-Día agotador-

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El dedo del chico apuntaba hacia mi pecho. -Quiero ese dulce. -Lo escuché decir nervioso.

Realmente no sabía qué responder o cómo reaccionar a aquello, mi pulso se aceleraba, escuchar ese tipo de ¿confesión? Por parte de Kaji.

Supongo que esa fue la gota que hizo caer al vaso.

Me limité a sonreír, despedirme de forma rápida y correr a mi hogar, estaba llena de confusión y vergüenza.

Apenas entré a mi casa, agarré mi celular y busqué aquel número de la persona que podría aconsejarme.

"Tsubaki🐞" Leí el nombre del contacto guardado, de forma rápida le mandé un mensaje, pidiendo ayuda.

"Tsubaki, AYUDA" Texteé rápido, mientras le envíaba un sticker apenado.

"¡¿Qué sucede?! ¡¿estás bien?!" La contraria respondió enseguida de forma preocupada.

"No es preocupante, tranquila, solo necesito un consejito" volví a escribir con otro ataque de sticker llorón.

"Podemos vernos mañana, hermanita" Escribió en forma de respuesta al asunto y mandó un emoji cariñoso.

Dejé mi celular, decidí tomarme el resto de la tarde y noche, para mi.

Realicé mi rutina de aseo y obvia de belleza, buscaba mi mejor pijama y a su vez, algo que comer.

Ya sé que he estado rodeada de chicos, y me fijé en lo que pasó con ciertos de ellos.

Sin embargo, estaba tratando de ignorar sus confesiones, ¿ahora qué hago? Mi cabeza estaba llena de confusión, al recordar esas escenas explícitas de ciertos muchachos y a la vez, en aquellas vagas o detalladas confesiones de ellos.

Decidí esfumar esos pensamientos, me abrumaba el hecho de que tarde o temprano, debería darles una respuesta, opté por dirigirme a mi habitación, agarrar la laptop que tenía, buscar mi serie favorita y comer junto a ello.

Todo sería más fácil, si existieras. -Suspiré al ver uno de los personajes que tanto me gustaban, mientras llevaba a mi boca una cucharada de comida.

Estaba distraída y disfrutaba ver el contenido en la pantalla, así que agarré mi celular, abrí instagram y posteé una foto del personaje, no sin antes haber buscado una canción para acompañarla.

"Heavy metal lover- Lady Gaga" me parecía perfecta cierta letra para dedicarle al personaje, dando a entender que podría ser solamente su chica.

Cerré la aplicación y seguí en mi asunto, al divisar la hora en mi celular, me percaté que ya era levemente tarde.

Apagué todo y me acomodé en mi lugar, esperando a fundirme en mis sueños, pero antes, revisé mi celular.

"¿Me cambiarías por él? 😭" Leí y divisé el mensaje junto a un emoji lleno de llanto, revisé de quién se trataba.

"MitsuKi" encontré el nombre del usuario, de forma leve reí, sabía lo dramático que era el chico.

"Con razón me gustas, qué buenos gusto tienes." Había otro mensaje en mi buzón de mensajería. -"EDYTo" Se me hizo confuso aquel user en ig, no descrifraba quién era, así que lo ignoré.

"Asuntos personales -.-" Leí otro mensaje con queja. "AkiNire" Nirei había escrito.

"I could be your boy." Me sorprendí al leer aquella respuesta antes de ver el causante del mensaje. -"HayatoS" Se trataba de Suou.

"A ver si él te compra dulces." Otro chat se hacía presente -"KRen/" Kaji se había quejado.

"Podrías ser mía, mi chica." Ya tenía una idea de quién se trataba, revisé. "JoTog" Se trataba de Togame.

Sonreí al leer los mensajes de los chicos, le respondí a mis conocidos, luego me entretuve viendo cortos vídeos en redes sociales, hasta caer rendida en mi almohada.

Como era de costumbre, me quejé, mientras me estiraba en mi cama, escuchando el chillido de la alarma matutina.

No parece que durmiera. -Me quejé, al ver que ya había amanecido mágicamente.

De forma rápida, agarré el celular y abrí el chat de Tsubaki, al ver que me había dejado mensajes.

"A las 8:30 A.M paso por tu casa"
"Vamos juntas a Fuurin"

Confirmé los mensajes y al ver lo miserable que era el tiempo, viendo que eran las 7:05 A.M, teniendo tiempo suficiente para estar lista.

Realicé toda mi rutina, quedándome 10 minutos para que llegara Tsubaki, apenas pasó el tiempo indicado, salí y la divisé, se acercaba contenta, mientras que yo la esperaba de brazos abiertos.

Qué linda, como siempre. -Le sonreí y la recibí en un abrazo.

Obvio, somos reinas. -Contestó alegre al saludo.

¿Y bien? -Comenzamos a caminar juntas, se sentía agradable la mañana.

Bueno, chicos. -Respondí ligeramente avergonzada, al explicar el tema principal.

¡¿Te gusta alguien?! -Soltó un grito eufórico y emocionado, como si fuese una fangirl viendo a su idol favorito de alguna banda de k-pop.

Yo, aún, no lo sé. -Respondí cabiz baja. -Es difícil.

Le expliqué la situación a la pelinegra, omitiendo en detalle explícito el acomodón de tripas y revolcada que me habían proporcionado los chicos.

Leves lágrimas corrían por mis mejillas, al no saber qué hacer con aquellas confesiones.

Confía en tu instinto o corazón, ¿cuál te gusta? Busca la respuesta. -La chica limpió las demás lágrimas que amenazaban con caer.

No llores, se arruina tu maquillaje, reini 💅. -Me reí al escuchar aquello, ella y yo solíamos burlarnos de ciertas frases o expresiones que veíamos en redes sociales.

Llegamos al instituto, la chica que era mi acompañante advirtió que en la tarde me iría a buscar e ir de compras, y al momento de finalizar el mandado, separamos nuestros caminos.

¡Buenos días, linda! -Reconocí esa suave y alegre voz.

¡Señor té! -Me acerqué al lugar en el que él estaba.

Buenos días, estrellita. -Saludé a Nirei, mientras él sonreía y me devolvía el saludo.

Buenos días, Sakura. -Me acerqué a él levemente y le sonreí contenta.

Desde ayer, que Umemiya se lo llevó, incluso desde que nos declararon el conflicto; lo notaba más tenso y distraído.

Tonta. -Me respondió, mientras arrugaba levemente su nariz.

Me acerqué a su oído. -Luego hablamos mejor. -Fruncí mi ceño.

Los chicos y yo, junto al resto de salones, nos dirigíamos al lugar en el que estábamos llevando los entrenamientos, sabía que hoy me tocaría continuar lo que quedó inconcluso con Kaji.

Buenos días, chicos. -Me acerqué a Taiga y Mitsuki, mientras nos encaminábamos al gimnasio.

Cachorra, ¿ya tomaste proteínas hoy? -Insistía como de costumbre el de cabellos naranjas.

Bella, ¿ya decidiste? -El pelirosa preguntaba respecto a él o el personaje ficticio que había posteado anoche.

Reí leve ante la conversación que estábamos teniendo.

Una vez llegamos al gimnasio, nos acomodamos y empezamos entrenamientos.

¿Empezamos? -Kaji se había acercado a mi, caminando juntos a un espacio vacío del lugar.

Nos posicionamos de forma adecuada, esperando que uno de nosotros diera el primer golpe.

Me acerqué a él, de forma rápida, mirándolo de frente, esperando a que lo esquivara o atacara; dejándolo confundido al momento de quedar atrás suyo, proporcionando una patada firme a su espalda.

¿Estás motivada? -Se quejó ante el golpe.

Quizá, un poco. -Sonreí orgullosa.

El chico se acercó a mi, comenzando a dejar golpes por mi lado derecho y seguidamente por el izquierdo, bajando la guardia.

Vi sus piernas abiertas, formaban un arco, sin pensarlo me escabullí debajo de él y nuevamente quedé detrás del chico, ésta vez no me levantaría a golpearlo, sino que desplazaría mis piernas, golpeando con mis pies, sus tobillos, provocando que cayese.

Tal vez, tú no estás motivado. -Miré al chico que ahora estaba en el suelo.

Te daré la victoria. -Suspiró pesado.

El tiempo transcurrió así, entre todos practicábamos.

Una vez finalizó la clase, los chicos se acercaron a mi, teniendo en idea que iríamos a comer.

Ummmm- Mi semblante presentaba broma, mientras les pensaba una respuesta.

No me importa, vienes. -Taiga me había agarado del torso, alzándome como si fuera un pequeño gatito, llevándome con ellos.

Me había fijado que Suou, no vendría con nosotros, quizá tendría asuntos importantes, pensé, luego le escribiría.

Llegamos a un local de comida, Taiga me había cargado todo el camino con ellos, ya no como un gato, sino en su espalda, iba cómoda ahí.

El chico me bajó y sin dejarme escoger, me sentó a su lado, quedando en medio de él y de Mitsuki.

Realizamos nuestro respectivo pedido de platillos, una vez nos sirvieron el pequeño banquete, nos dispusimos a comer.

¡Está delicioso! -Hablé con la boca ligeramemte llena.

¡Verdad que si! -Nirei continuaba el exalto.

¡Dejen de gritar! -Sakura había hablado.

Que amargado. -Hice un puchero disgustado y continué comiendo.

¡Con que aquí estabas! -Escuchaba una voz alta.

De forma rápida, los chicos y yo, dejamos de comer y alzamos la mirada, emcontrándonos con Tsubaki y los gemelos.

¿Qué hacen aquí?- Nirei habló confundido.

Venimos por ella. -Tsubaki habló y me señaló.

Mis cachetes estaban llenos de comida, y los miraba incrédula.

Vi como los gemelos se acercaban a mi asiento, sintiendo como me alzaban de mi lugar y me llevaban como si de una princesa se tratase.

Pero reina, déjame terminar de comer. -Me quejé en brazos de uno de los chicos.

Te traje ropa. -La contraria me habló, ignorando mi queja.

Claro, hay que ser bien iconic. -Reí por el comentario.

Tsubaki, los gemelos y yo, generalmente, solíamos destacar por el sentido de moda que teníamos.

Me llevaron al baño más cercano y me entregaron la ropa, me cambié y regresé con ellos.

Por cierto, ¿por qué vinieron? -Le pregunté a Tsubaki, mientras señalaba de arriba hacia abajo a los hermanos.

Obvio que, por chicos. -Sonreía.

Listo, chismea todo. -Seiryuu se me acercó con mirada juzgona.

Ay, no. -Posé una de mis manos en mi cara avergonzada.- Vieja chismosa. -Reproché.

Ahora los gemelos sabían el dilema que tenía con mis sentimientos, claro que Seiryuu se reía, para luego aconsejar.

Disfrutamos el día, compramos ropa, accesorios y postres, habíamos olvidado lo cerca que estaba la guerra declarada, sin embargo, solo éramos nosotros, divirtiéndonos.

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Holi.
¿Cuál es su chico fav? jijijiji.