Fifty Two
HERMIONE
—Hermione—escuchó como por milésima vez la voz de Aydan tratando de llamarme—Hey—me quede muda, en un estado de shock donde literalmente solo tengo ganas de llorar. ¿Está muerto? En el estado en el que está es lo más probable, todo mi mundo se viene al suelo al ver a la persona que menos esperaba así.
—No, no...—me tapo la boca con las manos. Aydan le alza la cabeza con cuidado, nunca había visto a mi mejor amigo, a mi hermano, a la persona que siempre me protege, en ese estado tan miserable. Kayleth está lleno de sangre, golpeado, tirado en el suelo como si fuera cualquier porquería—Tienes que revisarlo Aydan, por favor—lo sacudo del brazo queriendo que me entienda.
—Hermione, cálmese primero.
—Lo voy a perder a él también, no puedo perderlo, por favor no—Quiero abrazarlo pero no me deja—Aydan.
—Necesito llevarlo al consultorio, pero no puedo solo alzarlo como si nada y llevármelo, por eso cálmese.
—Pero es que míralo Aydan, él no reacciona.
—Te voy a soltar y no puedes tocarlo o juro por Dios que la voy a encerrar en una de las habitaciones, ¿Entendió? Porque si es algo grave tenemos que salir de una vez al hospital—habla fuertemente y yo apenas asiento. Después de fulminarme con la mirada, se agacha hasta donde está Kay, lo primero que hace es tocarle el cuello y revisar su pulso—Necesito que habrá la puerta de mi oficina en lo que yo me lo llevo, ¿Si?—le hago caso porque no quiero separarme de él, quiero saber que está bien.
Me apresuro a abrir la puerta de la oficina de Aydan y luego corro la cortinas donde está todo su consultorio. Se que viene detrás mío por lo que enciendo las luces y acomodo la camilla.
—Ponle doble rollo de papel—me señala con la mirada lo mismo que le suelen poner a las camillas, lo hago con rapidez, apenas termino él lo acuesta en la cama. Aydan empieza a revisarlo, primero el pulso, luego la presión y después con una linterna, empieza a verle los ojos. Yo no sé nada de lo que hace, pero estoy deseando que me diga algo. Lo observo atentamente, el pantalón de Kay está casi despedazado y Aydan se lo termina de romper.
—Tiene una hemorragia externa por eso tanto sangrado—explica. Lo veo agarrando unas gasas y después empieza a cubrirle toda la herida, después lo veo presionando con la mano—Trae el alcohol está en esa gaveta y ayúdeme a limpiarle la cara—Kay tiene partes de la cara muy inflamadas y mucha sangre por los golpes que le dieron. Cuando me acerco a verlo, es un verdadero infierno verlo así—Si no puedes hacerlo, no lo hagas.
—Si puedo es que...—me limpio las lágrimas—No es justo—sollozo sin poder evitarlo. Tomó el alcohol y toallitas húmedas para limpiarlo.
—Mierda, no respira—susurra. Solo logró limpiar un poco porque Aydan empieza a arrancarle lo que quedaba de la camisa. Todo lo hace demasiado rápido, le pone algo en la nariz que realmente no tengo ni idea de que es y me duele como le mete esas cosas en sus fosas nasales.
—¿Qué es eso?
—Una cánula nasal, no tiene oxígeno pero si pulso—explica rápido, luego se lo pasa por encima de las orejas y se lo amarra atrás, conecta la manguera en un aparato extraño, Kay suspira con fuerza cuando el aire ingresa a sus pulmones—Kayleth—le habla.
—Kay—imito a Aydan. Él está muy mal se nota demasiado y aun así se mueve tratando de abrir los ojos.
—Leonor—susurra y me siento como una mierda cuando dice eso. Aydan le vuelve a revisar la herida de la pierna y gracias a Dios el sangrado que tenía lo logró detener.
—Kayleth necesito que te quedes aquí en reposo, tenías una hemorragia, perdiste sangre, tienes lesiones y también hematomas, entonces ocupo que ponga de su parte porque ni siquiera podías respirar—él sube la mano y se toca la mandíbula.
—¿Dónde estoy?—murmura.
—Conmigo—lo agarró de la mano.
—No estoy muerto entonces—deja escapar una sonrisa dolorosa que me hace sentir peor. Después una lágrima se le escapa y me odio por eso.
—Estás teniendo dificultad para respirar, te voy a hacer un ultrasonido para saber si tienes algo fracturado—Kay tiene los ojos cerrados, yo lo agarró de la mano y puedo notar que tiene la respiración un poco más regular. Aydan alista una máquina.
—¿Para qué es?
—Para realizarle una ecografía—no hago bulla para no estresarlo, a cada rato se asegura que este respirando bien y en una pantalla observa con el ceño fruncido los órganos de Kay que están en gris y negro, no sé como hace para entender eso—Mira aquí—señala—Tiene una costilla fracturada, le está doliendo respirar.
—Ay no—me agarro el pelo llena de estrés—¿Cómo es que sabes hacer todo eso Aydan?—le hablo estresada—Se supone que eres ginecobstetra y pediatra.
—Abdón toda la vida a sido uno de los mejores cirujanos de Colombia, yo desde los 5 años estoy interesado en todo, por lo que siempre he puesto en prácticas de muchos años y esfuerzo lo que me interesa, el área de cardiología es otra cosa, al igual que cirugías, yo no trabajo en eso.
—¿Pero lo harías?
—¿Cirugías?—asiento—No, no es mi especialidad.
—¿Y Kay necesita cirugías?
—No, una costilla fracturada sana maso menos durante 6 semanas con reposó, solo le voy a vendar y le inyecto acetaminofén para desinflamar—toma una respiración fuerte y me vuelve a ver—Todo fue gracias a Dios porque perfectamente el golpe que sufrió podía haber lesionado los pulmones u otro órgano, pero por el momento solo eso, no necesita ir de urgencias al hospital, aunque si quieres lo llevamos.
—¿Es necesario?
—Se puede recuperar en la casa, tiene que descansar y guardar mucho reposo—recalca la última palabra. Kay parece un angelito durmiendo y me siento bien porque se que está estable.
—Gracias Aydan—lo agarra muy fácil aunque también con cuidado para enrollarle una venda en todo su abdomen, no tiene sangre en esa zona.
—Creo que está deshidratado, tiene los labios resecos—informa.
—¿Y puede comer o tomar algo en esas condiciones?
—Yo siempre tengo tiempo para comer muñeca—lo escucho susurrar. Aydan está serio y se que no le cae bien, por alguna extraña razón que no entiendo.
—Todo que no sean porquerías, ni licor—aclara. Sale de la habitación otra vez enojado.
—Hola preciosa—no abre los ojos, solo habla.
—Lo siento mucho Kay—me aferro a su mano entrelazada con la mía y no puedo evitar no llorar.
—No seas tonta Hermy, he estado en peores condiciones.
—Si pero...si hubiera estado más pendiente de ustedes nada de esto habría pasado.
—Lamento decirte esto coqueta pero...—tose un poco y también se queja por la molestia que debe de sentir—No es como que tu hubieras podido evitar que veinte idiotas me agarran a golpes o que el incendio no hubiera empeorado si hubieras estado con Leonor—él me hala de la blusa con dificultad—Quiero darte un beso, ven—lo abrazo, Kay me deja un beso en la mejilla.
—Por un momento creí que eras tu el que estaba en problemas y que por eso nos estaban haciendo daño a nosotras—niega con el ceño fruncido.
—¿Y Harmony?
—Eso es otra historia.
—¿Pero ella está bien como tú?—Abre un poco los ojos y solo trago grueso porque creí que al igual que lo de Leonor ya lo sabía.
—La secuestraron y creí que estaba en casa de Matt.
—¿Qué cómo?—intenta enderezarse en la cama pero solo hace una mueca.
—Quédate así Kay, no puedes levantarte.
—¿Ya la encontraron, dónde está?
—Tranquilo está aquí en casa.
—Esos imbéciles le hicieron algo, ¿Verdad?—no le quiero decir eso a Kayleth porque es muy vengativo y aunque no le importe mucho su estado, si el de nosotras y si tiene que mandar a que una mafia mate a esos imbéciles lo va a hacer o incluso él mismo.
—Lo importante es que ella ya esta bien.
—¿Qué paso?—habla entre dientes por el dolor.
—No voy a decirte porque vas a causar más problemas y realmente no quiero eso.
—Solo dime—niego—Igual lo voy a averigüar—forma una sonrisa socarrona—Supe desde que paso lo del incendio que ibas a venir a casa de tu ex.
—Kayleth.
—¿Y Alison?
—Es Madison y me odia.
—Ay no, ¿Cómo una cosa diminuta de esas va a odiar a una belleza como tú?—ni siquiera sintiéndose mal, deja las estupideces. Sonrío porque me da gracia.
—Ya sabe todo—abre un ojo con sorpresa.
—Uy—se queda analizando lo que le dije y de la nada saca la lengua—Andar esta mierda en la nariz está siendo incomodo, es peor que andar algo metido en el culo.
—Créeme que lo pensó mucho para hacer eso, es más desde que abrió la puerta y te vio, yo se que sabía que no estabas respirando, Aydan te tiene un odio especial.
—Celoso—murmura.
—¿Qué?
—Lo que oíste guapa—forma una sonrisa de maldad—Deberías hacerme una mamada, vas a ver como en un segundo entra por esa puerta y me rompe la otra costilla.
—Kayleth—me ruborizo un poco y decido cambiar de tema antes de que diga otra cosa—¿Cómo fue que paso todo Kay? Debo de imaginarme que fue horrible.
—Eran veinte, yo estaba despidiéndome de la hermana del idiota de tu ex y me llamaron, me volví y sentí un vergazo horrible en la jupa, luego me llevaron a algún lugar extraño y juraron que me iban a matar por todo lo que hizo un tal Parce, tuve que hacerme el muerto porque de verdad me iban a matar y cuando tuve la oportunidad me escapé de ahí y tuve que venirme arrastrado hasta acá pero apenas y logre tocar el timbre de la casa porque tuve un desmayo.
》No todo fue malo linda, siempre quise tener un desmayo para ver como se sentía y cada golpe era más rico que el otro, el único que si me mato fue el de la maldita costilla de mierda y por poco no veo nunca más la luz, logre que nadie me viera, solo un niño que me vio arrastrándome en una acera con una cara de horror, fue divertido y doloroso.
—¿Por qué lo dices tan tranquilo?
—Porque lo importante es que estoy aquí de nuevo, tengo una suerte fantástica y todavía te preocupas si soy casi inmortal—me río porque tiene razón una vez estuvo a punto de desangrarse o cuando lo agarraron a balazos y yo creí que era el fin de Kayleth, claro que estaba en una cirugía de riesgo, estuve a punto de perderlo, pero aquí está.
—No soportaría perderte Kay.
—Ni yo a ustedes, solo tuve miedo de que les hicieran algo y créeme que llore mucho por lo de Leonor, lo siento mi niña—escondo la cara en su cuello. Está bien, tengo aquí a mi hermana y a Kay conmigo, le doy gracias a Diosito por eso.
—Voy a traerte comida, ¿Si?
—No Hermione, dile al sexy de tu novio que venga por mí y que me lleve a la sala para estar ahí, no quiero quedarme aquí.
—Pero tienes aparatos extraños, Aydan te puso esto para que sintieras alivio.
—Ya siento alivio.
—Si pero aún así, descansa voy a traerte algo de comer.
—Hermione—se queja. Lo dejo maldiciendo solo en la habitación
y me apresuro a ponerle un mensaje a Uma diciéndole que Kayleth está aquí. A lo mejor y se trae a Madison, necesito verla, yo quiero verla.
Cuando entro a la cocina, Aydan está con el ceño fruncido mientras se come una galleta y aunque hago bulla cuando entro, no me vuelve a ver. Saco todo para hacer empanadas con queso y frijoles. Cuando termino de arreglar la masa y las hago para que se cocinen, no puedo evitar estresarme por verlo enojado.
—¿Qué te pasa?—interrogó. Se sirve café y cuando empieza a caminar hacia la sala, camino cabreada detrás de él—Deja de ignorarme, odio que cuando te enojas hagas eso.
—Y yo odio que siempre pregunte todo, metiche—se da la vuelta, me golpeó con su pecho cuando se detiene en seco, desorientada me acaricio la frente.
—Idiota—le digo molesta. Me doy la vuelta para irme, pero tira de mi brazo.
—¿Puedes ponerte algo debajo de esa camisa?
—Eres tan bipolar—ruedo los ojos.
—Póngase algo, no me hace gracia que ande así, aquí esta Harmony y ahora ese idiota.
—Ese idiota tiene nombre—me suelto con brusquedad y antes de que diga algo, escucho el timbre de la casa sonando.
—Haga lo que le dije, yo abro—subo rápido las gradas porque se que es Uma. Abro mi habitación, me pongo bragas y cambio mi brasier, luego un conjunto de pijama que consiste en un short y una blusa de tirantes y salgo de nuevo de ahí.
Antes de bajar me veo en el espejo que esta en el pasillo y me pregunto, ¿Por qué putas le hice caso y me vine a cambiar? ¿Por respeto a Harmony y qué viene Madison? Eh...si.
—No quería venir la convencí—cuando bajo las gradas escucho a Uma conversando con Aydan. Madison apenas está entrando. Walsh la observa fijamente, yo termino de bajar las gradas, ella nos ve a ambos. Anda ropa rosada, la peluca es del mismo color y como siempre se ve pálida. Ella viene arrastrando un osito de peluche y se ve muy tierna, tanto que desearía alzarla y no soltarla.
—Hola—le dice a Aydan. Él le ofrece los brazos y sonrío cuando se lanza encima para abrazarlo.
—¿Te sientes bien?—ella asiente y le dice cosas en el oído, Aydan solo sonríe. Se la lleva alzada y los veo desaparecer hacia el segundo piso.
—¿Dónde está Kayleth?
—Arriba, en la oficina de Aydan—Ella sube las primeras gradas pero al igual como subió de rápido se devuelve—¿Cómo has estado tú?
—No es fácil, pero creo que estar aquí me a ayudado mucho, Harmony está arriba.
—Siento mucho eso—me da un beso en la mejilla y sube a toda velocidad hacia el lugar donde está ahorita Kay.
"Tengo que interrogar a Kayleth con respecto a ese tema"
Camino en silencio por toda la sala y detallo la taza que reposa por la pantalla. Como desearía tenerla conmigo, no me interesa la casa, pero si tan solo ella hubiera logrado salir de ahí. No entiendo porque pasan las cosas y es algo que nunca voy a entender.
...
Abro los ojos y me froto la cara cuando se que es un nuevo día y que tengo que levantarme, ¿Todo va a estar bien? Ya ni lo sé. Veo la hora en mi teléfono, 12 de la tarde.
¿En serio son las doce de la tarde?
Pelo los ojos asombrada por eso, desde que llegué aquí duermo más de la cuenta. Antes tenia desordenes hasta para dormir porque me costaba más. Saco ropa sport, tenis y me meto a bañar, pongo el agua caliente y me siento triste porque no desperté en su cuarto, porque no entiendo cuando se pone indiferente conmigo, extraño al Aydan que aunque estaba distraído me hacia caricias en las piernas mientras yo dibujaba o usaba el celular, él mismo que siempre alegraba mis días cuando estaba mal o cuando se enojaba conmigo, simplemente lo arreglaba follandome como bestia.
Aydan no es el mismo, quiero recuperarlo y que vuelva a ser el mismo de antes, siempre que lo tengo cerca es una tortura, porque me encantaría abrazarlo, besarlo, pero no tengo derecho de hacer eso. Mis lágrimas se revuelven con el agua de la ducha y me siento tonta por eso, pero es que no puedo borrar ese sentimiento, olvidar todo lo que he vivido con él como si nada y tampoco lo que siento ahorita por él, es horrible porque se que me estoy haciendo daño, se que cada vez que estoy con él, el amor que le tengo crece más. El sonido del teléfono desvanece mis pensamientos. Cierro la ducha y estiró la mano para agarrar el celular.
—Si.
—¿Por cuánto tiempo se piensa quedar Kayleth aquí?—escucho la voz rápida de Uma.
—No lo sé, no lo he hablado con Aydan, ¿Por q...
—Porque ni a Aydan, ni a mí, nos está siendo cómodo que él esté aquí, él no me lo a dicho, pero lo conozco y sé lo veo en la cara.
—Si y no entiendo, ¿Por qué?
—Porque se muere de celos estúpida, eres tan tonta a veces, y para ser sincera a mi tampoco me gusta que esté aquí.
—Ya te dije que Kay solo es mi mejor amigo, hermano de diferentes papás, en la persona que más confió, pero no hay ningún sentimiento más—escucho silencio y me preocupo—¿Estás bien?
—¿Por qué las personas tienen que enamorarse? Eso no tenía que existir, es horrible y doloroso cuando no le importas a la otra persona—lo dice muy enojada—Y ni siquiera se que hago aquí si ese estúpido no me quiere.
—No puedes decir eso Uma, yo se que si te tiene cariño.
—Si, cariño solo cuando quiere sexo—murmura.
—Tengo que hablar con él, esa conversación nunca la tuvimos por lo que paso.
—No mejor no, no vale la pena, tu amigo es un mujeriego, no me interesa.
—Uma—corta la llamada sin dejarme decir nada. Salgo de ahí y después de ponerme desodorante y mis cremas de piel, me visto rápido y peino mi cabello dejándolo suelto para que se seque, lo único que no me voy a poner todavía son las tenis porque me estresa andar con esos zapatos cuando claramente no voy a salir. Después de echarme colonia y maquillarme un poco empiezo a bajar las gradas.
—Y me gusta el número ocho porque es muy chiva, si le das la vuelta parece uno de esos símbolos que las personas se tatúan que representan un nudo y es chiva Papá porque a veces también parece una cuerda arrugada—cuando voy por la mitad de las escaleras, la escucho y se me revuelve el estomago de los nervios de saber que ella está aquí.
—¿Por qué te empezaron a interesar los tatuajes?—...y si me siento peor cuando escuchó su voz ronca, siempre pero siempre me pasa lo mismo, no importa cuanto lo conozca, su voz es una de las cosas que más me gustan e intimidan a la vez.
—No en mí Papá, ya tu me has dicho que soy una niña, pero si me gusta verlos en otras personas, lo veo muy interesante, como los tuyos, mi favorito es...—la manita le queda en el aire cuando ambos notan mi presencia. Trago grueso y abro la boca para decir algo, pero las palabras se me quedan atascadas, ella me ve atentamente pero no logro leer sus pensamientos y Aydan...bueno él solo quito la mirada con desinterés.
—Hola, iba a desayunar...¿Ustedes ya desayunaron?—pregunto sin verla directamente.
—Madison no—es lo único que dice. Bajo la mirada a mis manos y quiero que la tierra me trague.
—Bien y...—trago de nuevo—¿Hay algo en específico que quieras comer?
—Solo fruta, gracias—asiento. Entro rápido a la cocina y me permito respirar un poco, pero eso no me ayuda porque las ganas horribles de llorar aparecen, me tapo la boca para no hacer bulla. ¿Cómo se supone que voy a recuperarlos, qué tengo que hacer? Tengo miedo de no lograrlo y que Aydan me saque de la casa junto con mi hermana porque se arto de mí. Hago de todo para no hacer bulla con mi boca...ellos están siendo cortantes y extraños conmigo, ¿Qué le pasa a Aydan? Ayer después del sexo se puso todo raro y eso solo me confirma que ya no le importo.
—Vea este—lo escucho hablando.
—Quiero uno como el de lentejuelas que me compraste el que es blanco, pero espérate no me hagas esa cara.
—No estoy haciendo ninguna cara—me obligo a calmarme. Saco la fruta y pico de todo un poco, escucharlos me da más tristeza.
—No es igual al que me compraste es uno diferente, pero lo quiero sin lentejuelas porque quiero llevar unos días el otro y después el nuevo.
—Eres una niña muy consentida.
—Mañana vuelvo a clases, ¿Si?—escucho silencio por parte de Aydan, pero luego habla.
—¿Estás segura?
—Ya no quiero faltar más.
—Bueno—escucho un grito de alegría. ¿Qué es lo primero que tengo que hacer para ganarme la confianza de los dos? No sé cómo cambiar las cosas, quiero hacerlo, pero no puedo. Aún pensando miles de cosas, terminó de hacer el desayuno de Madison, hago lo mismo con el de Kayleth y Harmony, solo que a ellos les preparó batidos. Camino de nuevo hacia la sala y observó las manos porque me tiembla el pulso. Con el corazon latiéndome disparado, llego a la mesa y pongo el plato en la mesa junto con el tenedor.
—Tienes que aprender a escribir bien la V porque parece una U.
—Pero es una V, mírala—Aydan rueda los ojos y quito la mirada cuando me pesca viéndolo. me devuelvo a la cocina y no se que paso pero escucho a Madison y a Aydan haciendo escandalo en la sala, ella grita y puedo jurar que están corriendo porque ella le dice, "No me vas a atrapar"
—Papá—grita más fuerte mientras se ríe. La carcajada de Aydan me hace fruncir el ceño porque cuesta mucho escucharlo así. Agarró la bandeja donde va el desayuno de Kay y Harmony. Salgo a la sala y antes de subir las gradas, escucho un vidrio cayendo fuertemente en el suelo, cuando me doy la vuelta solo veo la cara asustada de Madison y de Aydan.
FLASHBACK
—Abre la caja primero y después te explico—molesta le hago caso, esta señora me va a meter en problemas, de mala gana quitó la cinta para después retirar la tapa.
—Oh—pelo los ojos como platos, es una jarra pero no cualquiera, es una foto que simplemente me deja sin aliento es...—¿Por qué Madison tiene una foto con mi Mamá?
—Esa eres tu, ¿Acaso no notas tu cabello rubio? Ella es castaña, es lo único que las diferencia—pasó el dedo en el retrato de mi Mamá, después en mi hermana y mi Abuela, también está Papá, secó la lágrima que moja mi rostro.
—No la compares conmigo, porque ella es algo... —niego con la cabeza mientras muevo mis piernas por el mismo nerviosismo—Solo no lo hagas.
—¿Por qué te molesta?—veo hacia la ventana, el clima está nublado. No me molesta, solo no entiende, nadie lo va a ser.
—Siempre celebramos el día de las madres...tú mereces que te recordemos lo mucho que te amamos...pero esta vez lo olvidé...lo siento Abuela—apoyo mi cabeza entre mis manos—no quiero celebrar este año, no quita lo mucho que te quiero y...
—¿Pero por qué tan negativa?—pasa su brazo por mis hombros hasta encerrarme completamente en esos brazos que te hacen querer hablar, sollozar y desahogarte sin importar lo que te rodea—Yo también extraño a Lisa preciosa es mi hija, pero no pode...
—No es solo por eso—sorbo mi nariz y vuelvo a ver a la señora que me mira con cariño—Por mi culpa ella está sufriendo—suelto en llanto sin poder controlarme más, no me trago las lágrimas, solo lloro hasta sentirme satisfecha—Él tiene razón, tengo su cariño y atención, es lo mismo siempre que me ve, no lo merezco, porque ni siquiera he hecho nada por esforzarme y ya me quiere como una amiga.
—¿Sientes al menos arrepentimiento de corazón?—asiento con la cabeza.
—Solo las tengo a ustedes dos y me esfuerzo por ustedes...de otra manera yo debería estar muerta porque soy solo basu...
—No hables así mi reina...ya es mucho dolor no tener a mi hija—se aleja un poco para tomar mi rostro en sus manos—Está jarra te la doy a ti porque con esto me vas a prometer que pase lo que pase, siempre vas a recordar de quién vino y que está señora te ama demasiado...aunque me saques más las canas—sonrió un poco—Tu puedes lograr ser una mejor persona, por esa princesa y se que no me voy a equivocar porque eres una gran mujer.
...
Lloro con los pedazos de la tasa en mis manos, ¿Por qué se fue? Ella no se podía ir, yo tenía que hacerlo primero, esto no es justo.
Intento ser fuerte por mí hermana pero no puedo, perdí a una de las personas más importantes en mi vida, ¿Por qué siempre se van las personas que más amamos?
"Es mi culpa"
"Es mi culpa"
"ES MI CULPA"
Me tapo los oídos sintiendo un pitido horrible que retumba en mi cabeza y es inevitable porque la culpa me golpea como un balde de agua fría y me siento como una mierda. Malditos desgraciados, los quiero matar, juro que los quiero MATAR.
Esto no es justo, no es justo, esto es una pesadilla, es una pesadilla.
Quiero que sea una pesadilla.
Quiero que sea UNA MALDITA PESADILLA. Golpeó el suelo con la palma de mi mano sin poder entenderlo, ¿A quién más voy a perder, a quién? Las personas malas como yo son las que deberían de irse y...
Siento una mano en mi espalda, es de Aydan y eso me hace volver a la realidad porque escucho a Madison llorando. Abro los ojos, Aydan me agarra la mano para que suelte los vidrios. Escuchar a Maddy asustada me pone mal.
—Lo siento—repite una y otra vez.
—Maddy, no tranquila, no importa—me acerco y le agarro las manitas—No pasa nada.
—Es que yo no la vi y se me callo—explica.
—Lo siento Hermione—me dice Aydan, pero se que él si entiende porque me puse así.
—Ahora tu vas a estar triste por mi culpa.
—No es que...la extraño mucho Maddy y que pasara ese accidente me acordó el día que me regalo la tasa y las palabras bonitas que me dijo, en esa foto salía con toda mi familia y ella se acordaba de ti cuando me veía en ella, ¿Ya?—ella asiente todavía triste. Vuelvo a ver a Aydan, él me ve con el ceño fruncido y agarra los pedazos de la jarra con la mano, hace algo que no me esperaba, une los pedazos que quedaron a la mitad que unen mi rostro y puedo notar su cara de sorpresa. Mientras él parece analizar la foto, Madison no deja de ver la oreja de la jarra tirada y se que sigue triste.
—No pude despedirme de ella—dice finalmente y eso me pone triste.
—Nadie se pudo despedir de ella—susurra Aydan con todavía el rostro de una niña de 8 años en su mano. Puedo notar que los dos se pusieron tristes también. Halo a Madison de la manita y la abrazo, ella se pone a llorar sin dejar de ver la taza. Lo vuelvo a ver, esta pensativo y traga grueso, lo agarró de la mano.
—Ella se puso muy feliz cuando vio a tu Papá de nuevo y siempre soñó con conocerte y mira...lo logro—sonrío con nostalgia—Leonor siempre se salía con la de ella.
—Yo la quería—me dice suavemente.
—Y ella a ti—contestó.
—Puedo mandar a hacerte otra con alguna foto que tengas con ellos en tu teléfono.
—No Aydan, no te preocupes.
—Voy a mandarla a hacer—sostiene con seriedad. Se levanta del suelo, Maddy me suelta y me sonríe.
—¿Te ayudo a llevarlos a la basura?
—No Madison te puedes cortar, yo te ayudo.
—No los voy a votar, gracias a los dos—los hago un puñito—Voy a guardar los pedazos en el bolso donde la tenía guardada, es mi culpa por dejarla aquí en la sala, tranquilos.
—¿Segura?—me dice Aydan.
—Si, voy a guardarlos—él me pasa una servilleta grande. Tomo los vidrios y los guardo ahí mientras empiezo a subir a mi habitación. Con una mano vacía, logro tomar la bolsita de lana y los guardo ahí, para mayor seguridad los escondo en el fondo de mi closet.
Vuelvo a bajar para ir por el desayuno de mi hermana y Kayleth. No fue un lindo despertar, pero al menos Madison me habló y eso me pone muy feliz. Los veo a ambos acomodándose en el sillón mientras buscan películas en Netflix, Maddy está comiendo al lado de Aydan.
Deje el desayuno en la mesa, por lo que agarro primero una bandeja para llevársela a mi hermana y mientras subo las gradas, me da mucha curiosidad saber que pudo haber sido todo lo que hablo Madison con Aydan porque ayer después de que se encerraron en el cuarto a conversar, no salieron más.
—Hola—la veo como siempre acostada en la cama y eso me desespera demasiado.
—Hola—forma una sonrisa y se sienta en la cama.
—¿Cómo sigues?—pregunto seria.
—Bien—es lo único que dice. Me siento a su lado mientras le sirvo su comida, primero le paso las frutas y luego el resto de la comida, ella empieza con el batido.
—Harmony no quiero molestarte ni nada, pero siento que necesitas salir a tomar un poco de aire fresco, ¿No crees? Apenas y te bañas rápido para regresar de nuevo a la cama.
—No quiero salir—peino mi cabello con los dedos para tratar de soportar está situación.
—Yo puedo ayudarte y necesito que cooperes para que pueda salir de esto, por favor.
—Se supone que me entiendes—deja el tenedor con brusquedad en su plato—Yo ya no quiero volver a salir de aquí porque la gente es mala y no quiero que vuelva va pasar lo mismo, los hombres me dan asco.
—¿Y Matt?—ella hace cara de sorpresa porque la tome desprevenida—¿Tampoco te interesa él?—traga grueso y se le ponen los ojos llorosos, la agarro de la mano para darle fuerzas.
—No lo sé Hermione, si yo realmente le importara no se hubiera ido aquel día como se fue o habría regresado después de sentirse mejor, pero no lo hizo e incluso unos días antes de que me secuestraran lo vi en una foto, regreso a Canadá y con su ex—lo último lo dijo con sequedad—Nunca he tenido amor del todo para él, si cariño, respeto y admiración pero no lo ame y con lo que hizo ahora, menos.
—Entiendo—digo decepcionada porque no sabía que era un idiota de esos. Ella come en silencio—Ayer Kayleth apareció.
—¿En serio?—levanta la cabeza de golpe cuando digo eso—¿Está bien?
—Se está recuperando no te preocupes.
—¿Pero qué le hicieron?
—Está bien Harmony tranquila, ya Aydan lo ayudo.
—Eso no me tranquiliza, solo me preocupa.
—Él está igual de preocupado que tu, pero no está en condiciones de venir hasta aquí, a solo que tu quieras salir—ella suspira fuertemente y sigue comiendo. La observo en silencio mientras parece preocupada.
—¿Ya desayunaste?
—Ahorita lo hago—asiente por unos segundos pero luego forma una sonrisa sospechosa.
—Ya hemos hablado mucho de mí.
—Ay no empieces...
—¿Qué con Aydan o Madison? No me has contado nada de eso—observo la televisión sin saber que decir—¿Están las cosas bien entre ustedes?
—No lo sé—paso los canales con desinterés—Madison me habló hoy pero no porque le naciera hacerlo, fue porque me toco hacerlo.
—Escuche que estaba llorando—confiesa—Pero, ¿Por qué?
—Porque Leonor me regalo una jarra con una imágen de toda la familia, me la confío a mí y soy una imbécil porque la deje en la sala cerca de la pantalla y ella sin querer por estar jugando con Aydan, se le cayó desde el mueble y se quebró.
—Oh—dice mientras mastica las fresas—¿Y estás enojada con ella?
—No Harmomy, no podría enojarme con ella, fue mi culpa por dejarla ahí—suspiro pesadamente—La conciencia me repite una y otra vez que yo soy la culpable de todo esto.
—Hermione.
—Nunca he sido una verdadera hermana mayor, siempre he vivido en mi mundo y me olvido de lo más importante que tengo, tampoco estoy pendiente a tu colegio o a tu ex relación con Matt, no te aconsejo, permití que te pasara esto y ni siquiera cuenta me di.
—Pero no es tu culpa Hermione, yo entiendo que tienes muchos deberes y sabía que tenías que trabajar todos los días, que tenías colerones todos los santos días con Aydan y llegabas a casa mal, ¿Piensas que Abuela y yo no nos dábamos cuenta de eso? Nunca faltaba la comida en la casa, todo siempre estaba pagado, cero deudas y todo gracias a ti—cierro los ojos para no llorar—Tu problema es que te esfuerzas mucho para tratar de que todo salga bien.
—Es que se que nada está bien, tengo que demostrarle a Aydan que los amo y que quiero recuperarlos, pero no sé cómo, he sido pésima amiga con Kayleth y contigo.
—Nada de eso es verdad y deja de culparte que no estábamos hablando de eso—insiste—¿Cómo han estado las cosas con él?—me encojo de hombros.
—Realmente no lo sé...creo que me ve como los hombres siempre me han visto.
—No seas idiota.
—Es verdad, creo que lo único que quiere es sexo y ya.
—Hermione, yo he visto como te mira—la vuelvo a ver—Aydan te tiene cariño a pesar de todo y cada vez que te vuelve a ver...es difícil saber lo que piensa pero, cuando tu sonríes él lo hace inconscientemente y siempre está pendiente a todo lo que haces y te atreves a decirme, ¿Qué en todo este tiempo no han pasado ningún momento juntos?
—Si, pero...
—Empieza por Madison, compórtate como una chica que tiene una obligación grande porque Madison es tu hija y él tiene que ver que no esta solo en eso.
—¿Pero y si algo sale mal?
—Hermana—deja el batido en la mesita de noche—Deja de preocuparte por lo que puede pasar, solo hazlo—asiento lentamente—¿Has disfrutado estar estos días con él?
—Si—admito—Me dijo que lo iba a pensar...yo le dije la verdad y le pregunté que quería él de mí, porque no entiendo nada.
—¿Y qué dijo?
—Eso...que lo iba a pensar porque tiene que hablar con Madison.
—¿Lo ves? Dijo que lo iba a pensar pero no te dijo que no.
—Pero a veces siento que ya no me quiere Harmony, hace cosas que me confunden mucho.
—Eso es un defecto que ya tienen la mayoría de los hombres—rueda los ojos—Siempre te vas a sentir confundida si no aclaras con actos lo que tú quieres, porque obviamente él no confía en ti Hermione.
—Se supone que yo soy la mayor—ella sonríe.
—Las hermanas somos así, tu me aconsejas a mi y yo a ti—le doy un beso en la frente.
—Voy a ir a ver a Kayleth ¿Si?—ella asiente y baja la mirada al plato mientras sigue comiendo. Salgo de la habitación con un peso menos pero a la vez algo insistente que no me deja pensar bien. Camino hasta ahí y cuando llego me sorprendo por ver a Aydan aquí, pero no está de buen humor y tengo que aguantar la risa porque Kayleth lo está sacando de quicio. Está jugando con fuego.
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CHALETO
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