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Seventy-Three

HERMIONE

Bajo las escaleras y apenas camino hacia la cocina, me encuentro con mi hermana sonriéndole al celular, sin embargo cuando nota mi presencia, apaga la pantalla del teléfono y hasta noto que se mueve incómoda en la isla. Saco dos tazas y pongo el café, todo lo hago rápido y sin rodeos. Alistó dos sándwich y fruta picada, por aparte en dos tazas pequeñas hecho un poquito de Nutella para acompañar con fresas.

—Hermione yo...—hace una pausa mientras se posiciona a mi lado. Continuo alistando un desayuno más para Aydan—Me quede aquí porque el colegio me queda más cerca y porque...no q-quiero alejarme de Pierce—eso lo dice con miedo.

—Pues excelente, que te vaya bien—le digo cortante. Pongo todo en las bandejas.

—Se que estás molesta conmigo pero es que estaba preocupada—susurra con pesadez mientras me ve haciendo huevos revueltos—Sabía que no le iba a hacer bueno a Aydan estar solo y pensé que lo de los bebés era cierto, lo siento.

—Con permiso—ella se corre permitiéndome abrir la alacena.

—Te extraño ¿Sabes?—guarda silencio—Di algo Hermione—me quita los tenedores de la mano.

—Dame eso—se apresura a alejarlos.

—He...

—¿Qué quieres que te diga Harmony? Pareciera que no te importo—le hablo enojada—No confías en mi, solo te escondes las cosas y si me alegra que estés feliz y que estés más cómoda viviendo con Aydan que conmigo, pero tu no puedes decir que tenías miedo que él estuviera solo y que la pasará mal, porque es cierto, es un momento duro, pero para mi también y a nadie le importa—se me corta la voz cuando digo lo último.

—Hermana...

—Está etapa es muy cansada y a pesar de todo estoy disfrutando cada momento y sola como puedes observar, porque si yo hubiera querido hacerle daño a mis bebés, lo habría hecho viviendo sola, pero no aquí están y tú solo me diste la espalda en el hospital, me ocultaste lo de Pierce y tras de todo, no te a importado irme a visitar, entonces no me digas nada.

—Hermione—me agarra el brazo.

—Suéltame—le digo con brusquedad pero no lo hace.

—Lo siento se que estuve mal, yo te quiero mucho—se pone a llorar mientras se aferra a mi abrigo—Por favor perdóname, esto está siendo horrible, tu eres mi hermana y te quiero mucho, perdón por creer lo que me dijeron, estaba confundida y no sabía que creer, tampoco sabía como decirte lo de Pierce.

—Si, porque no confías en mi.

—No, yo solo tenia miedo que pensarás mal de mi.

—¿Por qué?—le digo confundida.

—Por salir con alguien mayor que yo y por no estar con Matt pero si con él—analizo eso cuidadosamente y es que...jamás pensaría mal de mi propia hermana. La observo realmente confundida, ella anda una pijama muy bonita y ella es delgada por lo que se le ve bonita la pijama floja de color rosa, tiene el pelo suelto y perfectamente peinado—No me gusta que estén peleando Aydan y tu Hermione—me le quedo viendo cuando dice eso y puedo ver miedo en su rostro. Yo a la edad de Harmony era muy independiente, rebelde y sabía muchas cosas, pero ella no, es como una niña, bajita, tímida, no sabe muchas cosas y no me lo a dicho, pero se que Pierce es su primera experiencia...que me allá dicho eso, me acordó lo que me dijo Bryan de Maddy.

—¿Por qué no te gusta que discutamos?—le digo más tranquila. Ella tiene los ojos rojos de tanto llorar.

—Porque Aydan es un amigo muy especial para mi y lo quiero mucho, no quiero que se vuelvan a alejar y que yo tenga que mudarme a la mansión, no porque no quiera estar contigo—se apresura a decir—Es porque no quiero que se alejen para siempre—sonrío triste cuando dice eso, pero aun así la abrazo.

—¿Le tienes de verdad tanto aprecio a Aydan?

—Si...para mi es como mi hermano mayor porque, a pesar de que pasa en su cuarto y no sale de ahí, me escribe mensajes graciosos y de vez en cuando sale a almorzar conmigo, me dio consejos de mi relación con Pierce y me dijo que lo podía traer a la casa pero con respeto por supuesto, además que no tiene la obligación de mis estudios y aún así se ha encargado de todas mis necesidades—parece avergonzada cuando dice eso—Aydan es una excelente persona y te quiere mucho, lo he notado, pero tampoco me gusta verlo ahí encerrado, un día se lo dije y no me dijo nada pero se quedó viendo una película conmigo.

Sonrío agradecida con él y se que Aydan la quiere mucho, pero tampoco me gusta que sea tan irresponsable de andar en esos estados sabiendo que esta viviendo con una adolescente.

—Harmony—dudo en si preguntarle eso, pero lo suelto porque ella no me a dicho nada sobre el tema, solo su familia me lo comento—Cuando Aydan sale de su cuarto, ¿Se ve extraño?

—¿Cómo?—parece confundida.

—Si, ósea ¿Lo has visto con comportamientos extraños?

—No, solo se que no duerme por eso a veces tiene la vista irritada—la veo con atención y si, es muy inocente por pensar eso—...Que la pasa mal y que no sale de ahí, cuando lo hace, es para ver a Madison o a comer conmigo aquí en la mesa, no siempre pero a veces lo hace y nunca a estado raro, ¿Pero raro en que sentido?—la veo tan atónita que realmente no sabe lo que pasa haciendo Aydan en su cuarto.

—Creo que tu no lo sabes.

—¿El qué?—le sonrío.

—Nada, están lindas—le señalo las uñas postizas.

—Gracias—parece más contenta—Siempre esta serio en la mesa, entonces trato de hablarle y siempre me pone atención y habla conmigo, algunas veces se ríe.

—Qué bien—le digo con alegría.

—¿Tu como a has estado?

—Cansada, demasiado—ambas nos sentamos en la mesa—Te mentiría si te digo que estoy bien—empiezo a comer—No es lindo estar sola en esa casa y menos saber que Aydan no quiere nada conmigo, ayer fue porque estaba bo...—ella se queda viéndome—Bueno, ya sabes, no estaba enojado ni nada.

—Si, de hecho te veo agotada—me da un beso—Te extrañaba y también tus desayunos y a mis sobrinitos—me acaricia la pancita.

—Harmony—le sonrío—Me alegra verte tan feliz—ella me ve tímida—¿Cómo van las cosas con Pierce?—empieza a reírse nerviosa.

—Bueno...la verdad bien—le hago un ademan para que continúe—Es muy cariñoso y siempre viene a verme o me invita a salir, también me a ayudado mucho con mi recuperación—la agarro de la mano porque es un tema que todavía le duele y yo la entiendo—Ya no tengo tantas pesadillas y...hace una semana somos novios oficiales.

—¿De verdad?—le digo con orgullo.

—Si.

—Va en serio contigo—hace una cara de preocupación.

—Aydan lo amenazó—pelo los ojos confundida—Lo agarro de la camisa y le dijo "Cuídala o te parto la cara" y después nos felicito a ambos—ambas nos echamos a reír, yo imaginándome la escena—El estado de ánimo de Aydan varía mucho en como este la relación entre ustedes y lo he notado.

—Creo que ya no me quiere.

—No digas esas estupideces, él te ama—terminamos de comer, ella todo el rato me anima para convencerme y después de darme un beso, me señala el teléfono porque Pierce la está llamando, le hago un gesto para que no se preocupe y sin disimular sale toda feliz. Agarro el desayuno de Aydan y camino de regreso a su habitación.

Los nervios me comen viva y agradezco que siga dormido. Se ve tan bello que me es imposible dejar de verlo. Después de dejar el desayuno en la mesita de noche, camino hasta su cama y lo veo atentamente, duerme tan plácidamente que me da tristeza despertarlo. Quién sabe desde cuando no dormía bien.

—Aydan—le susurró. Él no tiene el sueño pesado y se que no me va a costar—Te traje desayuno—hablo más fuerte, luego frunce el ceño y después se mueve en la cama.

—¿Harmony?—pregunta. Parece confundido y después de frotarse los ojos, los abre—Mierda—se queja por el dolor de cabeza.

—Traje tu desayuno—le vuelvo a hablar y está vez me vuelve a ver. Sus ojos verdes me observan atentamente e incluso parece sorprendido.

—¿Qué estás haciendo aquí?

—Estuve aquí contigo toda la noche—vuelve a ver la comida y noto que la ve sin apetito pero en seguida regresa a mi mirada mientras me ve con recelo.

—¿Qué paso ayer?—amanecí con una bata y él está en bóxer, por lo que es normal que pregunte eso.

—Nada, solo hablar contigo—baja la mirada a mi vientre y después regresa de nuevo a mi rostro. No me hace bonita cara, solo se levanta de la cama y camina enojado hacia el closet.

—Creo que le deje claro que no quería que estuviera aquí.

—Pues a mi me importa una mierda, además vine para enseñarte el ultrasonido de los bebés, si es que te importa—recalco enojada la última palabra. Él tira la puerta con brusquedad después de ponerse una pijama, ni siquiera camiseta como para calmar mis hormonas, es un idiota.

—Enséñamela y lárgate—se la tiro en la cara realmente enojada y me siento mejor en el sillón sin hacerle caso. Él se queda viendo mi actitud y luego baja la mirada a la fotografía—Es un milagro que sigan con vida.

—Cuídate de tus comentarios estúpidos, porque si hubiera querido asesinarlos como tu y toda tu familia anda diciendo, ya lo habría hecho hace tiempo y los amo para que le quede claro—él se sienta en el otro sillón y vuelve a ver la comida.

—No tenia que hacerme nada—lo ignoró pero a la vez lo veo disimuladamente, agarra la comida y parece pensar si se la come o no, algo raro porque él nunca a hecho eso. Finjo usar mi celular, Aydan busca algo con la mirada y yo lo hago también cuando se queda ido viendo algo. Ruedo los ojos, es la bolsa donde tiene toda la droga. Vuelvo a ver de nuevo el teléfono cuando me ve de nuevo—¿Cuándo se va a ir?—enojada lo apago.

—¿Te urge que me vaya para consumir esa porquería verdad?

—¿Le importa? No verdad.

—Claro que si—lo veo indignada—Aydan, ya deja eso por favor—me quita la mirada con molestia—Pareces un adicto.

—Con eso me olvido un rato de la estúpida realidad—empieza a comerse la fruta sin ganas. Camino hasta sentarme a su lado y agradezco que no se corra. 

—¿Por qué no haces otra cosa Aydan? Podemos buscar ayuda—frunce el ceño mientras tritura a la pobre sandía con el tenedor—Yo también lo necesito, después de todo no estamos bien.

—No gracias, si usted quiere ir a hablar con los estúpidos psicólogos, vaya sola, ellos no van a levantar a Madison de esa cama, ni tampoco arreglar todos mis problemas.

—Entonces otra cosa, pero ya no sigas con eso por favor—lo agarro de la mano—Aydan no solo te vas a matar poco a poco, también a mi—se suelta de mi agarre.

—Vete, quiero estar solo.

—No quieres estar solo—lo contradigo y odio que sea como una estúpida roca porque no hace nada para desahogarse—Yo sinceramente estoy cansada de estar sola en esa casa Aydan.

—Para eso tienes hijos—escupe sin importancia. Vuelvo a ver hacia otro lado y odio que mis ojos se pongan llorosos.

—Bien—me levanto de la cama y empiezo a buscar todas mis cosas, agarro mi bolso y también mi celular. Abro la puerta para irme pero el agarre de su mano en mi muñeca no me lo permite.

—No te vayas, te necesito Hermione—habla más tranquilo y no puedo evitar rodar los ojos por lo bipolar que es—Se que no es culpa tuya lo de Madison—cuando lo vuelvo a ver aprieta la mandíbula y lo veo extrañada por el comportamiento que está teniendo, porque no deja de tragar una y otra vez. Me vuelvo para verlo bien, él no me suelta y de hecho siento que su agarre es más fuerte—Quédate un poco más.

—¿Estás bien?—niega.

—El cuerpo me lo está pidiendo y no quiero hacerlo porque tu estás aquí—empiezo a comprender cuando me dice eso. Está teniendo una crisis de adicción—Aléjame la bolsa—aprieta los dientes y literalmente me lo ordena, pero tampoco me suelta.

—Aydan—siento mucho miedo por verlo así—Trata de pensar en otra cosa—lo agarro de la cara—Mírame—me hace caso. Sus ojos verdes están totalmente apagados y eso me pone muy mal—No conocía esta faceta tuya, ¿Desde cuando lo haces?

—No voy a decirte eso.

—Por favor, confía en mi—le doy un beso en la mejilla, luego en la otra y no dejo de darle besos por toda la cara—Te amo y no me gusta verte así, mira yo estoy aquí—le doy besos en la barbilla, bajo por su cuello y hago lo mismo sin detenerme—¿Eres adicto verdad?

—No—susurra—Y estoy hablando en serio por algo tu no lo sabías.

—¿Pero entonces por qué estás así, por qué necesitas consumir eso?—duda mucho en decírmelo y se lo veo en los ojos. Él baja la mirada a mis labios y regresa a mis ojos.

—Es por temporadas, cuando no puedo manejar algo o estoy muy estresado—explica—Y siempre me alejo cuando quiero, lo tengo controlado, pero esta vez no lo quiero hacer.

—¿Por qué?

—Ya te dije, yo no aceptó que Madison este a punto de morirse, no puedo soportarlo y menos si te pasa algo a ti o a mis hijos. 

—Yo te prometí que eso no iba a pasar—él frunce el ceño y abre la boca para decir algo, pero solo guarda silencio—Piensa en otra cosa—le doy otro beso por la comisura de los labios—Si yo te importo y tus hijos, ya déjalo, ¿Si?—él me hala de la cadera.

—Ya contigo estoy consumiendo otra droga, ¿Por qué eres así?—lo agarro por detrás de la cabeza y a ninguno le interesa alejarse del otro. La necesidad es tan fuerte que solo se escuchan nuestros besos y él lo profundiza más cuando me arrincona contra la pared—No soportó estar lejos de ti nena—él me acuesta en el sillón y se pone cuidadosamente encima mío, yo me apresuro a bajarle la pijama, él abre mi bata dejándome solo con ropa interior pero no se baja mucho el bóxer solo se saca la verga y yo abro las piernas completamente cegada por la calentura.

Me penetra sin rodeos después de correr mis bragas hacia un lado, tampoco abandona mi boca, porque mientras me embiste con fuerza, no deja de besarme con intensidad. Le abrazo un poco la cadera, me cuesta por la pancita, pero lo logró, no queda distancia entre los dos, ni siquiera porque ya no tengo mi abdomen plano. Él de manera dominante me agarra el cuello y empieza a remeter con fuerza logrando que de mi salgan jadeos de placer. Abro más las piernas dejándome llevar y su agarre en mi cuello es un poquito más fuerte conforme aumenta las embestidas.

—¿E-extrañas mi...—no puedo seguir hablando porque me da más duro. Él suelta un gruñido y yo gimo cuando me da una nalgada que me pone más caliente—¿No e-extrañas mi figura?—mi pecho sube y baja totalmente agitada y no puedo evitar aferrarme a su espalda.

—No seas tonta Golubev—me susurra con la voz más ronca de lo normal—Tienes más culo, tetas y piernas—sus embestidas son deliciosas y a pesar de que tiene cuidado con los bebés, no me suelta, no deja de darme y morderme suavemente—Abre más las piernas—ordena. Me ve a los ojos cuando me agarra de las caderas y no puedo evitar sonreír cuando me da un beso en la punta de la nariz. Cuando lo veo a los ojos me siento completamente satisfecha, sus pupilas dilatadas, sus músculos tensos al sentir todo el placer en su pene, el mismo con el que nos está dando placer a ambos, sus jadeos masculinos y la fuerza dominante porque de manera ansiosa no para de embestirme.

El sonido de nuestros cuerpos y lo mojada que estoy me excita todavía más, tampoco puedo evitar encogerme cuando el orgasmo me golpea con fuerza, después de tantos días de estrés, valió la pena. Después de unos segundos, sentí como explotaba en mi interior, me vio desde arriba y emitió un jadeo totalmente áspero y ronco, hasta sentí como sus músculos se relajaron y su atractivo rostro me veía fijamente sin perderse mi cara satisfecha. Él me sigue besando y yo no quiero que el momento termine, me siento feliz, llena de paz.

Ambos guardamos silencio. Él al igual que yo intenta calmar su respiración. Yo lo halo del cuello para darle un beso, él cierra los ojos mientras me lo permite. No puedo evitar abrazarlo y acariciarle la espalda. Él baja a mi vientre cuando recibe una patadita por parte de los bebés y ambos sonreímos inevitablemente.

—Están felices porque su Papi está chineando a Mami—Aydan suelta una hermosa risa totalmente ronca.

—Lo único que extraño es que tengo que medir mi fuerza—me da un beso en la frente, luego en la mejilla, roza mi boca, luego la barbilla y baja hasta mi cuello sin detenerse. Cuando empieza a bajar por mis senos hinchados y por mi abdomen, se lo que va a hacer. Me apoyo con mis codos para verlo. Él posiciona la cara entre mis piernas y empieza a chupar con suavidad.

Al principio solo hace eso chupar, también me parece un momento muy nuestro, íntimo y bello cuando entrelaza nuestros dedos sin dejar de succionar mi clítoris. Hago la cabeza hacia atrás sin poder evitarlo y mis gemidos salen solos, no puedo controlarlos. Cierro los ojos sintiendo su lengua entrando en mi cavidad, agarra mi trasero con una mano logrando que su boca quede más cerca. Me muerde muy suave y chupa.

—¿Te gusta verdad, te hacia falta esto?—habla por encima de mis labios vaginales.

—S-si—ni siquiera lo pienso porque es la verdad. Es cierto que entre nosotros las cosas no están bien, pero es más fuerte el amor y aunque nosotros estemos mal, no puedo irme, no puedo alejarme y se que él tampoco—¿No vas a dejarme verdad?—él deja besos por mi pancita hasta llegar a mi cara.

—Hermione—me agarra de la barbilla. Sus ojos verdes me observan atentamente y yo guardo silencio pero no puedo evitar sentirme vulnerable en ese momento. Vulnerable porque sin él siento que no soy nada, que estoy sola, que la vida no tiene sentido, es un sentimiento que no puedo explicar—No te dije que te iba a dejar o que me iba a desentender de mis hijos...—me acaricia la mejilla, yo le doy un beso sin poder controlar mis lagrimas—Lo que quiero es pensar las cosas—quiero decir algo pero no me deja—Nosotros seguimos juntos, tu eres mi chica, la mamá de mis hijos, te amo y lo sabes—hace una pausa, guarda silencio por unos segundos mientras me ve a los ojos y baja a mis labios.

》Quiero recuperar a Madison, deseo tener a mis hijos y tenerte a ti conmigo, porque te prometo que no voy a permitir que nadie te haga daño—niega con una sonrisa—Tu sabes que todo el mundo siempre te va a odiar y también a hacerte la vida imposible y si...—asiente lentamente—Lo digo por mi familia—me vuelve a tomar de la barbilla—Si se meten contigo, se meten conmigo y mi Mamá es mala—le pongo atención cuando me dice eso. Tiene la mandíbula apretada mientras parece analizar eso—Es mi Mamá, pero es capaz de todo, por eso no puedes confiar en nadie.

—Aydan—lo agarro de la mano—¿Vas a regresar a casa verdad?—sus ojos vacíos me observan sin ninguna expresión en particular, lo único que hace es limpiar mis lágrimas.

—Solamente voy a tratar de recuperarme y te prometo que regreso contigo en cualquier momento—hace una cara pícara—Mientras tanto prepárate porque quiero follarte todos los días después de que nazcan los bebés.

—No puedes porque van a ver niños en la casa.

—Eso para mi no es ningún problema, recuerda que siempre lo hacíamos cuando la enana se dormía—me susurra eso en el oído logrando que me encoja por el cosquilleo que me causa—Pero ya no hablemos de eso porque me excito de nuevo—me río cuando me tapa el cuerpo con una cobija. Ambos sonreímos pero a pesar de todo existe un vacío horrible que lo hace callarse de la nada.

—Ella va a estar bien—lo animo—Madison es valiente y se que en cualquier momento va a regresar con nosotros y nos vamos a ir todos juntos a la casa—él se aleja de mi quedando sentado en la cama y no deja de desordenar su cabello.

—Necesito decirte algo—lo dice serio—No había querido decírtelo porque creí que tu intentaste ocasionar el aborto—se aclara la garganta, yo me siento con él y guardo silencio—Después de que me dieron la noticia en el hospital, todavía no despertabas y yo fui a recoger a Madison, pero después de subir a verla, mi Mamá estaba hablando con Astrid. 

—¿Y Madison que estaba haciendo?

—Tranquila, estaba dormida, primero fui a verla y no se dieron cuenta ni siquiera de que entre a la casa, pero cuando fui a la sala de estar donde estaban hablando, escuche que te estaban mencionando por lo que lógicamente me quede escuchando y lo peor es que ni siquiera se dieron cuenta de mi presencia. 

—¿Qué paso?—mi voz sale llena de miedo y no se por qué siento que no me va a gustar lo que me va a decir. Él antes de seguir se chupa los labios y luego me ve fijamente. 

—La razón por la que no estoy contigo y me estoy alejando de ti, es porque mi Mamá esta confiada en que seguimos peleando y no quiero que se den cuenta que las cosas entre nosotros están bien—frunzo el ceño—Sabes perfectamente que una vez mi Mamá intento quitarme a Madison y no lo logro, te lo dije—asiento sin entender—Pues quiere volver a hacer lo mismo, no conmigo si no que contigo—un escalofrío me hace encogerme en mi lugar. 

—¿Qué?—mis ojos se ponen llorosos pero no me permite llorar porque me sigue obligando a verlo a los ojos. 

—Hermione, todos piensan que sigo enojado contigo y que las cosas entre nosotros no están bien, yo necesito que después de que tengas a los bebés, sacarlos de inmediatamente del hospital. 

—No—le digo enfadada—Aydan yo no voy a permitir que me quiten a mis bebés, ya tengo suficiente con todo lo que me han hecho. 

—Yo no lo voy a permitir. 

—Esa mujer me va a escuchar y lo siento mucho porque yo no me voy a quedar de brazos cruzados aunque sea tú Mamá, aunque piensen que quiero ponerte en contra de toda tu familia, voy a hacer todo lo posible para que ella no se acerque a mis hijos porque ella es la que me está haciendo daño a mí. 

—Hermione—habla fuerte sin permitirme levantarme de la cama. 

—Estoy soñando con tenerlos conmigo y después de lo que me estas diciendo ya no quiero que pase porque los va a apartar de mi, me va a apartar de ti y yo voy a quedar completamente sola. 

—No vas a quedar sola déjate de estupideces. 

—¿Estupideces?—se queda callado cuando empiezo a gritar. Mis lagrimas bajan sin control y lo único que quiero es irle a gritar a esa mujer y demostrarle que está muy equivocada—Aydan apenas me estás diciendo esto, pudiste decírmelo antes pero no confías en mí, yo pensé que no querías estar conmigo por el maldito accidente que casi tengo con mis hijos y que por cierto, yo no lo ocasione y tampoco me creíste eso. 

—Her...

—Estoy cansada porque yo nunca quise ser egoísta con tu familia solo porque sí, ellas buscaron que fuera así y es cierto que era una persona repugnante, egoísta e impertinente, pero no fui la única que cometió errores, se la viven haciéndome la vida imposible y no pienso cansarme o darles el gusto de alejarme de ti porque la verdad es que ellas no van a descansar hasta que yo me muera o desaparezca de tu vida—lo único que hace es escucharme y también me estresa que se quede callado—Si tengo que irme muy lejos con mis hijos, lo voy a hacer, incluso si tengo que decirle a Kayleth que me ayude a salir del país lo voy a hacer porque es mi oportunidad de volver a ser una buena persona, de demostrarle a Madison que estoy aquí y siento que nunca avanzo con ella Aydan, cada vez que quiero ser una mejor persona...—llena de estrés intento de pensar las palabras correctas—No puedo por culpa de algo o de alguien, entonces no me digas nada y tampoco intente detenerme porque si yo me voy esta vez lo hago con mis hijos, no pienso permitir que ella me los quite ni siquiera porque este cagada en dinero y si tu tampoco vas a confiar en mí, entonces...

—No—pelo los ojos cuando me agarra con fuerza y me pega a la pared, esta vez es él quien me deja totalmente callada—Cuando paso lo del accidente provocado o no, tu estabas conmigo, quedaste en mis brazos, yo sabía que era casi imposible de que fueras la causante de un aborto y en el momento sentí miedo Hermione porque no se trata de que no quiera creerte es solo eso, miedo a que vuelva a pasar lo mismo pero tu solo me acusas de que yo no quiero creerte donde en realidad si trato de hacerlo, también soy consciente de toda la mierda que a tenido que pasar por culpa de mi familia, ¿Acaso estás viendo que me estoy poniendo del lado de ellos?—guarda silencio unos segundos esperando a que diga un NO o un SI, pero solamente continua—Si me aleje fue porque en el momento tuve pavor de que sucediera lo mismo y cuando escuche a esa gente hablando mierda de ti, sentí mucho enojo pero si salía de la nada y les reclamaba, no iba a lograr nada porque ya iban a saber de que estaba al tanto del daño que quieren hacernos. Yo tenía una idea de que no fuiste tu, llegue a pensar que alguien te dio algo para ocasionar el aborto, ya sea en uno de los restaurantes, mi familia, hermanos, Papás, incluso mi Abuela, no lo sé—aprieta la mandíbula viéndome fijamente y me ve realmente molesto—Si confío en ti, te di segunda oportunidad con Madison, acepte el embarazo, estoy contigo porque te amo, sabía que me podía arriesgar, pero lo hice, confío en ti, deja de decir esa maldita mierda porque si confío en ti.

—Pero...—empiezo a llorar. 

—Hermione, así como estoy confiando en ti, tu tienes que hacerlo conmigo porque me caga que piense que voy a permitir que te vayas en un estúpido avión con mis hijos o que me estoy poniendo de parte de mi familia y es cierto que no te lo dije en el momento, pero ya lo estoy haciendo, te estoy diciendo lo que quiere hacer la retorcida de Astrid y mi Mamá, solo necesito que confíes en mi, porque yo no voy a permitir que te hagan daño—alza mi barbilla para que lo vea a la cara. 

—Si pero...tengo miedo—él suspira y me envuelve entre sus brazos. 

—Después de que nazcan los bebés, te prometo que voy a encargarme de ponerle medidas a mi Mamá, a mi hermana y a todo el que nos quiera hacer daño, nos vamos a ir lejos porque no quiero quitarte la ilusión de ser una buena Mamá. 

—¿Pero qué hago ahorita?—sonríe mientras me ve a los ojos.

—Se la Hermione de antes la que conocí, la que no se dejaba de nadie, se imparable nena—vi la decisión en su mirada y lo hizo tan claro, demandante e incluso intimidante que lo único que hice fue tragar grueso—Ya no me importa nada, adelante Golubev, yo voy a estar muy orgulloso de ti. 

Qué irónico que él mismo la quiera de regreso. 
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CHALETO

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