Al parar frente aquella casa, mi alma se derrumbo. no podia dejar de mirar lo horrible que era y lo destruida que estaba. Realmente ese chaval pensaba dejarme sola en este cuchitril que ni gusto tenia...

—Listo, llegamos, tranquila, siempre esta abierto—El pobre abrio la puerta de una patada y entro a la casa, tras el entre yo y un fuerte olor a licor y ron concentrado asi provoca que me desmaye.

Mire al interior de la casa mientras tapaba mi nariz, el suelo lleno de botellas, algunas rotas y otras a medio resquebrajar. El polvo en los mubles, los sillones desastrados y la mesa del comedor tirada en el suelo. Aquello era peor que una batalla de los juegos del hambre.

—Prometo ayudarte luego! ahora debo irme, pero tranquila volvere y traere de todo —se acerco a mi mientras seguia impactada en mi lugar y beso mi mejilla para luego sali escopeteado por la puerta

Rata

Fue lo primero que pense para luego verme en aquel lugar deseando que los tres meses que pasaria alli, pasaran rapidos. Suspire y abri las ventanas de par en par a la espera que el olor se disipara aunque tambien me traia hermosos recuerdos de alguien especial. Inspire una vez mas profundamente y mi mente viajo por unos momentos a aquel hermoso segundo.

Flashback

—Effie...—Mi linda niña, habia acabado la guerra que hacia milenios habia empezado, una nueva vida se habria camino para ella, un nuevo futuro sin los juegos. Uno donde yo no era invitada.

Senti su calido abrazo de despedida y deseandole la mejor suerte del mundo me separe de ella para seguidamente mirar al hombre que por tantos años habia provocado mis mayores dolores de cabeza.

—Cuidate princesa—se acerco a mi y beso mi mejilla, pero al mirarnos se acerco a mis labios sin que nadie mirara y me beso

Aquel beso tan inocente como indecente se grabo a fuego en mi memoria y mis labios, lamentablemente duro tan poco...tan poco que solo desee que mientras se iban el me suplicara irme con él...era lo unico que yo deseaba...a él.

Fin Flashback

Ridiculamente, aquel recuerdo aun depertaba mis sentimientos, pero lamentablemente ya no habia vuelto a saber de el como para saber que habia sido de su destino.

—¿Quien diablos osa abrir mis ventanas sin mi permiso  —Aquella voz,

Me gire velozmente y mire hacia la cima de la escalera encontrandolo allí parado, mientras me miraba anonadado, con una botella en su mano y sin camisa, al ver aquel echo tube que dejar de mirarlo tan descaradamente

—¿Acaso no te han enseñado a tener modales delante de una dama abernathy? —escuche como bajaba lento por las escaleras y algo descompuesto

—Cuando las damas me ven asi, no suelen esperar modales exactamente—odiaba su humor negro, y aun mas su estudio ego

Intente no subir la mirada, pero indiscretamente me di con la osadia de fijar mi vista de nuevo en su pecho y sonrojarme volviendo a bajar la mirada notando cada vez mas su cercania

—De todas mis alucinaciones —se paro justo a centimetros de mi, temble al instante al sentir su respiracion sobre mi, comenzando a olerme descaradamente —eres la mas real de todas

—Haymitch...—le mire solo por un segundo a aquellos ojos, y ya no pude volver a bajar la mirada, note su ebriedad y como llevo su mano libre a mis labios rozandolos delicadamente, en aquel momento solo me miraba a los ojos realmente confundido

—Dilo de nuevo —se acerco a mis labios despacio y perdida entre el embriagante olor del ron, y sus ojos que ahora mismo solo miraban mis labios, deje de pensar coherentemente.

—Hay...Haymitch—susurre lo suficientemente alto para que el me oyera y sin poder continuar la frase, el ataco mis labios de forma salvaje, necesitada.

En un torpe intento por seguirle el ritmo, él sujeto mi cuello y me pego aun mas contra él, sentí en pocos segundos su lengua adentrarse en mi boca y como el sabor del alcohol provocaba que quisiera mas. Devoro mis labios cuanto quiso, no dejo que me separara de sus labios aun cuando el aire me faltaba, pero realmente ni yo deseaba separarme de sus dulces labios. Sentí la fria pared contra mi espalda y como el pegaba su cuerpo mas contra el mio, rodee su cuello con mis brazos en busca de aun mas contacto, pero para mi sorpresa aquel hombre de tan imponente entrada se separo de mis labios rapidamente mirandome y tambaleandose lejos de mi para seguidamente caer K.O en el suelo.

Y alli me encontraba yo, jadeante y temblorosa ante el ataque de aquel vil vencedor de los juegos del hambre, el cual ahora se dedicaba a reposar su hermosa borrachera mientras yo solo me recriminaba por seguirle el juego de aquella forma tan vulgar.