8
"¿Qué?" Fue lo único que salió de sus labios cuando escuchó lo que su papá dijo, lo que estaba dando a entender.
—Tu celo se acerca, cada vez será peor si no lo pasas con un alfa. Jungkook es perfecto para ti y ahora que es un Kim-
—N-no pasaré mi celo con Jungkook —titubeó con el terror que le causaba tan solo pensar en pasar un momento donde estaba tan vulnerable con alguien que apenas conocía, de entregarse a alguien que apenas conocía.
—Hoseok, ya no eres un niño —dijo su padre—. La mayoría de los omegas a tu edad ya tienen un alfa, tal vez el tuyo sea Jungkook. Has dicho que te agrada, muchos omegas pasan su celo con alguien que les agrada, eso es completamente normal.
—La mayoría de los omegas que tienen un alfa a mi edad es porque se presentaron hace años —le recordó lo más pronto que pudo. La mayoría se presentaba a los trece o catorce, por supuesto que a su edad ya tendrían una pareja—. Yo no, yo no quiero pasar mi celo con nadie. Apenas es mi segundo celo...
Era algo incómodo hablar de eso, pero solo sus padres estaban ahí escuchándolo. Debía decir lo que pensaba y sentía.
—No tomes una decisión antes de tiempo —sentenció su padre firmemente.
—Hobi, hijo —murmuró su madre con tono dulce y suave. Hoseok la miró ilusionado de que lo fuera a defender—. Ya hablamos con los Kim, ellos ofrecieron a Jungkook y él estuvo de acuerdo.
—Mamá-
—Pero Jungkook dijo que hablaría contigo y te daría a ti la última palabra. —Hoseok no podía creer que hayan hablado sin consultarle. No le había gustado que contaran de su deseo por tener cachorros pero lo había aceptado, esta vez no podía aceptar esto. Se sentía muy expuesto de que hablar de su celo y mas a su espalda—. Piénsalo bien, tu celo empeorará cada vez más sin un alfa, tendrás que tomar medicamentos cada vez más fuertes...
—No seré el único omega que lo haga —murmuró recordándolo—. Hasta los alfas sin pareja lo hacen... A ustedes no les importa eso, solo quieren una unión de nuestro apellido y los Kim. Desde siempre es lo único que han querido.
—No es así-
—Iré a la segunda casa luego de mi clase extracurricular, mi celo comenzará mañana.
—¿Mañana? ¿Tan pronto?
—No es necesario que nadie vaya a cuidarme, puedo estar solo por mi cuenta. Y no se preocupen por nada, ya guardé todas mis cosas —interrumpió, agarrando su mochila y un bolso que había armando solo.
Sus padres lo dejaron ir sin decir más, aunque suponía que era porque su padre estaba molesto como para insistir en acompañarlo y su madre, simplemente, no sabía cómo seguir negando las intenciones que tenían de unir los apellidos de ambas familias.
Todos los omegas y alfas tenían una "segunda casa" donde pasar sus celo, y si no la tenían, siempre encontraban otra solución. Eran cuidadosos con esos momentos, por más medicamentos que existieran los celo no podían evitarse, no a menos que tomaras una sobredosis de varios que podrían incluso matar.
Por otro lado, las "segundas casas" donde la mayoría pasaba su celo, solo eran conocidos por sus familiares o parejas, tal vez algunos amigos íntimos también, pero no más. Era lugar muy privado con justa razón.
Apenas terminar su clase extracurricular de la tarde, Hoseok se dirigió a su "segunda casa". No estaba del todo seguro pero suponía que su celo comenzaría al día siguiente, cada vez se sentía más incómodo y el calor de su cuerpo estaba aumentando muy rápido desde que había despertado. También tenía la leve sospecha de que el spray que utilizaba para ocultar su aroma a celo no estaba funcionando como antes, porque Seokjin quien era un alfa extremadamente sensible a los aromas ya lo había notado, le había preguntado si estaba por entrar en celo.
—Hoseok —nombraron detrás suyo a unos pasos de la salida de su escuela, se paralizó porque ya estaba comenzando a sentir de a poco los síntomas que sintió la última vez cuando entró en celo.
O tal vez se paralizó porque reconoció la voz y el aroma de quien lo llamaba. Era alguien que no estaba deseando ver justo en esos momentos.
—Hola... Jungkook —saludó algo avergonzado, recordando lo que sus padres habían hablado y de que Jungkook había aceptado.
—Hola —saludó luciendo algo tímido como siempre, pero Hoseok se preguntaba si realmente era tímido, no parecía ser tan tímido si había aceptado pasar su celo con él—. ¿Cómo estás? ¿A dónde ibas? Puedo llevarte.
Se ruborizó mucho y maldijo internamente al ver pasar el autobús que debía tomar.
—Debo... prefiero ir solo. ¿Podemos hablar después?
—Espera —dijo Jungkook con una sonrisa nerviosa antes que se vaya—. Hoy, mis papás hablaron con los tuyos sobre... uhm...
—Sé de que —interrumpió, forzándose a no morir de vergüenza—. Dijeron que estabas de acuerdo.
—Sabes que me gustas.
—Si, pero eso no significa que quieras... que hayas aceptado eso.
—¿Ayudarte a pasar tu celo? —preguntó con nada de timidez para su sorpresa, fue Hoseok esta vez quien estaba totalmente tímido, incómodo y avergonzado—. No entiendo por qué no debería haberlo aceptado. Me gustas demasiado como para querer eso y más contigo.
El Jungkook frente suyo parecía muy seguro, dejó de lado a la timidez que siempre había mostrado frente a él. Tragó intentando encontrar su voz.
—Lo siento, pero yo no. Nos vemos —dijo y quiso continuar su camino hasta que Jungkook lo agarró de la muñeca. Se volteó mirándolo a los ojos molesto por eso, pero al ver su mirada se dio cuenta de lo que estaba pasando. Jungkook había notado su celo, su propio cuerpo lo estaba queriendo dominar para que saliera su lado animal y lanzarse a él. Era algo que siempre le ocurría a los alfas más jóvenes, les era casi imposible controlar sus impulsos.
—Déjame ir contigo a donde sea que pases tu celo, no te obligaré a nada.
Por supuesto que no lo obligaría, pensó. No lo haría porque sabía que sería Hoseok quien rogaría por él, cuando estaba en celo lo único que pensaba era en alguien apaciguando su deseo sexual. Jungkook no lo obligaría a nada porque sabía Hoseok lo haría.
Se deshizo de su agarre.
—Vuelve a casa, Jungkook —dijo suavemente, intentando también hablar con su lobo, calmarlo y que lo dejara ir. No era nada bueno que un alfa que lo quería hubiera olfateado su celo, las posibilidades de que su lobo se apoderara de él eran muy altas. Aún cuando estaba en la calle, era peligroso, no solo para él sino también para Jungkook.
—¿Estás preocupado? No lo hagas, estoy bien. No soy un alfa que se deja llevar por sus instintos. —No estaba seguro si creerle, pero si era cierto esa era una gran cualidad. Eran muy pocos los alfas que podía controlarse, aunque no tan pocos como los que podían controlarse frente a un omega en celo.
—Bien... Debo irme, de todas formas.
Esta vez Jungkook no lo agarró de la muñeca, pero si ocupó su camino. No parecía querer dejarlo irse, tenía un grave problema ahora.
—Te llevaré. Es peligroso que vayas solo ahora mismo-
—Lárgate.
Hoseok se sobresaltó por la voz grave que desde su derecha dijo eso. ¿En qué momento había llegado? ¿Por qué no había sentido su aroma?
—¿Tae? No sabía que tenías a clases a estas horas, hermano —dijo Jungkook.
—No las tengo, así como tú tampoco tienes. Ahora, vete.
—No puedo, estoy hablando con Hoseok-
—Él se despidió varias veces de ti, ¿no lo entiendes? Solo da la vuelta y piérdete.
—Taehyung —mencionó Hoseok porque le pareció muy cruel su forma de hablarle a quien le había llamado hermano hacía unos instantes atrás—. Basta —habló cuando el alfa castaño lo miró. No pareció gustarle eso.
—¿Quieres irte con él? —preguntó luego de unos segundos en silencio, por la forma en que lo dijo Hoseok pudo darse cuenta que Taehyung también lo sabía. Sabía lo que sus padres habían hablado y ahora estaba más mortificado aún.
—Tengo que irme.
—Hoseok, espera. —Jungkook volvió a agarrarlo del brazo pero esta vez hubo un golpe en el aire que hizo que Jungkook lo soltara de inmediato.
—Si vuelves a tocarlo, te mataré —gruño Taehyung, y Hoseok quedó en shock por su reacción. Estaba más que enojado, nunca lo había escuchado tan enojado, no desde la vez que lo salvó en el baño—. Lárgate. Ahora. —Se sintió un espectáculo cuando lo escuchó utilizar su voz de mando contra Jungkook, sabía que debía estar asustado o debía sentirse mal por Jungkook pero no estaba más que maravillado y mirando a Taehyung como si fuera el mejor alfa que existía en el mundo.
Su lobo estaba emocionado también, y rápidamente notó que era porque Taehyung lo estaba cuidando. Lo estaba defendiendo. Estaba ahí por él. Así como la otra vez, lo que sus padres hubieran dicho no le importaba, pudo haber creído que buscaba un alfa o que quería a Jungkook para pasar su celo pero no lo hizo. Los había interrumpido, había notado que se había despedido varías veces porque se quería ir. Había interrumpido para salvarlo.
Jungkook no se iba, en realidad la situación había empeorado porque él estaba mirando de forma asesina a Taehyung. Estaba por comenzar una pelea, no era para menos, a ningún alfa le gustaba que usaran la voz de mando contra él, era un golpe contra ego.
—Tengo que irme —interrumpió Hoseok la batalla de miradas que se estaban dando, presintiendo que si no lo hacía terminarían peleando frente a él. Pero no esperó sus respuesta, Hoseok se dio la vuelta y se fue a la próxima parada, muy lejos de ambos alfas y esperando que su autobús llegara cuanto antes para poder llegar finalmente a la segunda casa.
No escucho a nadie seguir, el aroma de ninguno de los dos alfas estuvo cerca cuando estaba a pasos de la parada de autobuses. Fue por eso que cuando escuchó que uno de ellos mencionó su nombre detrás suyo, casi le da un ataque.
—¿Q-qué haces aquí? —No sabía quien era peor que le haya seguido, si Taehyung o Jungkook. Los dos eran malas opciones, aunque suponía que el primero era el doble porque aún seguía teniendo sentimientos por él que no debía tener. De todas formas, había algo más extraño en todo eso—. Tu aroma...
—Lo estoy ocultando. —Sus ojos se ampliaron con sorpresa o confusión, ahora entendía porque no lograba sentirlo pero, ¿por qué? ¿Por qué lo ocultaba?—. Si estás en celo, es más conveniente que no lo sientas.
—¿Más conveniente? —preguntó más confundido que antes, sentía que se estaba perdiendo de algo importante. Taehyung tragó y miró a otro lado.
—Tu celo va a empezar en cualquier momento. Permíteme llevarte a donde sea que vayas a pasarlo. —Se ruborizó, su aroma debía ser más fuerte aún.
—No quiero-
—Sé que no soy tu persona favorita —interrumpió dejándolo mudo—. Pero podría pasarte algo en el camino, estás en peligro si estás solo. Lo sabes.
Tenía razón. Por alguna razón, con Taehyung no tenía miedo como con Jungkook. Aunque tal vez eso era porque lo conocía hace mucho, y porque sabía perfectamente que Taehyung no sentía ningún tipo de atracción por él.
—Solo si me dices porque estás ocultando tu aroma —dijo porque su curiosidad era mayor y era una buena idea para traer de vuelta esa cuestión que no quiso responderle.
Pero cuando Taehyung se puso notablemente nervioso y parecía no encontrar palabras para responder, la pregunta se respondió sola en su mente. ¿Podía ser más tonto? ¿Cuál era la razón por la que él mismo ocultaba su aroma? Si... exacto, Hoseok y todos los omegas ocultaban su aroma porque no quería que otros supieran que estaban por entrar en celo.
Taehyung estaba por entrar en celo.
—Tú...
—Te lo responderé luego. Ven, vamos a mi auto.
Era mil veces más posible que un alfa entrara en celo si estaba por mucho tiempo con un omega en celo, ¿cuántas eran las posibilidades de que un alfa, que ya estaba por entrar en celo, lo hiciera estando cerca de un omega en igual condición?
—N-no podemos —lo detuvo cuando se estaba por ir a su auto. Taehyung se giró a mirarlo aunque su mirada era solo de confusión.
Si Taehyung y él entraban en celo al mismo tiempo solo ocurriría una posible situación... Hoseok nunca se había ruborizado tanto como hasta ese momento.
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