Jean Vulturi

-Que pena. - mi hermana, murmura falsamente. -Se olvidaron de uno.

Miro en la misma dirección que ella mira y veo a un recién nacido asustado. El rubio de antes se acerca a la chica de forma protectora, sin quitarme los ojos de encima.

-Le ofrecimos asilo a cambio de que se rindiera. - explica Carlisle.

-No pudieron hacer eso. -Dice Jane, fríamente. - ¿Por qué viniste?
- cuestiona a la chica, que nos mira con pánico. Sin respuesta Jane activa su don.

-¿Quien te creó?

-Jane. -Murmuro en tono de advertencia.

-No te involucres esta vez, Jean.

Sentí los ojos de todos sobre mí cuando Jane dijo mi nombre. Por supuesto, el lector de mentes ya sabía quién era yo, pero no había tenido la oportunidad de decírselo a los demás.

-No es necesario que hagas eso, ella te dirá todo lo que quiera.

Dice la mujer al lado de Carlisle. Supongo que es tu compañero.

-Lo se. - mi hermana solo dice, sin inmutarse.

-¡No lo sé! - La niña dice, tosiendo. - Riley no nos dijo nada. Dijo que nuestros pensamientos no estaban seguros.

-Su nombre era Victoria. - habla el lector de mentes. - Quizás la conocía.

-Edward, si los Volturi hubieran sabido de Victoria, la habrían detenido, ¿verdad Jane? -Carlisle, como siempre, intenta calmar las cosas.

-Claro que si. -Mi hermana lo confirma.

Aparto la mirada del rubio nuevamente. Sus ojos no me han dejado ni un segundo desde que llegamos, y está empezando a molestarme más de lo que debería.

-Félix. - ordena Jane, y él asiente antes de dirigirse hacia la chica recién creada.

-Ella no sabía lo que estaba haciendo. - interviene la compañera de Carlisle.

Jane le hace un gesto a Félix para que espere.

-Nos haremos responsables de ella.

-Dale una oportunidad. - pide Carlisle.

-Los Volturi no damos segunda oportunidad. - dice Jane, mirando específicamente a Edward Cullen y a la humana. -Tenlo en cuenta, a Caius le complacerá saber que ella sigue siendo humana.

-La fecha ya está fijada. - la humana se defiende.

- Termina ésto, Félix. -Jane ordena una vez más.

--Jane. - intervengo mirando rápidamente a la chica recién creada. No creo que vaya a hacer esto. -Asumo la responsabilidad de la neófita.

Digo, haciendo que todos me miren sorprendidos. Incluso el lector de mentes, ya que supongo que su atención debería estar en mi hermana.

-¿De que estas hablando?

-Yo me encargaré de la chica. Ella viene conmigo. - digo, firmemente.

Los Cullen se miran fijamente, mientras Jane me mira con incredulidad.

-Aro...

-Yo hablaré con Aro, Jane. Está decidido, la chica viene con nosotros. - la interrumpí, acercándome a la neófita.

Paso junto al rubio de antes, intentando no mirarlo y agacharme a su lado.

-Mi nombre es Jean, ¿y tú, pequeña? - cuestiono levantando su rostro para que me mire.

-B-bree.

-Bree. Ahora eres mi protegida. - digo ayudándola a levantarse. -Ya no hay nada que temer.

-Tú no...

-Déjala, Edward. -Carlisle interrumpe al lector de mentes antes de que pueda protestar. - Bree estará en buenas manos.

Intercambio una mirada rápida con Carlisle.

-Volvamos al castillo. - dice Jane desapareciendo entre los árboles, al igual que Alec, Demetri y Félix. Bree y yo somos las últimas en irnos.

Tengo la sensación de que algo fuerte me retiene en este lugar, pero no puedo quedarme.

-Fue bueno verte de nuevo, Carlisle. Incluso si las circunstancias no son las mejores.

-Igualmente, Jeanna. - me río de tu tono formal.

-Yo me encargo de la niña, no te preocupes. - Prometo.

Veo al rubio dar un paso adelante, pero salgo corriendo con Bree antes de que pueda decir algo.

Sé lo que eso significa, pero no estoy preparado para un vínculo como ese.

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