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Seventeen

OMNISCIENTE

ACTUALIDAD

Era un sábado a eso de las 10:30 p.m. La televisión era el entretenimiento de todos los presentes en la sala. Collins en realidad no ve la película, una Mamá preocupada, finge estar bien, pero sabe que todo está en una cuerda mal atada, que amenaza con romperse si generas mucho peso o fuerza. En realidad, los que disfrutan de Harry Potter, son los niños concentrados en la saga.

Astrid sigue actuando impulsivamente, cruelmente y aunque suene una estupidez, una chica que no sabe lo que hace por ser menor de edad, no es tan idiota su manera de pensar. Tiene un objetivo girando en su cabeza y es querer cuidar de sus hermanos, porque no soportaría que algo les pase por actuar ignorantemente, "como lo hace Uma" Piensa la chica.

Ulises intenta no meterse, pero es del típico hombre que no va a querer ver a su hermano mal y más si él es el mayor, se obliga mucho a dar ejemplo, a ser correcto. Puede estar trabajando, con su esposa o compartiendo con sus hijos, que su carácter duro y prepotente jamás desaparece, más si ve a la mujer que tanto daño a causado en una persona que siempre ha sido casi perfecta, si no fuera porque todos somos humanos y cometemos errores, Aydan sería el hombre ideal que no te da una vida melosa, ni dice promesas de bajarte la luna y las estrellas, pero si tiene buenas intenciones, al igual que sentimientos nobles que no los demuestra con cualquiera. Las personas de afuera piensan otras cosas, ven y "confirman" eso públicamente, pero su relación con Laura no es perfecta. Es que a veces nos desquitamos con personas que no lo merecen y es algo que le afecta a Ulises con su pareja. A eso se le pone un nombre, estrés y puede consumirte de una manera muy desgastante.

Todos tenemos problemas, ¿Quién dijo que la vida es fácil? Pero algo que piensa todo el tiempo Aydan, es que no tenemos que ser tan malagradecidos, siempre lo ha sabido desde jovencito, ahora más porque ha visto la salud de su hija empeorando día tras día. Intenta no quejarse por lo que le ha tocado, pero es difícil asimilarlo. Lo que queda es valorar cada día, porque aunque no parece, es muy importante tomarlo en cuenta.

Uma, conoció a una persona que le ha cambiado la vida y se siente satisfecha, suspira viendo el techo con un toque de alegría, porque siempre ha sido muy dura con ella y los demás. Esa persona le ha dicho cosas que la han dejado sin palabras, ¿Será cierto que no necesita ser perfecta, para ser alguien respetado en la vida? Porque su miedo siempre ha sido, el rechazo y no encajar, prefiere ser grosera que dejarse llevar por el amor.

—Bueno—se levanta del sillón Laura con su chocolate caliente en mano—Llego la hora de dormir para ustedes—interrumpe a los niños cuando la película llega a su fin.

—No tengo sueño—se queja Bryan cruzándose de brazos.

—Los niños a estás horas ya tienen que dormir—habla con ternura, toma a Gael que se quedó dormido en los brazos de su Papá—¿Verdad que si Madison?

—Correcto—toma los ositos del sofá cama donde disfrutaba de la película con sus primitos. Bryan se levanta a regañadientes a despedirse de los demás para a continuación irse con Madison a descansar a la recamara junto con Gael.

—Qué las moscas no te piquen—bromea Abdón gritando desde el sillón. Mientras ellos suben las escaleras, Uma enciende las luces y come un poco de los quesitos que yacen en un recipiente grande junto con las demás golosinas. Suelen reunirse los sábados para pasar en familia. Aydan algunas veces se queda a dormir para que Madison no se aburra de estar todo el tiempo en casa—Un paciente puso una demanda para el hospital—suelta Abdón ganándose todas las miradas de los presentes en la sala, Laura baja nuevamente las escaleras cambiando su sonrisa por una cara llena de preocupación al ver a todos totalmente callados, suelen vacilar la mayor parte del tiempo.

—¿Qué les pasa?—reclama arrugando el ceño. Ulises despierta de su desconcierto para ver a su esposa.

—Pusieron una demanda—confirma todavía desubicado. Laura se sienta lentamente al lado de Astrid que deja de ver su teléfono para ver a su Padre como si estuviera bromeando.

—Pero...—intenta hablar Astrid, pero se calla al darse cuenta que no tiene nada que decir. Aydan toma la noticia de manera tranquila, ya está acostumbrado a tanta cosa.

—¿Por negligencia?—pregunta apuntando directamente la pregunta a su progenitor.

—Tu amiguito Benjamín cometió una idiotez poco inteligente.

—¿Si pero qué?—exige Collins con seriedad.

—En una cirugía, cometió un error grave con un paciente, no le coloco correctamente el tubo endotraqueal, según el todo salió bien, no recuerda haber cometido ninguna estupidez, porque no se dio cuenta, se tuvo que realizar una autopsia para intentar saber de alguna manera que paso y resulto esto, la familia del fallecido se enteró y acusaron de negligencia—suelta estresado.

—Benjamín, ese siempre tiene que jalarse tortas, es magnífico—Ulises se desordena el pelo—¿Qué piensas hacer Papá?—suspira fuertemente.

—Lo más probable es que tenga que pagar su buena multa por esto, más la suspensión—todos guardan silencio, analizando esto.

—Y tú que querías ser cirujano—Uma golpea en broma a su hermano mayor.

—Yo nunca dije eso—niega Aydan—Empecé por pediatra porque me gustan los niños, pero nunca dije nada de operar a nadie.

—En fin—habla la Abuela que cabecea del cansancio en el sillón—Lo más probable es que logren salvarle los huevos a ese jovencito, tú...—señala a su hijo Abdón—Eres el dueño del hospital, quiero que tomes cada una de estas broncas con responsabilidad porque usted fue el que quiso esto, ahora no se quejen—dice lo último con un gran bostezo—Me voy a dormir y no quiero bulla, son casi las 11 de la noche.

—Buenas noches Abuela—desea Ulises con sarcasmo.

—¿Van a seguir molestos conmigo?—toca el tema la menor de edad.

—No empieces, por favor Astrid—la frena Ulises. Aydan ya sabe de qué va a hablar y no le agrada en lo absoluto.

—Gracias a que ese juez anda en Plutón, lograste salvarte el culo, pero hubiera sido una maldita jueza que se entera de lo que tú estás haciendo, puedes jalarte un broncón grande—la regaña Uma.

—Lo más probable es que Leonor te ponga una denuncia por tonta y porque seas menor de edad, no significa que no puedas terminar encerrada en un lugar de esos—sigue Ulises. Aydan intenta contenerse, por algún motivo no le gusta que su familia hable libremente de este tema, está muy molesto con su hermana menor, hasta se le ha metido en la cabeza, la loca idea de ir a visitar a Leonor y Harmony por educación, pero después de como lo vieron en la sala de casación, no tiene derecho a pasarse por allí. Solo con la mirada de la menor que lo observaba de lejos, le dio a entender, que no reconocía esa parte de él. Aunque Aydan no tuvo casi nada que ver en eso, porque la demanda la puso Iclal, pero no deja de ser familia de los ofendidos.

—Ahora tenemos que esperar y ya tomamos medidas contigo, deja de recordar el tema, porque osino tendrás un castigo peor—la autoridad y seriedad de Abdón, la deja callada, pero como siempre, ella no va a dejarse regañar tan fácilmente.

—Al menos yo no soy como Uma, que pasa hablando con el amante de Hermione—la pelinegra deja de sonreírle al celular para ver a su hermana con reproche.

—¿Qué?—explota Collins arrebatándole el teléfono a su hija. Uma traga grueso y baja la mirada.

—¿Amante dijiste?—pregunta Abdón pasando su mirada con cautela en ambas muchachas.

—Eso no es cierto, ellos solo son amigos—se defiende Uma—Además, a ustedes no les importa mi...

—¿Sos consciente de la clase de familia que son?

—No hay ninguna diferencia Mamá, ¿solo porque tenemos plata y ellos no?

—Tienes prohibid...

—¿Para qué van a pelear por estupideces?—interviene Ulises—Mamá déjala, créeme que va a pagar su estupidez más adelante, aunque intentes frenarla, no lo va a hacer.

—Uma, a partir de hoy, tienes prohibido salir de la casa.

—Soy mayor de edad y no tienen porque meterse—le grita a su padre con enojo.

—Estos celulares, me los dejo yo—Collins le quita a Astrid el teléfono.

—Pero Ma...

—Eres mala Astrid, siempre quieres ver a los demás comiendo mierda—la empuja Uma con rabia, Aydan no menciona nada, solo se queda procesando lo que está haciendo su hermana, no lo esperaba realmente. Laura no se mete mucho, porque a veces siente que por ser cuñada y tía política, hace mal tercio allí—Espero que algún día nos permitan elegir nuestras decisiones, que podamos decidir lo que queremos realmente y dejen de armarnos la vida por su cuenta—le grita a sus Papás, sale en carrera, sube las escaleras y se encierra en su cuarto.

—Desde que llego esa cochinada de mujer, los problemas en esta casa no se acaban—Collins llora y se va a su cuarto para intentar calmarse. Astrid observa a Aydan para que la vuelva a ver al menos una vez en el día, pero ya está lo suficientemente enojado. Hermione, Hermione, solo en ella piensa.

Mientras tanto, Harmony a estado faltando a clases y se le ha pasado por la cabeza, comenzar a trabajar para salir adelante, porque ya Hermione no puede hacerlo. Esta triste por dejar sus estudios, sabe que va a seguir el mismo paso de su hermana, si continua así. Leonor, ¿Cómo puede sentirse una Abuela cuando ve a sus hijos o nietos en un estado de pudrición? La menor intenta consolarla, entretenerla de alguna manera, pero ella solo sufre día y noche, encerrada en su casa, viendo por la ventana con esperanzas de ver buenas noticias que se asomen por allí. Planea luchar por verla de nuevo junto a ella y prohibirle muchas cosas, ser mano dura, porque ella misma sufre porque quiere, hasta los golpes en su cuerpo, son consecuencias de sus actos.

No dice que sea inocente solo porque es su nieta, de hecho siente que las palabras de esa familia son ciertas, pero jamás va a dejar de verla, tiene que darle esperanzas, porque si no lo hacen ellas, nadie más se va a preocupar por esto y no quiere perderla, sus nietas son su única familia, después de que falleció su única hija, le prometió cuidar de ambas sin importar lo que pase.

UMA

Paso fuertemente el labial negro en mis labios, le pongo la tapa y lo tiro entre mis cosméticos. El bolso lo paso por encima de mi cabeza para que quede entre mi hombro derecho hasta mi cadera. Apago la pantalla, cierro los libros sin guardarlos y me dispongo a bajar sigilosamente hasta la primera planta. Camino en puntillas, tratando de que mis botas no hagan el ruido, que puede llegar a ser mi muerte en persona.

Sigo caminando hasta llegar a la mini escalera que me lleva a la puerta. Le doy vuelta al picaporte, pero maldigo mil veces cuando recuerdo que tiene un maldito cilindro con llave y una cerradura completamente segura. Siempre lo voy a decir, prefiero vivir en una cabaña oscura que en una mansión de 3 pisos. De verdad odio la maldita piscina, porque la chismosa de mi hermana, le encanta asolearse o broncearse. Es el diablo en persona y odio las piscinas, así que, puedo mandar a mi hermanita y la mencionada anteriormente, a Madrid.

—Hubieras escapado por la ventana de tu cuarto—brinco del susto al escuchar la voz ronca de mi hermano. Me giro lentamente, a la vez que muerdo mi lengua fuertemente. El arquea una ceja, esperando a que diga algo inteligente o posiblemente una excusa.

—¿Qué haces despierto?—toma un sorbo del baso con agua que tiene en mano, para luego dejarlo reposando en su mano derecha.

—Digo lo mismo—forma un mohín con sus labios. Agradezco mucho que allá sido Aydan y no Ulises. No es que me vaya a acusar por esto, pero si me regaña y me manda de vuelta a mi cárcel y Aydan, no creo que sea así, pues nunca me había encontrado en esto.

—Solo iba a caminar un poco—hace un escaneo, de pies a cabeza en mi delgado cuerpo.

—No creo que, con ese short de mezclilla, corto con cadenas, blusa de cuello, negra y de manga larga, junto con una calavera y maquillaje tan...tú, vayas solamente a caminar—me acerco con rendición hasta posarme a su lado, levanto la cabeza esperando ver sus ojos verdes, pero están rojos.

—¿Estabas fumando?—pregunto pasando mi mano con los guantes negros de perlitas por su cabello cafecito, los suelo andar, tengo colecciones.

—No—miente inflando una mejilla—¿Vas a ir a verte con él verdad?—bajo mi mano dejándola caer a mi lado torpemente.

—No—contraataco con una mentira también—Recuerda que no tengo celular.

—Pero si laptop—lo miro mal. Doy suaves golpes en el suelo con mi bota y me cruzo de brazos.

—Hugh, está bien, si voy a ver a Kayleth ¿Y qué?—ve a los alrededores asegurándose que no allá nadie cerca. Me ve mordiéndose el labio levemente.

—¿Es cierto lo que dijo Astrid?—traga grueso, ocasionando que su manzana de adán se contraiga.

—Hablas de, ¿Los rumores de que son "Amantes"?—suelto sin rodeos. Ruedo los ojos cuando asiente—Es que ¿A ellos y a tí, en que les afecta, si lo son o no?

—A ellos no les importa eso, estoy de acuerdo, a mi sí—corrige—Lo que importa aquí, es que no conoces a Kayleth en lo absoluto, no es buena influenza para ti y a mí como hermano no me gusta para nada esto.

—No—lo freno señalándolo con el dedo—Ustedes son los que no lo conocen, créeme—defiendo para luego señalarme a mí misma—No sabes lo mucho que he intentado en cambiarme a mí misma, porque suelo ser la chica aparte, callada y reservada, casi rara, pero para muchos cool—él me ve con detenimiento y silencio—No sé si lo has notado, pero estoy intentando ser diferente y Kay es una persona que...me ha enseñado muchas cosas últimamente.

—Ya vistes...raro y te juntas con ese, va siendo peor.

—Me gusta, yo no visto con ropita fina o cara, soy diferente y eso me gusta—aclaro—Y creo que a él también—Aydan deja escapar una sonrisa de lado.

—Solo ten cuidado ¿Sí?—asiento con pereza. Me toma la mano y me entrega una copia de llaves. Mi cara debe de ser todo un poema, más la sonrisita que dejo escapar, pero me acuerdo que tengo a alguien en frente, así que, me recompongo tomándolas de manera seca e hipócritamente.

—¿Y tú que tienes?—se encoje de hombros.

—Nada importante—asiento con una mirada intimidante. Él sabe que no me creo eso—No quiero hablar ahorita—retira nuestro contacto visual.

—Está bien—le doy un beso en la mejilla. Me doy la vuelta para abrir la puerta, pero...—Aydan—lo interrumpo cuando va a subir las escaleras para ir a su recamara, supongo—Eres un gran Papá—bajo la mirada sonriendo satisfecha—...y hermano también. 

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CHALETO

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