[ Capítulo 35 ]
El silencio reinaba el lugar, nadie quería hablar por que sentían que un nudo en su garganta los interrumpiria a mitad de su oración. El castaño miró a su pareja en busca de consuelo, éste le dio una mirada llena de amor y le abrazó con cariño.
"¿Cre-crees que ellos están bien, JiMinie?" él subió sus hombros sin saber la repuesta.
"Ellos son fuertes, Yoon"acarició su cabello para distraerlo.
"Llevan días afuera y no hay señales de vida por parte de JungKook y Jin" Nam tomó su cabeza entre sus manos.
Hye agarró de la mano a HoSeok, llevándolo a la habitación que compartían juntos. El menor tenía sus ojitos llorosos y cada tanto sorbia los pequeños moquitos que desean resbalar por su nariz.
"Es hora de dormír, Hobi" la chica lo arropó con sumo cuidado, depositó un lindo beso en su frente y se retiró, dejándolo dormir.
Caminó de regreso a la sala, en donde los demás tenían una conversión sobre lo que podían y tenían hacer. Las horas pasaban y no había ningún indicio de quien se los había llevado.
Todos estaban a nada de entrar en la histeria.
"¿Qué planea hacer si no nos pide algo acambio de ellos?" Tae habló temblando.
"¿Y... y si no querían nada?" JiMin recibió las miradas de todos sobre él "Solo piénsenlo, tal vez buscaba algún tipo de venganza contra nosotros" retuvo las ganas de llorar.
YoonGi negó efusivamente.
"No" se levantó de su lugar y se retiró a paso veloz, él se negaba a creer eso.
"Saldremos mañana" el antes rubio avisó. El pelinegro frunció su ceño en confución.
"¿Qué planeas hacer?" JiMin contestó a la defensiva "No planeo arriegar al grupo"
"¡Pues yo no pienso quedarme sentado mientras esos idiotas le hacen quien sabe que a mi pareja!" sus ojos se empañaron y las lágrimas bajaron en silencio.
Lo miró con rabia unos segundos más antes de girarse y tomar su abrigo que reposaba en el sofá, saliendo de la cabaña dando un azotón con la puerta. Hwasa miró preocupada al soldado y decidió seguirlo, temia que se hiciera daño como la otra vez.
El pelirrojo casi desteñido se acercó a JiMin, abrazandolo, buscando consuelo de su amigo. Lloró, lloró por que su pareja no estaba a su lado y él no podía hacer nada, porque tenía miedo y sentía rabia e impotencia.
"No te enojes con hyung" su voz salió sin emoción "Él conoce a Jin hyung desde hace años y hasta ahora pudo decirle lo que sentía. Tú más que nadie sabes lo que es no poder hacer nada para salvar a tu chico" Tae se alejó de él secando sus lágrimas.
Se despidió con una sonrisa forzada y salió de la sala camino a su habitación, otra vez dormiria sin JungKook.
[...]
"¿Entonces tienes pareja?" la chica intentó romper el tenso silencio.
JungKook asintió y prosiguió a contarle todo lo que había pasado para confesarse y que finalmente Tae aceptara. Jin veía atento las calles, alerta de cualquier sonido que representara peligro.
Un gruñido lo hizo detenerse y hacer callar a los dos chiquillos tras él que contaban alegre los chismes entre el apocalipsis. El rubio señaló una casa no muy lejos de ellos y corrió con los menores a refugiarse. Depronto dos motocicletas pasaron veloces frente a ellos, con muchos infectados tratando de seguirles el paso. Posó su dedo en los labios cuando vio las intenciones de pelicereza queriendo hablar. El sonido de dientes chocar y la madera tronando les hizo detener hasta su respiración.
No tenían nada para defenderse consigo.
Sorn urgó en la mochila que colgaba de su hombro y de ella sacó un cuchillo con gran filo. Lo acercó a él y este agradeció con una sonrisa. Miró aún escondido tras la pared de la sala, el infectado estaba ahí, parado en medio de lo que alguna vez fue el comedor. Sin esperar más se abalanzó a él, tumbandolo en la pared y enterrando el arma en su cabeza y parte del pecho sin parar.
Se detuvo cuando no vio más movimiento en el cuerpo debajo suyo. Algún tipo de sustancia negra salió del infectado, asustando a Jin. Se levantó de encima suyo, alejándose. Guardó el cuchillo en un bolsillo de su pantalón militar.
Sorn se aferraba asustada al brazo de JungKook.
"Debemos llegar cuanto antes y avisar a los chicos de la orda que se viene" el menor abrió los ojos.
"¿Orda?" Jin asintió "Mierda"
Abrieron la puerta y salieron de la casa corriendo. Las pisadas duras contra el pavimento parecieron llamar la atención de algunos infectados, pero al ya no ver ni oler nada no lo tomaron en cuenta.
"¿Sería mal momento para decir que eso de la orda parece típica historia cliché de las películas?" la rubia comentó y los mayores rieron sin hacer mucho ruido.
____________________
Actualizo ahora por que
estaré ocupada un tiempo. :)
¡No se olviden de dar su
estrellita y dejar comentarios lindos! JSJSJS
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro