001
Miré al techo durante largas horas hasta que escuché el sonido de pasos acercándose en el pasillo.
Sólo por el patrón de pasos pude identificar la presencia de mi hermana; Jane. Alec estaba justo detrás, aunque no puedo verlos desde aquí, puedo sentirlos y oírlos. Lo cual es más que suficiente.
- Jean, síguenos. Tenemos una misión.
Jane abre la puerta y me mira con sus ojos frívolos. Alec aparece justo detrás de nuestra hermana, esta con una mirada un poco más compasiva.
- Entiendo.
Me levanto de la cama y en menos de un segundo estamos caminando por los pasillos del castillo. Miro a mi alrededor.
Todo siguió igual. Muerto, sin vida. Al igual que sus habitantes.
- Será divertido - Comenta Alec, recibiendo una mirada rápida de nuestra hermana. - Los tres juntos nuevamente en una misión.
Jane es fría, ambiciosa y calculadora. No hay mucho lugar para el sentimentalismo en ese pequeño corazón de piedra, pero a pesar de todo, sé que ella nos ama. O algo así.
En cuanto a Alec, siento que es el corazón de esta familia, al menos lo que queda de ella.
Él siempre está tratando de acercarnos más, lo cual la mayoría de las veces es en vano.
Por último, yo, Jeanna. Mejor conocida como Jean Volturi, la leyenda entre la realeza.
La hermana mayor de los tan temidos gemelos Volturi, e igual o más temida que los propios gemelos Volturi.
Créeme, no digo eso porque tenga el ego alto. A pesar de tener mucha confianza en mis habilidades.
- ¿Cuál es nuestra misión?
Miro fijamente a Alec, esperando una explicación, esta viniendo de Jane.
-Hemos recibido pruebas de la creación de un ejército de recién nacidos en Seattle. - Explica Jane. -Nuestra misión es investigar y actuar, si es necesario.
Estoy confundida. ¿Recién nacidos? Esta es una misión que realizaría solo sin ningún problema.
Ese es mi papel más importante en la guardia. Y esa es una de las razones por las que casi nunca voy a misiones.
- Si ese es el problema, ¿por qué Aro envía un grupo?
Jane se detiene, haciéndonos pasar junto a la mesa. Ella me mira fijamente, insinuando algo más que apatía: ¿Ira?
- Maestro.
Jane me corrige fríamente. Una pequeña sonrisa se apodera de mis labios.
- No soy la mascota de nadie, Jane. Sólo estoy aquí por ti, así que no me vuelvas a corregir nunca más.
Digo dejándola sin palabras y paso de largo siguiendo el camino hacia la salida. Puedo sentir su vacilación en seguirme, pero tan pronto como Alec lo hace, Jane también nos sigue.
Esta vez sus pasos son pesados y estoy casi seguro de que quiere decapitarme si pudiese.
- Ah, ¿la princesita va a salir de la torre?
Demetri se burla tan pronto como me ve. Una sonrisa malvada forma sus labios.
Por un momento recuerdo nuestros momentos juntos, pero eso pronto desaparece cuando Jane se detiene frente a nosotros y retoma su postura de liderazgo.
- Vamos. No debemos perder el tiempo.
Respiro profundamente, aunque no es necesario. Hace mucho que no salgo del castillo.
Sólo estoy asignada a misiones importantes, así que debo asumir que esta es una de ellas. Pero, ¿Por qué?
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