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Seventy-Six

HERMIONE

Está vez soy yo la que lleva el mando del volante. Desde que Madison despertó, tiene una semana y tres días de estar en el hospital por lo que Aydan y yo decidimos que es tiempo de que regrese a casa para que su recuperación continúe al lado de nosotros. Además que por ser doctor está capacitado para cuidarla y ella se siente mucho mejor.

Va atrás con Maddy, ella está dormida y lo agradezco porque lo mejor es que se mantenga en reposo. El pequeñito de Ulises estuvo hablando con Madison y le prometió que la iba a llevar a su casa para que jugarán. Nosotros solo la vamos a dejar si obedece lo que él doctor le dijo para su recuperación. Le doy muchas gracias a Dios el saber que no quedó como los doctores pensaron que iba a estar. Madison se puede mantener en pie y caminar, solo que ahorita no tiene la fuerza suficiente. Los últimos chequeos salieron muy bien y yo me ofrecí a ayudarle a Aydan con los medicamentos y los horarios de comida que tiene que seguir, además de cuidarla ya que ella todavía sigue débil y le cuesta mantenerse despierta. 

—Te vez tan sexy conduciendo nena—lo veo por el retrovisor y sonrío al ver lo concentrado que está viéndome.

—Y qué no te has visto tú.

—Yo soy perfecto—se encoge de hombros—No es algo que tengas que recordarme—me giña el ojo.

—¿Tú Mamá no te dijo nada por verme subiéndome en tu auto?

—Le dije que no podía conducir porque tengo que ir atrás con ella—dice sin importancia—Deporci ya sabes que va a pasar cuando nazcan los bebés Hermione, lo de mi Mamá me tiene sin cuidado—asiento mientras me estacionó. Llegamos a la mansión y está vez yo soy la primera en bajarme para ayudarle. Le abro la puerta, él sale con Maddy en sus brazos y me da risa que le da un besito al verle los cachetitos. Yo tomo los bolsos y saco las llaves del auto para luego cerrar. Ambos caminamos hacia la casa.

—Bienvenidos—me pongo de puntillas y le susurró eso en el oído. Aydan me vuelve a ver y no se como hizo eso pero solamente empuja la puerta para que yo pase primero. Enciendo las luces de la sala, él no pierde el tiempo en admirar la casa. 

—Para vivir sola y estar embarazada, eres muy ordenada. 

—Creo que he tenido mucho tiempo libre últimamente—suspiro un poco cansada—Tenía la misma rutina de todos los días y no sabes lo horrible que fue—Maddy se mueve un poco en sus brazos por lo que hago silencio de manera inmediata.

—Vamos arriba para acostarla—soy la primera en subir las gradas y cuando llego camino hasta la habitación de Madison. Lo primero que hago es esperar a que pase con ella y luego camino hasta su camita para quitar todos los peluches y ordenar las almohadas. Él la deja en la cama después de quitarle los zapatos. 

—Las cobijas están ahí—él observa el estante donde están todas las cositas de mi hija. Tiene toallas, cobijas, lentes de sol, sus colonias y cremitas para Bebé, junto con labiales de frutas para hidratar. Se decide por la rosada de Disney porque todo lo de ella es prácticamente rosa, hasta las paredes.  

—Papá—él le hecha la cobija. 

—Dime—Maddy ve a su alrededor e incluso observa sus nuevos juguetes. 

—¿Vamos a estar los tres juntos con mis hermanitos?—su voz están dulce que me dan ganas de agarrarla a besos. 

—Por el momento si piojo, ahora descansa, ya has estado despierta todo el día—ella se acurruca y cierra los ojitos. Después de darle un beso, sigo a Aydan y cierro en silencio la puerta de su habitación—Hermione—pone la mano en la pared dejándome acorralada, subo la mirada hasta sus lindos ojos verdes que me observan con curiosidad—¿Estás bien? Te he notado últimamente muy triste—me acaricia la mejilla con su pulgar, yo cierro los ojos sintiendo su tacto.

—Mi vida no tendría sentido sin ti y lo sabes—él solo me ve con esa mirada inexpresiva de siempre—Antes de conocerte mi vida era lo más asqueroso que existía y aunque sea bonita y tenga a muchos hombres—pestañeo para no llorar—No me daban nada más que sexo todos los días, siempre eran cantidades de hombres ofreciéndome dinero para que pasara noches con ellos y lo hacía por el dinero pero cuando terminaban...—trago grueso—Solo me sentía vacía, sucia y llena de dolor y a veces tengo miedo de que realmente te alejes de mí...y se que tengo que superarlo pero es difícil.

—No llores—me ordena—Se que te duele pero ya no estás ahí y sabes que no voy a dejarte sola, menos en este estado—levanta mi mentón—¿Tú piensas que cuando te veo callada y pensando tanto, es por qué estás bien y ya?—él mismo niega poniéndome un dedo en la boca para que no hable—Se que piensas en eso todo el tiempo e incluso viviendo en mi casa y viéndote de largo, sabía que llorabas todas las noches. 

—Aydan—se me corta la voz. 

—Siempre lo he sabido—sube la mano y enreda los dedos en mi cabello hasta bajar lentamente hasta las puntas—Cuando no quieras algo Hermione, tienes que decirme porque nunca sueles hacerlo y si te duele o no quieres, yo voy a entender—sigue acariciando mi cabello—No es bonito saber que has sido toda la vida abusada, que decías no quiero y nadie te escuchaba, eres mi mujer y es duro verte así. 

—Si no fuera por ti, yo seguramente estaría ahí y eso no es vida. 

—¿Por qué eres tan sentimental?—rueda los ojos mientras me limpia las lagrimas—¿Sabes por qué te toco el tema?

—¿Por qué?—le digo con curiosidad. Él sonríe mientras pasa su mirada por todo mi rostro. 

—Yo te veía de lejos en el hospital, casi siempre que ibas a las citas de Madison, tienes la costumbre de alejarte de todos los hombres que se acercan e incluso con el doctor o ¿Qué tal cuando se reunía toda la familia en el hospital y buscabas sentarte cerca de mí?

—Oye...—sonrío—Era mi secreto, pensé que nadie lo notaba. 

—Te conozco demasiado—bajo la mirada hacia mis dedos. 

—Extraño mucho a Leonor—vuelvo a ver mi pancita—Creo que ellos me han dado mucha fuerza porque la manera en la que murió fue muy cruel y de verdad deseo que todo este bien de ahora en adelante porque estoy muy cansada, también se que tu Mamá no se va a salir con la suya y no pienso permitirlo, pero...—esta vez susurro muy bajo—Tengo miedo. 

—¿De Aída?—arquea una ceja. 

—No—niego con rapidez—Es que a veces si tengo miedo que de verdad no sea una buena Mamá para tus hijos y que tal vez ella tiene un poco de razón. 

—¿Por qué piensas eso?

—Porque no sé Aydan, me asusta esto, quiero intentarlo pero me da mucho miedo, son tres bebés y Madison está muy ilusionada, yo no quiero decepcionarla, ¿Pero y si algo sale mal? 

—Nada va a salir mal...Hermione deja de preocuparte tanto, le hace daño a los bebés y además no me gusta que llores, te ves tonta—sonríe cuando yo me río.

—Esa es tu frase—enredo mis brazos alrededor de su cuello—Se que no te gusta la cursilería pero...

—Mi manera de demostrarte amor es en el sexo—aclara.

—Si, pero escúchame—le tapo la boca con mis dos manos, tengo que ponerme de puntillas para llegar—Es lindo saber que después de todo hemos superado tantas cosas Aydan, desde que llegué...no todo a sido tan malo, empecé como una empleada sexy y sofisticada que tentó a su jefe. 

—¿Ah sí?—me agarra de las caderas, le dejo besos en el cuello mientras él me guía hasta la habitación—Es al revés, soy irresistible y el hombre más guapo que puedes ver en la ciudad, nunca escuche quejas en ningún momento por eso estás preñada de tres mocosos. 

—¿Mocosos? Qué grosería. 

—Ya cállate Golubev. 

—¿A donde me llevas?—ahogo un grito cuando me alza como una bebé. Veo nuestra cama con el ceño fruncido porque sigue directo y todo empieza a tener sentido cuando me mete al baño. 

—Te voy a follar aquí—me acuesta en la tina.

—¿Pero y Mad...

—Está dormida—cierra la puerta con pestillo y se devuelve. Me quedo admirándolo cuando se saca la camisa. Aydan hace mucho ejercicio y practica boxeo, esa espalda es espectacular y me es inevitable no morderme los labios.

—Si sigues así vas a terminar como la roca. 

—Soy más sexy que la roca Golubev—se toca la cien con obviedad. 

—Amo tu ego—me ve a los ojos pero yo no lo hago porque estoy muy ocupada admirándolo. Su perfecta V bien marcada me hace tragar grueso, se baja el pantalón quedando solo con bóxer y ese enorme paquete me pone cachonda en segundos. Camina hasta la bañera y me hala de los muslos. 

—¿Estás nerviosa?—reaccionó cuando me dice eso.

—No.

—Entonces véame a los ojos—trago cuando se saca la verga y le hago caso pero tampoco entiendo como mi corazón y mi cuerpo reaccionan así, no es la primera vez que me va a hacer el amor—Ves, si lo estás—me agarra con más fuerza y cuando se chupa los labios, no puedo evitar apretar las piernas. Lo veo con atención cuando la agarra con la mano, Aydan se muerde el labio y continúa viéndome—Quedita—me ordena cuando alzo la mano. Su glande se ve demasiado delicioso y no logro comportarme como una mujer normal—¿Sabes qué me prende?—susurra.

—¿Q-qué?

—En ese estado...—observa mi vientre, sube a mis senos y baja a mi sexo, a pesar de que tengo ropa me siento muy expuesta—Yo no pienso con claridad, es lo más sucio que existe Hermione—se hace hacia adelante quedando su polla encima de mis pechos—Me adoras nena—entre abro los labios cuando se lo que va a hacer. Está tan erecta que entra sola en mi boca sin necesidad de que la agarrara con la mano. Él la saca, la vuelve a meter y repite lo mismo. Tocó sus testículos con la yema de mis dedos, tampoco me detengo porque succiono su glande recibiendo a cambió poquitos de su semen. Aydan me agarra del pelo y me deleitó con la vista que tengo desde arriba porque se le marcan las venas del cuello.

Tiene los ojos cerrados y el ceño levemente fruncido pero puedo notar la desesperación que siente porque empieza con movimientos un poco más rápidos. Entra y sale sin detenerse, luego la saca rozándome con su glande los labios y me la vuelve a meter en la boca, la sacude entre mis labios, sacándome de paso gemidos. Muevo la lengua dentro de mi boca, como si estuviera chupando lo más delicioso del mundo y es que la verga de Aydan si es lo más delicioso del mundo. Hunde más la polla, me cuesta mucho metérmela toda a la boca por su tamaño y menos que no me deja usar las manos entonces me cuesta más, de hecho de manera dominante tiene mis dos manos agarradas con una suya. 

—Nena como amante eres lo más sucio que existe—empuja la cadera logrando mi primera arcada producto de la embestida que recibí. La saco de mi boca y chupo todo su tronco hasta llegar a los testículos. Aydan baja la mirada y esta vez me empieza a guiar, dentro, fuera, dentro, fuera y lo hace repetidas veces. Siento como sus músculos se tensan y no me detengo porque se que está a nada de venirse, su sabor me embriaga y aunque intenta alejarse, está vez tengo más fuerza que él para liberar una de mis manos y obligarlo a que se venga en mi boca. Su gruñido me causa miles de escalofríos y mi corazon late al mil, al igual que abajo, de hecho parezco una adolescente sedienta porque me folle. Su polla vuelve a caer en mis pechos y me chupo los labios probando su sabor. 

—No quiero que me avises cuando te vas a venir Walsh, quiero tragarme todo—sus pupilas están dilatadas y no deja de verme con deseo porque ahora su nuevamente gorda y larga erección me deja saber que quiere más. Él se pone de rodillas y hala mis caderas atrayendo mi trasero hacia su verga, agarra mi pantalón y me lo quita con demasiada rapidez. Me agarro de la tina preparándome para lo que se viene, siento mi sexo palpitar y no puedo pensar en otra cosa que no sea esto. Yo misma me subo la blusa y me quito el brasier, Aydan corre mis bragas hacia un lado y me vuelve a ver cuando sonríe con maldad—No...—le advierto, pero hace caso omiso a lo que le digo—Aydan. 

—No pienso disculparme—tira mis bragas rotas aun lado de la tina y si me enoja un poco porque eran mis favoritas. 

—Eres un...—trago saliva cuando se hunde de golpe. Abre la ducha dejando caer el agua caliente y yo apenas logro alcanzar el jabón junto con las burbujas. Mientras se llena la tina empieza a embestirme y no puedo evitar fruncir el ceño cuando me acaricia la vagina. 

—Mierda...—susurra. Cierro los ojos dejándome llevar por el momento, su verga me hace presionar las manos en la tina y cuando la mete toda, gimo con fuerza. El agua empieza a sonar por cada embestida y todo es mejor cuando me agarra las tetas para darme más duro. Me muerdo los labios y sin abrir los ojos, busco su brazo para agarrarme de él. De mi boca salen gemidos que me cuesta retener y solo siento el deseo de abrir más las piernas para él. Aydan me embiste a lo bestia y eso me hace arquear la espalda contra él. Me prende saber que ambos tenemos los mismos deseos sexuales, intenso, duro, sucio y la química, porque él sabe lo que me gusta, yo se lo que le gusta. 

—Aydan—chillé un poco producto de la embestida que acabo de recibir. Mis piernas son gelatinas y su tamaño me hace morderme porque se que no puedo gritar. Está vez el gruñe y eso me hace abrir los ojos. 

—¿Sabes lo rico que se siente cuando aprietas mi pene de esa manera?—él me ve a los ojos. 

—Nuestra relación se resume en sexo y más rico sexo—aprovecho a hablar después de recibir mi primer orgasmo. Aydan sonríe con malicia. 

—Si tener sexo todo los días es un pecado, ya estamos en el infierno nena—ahogo un grito cuando me muerde el cuello sin detenerse, el dolor revuelto con placer me hace apretar los dientes. El agua salpica exageradamente por sus embestidas nada decentes, entra y sale una y otra vez, no puedo detener mis piernas, lo vuelvo a repetir, soy un desastre en este momento, él se ve tan sexy que juro que solo en esto puedo pensar. Él me tapa la boca cuando un grito sale de mi, aprieto los labios para no hacerlo más—Conmigo no te aguantes...—susurra despúes de frotar levemente mi clítoris—Vente para mí nena—ordena dándome una vez más una embestida que me deja relajada en el agua de la tina. Me dejo caer tratando de recuperar la respiración.

Mis piernas tiemblan y él no deja de observarlas mientras se chupa los dedos. No quiero moverme, no quiero que me mueva, me siento agotada y muy relajada. Él sonríe, estoy satisfecha, pero se que su máxima satisfacción es verme con las piernas echas una mierda, con el corazón latiendo al mil y si no fuera por el agua, estaría completamente sudada. Tengo la boca entre abierta tratando de respirar y es que estar embarazada es más agotador.

—Ya deja de verme así—me quejo porque no deja de verme de arriba a abajo.

—Chica, puedo hacerlo las veces que se me pegue la gana—recuerda. Me ofrece la mano para ayudarme a sentarme y se lo agradezco porque ya no lo puedo hacer sola.

—Gracias.

—No tienes porque agradecerme por las folladas, ya se que te gustan—lo vuelvo a ver mal.

—Por ayudarme a levantarme señor Ego—él aun así sonríe lleno de egocentrismo y me da la espalda mientras empieza a asearse al igual que yo. Tomo el jabón, lo paso por mis brazos, bajo a mis senos y continuó con el resto de mi cuerpo, mi pancita, bajo a mi sexo y vuelvo a subir. Lo vuelvo a ver, está concentrado lavándose el cabello y no puedo evitar cerrar un poquito las piernas al recordar como me estaba dando hace un momento—Amor—él me vuelve a ver. Dejo el jabón a un lado y despúes me acerco—Tengo un poco de miedo.

—¿Por qué?—se acerca a mis labios, me deja un beso que me pone los ojos llorosos y me abraza. Yo acuesto la cabeza en su pecho.

—Este embarazo se está pasando demasiado rápido, pronto ya voy a cumplir los 7 meses y...se está acercando el día, tengo miedo—escucho silencio por unos segundos, luego me alza el mentón con cuidado.

—Todo va a salir bien Nena, además todavía estás a tiempo para aceptar la cesárea—niego de manera inmediata—Hermione es peligroso, muy pocas mujeres tienen partos naturales cuando es embarazo múltiple.

—No quiero cesáreas, la doctora dice que puedo tenerlos de manera natural.

—Se te olvida que yo también te he chequeado y no es algo que no sepa, se que puedes, por eso digo que todo va a salir bien pero tampoco es algo que sea fácil y menos con tres—me encojo de hombros.

—Creo que estoy nerviosa, solamente es eso—no me deja alejarme.

—Voy a estar contigo.

—¿Quiénes más van a estar?

—Obstetras son dos mujeres, una partera, Gaspar y yo—sonrío.

—Gaspar estuvo en el parto de Madison.

—No es que me haga gracia que este ahí, pero tu te sientes cómoda y es un amigo de años al que le tenemos confianza—rueda los ojos—Es mejor que este él que otros—sonrío un poco.

—¿Celoso Walsh?

—En fin, se que vas a estar bien y ellos también—me cambia el tema—Una es enfermera, la otra partera, Gaspar es nurse y Obstetra—explica rápido.

—Y también tengo al jefe del área de Ginecología y Obstetricia...—hago una pausa para acercarme a su boca—Que excitante tener a un doctor tan sexy en medio parto—le giño el ojo. Él me da un piquito, yo se lo devuelvo—Te amo—sonríe con malicia y se estira dejándome nuevamente acostada. Tengo una de sus manos por detrás de mi cabeza y profundiza mi beso dejándome completamente perdida. Hala mi lengua con la suya y me besa con intensidad, también tira de mi labio inferior y lo muerde con suavidad sacándome un jadeo.

—No más que yo Golubev—desciende por mi cuello.

—Ya déjame bañarme—me río al sentir su mano bajando a mi sexo. Él gruñe molesto y se vuelve a alejar. Me río mientras lo veo con el ceño fruncido y no tengo porque quejarme de la vista, si es asombroso verlo continuar con su baño. Tomó mi rasuradora, se que casi no tengo pero no puedo evitar sentirme incómoda. También recuerdo que mi abultado vientre no me deja a la vista esa zona por lo que bufo molesta.

—¿Todo bien?—me presta atención de nuevo. Sonrío al ver los mechones de su cabello húmedo pegados en su frente, es demasiado sexy verlo así.

—No—baja la mirada a mi rastrillo de color rosa con molestia—Ya no puedo hacer nada—me lo arrebata con una sonrisa.

—Yo no tengo problema con ayudarte—quito la mirada sintiendo mi rubor subiendo a toda velocidad.

—No—me río cuando me hala de los muslos—Aydan, me da vergüenza—él borra la sonrisa traviesa y está vez me ve a los ojos completamente desubicado.

—¿Te da vergüenza?—repite.

—Si.

—¿Eres consciente de lo que acabamos de hacer?

—Es diferente.

—¿Por qué?

—Porque no soy yo la que te lo va a hacer—sonríe de lado cuando digo eso—Y además tu no tienes ni un poquito, yo no puedo cuidarme igual desde que estoy así.

—Ay Hermione, Hermione—chasquea la lengua—Si tu me haces eso terminamos follando en cada rincón de la casa, ¿Qué no hemos hecho? Eres mi chica, te conozco hasta el hígado, podría ponerte en 4d las 24 horas del día sin ningún problema, incluso dibujarte en un cuadro, me quedaría mejor que todos los malditos pintores del mundo—quito la cara por la sonrisa de idiota que no logro esconder.

Él me abre las piernas de nuevo y despúes de sonreír porque se que se está burlando de mi sonrojo, empieza a ayudarme con algo tan personal como esto. Tengo que admitir que es delicado para hacerlo de hecho apenas y siento como pasa el rastrillo cuidadosamente. Lo observo a él, está concentrado de hecho demasiado y se muerde el labio inferior mientras hace su trabajo. No puedo evitar sentirme celosa por su trabajo, es ginecólogo por lo que obviamente tiene que examinar a las mujeres.

—Qué chico más concentrado—lo molesto. Él me vuelve a ver y luego vuelve a bajar a mi zona. Lo analizo cuidadosamente, frunce un poco el ceño y se ve sexy porque se que lo hace inconscientemente. Cierro los ojos sintiéndome afortunada porque en parte se siente bien tener la confianza para hacer esto con tu pareja.

—Mierda Hermione—no sé por qué maldice pero entiendo cuando veo su nueva erección y no puedo evitar reírme. Él se muerde el labio nuevamente—Me está costando demasiado no meterla, estás hecha una diosa—me giña el ojo. Inevitablemente llevo las manos a mis pezones y me acaricio lentamente.

—Ya se están empezando a inflamar mucho—le digo.

—Es normal—contesta. Baja la mirada por todo mi cuerpo y luego regresa de nuevo a mi cara. Lava el rastrillo sin dejar de verme y después de ayudarme, se inclina hacia adelante para acercar su boca con la mía. Yo enredo mis brazos por detrás de su cuello y lo atraigo profundizando el beso. Pasamos así solamente unos segundos porque el sonido del timbre nos confunde a ambos.

—¿Esperabas visitas?—le digo confundida.

—Claro que no—bufa enojado y estira la mano hacia la tablet táctil para ver quien se encuentra afuera, ya que hay una cámara instalada en la entrada de la casa y afuera también—¿A quién se le ocurre interrumpir? Maldita sea—arqueo una ceja al ver a la encargada de eso. Es Astrid y dos policías vienen atrás tratando de retenerla, si veo molestia en la cara de Aydan cuando nota eso.

—¿Qué hace aquí?—le pregunto.

—No sé—parece más descolocado que yo—Termina tu baño nena y no hagas buya, ya vuelvo—me pega una nalgada haciéndome sonreír. El sonido del agua se hace notable cuando se levanta de la tina y se vio demasiado sexy porque el agua le baja por los cuadritos y la enorme espalda. Mientras se pone la bata y se seca los pies para ponerse las pantuflas, yo termino de rasurarme y me apresuro a salir.

Después de unos minutos en los que Aydan desaparece, tomo mi bata y tomo una toalla para mi cabello. Salgo del baño y se que está mal pero quiero escuchar. Dejo la puerta de mi cuarto cerrada y bajo en silencio las gradas hasta ver disimuladamente por las ventanas de la casa. Astrid está forcejeando con los policías.

—Sueltemen idiotas—logro escuchar ya que está gritando demasiado—Ya déjemen—Aydan aparece con un ceño levemente fruncido.

—Sueltela—le habla a uno en específico y los sigue a ambos con la mirada hasta que desaparecen. Ella se toca los brazos como si estuviera adolorida.

—A la próxima me va a atacar un ejército, ¿No?—le dice enfadada—Solo porque te empeñas en protegerla, solo ella te interesa—le grita. Como si Aydan me conociera demasiado ve por encima de su hombro y se da la vuelta está vez quedando Astrid de espaldas.

—¿Qué haces aquí?—habla tajante. Está muy serio y noto que ella no logra verlo a los ojos.

—Fui a buscarte a tu casa y nadie me abrió—explica—Los policías que protegen tu otra casa me dijeron que tu no estabas pero si estaba ahí el Mercedes de Hermione y me pareció muy raro porque se supone que ustedes no se hablan.

—Y si nos hablamos o no, ¿Qué te importa Astrid?

—Más de lo que piensas—él rueda los ojos—Aydan no me gusta esa mujer, siempre te lo he dicho y se que está aquí contigo.

—¿Por qué estaría aquí?—habla con tanta seguridad que la deja callada—Si el mercedes estaba en mi casa fue porque Madison quiso venir aquí y ella se fue para allá para no incomodarme—se toca la cien con obviedad y no pareciera que está mintiendo porque Aydan no es como que muy expresivo como para saber si miente o no.

—Si, pero esto está muy raro Aydan y lo voy a averigüar.

—Astrid—le dice completamente serio—Tienes que entender una cosa y es que no puedes seguir metiéndote en mi vida, creo que ya todo el daño que has hecho es más que suficiente.

—Yo no estoy haciendo daño.

—¿Ah no?—se le escapa una sonrisa llena de burla—Qué descarada para venir a buscarme hasta aquí.

—Soy tu hermana y puedo hacerlo.

—Pues que clase de Hermana—ironiza—Hazme un favor y lárgate.

—Esto no es justo—le hace un berrinche que lo hace verla con extrañeza—Aydan soy tu hermana no puedes tratarme como un perro, mira lo que me hiciste, esos policías siguen tus órdenes ¿Cómo te atreves a prohibirme el paso?

—Astrid yo no te prohibí nada, ¿Sos consciente que entraste por los portones del patio trasero?—ella baja la mirada hasta sus zapatos—Obviamente que iban a actuar así, las personas normales entran por los portones principales y tras de todo vienes en un auto que dejas afuera sin siquiera estacionarlo aquí.

—Porque no había visto el Land Rover en el patío y si Hermione no salio a recibirme en la otra casa, supuse que estaba aquí contigo y por supuesto que no me iba a dejar entrar.

—Si pero no está aquí y aunque lo estuviera no tengo porque darle explicaciones a una mocosa de 15 años—se le ponen los ojos llorosos cuando Aydan le dice eso y no puedo evitar tragar grueso porque siento que es mi hermana—Regrese por donde vino y déjeme en paz—le habla muy brusco y no puedo decir que me alegra porque nunca lo había visto tan enojado.

—Pero escúchame—lo agarra del brazo. Él parece incómodo porque baja la mirada hasta el agarre de Astrid—Se que he sido muy mala contigo, pero no es a propósito, ¿Por qué solo ves lo malo?—se le corta la voz—Ella te hizo daño y no quiero que vuelva a pasar lo mismo.

—No estoy con ella—miente y lo hace muy bien porque la ve a los ojos. Hasta me llego a preguntar si lo a hecho conmigo y me siento ofendida—No tienes de que preocuparte Astrid—eso se lo dice con brusquedad.

—Eres mi hermano, obviamente voy a apoyarte—Aydan se burla.

—Tu no eres mi hermana—recalca cada palabra—Y nunca me has apoyado en nada, entonces regrese por donde vino y déjeme en paz.

—Si te he apoyado—insiste—Solo que siempre prefieres a Uma—eso lo hace verla con atención—Lo he hecho siempre porque fui yo la que cuidaba a Madison cuando estabas mal, nunca fue Mamá y de eso no te das cuenta, todo lo que he hecho es porque tu solo hablas de Uma, solo confías en ella por eso le hago esas cosas a Hermione porque es la única manera de que me prestes atención aunque sea solo para odiarme—empieza a llorar—Yo pensaba que estabas bien sin ella porque los últimos dos años antes de que regresara, ya tu estabas mejorando e incluso eras más alegre y te divertías con Ulises o pasabas rato con Uma y odie que regresará porque tenia miedo de que volviera a hacerte lo mismo.

》Yo cuidaba a Madison siempre y cuando cenábamos en familia y llegabas después de meses sin sentarte en la mesa con nosotros, yo era la más atenta y me alegraba que estuvieras ahí, cuando Hermione te hizo daño y tu la veías de lejos embarazada de Madison y encerrada en el hospital, yo era la que le decía a Uma que te llevara un café porque si me acercaba tu ni siquiera me volvías a ver, porque nunca me prestas atención por ser la menor—eso no solo lo deja callado a él, también a mi porque no se si creerle o no—Creo que no le importo a nadie—desearía decir que me alegra mucho verla así, pero la verdad es que no—Incluso para ti es más importante Harmony que yo—Aydan la ve llorando y puedo notar como su perfecto maquillaje se arruina en segundos y a ella le importa mucho su apariencia, pero ahí mismo, no le interesa saber si se ve bonita o fea.

—¿Y cómo quieres que te crea Astrid?—le contesta más tranquilo. Ella abrió la boca para decir algo y vi que lo dudo pero me sorprendió mucho que lo confesará.

—Mamá está planeando un plan para acabar con Hermione—noto miedo en su cara—Pero no le vayas a decir nada por favor, sabes que no va a dudar en echarme de la casa—Aydan ni siquiera sabe que decir porque solo se le queda viendo en estado de shock y yo no es que este muy bien, por un momento siento que me estoy imaginándo a Astrid ahí—Quiere quitarte a tus hijos, porque dice que si sigues con ella, no va a permitir que sus nietos estén a tu lado tampoco y eso solo lo sé yo porque no había nadie más en la casa y dijo que iba a colocar una cámara en el parto de Hermione para asegurarse de que no te acerques a ella—eso me hace abrir la boca llena de indignación—Va a hacer un trato contigo y dijo que tienes que dejarla a ella para que no pierdas a tus hijos porque osino lo único que le va a importar es el bienestar de ellos.

—Está loca—es lo que dice Aydan negando lentamente.

—Y yo le dije que como iba a ser esa estupidez, incluso trate de alejarme un poco de ti Aydan porque estaba tratando de aceptarla a ella, si tu eres feliz con Hermione, yo no puedo hacer nada más—se limpia las lágrimas—Apoye el embarazo de Hermione y trate de hablarle un poco más incluso cuando hablaba con Uma, algunas veces fingía leer la revista pero solamente la estaba observando y yo sabía que ella no intento matar a los bebés porque Iclal me dijo unas horas después de que se tomó la bebida que le ofreció en su casa, que le había hechado algo para provocarle un aborto.

—¿Tú sabías?

—Si pero no podía hacer nada—Se apresura a decir—Ya Hermione se había tomado eso y si yo misma llegaba y le decía, Hermione me iba a culpar porque obviamente no confía en mi y tuve que quedarme callada, llore mucho ese día porque sabía que iba a perder a sus bebés y Mamá solamente me preguntaba que me pasaba y ese día...me pego.

—¿Por qué?

—Porque agarro mi celular cuando ya había logrado dormirme y te escribí diciéndote que Hermione estaba en peligro, olvide borrarlo y ella lo vio—Aydan traga grueso y despúes le hace la pregunta.

—¿Por qué número me escribiste?

—Por el que siempre has tenido—ella saca el celular y parece buscar algo, Aydan vuelve a ver hacia la ventana discimuladamente y se que se siente culpable—Este—Aydan recibe el teléfono y niega.

—Oh Astrid...—la vuelve a ver—Yo cambie mi número de teléfono desde el día que tuve la pelea con Ulises en la casa, por eso nunca me llego nada.

—Lo siento—es lo único que dice.

—No Astrid...—niega—Yo lo siento mucho.

—Yo no podría traicionarte Aydan, tengo una buena relación con Uma y Ulises, contigo no y soy consciente que los dos somos idénticos y los más parecidos físicamente y se que a ti no te gusta, pero a mi si porque te admiro, eres el único que me está escuchando—ella saca algo y estira la mano en su dirección. Aydan lo toma entre la mano y no se que es pero él lo ve con atención—Tal vez no me perdones, pero...—él la hala del brazo y la termina abrazando. Sigue completamente confundido y Astrid no deja de llorar.

—Si me importas Astrid, solo que tu manera de querer es muy extraña y confusa—ella se ríe cuando él le dice eso, pero Aydan no lo hace también y desearía saber que piensa—¿Por qué permites que Mamá te pegué, Abdón lo sabe?

—No—ella tiene mucho miedo y se le nota—Solo que yo soy menor de edad y no tengo nada, si me alejo de Mamá y la traicionaba, tenía que vivir en la calle o irme a un albergue.

—Te estaba manipulando Astrid, ella no puede enviarte a un albergue sin el consentimiento de Papá.

—Pero no le digas nada Aydan por favor, si lo haces me va a castigar.

—Astrid...—Aydan duda en si decirle o no—Todavía no se si me estás diciendo la verdad, deporci si le vas a decir a Mamá no me importa porque yo ya lo sé y estoy adelantado—ella lo ve con sorpresa.

—¿Ya lo sabías?

—Si y sinceramente no me espere a que me lo confesarás—Astrid lo observa con sus enormes ojos verdes decorados con un perfecto delineado—Astrid yo los quiero a los tres por igual, incluso a mi propia Mamá a pesar de las idioteces que está haciendo, solo que Ulises no se mete mucho y Uma respeta mis decisiones, pero si son importantes para mi y tu también bonita, lo siento si pensaste que no.

—Bueno—sonríe—Espero haberte ayudado en algo y...aunque no te hables con Hermione, espero que se arreglen las cosas entre ustedes, porque tu la amas ¿Verdad?

—Si—vuelve a ver hacia la ventana con una sonrisa. Camino hasta la puerta y la abro. Astrid deja de ver a Aydan para luego verme a mí.

—Hola Astrid—ella le sonríe a Aydan con una cara de "mentiroso"

—Hola—me contesta. Camino hasta donde está Aydan, ella me recuerda a mi hermana, solo que Astrid es más alta.

—No deberías de permitir que tu Mamá te trate así porque si hubieras hablado desde un principio se que Aydan no va a permitir que te vayas a la calle.

—Tienes un hogar aquí y se que Ulises también te va a recibir con los brazos abiertos, no tienes porque depender de Aída.

—Gracias, solo qué...—nos ve a ambos—No puedo venirme a vivir aquí, solo en casa de Ulises porque osino mi Mamá lo va a sospechar y se supone que Hermione y tú no saben nada.

—Yo ya se que hacer, ya lo hablamos—le contesta.

—¿Quieres pasar?—le ofrezco. Ella me sonríe y noto que es completamente sincera.

—Bueno, ¿Dónde está Madison?—pregunta emocionada.

—En los cuartos de arriba—le digo. Después de que se va, Aydan y yo nos volvemos a ver—Es increíble—le digo todavía asustada.

—¿Estarías cómoda sabiendo que mi Mamá va a poner una cámara en la sala de partos en la que vas a estar?

—No lo sé...solo creo que para no levantar sospechas tal vez lo permita—él no hace bonita cara pero aún así al igual que yo, no le toma importancia.

—Edgar—Aydan llama a uno de los oficiales.

—Si señor.

—Qué no vuelva a pasar lo de hoy y menos con mis hermanas o mi Mamá, si se los pido lo hacen de buena manera pero no las saquen a patatas como si fueran perros, ¿Entendió?

—Usted nos dijo que no le permitieramos el paso a nadie.

—Su deber es informarme si pueden ingresar o no, más no lo hicieron—este asiente entendiendo—No le vuelvan a poner una mano encima a ellas, están advertidos.

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CHALETO

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