Seventy-Five
HERMIONE
Lo veo desde lejos, él me sonríe cuando pasa por mi lado, yo hago lo mismo sin poder evitar mi sonrojo. Obviamente no podíamos llegar al mismo tiempo y menos juntos por lo que decidimos que él se fuera en el Land Rover y yo en el Mercedes, tengo que llegar 20 minutos antes que él. Conduzco hacia el hospital con prisa, quiero saber que bueno me dicen de Madison, ya deseo poder abrazarla, besarla y escucharla.
Empiezo a estacionarme ya que estábamos cerca por lo que íbamos a llegar muy rápido. Aydan no se ve por ningún lado y se que se estaciona hasta esperar un poco. Yo me adentro en el hospital y camino directamente hacia el último piso donde está mi Maddy. Subo al ascensor sin dejar de mover mi pie por la ansiedad. Llego a fijarme que hay un hombre a mi lado viéndome de pies a cabeza y realmente no puedo creer que estando embarazada sea tan vulgar. Yo ruedo los ojos y salgo del ascensor. Cuando camino hasta su habitación, apenas logro tocar el picaporte porque está se abre dejándome ver a una Collins totalmente seria, quien por cierto no tarda en sonreírme con hipocresía.
Yo a comparación de ella, no me tomo la molestia en saludarla, solamente la veo con odio y paso a su lado sin detenerme. Cuando me aseguró de que sale, escucho un "Hermione" que corto de inmediato porque le cierro la puerta en la cara. Camino hasta su camita y no puedo evitar sonreír al notar que está en una posición en la que se ve muy tierna, pero no solo por eso, le quitaron las mangueras de oxígeno. No se ve pálida de hecho se ve con más color y puedo jurar que tiene una medio sonrisa en su carita. Su semblante a pesar de estar dormida es otro. Me siento a su lado con una sonrisa y no puedo evitar sentirme feliz al verla respirando sólita.
—Buenas noches—escucho al doctor ingresar.
—Buenas noches—repito con una sonrisa.
—No puedo empezar hasta que este Aydan, ¿No sabe si va a venir?—me hago la loca.
—No, aunque tampoco creo que falte a una cita tan importante, si quieres esperamos un poco—guardo silencio, él se pone a examinar a Madison despúes de asentir. Veo por la ventana a Aydan estacionarse en el parqueo despúes de unos minutos como lo acordamos. Regreso a mi asiento y aguardo mientras ingresa al hospital. Observo mis uñas y las golpeteo contra la pantalla de mi celular llena de nervios, no se porque, pero bueno. Para mi desgracia no vamos a estar los dos solos con Maddy, porque esa señora entra primero cuando Aydan abre la puerta para ella, ruedo los ojos y centro mi atención en Madison.
—Buenas noches—vuelve a decir el doctor.
—Buenas noches Doctor—dice Collins, Aydan no contesta solo ve a Madison. Me limito a hacer lo mismo pero de reojo puedo notar como sonríe al ver lo mismo que yo cuando ingrese.
—Les tenemos buenas noticias—empieza—Cómo pudieron notar, Madison está respirando por sí sola y si tenemos que admitir que nos sorprendimos demasiado, ya que esa posibilidad era muy corta—se aclara la garganta y sonrío discimuladamente al darme cuenta que Aydan no tiene paciencia porque frunce el ceño mientras lo fulmina con la mirada—Retiramos los yesos y hace unas horas escuchamos que dijo un nombre, no fue muy claro pero sabíamos que a alguien estaba llamando.
—¿En serio?—pregunto totalmente sorprendida.
—Si, muchas felicidades, todos los exámenes salieron muy bien y no logramos explicarnos que fue lo que sucedió pero estamos seguros que en cualquier momento puede despertar, necesitamos que le hablen, que traten de decirle cosas para animarla.
—¿Pero entonces está fuera de peligro?
—Tiene que seguir en cuidados intensivos mientras despierta—explica Aydan.
—Exactamente—afirma—Muchas felicidades, con permiso—una vez que sale, el silencio es incómodo. Me acomodo más cerca de Madison mientras agarro su manita entre las mías. Siento la mirada de Collins y Aydan no hace nada, solo tiene su atención en Maddy.
—¿Qué piensan ustedes de esto? No dicen nada, parece como si estuvieran en un funeral—lo que más me cae mal es que sea tan hipócrita y tenga semejante sonrisa. La vuelvo a ver directamente con enojo, está me quita la mirada sin poder soportar.
—Usted no sabe lo que es querer un momento íntimo con Madison a solas—recalco la última palabra.
—Hermione, ¿Qué te pasa?—se toca el pecho exageradamente con indignación.
—Nada señora—fuerzo una sonrisa—Solo que me gustaría estar un rato a solas con mi hija.
—Aydan también tiene derecho a estar aquí con Madison—sacude sus lentes de sol.
—Mamá quiero examinar yo mismo a Madison y me gustaría estar a solas con ella, por favor—le dice con tranquilidad. Ella nos observa a ambos.
—Ustedes ni siquiera se hablan, solo quiero ayudarles.
—Me interesa mi hija, no vamos a discutir sabiendo que puede escuchar, por favor le agradecería que salga—le vuelvo a repetir—Usted la ve todos los días y pasa con ella las 24 horas del día—Collins se levanta enojada del sillón y después de dedicarme una mirada mortífera, yo sonrío y regreso mi mirada en Madison. Una vez que sale se escucha como golpea sus tacones contra el piso. Me fijo en Aydan quién me ve completamente inexpresivo. Yo sonrío completamente feliz—Ella se está recuperando Aydan—él se levanta cuando camino hasta él y lo abrazo sin poder contener las lágrimas—Se que va a estar bien, yo te lo prometí—le digo sin poder evitar abrazarlo con fuerza, él me devuelve el mismo abrazo e incluso siento su respiración en mi cuello.
No tengo que escucharlo decir nada para saber que está noticia lo tiene completamente feliz, incluso más que a mi, obviamente que ella es su vida entera, su niña, su princesa y yo me siento afortunada por ser la Mamá de su pequeña. No puedo creer que yo esté teniendo el privilegio de convertirme en Mamá de nuevo y no pienso arruinarlo, ni tampoco permitir que nadie me quite mi felicidad. Él es tan alto que me siento pequeña en estos momentos y más cuando me abraza y empieza a besarme como si estuviera animando a una niña.
—Madison es mi hija nena, obvio que se iba a recuperar—hace una cara super egocéntrica—No tienes que llorar por eso—me río sin dejar de abrazarlo.
—No puedo evitarlo—él me da un beso y me agarra de la mano mientras camina hacia donde Madison. Me acerca la silla y yo me siento, luego lo hace él, obviamente guarda distancia por si alguien abre la puerta.
—Necesito que ya despierte Madison, es suficiente—Aydan la regaña. Yo le acaricio el pelito. Cada vez está más largo y verla así, me causa mucha felicidad porque se que se está recuperando.
—Tienes que conocer nuestro nuevo hogar mi amor—le susurró, luego dejo un besito con cuidado en su frente, Aydan la ve con el ceño fruncido y no puedo evitar reírme—¿Qué te pasa?
—Te apuesto a que se está haciendo la dormida o que nos escucha pero no quiere despertar.
—Aydan no seas tóxico.
—Eso no es ser tóxico nena, solo digo que si esto es parte de sus otros chantajes, voy a tener que castigarla—ruedo los ojos pero entonces Aydan la ve fijamente con curiosidad. Hago lo mismo sin entender y puedo notar como entreabre los labios para intentar hablar.
—Está despertando—sonrío llena de alegría—Maddy, ¿Me escuchas mi amor?—Aydan se acerca a la camilla y le agarra la otra manita. Siento un leve apretón y eso es suficiente para saber que está bien, que nos está escuchando.
—Madison—le habla Aydan con más fuerza—Vamos abre los ojos—ordena. Yo lo golpeo para que tenga más tacto para hablarle, basta con que sea hombre.
—Pa...—pronuncia muy suave y con dificultad. Aydan se acerca más y acuesta la cabeza en su pechito.
—Maldita sea Madison me asustaste, no vuelvas a correr así por favor, nunca más—a lo último la voz le falla—No seas tonta.
—Aydan—lo reprendo en silencio pero él está muy ocupado regañandola y a la vez feliz. Madison intenta decir algo y noto que me preciona más la mano.
—Ma...—la veo con atención, Aydan levanta la cabeza de golpe—Mamá—su voz suena débil. Trago grueso cuando la escucho decir eso, "Mamá" Aydan parece muy sorprendido y ninguno de los dos dice nada por unos minutos.
—Madison—la vuelve a llamar—Intenta abrir los ojos, ¿Si?—Aydan llama al doctor por medio de un botón.
—Mi amor—le hablo—Vamos tu puedes pequeñita—Alcanzo a apagar una de las luces dejando la más liviana. Madison quiere decir algo y lo se por la manera en la que abre la boca y vuelve a cerrarla.
—Pa-pá—está vez estira la mano tratando de buscarlo, Aydan se acerca más, ella al sentir su cabello empieza a hablar—¿Dón-de está?—me asusto cuando empieza a inhalar con dificultad.
—No hables—le dice. El doctor entra con rapidez a la sala junto con una enfermera. Aydan sabe pero está tan sorprendido que no lo veo capaz de examinarla él mismo. Ambos guardamos silencio mientras esperamos a que él doctor nos diga algo.
—Madison, ¿Cómo estás pequeña, sabes donde estás?—ella quiere hablar de nuevo pero no hace más que abrir un poco la boquita.
—Agua—le contesta muy suave. Aydan se levanta rapidísimo de la silla dejándonos a ambos sorprendidos y agarra un trapito con un poco de agua en un baso. Luego se acerca y él mismo moja el pañito y le pasa en sus labiecitos secos el trapo húmedo, ella se chupa los labios al sentir el agua.
—Vamos Madison, abre los ojos—ella hace un intento y los tres la vemos con atención.
—Es normal, está tratando de acostumbrarse a la luz, no se preocupen—ella intenta abrir los párpados pero se nota que le cuesta. Él doctor sigue revisandola—Tenemos que realizarle unos exámenes para asegurarnos de que todo este bien, quiero saber si tiene alguna discapacidad—si las miradas mataran, Aydan ya lo hubiera dejado descuartizado con la cara que le puso—Voy a dejarla con ustedes mientras se acostumbra, por favor hablen con ella y recuerdelen lo que sucedió porque no creo que se acuerde.
—¿Eso no es peligroso para ella?—le digo asustada.
—Explíquele con calma, permiso—él sale con los datos que apunto de Madison. Una vez que estamos solos, noto como Maddy abre un poco más sus ojitos, la alegría me corroe de pies a cabeza y no puedo pensar en otra cosa más que verla de regreso con nosotros.
—¿Dónde está?—vuelve a preguntar.
—¿Quién Maddy?—le pregunto interesada.
—Ga-gael y Bry...—los vellos se me ponen de punta cuando se lo que va a decir y mis ojos no tardan en humedecersen.
—Madison—empieza Aydan a hablarle—Tuviste un accidente con Gael—ella logra abrir los ojos y ve toda la habitación lentamente, cierra de nuevo los ojitos y vuelve a abrirlos. Está vez nos ve a ambos, primero a Aydan y luego a mí.
—Hola—susurra—Me duele—intenta levantar la manita pero no lo logra.
—¿Qué te duele?—Aydan la ve impaciente y preocupado.
—La cabeza—arruga un poco la carita con dolor.
—Es normal, te vas a sentir mejor piojo—ella nos ve a ambos y está tan débil que tengo miedo que cierre los ojitos.
—¿Dónde está Gael y Bryan?—nos ve a ambos. Aydan le quita la mirada y yo sonrío triste.
—Mi amor después hablaremos de eso, tienes que descansar y recuperarte.
—No—reclama con dificultad—¿Dónde están mis primitos?—trago grueso. Ella nos observa a ambos, Aydan la agarra de la manita, se le ve super pequeñita al lado de la de él—¿Y Bryan?—traga grueso.
—Madison, paso algo—empieza Aydan—Tuvieron un accidente, Bryan está bien, por suerte no le pasó nada—se ve super fuerte y la ve a los ojos cuando se lo dice, pero se que por dentro quiere morirse—Sabemos que él va a estar mejor allá piojo y tu tienes que ser fuerte por tus tíos y por Bryan, ¿Si?—Maddy intenta enderezarse y ambos la vemos con horror.
—¿Ah?—se le ponen los ojos llorosos—¿Qué dices?
—No, no Maddy, quédate acostada por favor—le pido. Ella nos ve a ambos con horror e incluso nos quita la mano.
—¿Dónde está Gael?—Aydan traga y la ve con una mirada que ni siquiera yo puedo leer.
—Murió Madison—Maddy nos ve a ambos esperando a que sea una broma, empieza a respirar con dificultad y todo se pone fatal cuando empieza a llorar.
—No Papá—niega una y otra vez—No—repite lo mismo sin parar.
—No Maddy, tranquila—empieza a gritar y a patalear. Aydan y yo le intentamos hablar pero no le interesa escucharnos.
—No Papá, no él no—le suplica—Por favor mi primito no.
—Madison, escúchame—la agarra con fuerza—Te vas a hacer daño.
—Yo me quiero ir con él Papá, llévame con él.
—Mad...
—No puede ser, él no me puede dejar.
—Haber escúchame y cálmate.
—Es mi culpa, es toda mi culpa, yo quiero ir con él—Aydan me aparta cuando se pone más molesta. Quiero ayudarle pero no me deja por los bebés, ya que me puede golpear.
—No es tu culpa, maldita sea no digas eso—empiez a gritar para que lo escuché—Fue un accidente.
—No Papito, no es cierto eso, es mentira ¿Verdad? Es mentira—Aydan la abraza con fuerza y ella no para de llorar. Su llanto es fuerte y me siento inútil por no poder hacer nada—Yo tenía que irme, él no.
—No digas eso Maddy—le pido. Ella solloza y lo único que hace es llorar y llorar, no deja de hacerlo—Estábamos deseando que despertarás, no sabes la angustia que hemos estado viviendo.
—¿Para qué?—ambos nos volvemos a ver cuando me grita—¿Para qué continúen las peleas, para qué te vayas de nuevo a otra casa con mis hermanitos y Papá no quiera hablarte?
—Mira yo...
—Al menos ellos tienen a sus Papitos y él estaba más pequeñito que yo como para que se fuera sin mí—despúes de que dice eso sigue llorando y yo solo bajo la cabeza hasta mis manos. No sé lo que hace Aydan porque no quiero alzar la mirada. Ella no entiende que no podríamos soportar que algo le pasará—Lo siento—dice después de un rato en el que solo nos quedamos en silencio. Aydan la ve muy serio e incluso enojado—Yo solo quiero que dejen de pelear.
—¿Por qué estás tan segura de que estamos peleando Madison? A lo mejor y todo está bien—ella ve a Aydan con curiosidad y se limpia las lágrimas. Aydan la ve con una ceja enarcada y despúes de rodar los ojos, se desordena el pelo y habla más suave—No era nuestra intención de que vivieras esto Madison—niega—Y te juro que nunca más vamos a volver a pelear como la última vez, lo siento porque se que tienes razón—Aydan me ve está vez a mí—Desde un principio tu Mamá vino aquí y no entendía porque había regresado, ni tampoco con que intenciones—pasa la mirada en ella que solo nos observa a ambos—Pero tienes que saber que ahorita todo está bien y que ella no fue la causante del último accidente, fue culpa de algo que consumió y no sabíamos—Maddy ahora parece sorprendida.
》Cuando sientas que Mamá y yo tenemos que hablar, tu tienes que darnos nuestro espacio porque obviamente nosotros no queremos que tu te sientas mal por nuestras indiferencias o por otras cosas que puedan pasar, pero de igual manera cuando no te sientas cómoda o no te guste algo, tienes que decirme a mi o a Mamá, no solamente gritar como lo estabas haciendo porque es una falta de respeto y aunque entiendo lo que paso con lo de tu primito, no es una excusa para que grites así porque todas las personas se dan cuenta y es feo, ¿Ok?—ella asiente—Y yo lo siento mucho piojo, nunca más vamos a pelear así, vamos arreglar nuestros problemas de otras maneras.
—¿Cómo?—pregunta. Él me ve pícaro y luego cambia la cara.
—Nos vamos a parte a arreglar nuestros problemas y después ya va a estar todo bien o contamos 1,2,3 y 4 para calmarnos y luego vamos a hacerte cosquillas aunque no te gusten—ella se ríe cuando le dice eso.
—¿Pero entonces ya Mamá no se va a ir de la casa, ni tampoco van a caminar al lado del otro sin hablarsen?—la veo fijamente y por un momento tuve miedo de que dijera "Ya no se van a gritar" Aydan también frunce el ceño.
—¿Nunca has escuchado nuestras conversaciones cuando gritamos?—pregunta incrédulo, ella hace la cabeza de lado tratando de comprender.
—¿Cuándo se gritan es por qué están enojados? Nunca les entiendo nada porque hablan muy rápido y a veces en otro idioma—está vez ambos nos volvemos a ver y nos empezamos a reír. Ella sonríe viéndonos a los dos—Seguro fue por eso que nunca me di cuenta que Hermione era mi Mamá—explica—¿Hablaban de eso?
—Algunas veces—contesto. Y ahora estoy más confundida, ¿Por qué dice que hablábamos en otro idioma?
¿QUÉ?
—¿Pero entonces todo está bien entre ustedes?—pregunta nuevamente seria.
—Si—Aydan suspira y la toma de la mano—Madison desde que estás así han pasado muchas cosas y aunque Mamá y yo estamos bien—está vez empieza a susurrar—Nadie puede saber que estamos bien, solo tú, ¿Entiendes?—ella parece confundida—Es como uno de esos secretos que a veces guardamos entre los dos—está vez sonríe.
—Está bien, pero ¿Por qué?
—Después te contamos eso—le digo con una sonrisa pero ella no hace bonita cara.
—No me gustan los secretos y Papá lo sabe.
—Vamos a contarte cuando salgas de aquí, no nos pueden escuchar—le digo. Ella asiente nada convencida.
—¿Y cómo están mis hermanitos? Ven—me pongo de pie para dejarla que toque mi pancita. Ella parece muy feliz e incluso ilusionada—Ya quiero que nazcan mis hermanitos.
—Dios mío que estaré pagando—Madison se ríe cuando Aydan dice eso y lo dijo porque a Maddy se le pusieron los ojos llorosos.
—Es qué...—ella sonríe triste—No quiero que mis hermanitos se vayan como mi primito—está vez soy yo la que la abrazo.
—Ellos están muy bien y despertaste a tiempo porque tenemos que ir viendo los preparativos para el baby shower, ¿Me vas a ayudar verdad?—asiente todavía triste—Se que es duro mi amor, pero sabemos que Gael está mejor y que tenemos que apoyar a tus tíos y a Bryan.
—Yo quiero verlos.
—Cuando se den cuenta que despertaste, se que van a venir.
—Con permiso...hola Madison—ella sonríe timida—Vamos a examinarla, necesitamos que salgan por favor.
—No se van todavía, ¿Verdad?—se apresura a decirnos.
—Vamos a estar afuera piojo—le dice algo en el oído y ella asiente feliz. Luego le da un beso en la mejilla, ella hace lo mismo. Yo le doy uno en la frente y salimos de la habitación. Cuando salgo Collins está afuera con literalmente toda la familia.
—Hola—Uma y yo nos saludamos con un beso. Ella me toca la pancita—Ya quiero ver a Madison—es lo primero que me dice. Yo sonrío y lo hago todavía más cuando Kayleth se acerca a abrazarme. Obviamente Aydan y yo estamos "peleados" por lo que él se aparto un poco, de hecho está con Ulises y con Laura quién por cierto me deja impactada. Simplemente no puedo evitar preocuparme por ella, solo que no puedo acercarme todavía porque por desgracia ahí está Abdón con Aída Collins.
—Coqueta, cada vez te ves más hermosa—me hala de la cadera y se agacha hasta dejar la boca en mi pancita—Voy a ser el tío favorito pequeños bastardos.
—Kay—me río cuando pela los ojos por las patadas que recibe a cambio.
—Desde bebés ya son agresivos—finge limpiarse una lágrima—Van a parecerse a mí.
—Bueno ya—Uma lo aleja de mí. Yo solo los veo a ambos porque nunca voy a entender que tienen estos dos.
—¿Cómo está Alison?—me dice más serio.
—Despertó, estaba hablando con nosotros, pero todavía está recuperándose, al principio le costó hablar y le pego mucho lo de Gael.
—Bryan se había quedado dormido, de hecho creo que lo van a despertar porque quiere ver a Madison—me explica Uma. Astrid está sentada con un chico que no conozco, Aydan sigue hablando con Laura y Ulises. Ella se ve apagada, con ojeras y muy triste, apenas y sonríe, de hecho Ulises la tiene abrazada mientras habla con Walsh. Ni siquiera me tomo el tiempo de ver a Collins, no me interesa, yo si que no pienso permitir que se salga con la de ella. Siempre he pensado que Astrid es una mocosa que no sabe lo que hace, pero esa señora, ¿Cómo pudo ser capaz de intentar quitarle a su propio hijo, su bebé recién nacida? Es mala, la conozco lo sufiente, no importa cuantas veces me vaya, siempre va a ser igual.
—Hermione—escucho la voz de Abdón. Aydan discimula demasiado porque en ningún momento me a vuelto a ver y solamente se dispone a hablar con su hermano. Arqueo una ceja viendo a ese señor acercarse junto con la hipócrita de Aída.
—Hola Hermione—nuevamente vuelve a saludarme, yo no les contesto y doy un paso hacia atrás sin permitirles que se acerquen, menos que me toquen el vientre, porque serán muy abuelos y lo que sea, pero para mi siempre han sido una porquería de personas.
—Vayan al grano Señores porque yo no vine aquí para perder el tiempo y menos a hablar con ustedes—les dejo claro. Ambos se vuelven a ver y es Abdón el que intenta acercarse de nuevo.
—Hermione, no entendemos como hace unos días todo estaba bien y de la nada no nos permites ni asistir a los ultrasonidos de mis nietos—veo por encima del hombro de Collins como Aydan vuelve a ver de reojo.
—Es que nosotros no somos absolutamente nada, ni siquiera se porque he perdido tanto el tiempo en hablar con ustedes, si no son más que un par de hipócritas.
—Hermione—Aída me agarra del brazo cuando intento darme la vuelta—No se que te pasa—me suelto con brusquedad para después encararla.
—Yo por mi lado y ustedes por el de ustedes, déjeme en paz señora, ya me tiene cansada con sus hipocresías, porque no crean que no me di cuenta de como me estaban viendo solo por mi vestimenta—quiere decir algo pero no la dejo, incluso levanta la mirada con esa manera tan "intimidante" que suele acompañarla—Si para ustedes soy una pésima mujer, una pésima Mamá y todo lo malo que pueda existir, no quiero saber nada de ustedes porque si lo fuera ellos ya no estarían conmigo y lo único que hacen es juzgarme sin saber que fue la mordida de Iclal la que estuvo a punto de envenenarme y matarme en media carretera—los que estaban hablando se quedan callados. No hay nadie más en el pasillo, ya es tarde, solo abajo deben de haber muy pocas personas y estoy teniendo cuidado a la hora de hablar porque se que Bryan está dormido y Madison en las habitaciones de a la par.
—¿Cómo?—Abdón pela los ojos sorprendido y yo solo niego con una sonrisa y con decepción porque aunque él no sepa lo que esa señora anda haciendo, más de una vez me a humillado en frente de todos solo por creerle a ella.
—Mire Señor, cuando nazcan mis hijos, van a ir a su casa únicamente con Aydan y con Madison porque yo no confío en ustedes y otra cosa, no crean que no se la felicidad que tienen solo porque no hablo con Aydan, entonces les agradezco que no me dirijan la palabra—me voy hacia las sillas y tomo asiento.
—Mamá—está vez se mete Aydan cuando sigue con la necesidad de seguir insistiendo—No es el momento para hablar de esto.
—Claro que lo es, ni siquiera se donde está viviendo, no se que come y que le da a mis nietos, se que con usted no están seguros, pero sin embargo los estoy apoyando—me burlo al escucharla—Hermione, yo voy a asistir al Baby shower al igual que todos porque tenemos derechos.
—Nadie les está quitando los estúpidos derechos bruja—apenas susurre lo último para que ella me escuchará. No tarda en tocarse el pecho y exagerar con una enorme O, yo ruedo los ojos y solo permito que Kay se siente a mi lado con su faceta de modo protección activado al ver a la loca de Collins. Este parece muy orgulloso de mí, de hecho me sonríe.
—Eso mi amor—me da un beso en la mejilla—Sos la cosa más fascinante que existe—vuelvo a ver a Aydan que solo sigue super relax mientras escucha las quejas de la bruja de Collins y de Astrid.
—¿No vas a hacer nada?—le reclama a Aydan. Amo que lo único que hace es continuar su conversación con Ulises, quién tampoco tiene ánimos ni ganas de pelear.
Esa mujer no se va a salir con la suya.
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CHALETO
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