Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 1: Recuerdos

El peso de la armadura y mi mochila que cargo sobre mi delgado cuerpo me está matando lentamente. Además, todo mi vestuario me impiden moverme con facilidad, como lo son mis botas y guantes de color negro, sumado también a mi ballesta que llevo detrás de mis hombros y mi cuchillo que está en mi cintura.

Lamentablemente, hace mucho calor, a pesar de que el cielo está parcialmente despejado y que estamos en una densa niebla en medio del bosque antes de ingresar al volcán Hodeskalle .

Jamás me había sentido tan exhausta por las altas temperaturas que se dejan caer. Por lo menos, tengo mi rostro descubierto y mi cabello corto platinado que me permite sentirme menos sofocada por el clima.

No debería asombrarme, cada vez estamos más cerca de entrar a las puertas del Inframundo.

De todas formas queda menos, ya nos estamos adentrando a las empinadas cuestas del volcán Hodeskalle, donde  nos espera un sacerdote.

Finalemente podré convertirme en mercenaria.

Mis dos compañeros que están a mi derecha y a mi izquierda, me acompañarán en ésta travesía.

Jensen y Ejulf, dos hombres de cuerpos vigorosos, con armaduras oscuras, espadas en su cinturas y rapados totalmente han sido mis camaradas durante los últimos tres años de mi vida. Ellos me han entregado sus duras palabras de aliento en los momentos donde creí que mis músculos se romperían y perecería sin cumplir mi objetivo de ser una Mercenaria de Hel.

Jensen a diferencia de Ejulf, es mucho más alto, mide aproximadamente 1'80, en tanto Ejulf mide 1'75.

En cuanto a mí, soy la más baja del equipo, mido 1'62 al igual que mi madre a mi edad.

Muchos recuerdos vienen a mi cabeza mientras camino sin prestar mucha atención a mis pasos

Muchos recuerdos que preferiría no recordar…

——————————————————————————————————————————————————————

Vivir como hija de dos grandes héroes, fue algo difícil de asimilar.

Siempre fui muy distraída, recuerdo pocas cosas de mi infancia en Arendelle, mi vida empezó, si es que puedo llamarlo asi, el día en que llegué junto a mamá al Bosque Encantando.

Luego de años, hasta que tuve la edad para comprender el mundo que me rodeaba pude asimilar completamente que Mamá y Papá eran personas muy importantes dentro de la tribu de los Northuldrans.

Mi Madre, quien alguna vez fuera conocida por todos los Reinos como la Reina de Arendelle o la Reina del Hielo, descubrió en un viaje al Bosque Encantando junto a Olaf y mis tíos Anna y Kristoff que era el quinto espíritu, era el puente que uniría al mundo humano con el espiritual. Incluso junto a mí tía destruyeron una represa que fue construida por mi bisabuelo, el Rey Runeard, eso liberó al bosque de una injusticia que enfureció a los espíritus y finalmente los Northuldrans pudieron vivir en paz y sin rencores contra Arendelle.

En tanto mi Padre, que en su momento fuera nombrado como General Ballestero del Reino de Agder y antiguo Príncipe Consorte de mi Madre, era conocido por todos como el hombre quién guió a los Northuldrans en una nueva era para su pueblo.

Con aquellos antecedentes, siempre sentí esa presión recaer sobre mí, que debía hacer algo grande o incluso heroico como ellos.

Desde pequeña, todos me miraron como si fuera una persona diferente, me miraban con recelo, me hacían  sentir como que no pertenecía allí. Aunque aprendiera las costumbres de los Northuldrans y conviviera en armonía con los espíritus del bosque jamás fui aceptada por los niños y los adultos de la tribu.

Durante mi adolescencia, muchos chicos me molestaban por ser hija de los dos mayores héroes de la tribu, e incluso muchos me vieron como una niña rica por ser descendiente de la realeza de Arendelle.

Pero la verdad es que nunca me vi como una persona aristocrática.

Aún así, sufrí y lloré por muchos años por no encajar en aquel lugar que llamé por muchos años como mi hogar.

——————————————————————————————————————————————————————

— ¡Cuidado Iduna! — Vuelvo a la realidad al escuchar a Ejulf pronunciar mi nombre.

De pronto, siento como a la altura de mi cintura algo embiste contra mi armadura.

Caigo fácilmente por la cuesta, retrocediendo algunos metros.

Sin perder más tiempo, levanto la cabeza y noto que un jabalí salvaje corre para atacarme otra vez.

Jansen y Ejulf no tienen permitido intervenir físicamente, son las reglas aplicadas a los novatos que aspiran a convertirse en mercenarios.

Una regla dura, pero justa.

De mi cintura, desenvaino un cuchillo y espero a que ese jabalí se acerque un poco más.

Ya cuando sus instintos animales deciden atacarme, inserto mi arma en su frente para detenerlo.

Sus chillidos resuenan por todo el bosque, llega ser incluso escalofriante.

La sangre que recorre mi cuchillo llega hasta mis manos es de un color rojo oscuro.

Ejerzo presión sobre el jabalí hasta acabar con su vida para continuar con mi camino.

El animal cae al perecer, su alma ya se ha separado de su cuerpo.

Me pongo de pie y guardo mi cuchillo para retomar mi marcha.

No dejo de sentirme mal, si los Northuldrans se enterasen que he matado decenas de animales por mi supervivencia no me lo perdonarían jamás. Ya que la esencia de un Northuldra es la armonía con todos los elementos y los seres de la tierra.

Pero aún así, es un precio que debo pagar para alcanzar mis metas.

— Ten más cuidado para la próxima — Me advierte Jansen con frialdad.

— Lo sé, fue un descuido, no los volveré a retrasar — Tomo la delantera para compensar mi torpeza.

¿Cómo pude ser tan descuidada?, ¡Eso me pasa por no estar alerta!

Pero aún así, no dejo de recordar mi pasado…

——————————————————————————————————————————————————————

En momentos como éstos, siempre recuerdo la historia de cómo mi Madre conoció a mi Padre.

La historia de cómo ambos se conocieron es una de mis favoritas.

Según Mamá, ella se enamoró de Papá a primera vista cuando tenía mi edad. Él era un antiguo General Ballestero que había escapado del Reino de Agder. En aquel entonces Agder era gobernado por el temible Rey Ragnar, quien había decidido aplicar la pena de muerte a mi Padre por no obedecer  la orden de asesinar a mi madre.

En palabras de mi Padre, la primera vez que vio a Mamá su mirada se perdió en sus hermosos ojos azules como un navegante en alta mar.

Mamá solía decir que desde aquel encuentro sabía que él era el hombre indicado para ella.

En ese entonces, Papá tenía poderes al igual que mi Madre, él podía controlar el fuego y convertirse en un demonio gracias a un espíritu llamado Vördr, con tal poder se ganó la fama de ser conocido como "El Demonio de Agder", un soldado tan temible y despiadado que no dejaba nada a su paso. Pero por desgracia, Vördr ofreció su vida a una valkiria a cambio de que mi Padre pudiera volver al mundo de los vivos al perecer en combate.

Padre…

Me siento algo nostálgica al recordarlo, siempre estuvo conmigo cuando lo necesité, siempre cuidó de mí en los momentos buenos y malos.

Lo que más me gustaba de él eran sus historias.

Recuerdo una vez, que me confesó hace muchos años atrás que nunca estuvo preparado para mi nacimiento, a decir verdad nací de forma "sorpresiva".

Al parecer, debido a los poderes de hielo de mi Madre los síntomas de embarazo no fueron muy evidentes. Un día, antes de una reunión con el Consejo de Arendelle, Mamá sufrió un desmayo, Gerda, la sirvienta del castillo estuvo presente en mi parto junto al Doctor Anton. En ese momento Papá no supo como reaccionar, su cabeza no estaba preparado para criar a una niña, pero de todos modos se armó de valor e hizo lo imposible para que yo fuese felíz.

Felicidad, que nunca logré encontrar en el Bosque Encantando…

Al pasar los años, viví con la presión de no ser muy bien recibida en ese lugar

Los niños de mi edad me ignoraban y los adultos solían tratarme diferente como lo hacían con otros niños.

Al principio me dolía, pero con el pasar de los años, logré aceptar que debía esforzarme más por encajar.

Por ello, aprendí rápido sobre la naturaleza, aprendí a leer y escribir más rápido que los demás, e incluso tenía un dominio básico sobre la ballesta, el arma favorita de papá.

Pero de todos modos, ese sentimiento de angustia de no ser bievenida en lo que yo llamaba hogar, me consumía por dentro.

Pero aún así, sentía que, en especial los adultos y los ancianos, esperaban algo más de mí, y no podía entenderlo.

Hasta que finalmente descubrí la verdad…

Era de noche, tenía 13 años y no podía conciliar el sueño en mi tienda, así que salí a tomar algo de aire. Hacía algo de frío, la luna estaba llena y podía ver como su luz reflejaba las sombras de las otras tiendas en medio de la noche, realmente era un espectáculo para mis ojos.

En eso, noto que la fogata principal de la tribu estaba encendida, alrededor de ella se encontraba Yelana, líder de los Northuldrans y cuatro viejos  sabios que la acompañaban.

Me escondí entre algunos matorrales con el mayor sigilo posible, era una niña muy curiosa y quería saber de que hablaban. Pero si pudiera volver el tiempo hacía atrás, tal vez me habría ido a dormir después de tomar algo de aire, pero para mi mala suerte estuve en el lugar y en el momento equivocado.

— (…)¿Qué quieres decir con que es una chica sin nada especial? — Oí decir a uno de los viejos sabios de la tribu a Yelana.

— Que no es igual a sus padres, no tiene poderes, a su corta edad ya debería hacer algo con su vida.

—Concuerdo con Yelana — Interrumpió otro viejo sabio de nuestra tribu — No debemos hacernos grandes expectativas con Iduna.

— Yo no quise decir eso — Yelana observa fijamente la fogata —  Es hija de Elsa y del hombre que nos salvó de Kol. Lo más lógico es que ella tome el liderazgo de nuestro pueblo, incluso por derecho espiritual, ¿Y cómo lo hará?, si no tiene poderes ni nada con que pueda defendernos.

— Pero he visto que domina la ballesta —  Otro hombre realizó un comentario.

— ¡Pero no es suficiente! — Exclamó Yelana — ¡Alguien que sea descendiente de tales héroes no puede ser tan corriente!. ¿Acaso no lo entienden?, ¡Ella será la cabeza de nuestra tribu!, y sin ninguna cualidad sobresaliente nuestros rivales nos atacarán sin piedad. ¡Iduna no puede ser nuestra líder!, ¡Nadie de saber de esto jamás!.

Todos guardaron silencio, nadie tuvo nada más que decir.

Asintieron sin decir nada.

Admito que sus palabras me dolieron bastante, creía que el trato que recibía de los niños era demasiado, ¿Pero esto?, ¿Cómo que la cabeza de la tribu?, ¿Cómo podría ser una líder si ni siquiera los demás me quieren?

Admito que soy alguien normal, que soy débil, que no tengo poderes, pero eso no me hace sentir inferior en lo absoluto.

Por que soy perseverante, soy disciplinada y puedo conseguir lo que quiera.

Después de oír sus hirientes palabras, fui directo a mi tienda y lloré toda la noche hasta que pude conciliar el sueño.

Eso me dolió bastante, jamás pensé que un adulto pudiera hablar tan mal a espaldas de una niña.

Sus palabras aún resuenan en mi cabeza.

——————————————————————————————————————————————————————

— Finamente llegamos — Nuevamente Ejulf interrumpe mis pensamientos.

— Es aquí, este es el lugar que nos indicaron, además él está aquí —Jansen señala el cráter del volcán que emana mucho vapor, y cerca de éste hay un hombre viejo vestido de sacerdote, sus vestimentas son de color negro, característico de los Mercenarios de Hel.

— Llegamos muy rápido — Comento.

— Sean bienvenidos — Nos recibe el sacerdote — Mi nombre es Mikkel, yo los llevaré directo al mundo de Hela.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro