Forty Six
HERMIONE
—Madison—me siento afuera de la puerta de su cuarto—Lo siento mucho pequeñita—tengo horas de estar llorando desde que ellas se fueron. Aydan no a salido del cuarto y Madison tampoco—Lo siento de verdad, no sabes como me arrepiento de todo lo que les hice, lo siento—se me entrecorta la voz—Se que eso no arregla nada, se que estás decepcionada porque nunca te lo dije pero...—trago grueso sin poder evitarlo. Yo sé que me está escuchando, la luz está encendida o al menos tengo esa esperanza.
》Pero no podía hacerle esto a tu Papá...yo desearía cambiar todo esto y me odio por haber sido una adolescente tan ignorante e irrresponsable, lo siento porque ahora se que tu nunca tuviste la culpa de nada y para él no es fácil nada de esto, no es culpa de Aydan. Solo tienes que saber que él te ama, eran cosas que no quería recordar. Yo quiero que sepas que pase lo que pase, siempre voy a estar aquí, si tu no quieres verme...entonces yo voy a respetar tu decisión y me voy a ir.
El silencio que escucho del otro lado, me desespera pero no voy a abrir la puerta porque ella no me quiso abrir.
—Antes de que mi Mamá muriera, yo quede embarazada y el mismo día antes de que ella se enterara, paso el accidente. Fallecierón mis Papás, yo estaba muy mal por eso, tu Papá estuvo todo el rato conmigo, él ya lo sabía y siempre te amo, desde que supo que alguien más estaba viviendo en mí, él ya te amaba.
》Pasarón muchas cosas dolorosas, yo era una adolescente perdida, no sabía que hacer, tenía miedo y algunas veces cuando te movías en mí...yo lloraba en silencio porque no quería quererte, sin embargo cuando me fui, me dolió mucho dejarlos a ambos, pero fui tan egoísta que siempre pense primero en mí.
》Desde que naciste siempre has sido una niña enfermita por mi culpa y desearía que fueras muy sana, solo me queda morderme cada vez que te veo mal porque no merezco que me quieras—hago una pausa cuando los sollozos me ahogan por completo. Intento hacerme viento con la mano para recomponerme y sigo hablando, porque ella merece esto—Lo siento Madison, tu
...tu querías conocerla, dejame decirte que no vale la pena que lo hagas, pero como tenías curiosidad, mi color favorito si es el morado, a mi es la que me gusta Harry Potter, Aydan se tatuo mi nombre no el de la protagonista.
》No me gustan las cosquillas, odio los gritos y antes no me gustaban los niños, ahora es diferente—acuesto mi frente en la puerta—Te quiero mucho pequeñita...tu nombre es igual de hermoso que tú y esos dibujos son incluso más hermosos que los míos, yo solo diseño ropa, tu haces de todo, yo quiero que sepas que estoy muy orgullosa de ti...siempre eres muy fuerte y valiente, por eso no dejes que estás cosas te hagan sentir mal, porque ya tu eres una guerrera, incluso mejor que todas las princesas de disney.
》Mira yo se que has crecido sin una figura materna, que tienes la curiosidad de saber como se siente tener a una persona que te peine, que te cuide, que siempre este contigo o que te vaya a recoger a la escuela cuando Papá no puede, se que es horrible no tener a esa Mamá cuando no estás en tus mejores momentos y que necesitas que te escuche y te aconseje.
Me llegan tantos recuerdos que me hacen sentir peor.
—Mi Mamá se llamaba Lisa, Mi Papá Hugo. Ambos eran los mejores Papás que tuve y se que ella debe de estar muy decepcionada de mí—limpio mis lagrimas con la manga de la gabardina que me puse—A veces desearía que te hubiera conocido, se que te abría cuidado mucho y ella jamás hubiera permitido nada de esto—me preparo para lo que voy a decir—Cuando llegué aquí, no sabía que Aydan era el dueño de la casa y creía que si me llevaba bien contigo, iba a poder quedarme en el trabajo porque lo necesitaba de verdad.
》Pero cuando me di cuenta que tu eras la niña, la bebé que estuvo 9 meses en mi vientre...—las ganas de llorar son tantas, que tengo que hacer pausas para no quebrarme aquí mismo—Me sentí como la persona más infeliz y desgraciada que existe porque fui una estúpida, deje ir a un hombre que me amaba y a mi propia hija, solo por pensar de que ibas a ser un estorbo para mí, lo siento Maddy, lo lamento de verdad.
Despúes de eso no aguanto más y susurro miles de "Lo siento" No puedo detener mi llanto, no logro calmarme, el sentimiento es más fuerte que yo y el solo hecho de saber que esta encerrada porque no quiere verme, me rompe el corazón.
—Espero que algún día puedas perdomarme Madison—limpio mis lagrimas de nuevo—Gracias por darle color a la vida de Aydan, gracias por cuidarlo por mi, también gracias por todas esas hermosas cartas, por sacarme sonrísas...al menos quiero que sepas que ahora te amo y daria mi vida por ti, ese riñon es para ti, por favor aceptalo, porque tienes que seguir cuidando de tu Papá, él te ama demasiado.
Me levanto del suelo y se que me faltan muchas cosas que decir. Observo mis dedos, mi corazón late al mil, porque realmente no estaba preparada para esto. Son las nueve de la noche y no se por qué las horas aquí siempre se me pasan tan rapido.
—Tengo que irme, porque desde hace rato estoy en la sala, tú Papá no está bien, tus tías se fueron desde hace rato y ya tengo que irme porque es tarde—le hablo más tranquila—Te quiero mucho Madison, si quisieras algún día ir a mi casa puedes ir y no necesito que me lo digas yo...me voy a ir y la decisión que tomes la voy a respetar, si tu quieres que siga aquí, lo voy a hacer porque...no pienso irme de nuevo, eres muy importante para mí, buenas noches—me alejo de la puerta con un nudo en la garganta.
Ella apago la luz.
Ella si me escucho todo este rato.
Con todavía lágrimas en los ojos me alejo de ahí y se que no me puedo ir todavía, me falta él, mi Aydan. Él era y siempre va a hacer una persona muy importante para mi vida.
Camino a pasos rápidos hacia su cuarto. Toco la puerta, no me contesta pero se que tengo que decírselo antes de irme.
—Aydan—toco con mis nudillos la puerta, pero se abre sola, ya esta entreabierta. Tomo una respiración profunda y sin dudarlo dos veces me adentro a su habitación. De inmediato lo veo, esta sentado en el borde de la cama, viendo hacia el suelo, hacia otro lado, ni siquiera se toma la molestía de volverme a ver.
Me siento como una mierda cuando no leo nada en su semblante, solo odio. Ese odio que vi el primer día en su cara, el mismo que se notaba cuando me acercaba a Madison...ya él no es ni la mitad de la persona que era.
—Lo siento mucho yo...—me odio porque el llanto me facha de nuevo—Tu sabes que yo no iba a hacer esto, no tenía esas intenciones—esa indiferencia es como una herida con un poco de gasolina, duele...es desesperante—Perdón, te juro que si pudiera cambiar todo lo haría, jamás te hubiera echo esto porque no lo merecías. Si tu quieres me voy o me quedo, ya no lo sé, solo se que no quiero alejarme de nuevo...pero si ella quiere eso voy a tener que aceptarlo.
Intento respirar para mantenerme calmada, pero me es muy difícil que la consciencia, que ese sentimiento de dolor no se vaya.
—Espero que me perdonen algún día, yo no voy a huir, tu sabes donde vivo, conoces a mi familia, tienes mi número de teléfono y...aunque no pueda cambiar nada o que un lo siento no arregle las cosas, lo voy a hacer de alguna manera, no sé como Aydan, pero...—la voz se me corta de nuevo. Toco la copia de las llaves de la casa. Entro a su habitación, él endurece la mandíbula y se que no quiere que me acerque.
》Aquí las voy a dejar—la mano me tiembla cuando las dejo en la cama—No quiero que ella este incómoda conmigo aquí en la casa y tu tampoco mereces esto, si ella decide otra cosa...no voy a dudarlo en ningún momento para volver—lo vuelvo a ver fijamente, aunque se que él no lo hace—Gracias por todo Aydan, no sabes lo que te agradezco, eres un hombre muy valioso y se que vas a recibir recompensas por eso.
Me doy la vuelta, abro la puerta y sin ver atŕas empiezo a bajar las escaleras. Tomo mi bolso del sillón y se que estoy hecha un desastre, que las lágrimas ni siquiera me dejan ver bien, pero aún así salgo corriendo de ahí.
Saco mi celular, marco el número de Leonor y empiezo a caminar hasta el parque. Por un momento creí que no me iba a contestar, pero cuando escucho su voz, todo empeora.
—Hermione, hola mi amor.
—Hola—escucho silencio. Se que mi voz esta horrible.
—¿Estás bien? ¿Qué paso?—esucho que pregunta miles de cosas pero no tengo ni siquiera cabeza para escucharla con atención.
—Ella lo sabe todo—suelto sin rodeos—Astrid se lo dijo todo a Madison y ella ya lo sabe—Leonor apenas y dura unos segundos en contestar porque despúes lo hace.
—¿Y qué tiene eso de malo Hermione?
—Abuela, ¿Cómo vas a preguntar eso?—hablo histerica.
—Haber...—se aclara la garganta—Era obvio que en algún momento se iba a dar cuenta de todo, es algo que ni el mismisimo Aydan puede controlar.
—Era algo que le prometí, que Madison nunca lo iba a saber.
—Pero eso no es culpa tuya Hermione, eso no salió de tu boca—ya no se que estoy haciendo solo se que estoy tan estresada que empiezo a gimotear—Golubev, necesito que te calmes por favor.
—No puedo.
—Tranquila mi amor todo va a estar bien.
—Ella me odia, Madison me odia y él también.
—Ellos no te odian Hermione—eso me hace sentir peor porque se que todos mienten, es obvio que si me odian—Confía en mí mi niña, se que todo va a estar bien, solo tranquilizate, no creo que Madison te deje ir tan rápido, despúes de todo ella tenía curiosidad por conocerte, ya lo habías mencionado antes.
—¿Qué se supone que tengo que hacer?—ella habla con tanta tranquilidad—Maldita sea Leonor, ¿Por qué estás tan segura de lo que dices?
—Porque eso necesitas tú, seguridad—automáticamente dejo de llorar y hago una mueca.
—No entiendo.
—Es la verdad, no vives en la cabeza de Aydan para suponer de que él te odia y te va a hechar de la casa, que te va a prohibir ver a Madison, si claramente no lo ha hecho, tienes que confiar en ti y tener la seguridad y fé de que todo se va a arreglar.
—¿Pero y si se mudan del país, cambia de número o me prohibe hacercarme?
—Eso no va a pasar—logro sentir un poco de tranquilidad—¿Cuando te he fallado? A veces te digo que va a pasar algo o que eso no es lo correcto y si sucede. Siempre tengo razón y te falta mucho por vivir puedes luchar por lo que quieres y volver a empezar de nuevo.
—Ya no quiero empezar de nuevo Abuela, estoy muy cansada de tratar ser perfecta.
—Nadie es perfecto, no seas tan cabezona—me froto el puente de la nariz.
—Ya estoy cansada.
—Tonterías, eres una chamaca muy jovén, eso lo puedo decir yo, no tú—empieza a tararear algo que no entiendo.
—¿Y qué hago?
—Eso solo tú lo sabes.
—Leonor—espeto.
—Solo tu lo sabes Hermione, ¿Quieres irte y dejar todas las cosas así? O mejor haces lo correcto, te esperas un poco a que ellos piensen la situación, los buscas de nuevo, luchas por ambos porque vamos, no solo te interesa recuperar a Madison—lo afirma, ni siquiera me deja negarme o refutar.
—Los dos—susurro muy suave.
—Lo ves mi amor, tienes que aprender a pensar y no ponerte así, porque no vas a arreglar nada, puede que pases por muchas cosas y problemas pero me desilucionarías en serio si dejas que el miedo te gané—formo una sonrisa.
—¿Qué haría sin ti?
—Yo soy el Wabi Sabi guía de la vida—frunzo el ceño porque solo había escuchado esa palabra en la boca de Aydan o realmente no lo sé si lo escuche en otra persona...pero él me dijo eso hace muchos años—Tienes que aprender a no depender tanto de mí Hermione, recuerda que las Golubev somos unas triunfadoras.
—Si—digo sin importancia—Te amo Abuela.
—Estoy en la etapa más feliz de mi vida, porque sin duda haber conocido a mi Bisnieta y ver a Harmony superarse en sus estudios y hablando tanto de las metas que tiene, es algo que me honorgullece mucho o el sin vergüenza de Kayleth que no tiene remedio alguno, los quiero a los tres.
—Ahora que mencionas a Kay...—siento un vacío en mi pecho cuando lo menciono y creo que es porque ya no paso tanto tiempo con él como antes—Voy a llegar tarde por eso te llame necesito ir al bar o a su casa porque lo extraño mucho y necesito hablar con él.
—Ve con mucho cuidado mi niña.
—Si—cierro mis ojos con fuerza porque los tengo hinchados por llorar tanto—¿Y Harmony?
—Me escribio hace una hora, dice que mañana regresa.
—Bien—suspiro más tranquila—Tengo que hablar con ella.
—Ya relájate, hazlo por mí, sabes que me gusta verte sonreír.
—Si Jefa, te amo.
—Yo más—y con eso corta la llamada. Veo a mi alrededor. Ya es muy tarde y todo está oscuro. Me pongo de pie mientras trato de arreglarme un poco en el camino.
Creo que tengo que hacerlo, primero tengo que hablar con Aydan y decírle la verdad, tengo que ser sincera para que él sepa que quiero recuperarlos a los dos.
¿Y si me rechaza?
¿Si me dice que no?
Tengo mucho miedo porque se que yo ya no le importo, pero como dice Leonor, tengo que demostrarle lo mucho que me importan y está vez prometo no dejarlos ir tan rápido. Pienso muchas cosas, veo hacia el cielo que está nublado, la noche esta fría y hay luna llena. Camino en el silencio.
Extraño mucho a Kay, no se por qué no contesta, los mensajes de Harmony no me tranquilizan del todo, Leonor esta sola en la casa y eso tampoco me gusta. ¿Por qué la vida es tán cansada y difícil? A veces solo quiero que toda esta mierda se acabe y ni siquiera se que cosas buenas o malas vienen delante mío.
—Una muñecota—escucho la voz de un hombre. Asustada empiezo a ver por todos lados y cuando lo ubico empiezo a caminar más rápido. Es un idiota que de seguro tiene hasta los huevos tatuados. Intento ignorarlo y también todas las asquerosidades que tira.
Me empiezo alarmar cuando veo a otro viniendo del otro lado, me ve directamente y lo peor es que, todavía me falta para llegar al bar. Trato de ignorarlos, me están siguiendo, tengo miedo y el pavor quiere ganarme.
"No te van a hacer nada tranquila"
Giro sobre mis talones y cruzo la calle cuando siento que vienen detrás mío. Me apresuro a caminar, necesito ayuda.
—En la camioneta—escucho que dice uno.
"CORRE"
No me importa nada, literalmente empiezo a gritar y a correr como loca, arriesgandome a que anden pistolas. Les grito a los carros que pasan para que me ayuden pero son tan idiotas que no se detienen.
El miedo vuelve a mi como cuando era pequeña. Ellos me seguían, me subieron en una camioneta idéntica a la que estoy viendo. Por un momento no se que hacer, no me va a dar tiempo de llegar al parque para esconderme. Corro tan rápido que por un momento ya no siento mis pies.
Escucho pasos que se acercan a toda velocidad con intenciones de agarrarmen. Son como tres o cuatro y ni siquiera logro pensar con claridad, solo empiezo a tocar las puertas de las casas mientras grito "Ayuda" una y otra. No veo hacia atrás se que es peor, solo me meto en un callejón cualquiera y siento alivio cuando encuentro un árbol grande con muchas matas y sácate para poder esconderme.
La vocina de un auto es lo siguiente que escucho, cuando me vuelvo noto un auto que se acerca a toda velocidad. No tengo salida.
—Me cago en la puta—grito tratando de aferrarme a la pared. Todo está oscuro pero cuando creí que todo se fue a la mierda, lo veo a él.
Aydan.
Se baja del Land Rover mientras se acerca a toda velocidad. No lo dudo y me lanzo en sus brazos con el miedo consumiendome por completo.
—Me están siguiendo, m-me...
—Ya tranquila Hermione—él me abraza, yo me aferro a la camiseta o abrigo que anda puesto y no puedo evitar empezar a llorar. Ese miedo no se va, nunca se va, siempre tengo miedo, el recuerdo es una tortura. Ya me duele la cabeza, no aguanto los pies, me siento mal y ni siquiera puedo ver bien por las lágrimas que salen como cascadas de mis ojos.
—Ellos se acercan Aydan.
—Shh—siento sus caricias en mi espalda—Yo estoy aquí.
—Si pero, son cuatr...
—Mirame—me agarra de la cara—Tranquila, yo estoy aquí.
—Me seg-guían.
—No hay nadie en las calles Hermione, tranquila—siento que me voy a caer y estoy mareada.
—¿Estás bien, no te hicieron nada?
—Yo estoy bien, mira—no deja de abrazarme en ningún momento mientras me señala las calles donde esta el Land Rover con las luces encendidas—No hay nadie—observo a mi alrededor y es cierto...no hay nadie—Ten—me ofrece una botella con agua. La tomo entre mis manos y bebo del contenido porque ni siquiera sabía que lo necesitaba.
—¿Y tú...—hago una pausa tratando de recuperarme—¿Qué haces aquí?—la mirada preocupada no desaparece y mis nervios amenazan con volver a aparecer.
—Vamos, sube al auto—tiene una mano en mi cadera mientras abre la puerta para que suba. Extrañada le hago caso y cuando lo veo dando la vuelta para subir él, aprovecho a verme en el espejo porque tengo el maquillaje horrible.
—¿Qué paso?—lo interrogo apenas se sube. Él me ve directamente y despúes traga grueso, solo se que no es nada bueno.
—Necesito que por favor te calmes y despúes te lo digo, ¿Si?
—Pero...
—No es fácil lo que te tengo que decir y gracias a Dios logre encontrarte.
—Aydan, ¿Pero qué...—me vuelve a agarrar de la cara y cuando lo veo un poco afectado, me siento fatal—¿Es Madison, donde está Maddy?
—Se quedo en la casa con mi Abuela.
—¿Con tu Abuela?—digo confundida.
—Hermione, hey mírame—lo veo a los ojos. Él limpia mis lagrimas—Me llego un mensaje y...—traga grueso—Es Leonor.
—¿Leonor?—siento que me agarra fuerte.
—Uma me llamo, están afuera de tu casa y ahí estan las ambulancias, los bomberos y la policía.
—¿Qué?
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CHALETO
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