Algo más que quieras decirme?—espero que diga que no. 

—¿Y Hermione?—bufo. ¿Por qué es tan difícil hablar contigo? 

—Ella no va a regresar—suelto. Me ve esperando a que le diga que es una broma—Y es la verdad, no quiero mentirte. 

—¿Por qué?—se le entrecorta la voz.

—No Madison, no quiero que llores—me quejo—Te vas a enfermar y me voy a sentir también mal.

 —La echaste del trabajo ¿Verdad?—patalea queriendo que la baje. 

—Ella se quiso ir. 

—Me dijo que íbamos a ponernos pelucas juntas y tú, a ti todo te molesta—pienso cuidadosamente lo que voy a decir, me muerdo la lengua para no regañarla feo por el comportamiento que está teniendo. Me golpea los brazos con el puño para que la baje. 

—Madison, las cosas no se arreglan así—le hablo tranquilamente, como siempre lo hago. 

—Yo no quiero a Iclal, la odio—yo tampoco—Eres muy feo cuando peleas conmigo. 

—¿Ahora yo tengo la culpa?—pregunto presionándola suavemente. 

—Hiciste algo que no le gusto y por eso se fue Papá—por mi que tome el primer vuelo a Francia—A veces desearía que tu te largues y ella venga por mí, la prefiero a ella, aunque no la conozca—mi forcejeo se suaviza. Ella deja de patear.

—Who Madison—pestañeo—Si querías herirme, lo lograste—se da la vuelta viéndome con tristeza.

—Lo siento Papá, estaba enojada—asiento. 

—No pasa nada—continuo con mis cosas—Ve prepara tus cosas para mañana, ahorita voy a ayudarte—abro la computadora, la desbloqueo. Ella sigue de pie sin hacer nada. Intento pensar en otra cosa. Le confirmo a la maestra de mi hija que mañana asiste a clases. Madison sigue aquí, solo la vuelvo a ver de reojo, si me molesta mucho su berrinche no lo voy a negar pero...Abre la puerta, me ve disimuladamente, baja la mirada e incluso se le sale una lagrima, créame que me dolió más a mi que a ella. No puedo evitarlo, es que, no quiero que llore—Piojo ¿Quieres dormir hoy conmigo?—se asoma una sonrisa en su rostro y luego asiente cautelosamente. 

—Si Papi, te espero en mi cuarto—Sale dejándome solo.

Me froto la frente. En mi cabeza pasan miles de cosas, no quiero tener problemas con ella, siempre he creído en una relacion sana entre los dos y muchas veces pelea conmigo por el dolor, por su salud, no soy estúpido, me hago el tonto, yo se que ella no está bien. Me levanto, abro la puerta que me lleva al gimnasio. Siento impotencia, miedo, enojo, cólera. Tomo los guantes, alisto el saco de boxeo, cierro la puerta. Me quito la camiseta, empiezo a desahogarme dando vueltas en el lugar como loco, pienso, reflexiono antes de golpear el saco. 

Llegan y vienen miles de cosas, se arreglan unas, caen otras, problemas tras problemas. ¿Por qué no tengo yo el maldito cáncer? Golpeo fuertemente el saco, ¿Por qué no la puedo salvar? Es muy fácil decir que tener un doctor en la familia es una ventaja ¿No? No, es una impotencia saber que alguien se está muriendo en tu maldita cara, no es fácil perder a las personas que quieres, verlas muriendo es lo peor y no poder hacer nada por ellas. Golpe, golpes, solo eso vi en ella, moretes, rasguños, dolor, injusticia, ¿Dónde esta la chica que yo conozco? Maldita sea ¿Quién la toco, quien le pego? La odio, la aborrezco, odio lo que me hizo, no soporto su cercanía, no aguanto que la mencionen, pero...no la quiero ver así. De verdad la amaba, la quería, era la única persona que logro atraparme en esa maldad que yo no veía, estaba ciego, me tenia embobado, no me atrapaba solo su físico, no la quería solo como amante, mis sentimientos por ella eran sinceros, pero ahora solo la veo y no siento nada más que pena por la vida tan torcida que lleva. Para rematar, solo mentiras, creen que soy estúpido, a veces me pregunto ¿Por qué me toco a mi tanta mierda?

Así paso durante unos minutos, golpeando el maldito saco, odiando la actitud de mi familia, es que me doy cuenta de todo y eso es lo peor, solo veo para luego ignorar porque no peleo con gente ilusa y mentirosa. 

HERMIONE

Siento algo duro debajo de mí, es también frío e incomodo. Mi cuerpo está adolorido, las piernas las tengo como si hubieran intentado quebrarlas y cada vez que camino, siento calambres que me hacen gemir del dolor, mi cabello, me duele por la presión que generaron en mi pelo, la cabeza la siento fatal, como si fueran dolores fuertes de migraña. Los moretes de la cara, los siento hinchados y me cuesta hablar, de verdad que no aguanto la mandíbula. 

No sé donde estoy, no puedo abrir los ojos. Siento mucho dolor en mi zona intima y no puedo evitar llorar de la impotencia, no me quiero sentir así. Escucho pasos que se acercan hasta donde estoy y el miedo se apodera de mi dejándome tiesa.  

—Por fin despiertas basura—me susurra el hombre encargado de los golpes. Intento abrir los ojos pero la luz realmente me encandila. Entre abro la boca, pero recibo un fuerte dolor al querer decir algo, son punzadas de dolor al intentar moverme. Quiero morirme, no quiero estar aquí, ya no. 

—D-d...déjame por favor—me tiembla la boca. Intentó gritar cuando me patean fuertemente el seno, pero no lo logro. Aprieto las manos con cada golpe que recibo. Por favor no quiero más, me duele mucho, quiero que me maten, quiero perder la conciencia, sufrir así es una tortura. El pánico me gana, me tiembla todo el cuerpo, mis gritos son llantos de desesperación, siento la fuerza de los hombres impactando en mí. Alguien me toma del cuello, genera presión, la respiración se me entrecorta, mis manos se transportan hasta estas, intento arañarlo. 

Intento respirar pero el fuerte agarre me nubla hasta la vista, me retuerzo intentando soltarme, mis piernas quieren ayudarme, pero mi cerebro no quiere enviarle ordenes a mi cuerpo para que haga lo que quiero hacer. Aquí es donde pienso, reflexionó, porque ya veo que mis días llegaron hasta aquí y me duele mucho saberlo porque quería arreglar muchas cosas. ¿Qué pasara con mi bebé? Le corte las alas al nacer, la deje sola ¿Dé verdad voy a cerrar mis ojos por siempre y no voy a poder cambiar mi patética vida? Merecía esto hace mucho tiempo, pero ella solo es un ángel que espera que la mañana no se olvide de llegar y no merecía nada de esto. Espero que me perdone por todo el daño que ella no sabe que he causado. Mi sueño, verla brillando con una luz hermosa de un Ángel, triunfando y siendo la niña valiente que siempre observo a escondidas, como es ver los ojos verdes del hombre que luchan por no apagarse, yo espero que siga así siempre, ese hermoso color resaltando en él, no como yo. Solo veo negro una vez y termina de hacer presión en mi cuello.

No te olvides de votar y dejar tus comentarios 💋
CHALETO

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro