HERMIONE

—Esa es una película muy buena, me encanta ver mulan—dice Maddy mientras se levanta de la colchoneta donde estamos los tres viendo películas infantiles.

—Mi princesa favorita es Bella—le cuento—Me gusta su historia, es muy lindo que ella se arriesgara para que su Papá estuviera bien.

—¿Cúal es tu princesa favorita de disney Papá?—Aydan hace mala cara.

—Ustedes dos me obligaron a ver eso, todas son igual de dramáticas—Madison se ríe. Costó convencerlo pero logramos que viera la película completa.

—Qué feo que no te guste ninguna película—lo reprendo.

—De Disney no me gusta nada, las veo todo el tiempo, ya me las se de memoria.

—Hombres—bufa Madison. Ambos la vemos sorprendida por eso—Ya vuelvo—la escucho subir las escaleras. Vuelvo a ver a Aydan que acaricia mi pierna mientras tiene los ojos cerrados. Hemos pasado todo el día viendo películas y jugando con Maddy.

—¿Hoy vas a dormir conmigo?—me pregunta de la nada. Hemos estado durmiendo aparte porque según él no quería lastimarme por mi operación, pero ya hoy cumplo dos meses desde que la tuve y solo nos han tenido en observación, citas frecuentes y algunas dietas no tan estrictas, Madison si por su situación, pero yo no tanto.

—¿Ya me extrañas?—me le acerco peligrosamente a su boca y le doy un picó rápido.

—Siempre nena—me hala de la cabeza y no pierde el tiempo porque profundiza el beso. Hala mi labio inferior y lo muerde suavemente, yo gimo en su boca cuando sube más la mano que reposaba por mi rodilla.

—Volví—Madison se ríe cuando brincamos en nuestro lugar. Aydan gruñe molesto y yo me río porque si me asusto—Esto es tuyo Hermione—ella extiende sus brazos hacia mi. Es la caja morada donde están todas las cartas que me hizo. Agarro la cajita entre mis manos—Puede que no te importe, pero quiero dártela.

—Maddy, claro que me importa—la agarro de la manita con rapidez—Cuando me enseñabas todas esas hermosas cartas, me sentía feliz y a la vez triste porque tu no sabias que era yo—vuelvo a ver a Aydan que solo nos observa a las dos con atención.

—Bueno, dejatelas—ella bosteza. Ya ha estado desde la mañana despierta y ella siempre descansa en la tarde, sin embargo hoy no lo hizo porque estuvo todo el día con nosotros.

—¿Quieres que te acompañe a ponerte la pijama?—Aydan se endereza cuando ella se restriega los ojitos.

—Si tu quieres—estira los brazos como una bebé.

—Buenas noches hermosa, que sueñes con los angelitos—le doy un beso en la mejilla cuando Aydan la alza.

—Buenas noches—me sonríe y después cierra los ojitos.

—Espérame en mi cuarto, ya voy—me susurra. Los veo subiendo las gradas y después que desaparecen, me apresuro a subir las gradas a toda velocidad. Primero abro la puerta del cuarto de Aydan, acomodo la cama para dormir y me quito toda la ropa.

La cirugía es una cicatriz, ya se ve muy bien sin embargo tengo que tener cuidado y hacer caso a las indicaciones de los doctores porque quiero evitar regresar al hospital. Me dejo caer en la cama mientras enciendo la televisión. Me apresuro a poner alguna película en la tele. Escucho sus pasos conforme se acerca, por lo que bajo la cobija hasta mis pies.

—Todavía sigo esperando re..—cuando abre la puerta lo veo con el teléfono en la oreja. Aydan me ve fijamente pero me hago la loca mientras me muerdo el labio para no delatarme con mis sonrisas traviesas. El tele está encendido y finjo entretenerme con eso.

Bajo la mano a mis senos y me acaricio lentamente, cierro los ojos con descaro pero los vuelvo abrir porque quiero verificar de que está viéndome. El cuelga la llamada, yo lo vuelvo a ver a los ojos y bajo la mano lentamente por mi abdomen hasta llegar a mi sexo que palpita con fuerza. Abro las piernas y una vez que coloco los dedos en mi entrada, Aydan tira la puerta con fuerza y cierra con el pestillo.

—Ese es mi trabajo—me río cuando me hala del talón y sube las manos por encima de mi cabeza.

—Quiero tocarme, ¿Qué tiene de malo?

—Corrección...—baja la mano y hala mi clítoris suavemente—Quieres que te folle.

—Puede ser—le halo la mano y me pongo sus enormes dedos en mi vagina—Te he visto muy cachondo últimamente y no quiero que te quejes porque no te pongo atención—él adentra dos dedos en mi cavidad, me aferro a su camisa cuando mueve en círculos los dedos.

—¿Quejarme?—arqueo la espalda cuando agarra con fuerza mi clítoris con sus dedos—Contesta—exige sacándome de paso un jadeo cuando vuelve a hundir los dedos—¿Por qué dices eso?—frota con fuerza.

—Aydan—lo agarro de la muñeca para que no se detenga.

—Si no me contestas, voy a parar—suelto un gemido de protesta.

—No—susurro. Baja la intensidad de los movimientos y tengo que hablar o se que va a parar—N-no soportaría que...te vayas con otra chica—suelto rápidamente. Él parece confundido pero lo ignoro cuando empieza de nuevo.

Pego mi cadera a su pelvis y soy consciente que me estoy restregando pero no puedo evitarlo. Me dio una mirada seductora cuando me obligó a verlo y eso me causo escalofríos que me hace encogerme.

—Voy a dejarle algo bien claro—me sorprendo cuando no me deja terminar porque solo saca los dedos de mi interior y me da la vuelta bruscamente poniéndome de boca abajo. Me da una nalgada—Ponte en cuatro, rápido—no puedo ver lo que hace pero yo solo obedezco doblando las rodillas y apoyándome con las manos.

—Maldita sea Walsh, por...—gimo con fuerza cuando me penetra y no lo hace suave.

—No tienes que tener sexo conmigo si no quieres, ni sentirte obligada hacer algo que no quieras—manda la primera embestida que me pone a temblar las piernas—Me vuelves loco, tu sabes quien es tu dueño y conoces mi nombre, sabes quien te esta follando—hala mi pelo con una fuerza prudente y besa mi espalda llevándome al abismo—Nunca te has quejado porque te de así—aumenta la velocidad de las embestidas y no se detiene, entra y sale con rapidez—Si quieres que me detenga lo voy a hacer.

—No—casi supliqué. Pego la frente en la cama y se que no me estoy controlando, ya no sé si estoy guardando silencio o no.

—Tu eres mi chica, no necesito a nadie más—aclara agarrándome las tetas y con eso logra que nuestros sexos estén completamente unidos, tengo esa bestia enterrada y cuando se empieza a frotar, muerdo la almohada con fuerza. Agarra mis nalgas para sacar la verga y hundirla con más fuerza. Después empieza a darme como cajón, ahogo mi grito en la almohada y cuando jadea en mi oído no me reconozco más porque en la misma posición dejo que me haga de todo. Entreabro la boca cuando me llega el primer orgasmo que amenaza a mis pobres piernas con doblarsen.

》Si te vuelves a equivocar hermosa, el que te va a desaparecer soy yo, solo yo te juzgo, no mi familia, el que te da así de duro también y no me importa si quieres volver a irte porque no te voy a dejar, soy un posesivo, obsesionado o no me importa como quieran decirme pero no sería capaz de meterme con otra y arriesgarme que un sobrado de mierda tenga lo mío—cuando termina de decir eso mis piernas flaquean y caigo en la cama mientras siento que baña mis nalgas con su semen.

Intento respirar para recomponerme pero se que sigue detrás mío y las ganas no se me quitan. Me doy la vuelta y empiezo a caminar en cuatro hasta llegar a la orilla de la cama donde se hala la verga mientras me observa sin ningún pudor. Me pongo de rodillas y subo lentamente hasta llegar a su rostro.

—¿Qué es lo que tanto te gusta de mí Aydan? Ya habíamos tenido esta conversación hace años—le quito la verga porque la quiero tener yo—Eres guapo, tienes plata, una verga que es la principal culpable de que yo ande aquí comportándome como una puta indecente contigo—sonríe de lado cuando digo eso—Una linda niña que has criado solo, un ego que nadie alcanza y todo lo perfecto que puede tener una persona...pero yo, ¿Qué tengo yo?

—¿Qué tienes tú?—repite mientras me agarra del cuello y me acorrala contra la pared—No me importa si tienes o no dinero, olvídate de eso—abre mis piernas, tiene las pupilas dilatadas y el pene esta completamente erecto, por lo que solo lo entierra sin tener que hacer mucho, no se mueve solo se queda ahí, yo cierro los ojos al sentirlo dentro de mí—Sencillo, no puedo mentirte Hermione, lo primero que vi en ti fue el físico, ese puto y maldito cuerpo de mierda, eres mi puta, mi pareja, la mamá de mi hija—se mueve despacio, yo acuesto la cabeza en su pecho—Pero independientemente de eso, amo el carácter que tenías porque tienes que admitir que lo has perdido, sabes que me gusta que te defiendas, no sabes lo que me excita verte enojada.

》Creo que verte de malhumor es mi puta fantasía, solo me importa tenerte conmigo o el poder que tienes para pisotear a la gente cuando es necesario—frunzo el ceño y me enderezó para verlo—Daño se paga con daño, eres tan vengativa que ni el diablo puede contigo y yo nena, prefiero verte en un pedestal que pisoteada por todos esos estúpidos y me gusta así, Wabi Sabi—susurra lo último en mi oído.

—No puedo creer que me hayas perdonado.

—Yo sabía que ibas a regresar nena, lo siento pero no puedes vivir sin mí—niega—Y nunca vas a poder vivir sin mí.

—¿Quién le hizo el amarre a quién?—su risa ronca me hace sonreír. Baja la mirada a nuestros sexos unidos y se muerde el labio mientras la saca lentamente y la hunde despacio.

—No sé, solo sigamos follando—me tira en la cama logrando que me ría por eso y se pone encima mío, después de eso no tengo ni idea de cuando amaneció.

HARMONY

Enciendo la computadora después de un rato de estar pensando en si hacerlo o no. Acabo de terminar de comer, Aydan trajo pizza para todas, estábamos cenando pero Hermione me dijo que iban a llevar a Madison a su ensayo de ballet y salieron los tres desde hace un rato. Yo estoy sola en la casa pero Aydan me dijo que aquí es seguro y que Kayleth viene dentro de un rato.

La verdad si confío en Aydan, este cuarto no tiene ventanas y puedo estar tranquila, las demás tampoco, solo la de Hermione y Aydan pero dejaron las cortinas cerradas, al igual que todas las luces apagadas, solo mi laptop está encendida y las de la cochera porque las cámaras de la casa están grabando todo y si alguien intenta abrir las puertas, las alarmas se activan.

Kayleth me dijo que antes de entrar me va a llamar para que no me preocupe por si suena la alarma y si pasa algo solo toco un botón que tiene mi nuevo teléfono que le avisa a mi hermana de que estoy en peligro y a la policía. Cuando desbloqueo la computadora, entró a redes sociales, se exactamente lo que quiero hacer, solo que no estoy segura.

Observo el montón de notificaciones que tengo de familiares, amigos y conocidos.  En unos comentarios mi hermana les agradece por preocuparsen por mi. Yo solo los leo pero no reacciono, no quiero que nadie sepa que estoy en línea, el WhatsApp no lo pienso abrir solo navego en Facebook y instagram sin ver las historias de nadie, solo reviso mis cosas en silencio.

"Qué sigas mejor preciosa y que paguen caro lo que te hicieron"

Es un comentario de una de mis amigas, quiero contactarme con ellas, pero siento que no es el momento. Eso me pone un poco los ojos llorosos y el resto de comentarios, la mayoría son muy lindos y otros que no sirven de nada.

"Eso le paso por estar provocando a los hombres con la ropa"

Ruedo los ojos y mejor no sigo leyendo porque me da mucha cólera. Me voy al buscador y después de pensarlo un rato, escribo su nombre, Parce Growth. Me salen varias personas pero se que es el primero que aparece entre las sugerencias. Tocó su perfil y ingreso inmediatamente.

No sé porque estoy tan nerviosa, ni tampoco se que hago stalkeandolo así, solo tengo el impulso de hacerlo. Preciono directamente sus fotografías, la última la subió hace mucho, antes de que pasara lo que paso. Parce es alto, como Aydan y tiene el cabello negro junto con un tinte azul que se puso que resalta con sus ojos. Él es guapo y no puedo mentir, siempre anda ropa Sport o varias veces lo he visto vistiendo con pantalones y sudaderas.

No a vuelto a subir nada, la última foto sale sonriendo junto con unos amigos y una chica pelirroja que sonríe a su lado. Bajo más y encuentro fotos donde sale muy bien, aunque creo que se ve mejor en persona. El día que lo vi en la sala, estaba muy diferente, estaba con un pantalón negro, una chaqueta azul y camiseta del mismo color, no lo digo por la vestimenta, se veía apagado y muy callado, Parce no es así.

Cuando termino de ver sus fotos donde sale muy elegante y la mayoría con diferentes amigos, voy hacia su tablero donde encuentro muchas cosas que le dicen que me hace sentir culpable.

"Ojalá se muera en la cárcel"

"Les aseguro que si ese estúpido vuelve a la institución, más de una estudiante se va a ir de ahí"

"¿No le da vergüenza jugar de inocente?"

"Las ventanas de la casa están despedazadas, se lo merece por depravado"

"Ya salio del juicio, lo declararon inocente"

"#Parceesunviolador"

"Mejor muerase"

"Hasta su propia familia lo odia"

"La chica que desapareció la encontraron muerta afuera de la casa del entrenador Growth"

Me salgo de ahí harta de ver comentarios ofensivos. Nadie sabe que fue lo que paso en realidad, ¿En qué momento todo el mundo empezó a hacer eso? No creo que Aydan haya divulgado nada, ¿Cómo es que tanta gente le tira hate? Toco el botón que dice mensajes...yo no sé que estoy haciendo pero quiero escribirle.

"¿Estás bien"

Lo borró al darme cuenta que es una estupidez. No tengo porque escribirle, ¿O sí?

"Hola"

Me paso las manos por la cara. Yo no se porque soy así, se supone que me siento mal por todo lo que paso, pero no entiendo que es lo que sucede conmigo, fue horrible que todos esos hombres me vieran así, que se burlaran de mi y que cada vez que veo a Parce me acuerdo de todo lo que paso, pero no entiendo que me esta pasando en este momento. Ahora que se que están en la cárcel, no estoy tan preocupada, pero ahora me siento mal por el entrenador Parce, porque se que no estaba consciente y que todo fue parte de un plan para que él terminara en la cárcel solo por venganza. 

No es justo que lo traten así, yo más que nadie se como fue que pasaron las cosas. Pego la frente en la mesa y me quejo porque me dolió. Cuando alzó la cabeza para acariciarme, me doy cuenta que hice una estupidez.

—No, no, no—repito cuando veo el enorme "enviado" en el mensaje. Sin querer lo precione y por más que quiera eliminarlo, él va a saber que le mande un mensaje, si lo va a poder ver.

HERMIONE

Ambos caminamos en silencio, uno al lado del otro. Escondo mis manos en las bolsas de la gabardina amarilla que ando, ya que hace frío. Maddy está ensayando junto con sus compañeros y nosotros caminamos alrededor del salón mientras ella termina.

Se ve hermosa con su tutu blanco. Anda zapatillas y están practicando para la presentación que tienen dentro de unos meses. Madison no había podido asistir por todo lo que había pasado y hasta ahorita regreso, su profesora la felicito porque a pesar de las ausencias, ella esta aquí hoy y lo a hecho muy bien.

—¿Qué tanto piensas?—lo vuelvo a ver y sonrío.

—Nada, muy orgullosa por ver a nuestra pequeña haciendo lo que más le gusta—baja la mirada y suelta una carcajada que me pone los pelos de punta.

—¿Por qué caminas así?—me vuelvo a ver yo misma.

—¿Cómo?

—Estás caminando extraño, casi renqueando—ahora soy yo la que se ríe un poco.

—Tu sabes porque.

—¿Por qué?—pasa un brazo por mis hombros y me atrae hacia él mientras caminamos.

—Hemos follado como conejos toda la semana pasada y está también, es normal que camine raro por tu culpa—cada vez que se ríe, lo hago también, me gusta verlo así.

—Me encanta saber que soy yo el que te pone a caminar así—me da un beso en la mejilla. Le robo un beso en los labios.

—En toda mi vida solo un chico y tu me han hecho caminar así—Aydan arruga el ceño y yo sonrío porque sabía que iba a hacer eso.

—¿Qué chico?—pregunta serio.

—No me acuerdo mucho, eso fue antes de conocerte a ti—me encojo de hombros. Lo escucho maldecir enojado y  en realidad no lo dije a propósito, si paso.

—¿Quién es Hermione?

—Ya te dije que paso hace años Aydan.

—¿Cómo se llama?—insiste.

—No lo sé, nunca le solía preguntar a los extraños cuál era su nombre, sólo follabamos y ya, además él era muy serio y solo fue a buscar a una chica para saciarse y ya—me suelta y se aleja un poco. No puedo evitar empezar a reírme—Aydan, no seas así, te estoy contando—gruñe molesto mientras yo me río por eso—¿Estás celoso?

—¿Tu qué crees?—me arrincona cerca de los servicios—Estoy deseando saber quién es ese idiota para sacarle los ojos—lo observo directamente y se que realmente esta enojado.

—Amor, eso fue antes de que llegaras tú, no sé que tenías pero sin conocerte ya me llamabas mucho la atención, además ese chico solo iba a buscar sexo.

—¿Cuántas veces lo viste?

—Solo una vez, fue acompañado de unos chicos que creo que eran sus guardaespaldas, aunque se notaba que él era o es bueno para pelear, en ese entonces estaba muy enojado y se fijo en todas mis compañeras pero ninguna le llamo la atención, pero me eligió a mi.

—Ya cállate.

—Ya no te vuelvo a contar nada.

—¿Y qué pasa si te digo que yo me he follado un montón y hay una que me tenía loco antes de qué llegaras?—me pongo seria—Lo ves, a mi no me hagas esos jueguitos porque conmigo no funciona eso.

—Ya lo siento, solo te contaba—como sigue tan serio me pongo de puntillas y le doy un beso en los labios—Tu sabes que te amo a ti, no me interesa nadie más Aydan, ese hombre ya ni lo recuerdo y además te entiendo porque yo me pongo igual cuando se ponen de resbalozas contigo—él me vuelve a ver todavía con el ceño fruncido.

—Podrán haber miles Hermione, pero tu sabes quién soy yo y...

—Quién me folla—termino por él—Aydan Walsh Collins, el chico de la verga grande—me muerdo el labio—¿Hoy antes de dormir vamos a hacerlo?—me ve de arriba a abajo.

—No muñeca, hoy no vamos a dormir—se acerca para besarme pero entonces...

—Hasta mañana chicas, recuerden descansar y comer bien para que tengan fuerzas para el gran día—Madison corre hasta donde estamos.

—Me dieron una medalla—Está vez me apresuro a alzarla yo antes de que Aydan lo haga.

—Felicidades Princesa.

—Ya extrañaba venir a practicar.

—Has tenido más energía últimamente—comenta mientras caminamos los tres juntos hacia la salida de la academia.

—Si Papi, me siento mejor, creo que voy a poder descansar un buen tiempo de la quimioterapia.

—Eso depende a como sigas Madison—espeta—Cuando llegues a casa te tomas la medicina y a descansar.

—Si como sea—habla sin importancia—¿Podemos dormir hoy los tres juntos?

—No.

—Está bien—Aydan me vuelve a ver serio cuando digo eso.

—Qué bien.

—No Madison—escondo una sonrisa por la cara que hace—Hoy vas a dormir temprano, mañana tienes clases.

—Ay por favor Papá, ya nunca me dejas dormir contigo, eres egoísta porque si duermes con Hermione y no te gusta incluirme a la pijamadas de películas que siempre hacen.

—¿Pijamada de películas?—Aydan me vuelve a ver con una sonrisa traviesa.

—Si Papi, siempre tienen la tele con el volumen alto—suelta enojada—Y ven películas sin mí.

—Es porque los niños no se duermen tarde.

—¿Y por qué los adultos si pueden?

—Porque si—Aydan le habla ya cansado, Madison le saca la lengua y se cruza de brazos enojada.

—Ya no empiecen a pelear—los regaño cuando se empiezan a sacar la lengua entre ellos—Por hoy vamos a dormir los tres juntos.

—Hermione no seas sapa.

—Y punto.

—Si—grita Madison feliz. Aydan hace mala cara, pero lo agarró disimuladamente de la mano y le sonrío—Tenemos más tiempo para estar los dos juntos—le susurro cuando Madison se baja de mis brazos y corre hacia el auto. Él rueda los ojos y camina hacia el land rover.

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CHALETO