6
Casi no había podido dormir en toda la noche y como solo podía ser, se debía únicamente a Taehyung.
En su mente se repetía una y otra vez si le había gustado o no su regalo, quería saberlo ya todo. Aunque tenía muchas esperanzas de que le gustara, a Taehyung siempre le habían gustado los regalos hechos a mano y estaba seguro que eso no había cambiado para él. A pesar de tener una familia con mucho dinero como él, Taehyung era sencillo y le gustaban las cosas simples. Hoseok lo sabía por las charlas que habían compartido cuando eran amigos y, también sabía que le gustaban las pulseras de tela. De hecho usaba un par, Hoseok las había visto cuando condujo a su casa aquel vez que tuvo su primer celo y lo salvó de esos alfas que quisieron aprovecharse de él.
Así que contaba las horas de que terminen las clases para salir. Y cuando salió corrió rápido a la salida, estaba lleno de ilusión esperando a Jungkook como habían acordado verse el día anterior.
Contó cada segundo parado ahí sujetando su mochila nervioso y mirando por donde tendría que venir Jungkook, pero para su sorpresa absoluta quien apareció primero en su campo visual fue nada más ni nada menos que Taehyung.
Su corazón latió rápido como siempre que lo veía, su lobo se inquietó más dentro suyo y deseaba acercarse a él cuanto antes como si fuera su media mitad de la cual no debería estar jamás separado pero entonces, cuando sus ojos chocaron, sintió eso mismo que había sentido los primeros días en los que Taehyung se había presentado como alfa; nada.
Taehyung que había cambiado su mirada para él hacía meses, ahora volvía a verlo como si no fuera nada para él. Lo miraba con indiferencia total. Casi con desprecio.
—Hoseok, ya estabas aquí. —La voz de Jungkook sonó a su lado, llena de vida. Y aunque Taehyung estaba lo suficientemente lejos y los estudiantes pasando no lo dejaban ver con claridad, vio que se tensó a mover su mirada a Jungkook—. Lamento tardar, la profesora no nos dejaba salir. ¿Estabas esperando hace mucho?
Los latidos de su corazón que se habían ralentizado hacia unos segundos por la fría mirada de Taehyung volvieron a cobrar vida por esa nueva atención que les estaba dando. O al menos creyó que les estaba dando, porque lo siguiente que sucedió fue que Taehyung se girara en dirección contraria a ellos y se alejara desapareciendo totalmente entre la multitud.
—¿Hoseok? —Su lobo aullaba tontamente intentando llamar a Taehyung, aún sabiendo que jamás sería escuchado por él ni por su lobo.
—¿Qué dijo del regalo? —preguntó de inmediato volviendo a Jungkook pero cuando se dio cuenta que ni siquiera le había dicho "hola" se sintió muy avergonzado—. L-lo siento, quiero decir...
—Está bien, lo entiendo —dijo Jungkook con una sonrisa que creía que era forzada por lo que le acababa de decir. ¿Cómo podía ser tan egoísta y preguntar directamente aquello cuando sabía que Jungkook sentía algo por él también?—. Es por lo que nos reunimos aquí en realidad.
—Lo siento... —murmuró apenado y cabizbajo, Jungkook tocó su hombro y el toque lo puso más nervioso.
—No te disculpes, Hobi —Apretó su hombro empeorando el sentimiento que tenía pero por suerte alejó su mano—. Con respecto al porqué estamos aquí... No sé cómo decírtelo pero —suspiró frustrado—, usé las mejores palabras que pude para decirle a mi hermano Tae que tu regalo era de alguien que lo quería mucho pero cuando lo abrió ya había visto todos sus regalos así que él simplemente lo rechazó diciendo que no le gustaba.
El corazón de Hoseok cayó y casi sintió que se rompió al chocar contra el suelo.
—¿Lo... rechazó?
—Lo siento —murmuró Jungkook luciendo afectado—. Sé que te lastima escuchar eso, yo me enojé mucho también porque un regalo jamás se rechaza pero él... lo vio y se fue diciendo que no le gustaba, prefirió probarse las ropas de marca que le habían regalado.
Sintió sus ojos llenándose de lágrimas. Sabía que a Taehyung le gustaba las cosas simples como los regalos hechos a mano, pero también sabía que le gustaba mucho comprar ropas. Y lo que si no se esperaba es que rechazara por completo un regalo que le habían hecho por la simple razón que no le gustara.
—¿Le dijiste que yo se lo regalé?
—No, hice lo que me pediste. Solo le dije que era de alguien que lo quería mucho y que lo hizo a mano. Hasta le dije que tardó meses en hacerlo...
Hoseok parpadeó intentando secar sus lágrimas y asintió, esperando que su voz no saliera tan quebrada como su corazón: —Gracias por querer ayudarme, Jungkook.
—No estés triste, Hobi. Tu regalo fue hecho con amor, vale más que todo lo que le regalaron, si no lo supo apreciar no es tu culpa.
—Si no lo aceptó cuando escuchó que era de alguien que lo quería y que se había esforzado en hacerlo, aún cuando lo vio... es porque no le importó los sentimientos. Y el Taehyung del que creía estar enamorado no haría algo así.
—Las personas cambian...
—Siempre creí que él seguía siendo el mismo a pesar de todas las cosas que me dijo y no me gustaron —hablaba con todo el dolor de su corazón—. No quise creer que había cambiado en todo este tiempo cuando él mismo siempre dejaba en claro que lo había hecho. Fui tan tonto.
—Pero no es tu culpa, solo estabas enamorado... el amor es ciego.
Hoseok asintió creyendo que en cualquier momento ya no podría detener más sus ganas de llorar.
—Ahora entiendo esa frase —confesó—. Tapé mis ojos por culpa de mis tontos sentimientos.
—No son tonto tus sentimientos, Hobi.
—Si lo son —remarcó—. Pero ahora que me doy cuenta, intentaré borrarlos. Aunque me duela...
Las manos de Jungkook ahora estaban sobre sus hombros pero Hoseok ya no sentía nada, ni siquiera se inmutó con el toque. Solo miraba al suelo conteniendo sus lágrimas y soportando el dolor de su corazón.
—Estaré contigo para lo que quieras —prometió aquel alfa, Hoseok lo miró pero apenas podía verlo con sus ojos llenos de lágrimas—. Aunque recién me conozcas, puedes confiar en mi. Eres un omega que cualquiera quisiera tener, tan bonito y dulce, con sentimientos puros... Ahora en más cuidaré de ti, Hoseok. Lo he decidido.
Hoseok intentó sonreír por las palabras tiernas que le daba aquel alfa pero no le dio tiempo porque fue envuelto en sus brazos. Fue extraño pero intentó relajarse, había necesitado escuchar cosas como las que le acababa de decir y, necesitaba de ese abrazo. No mejoraba el dolor en su pecho pero era mejor que sentirse solo. Se dejó abrazar.
—Vine en auto, ¿quieres que te lleve a tu casa? —preguntó Jungkook alejándose con cuidado del abrazo. Hoseok asintió agradeciéndolo, subir al transporte público en su estado sería incómodo.
Estaba tan agradecido con Jungkook a pesar de conocerlo tan poco aún. Su madre tenía razón al decir que era un buen alfa, le hacía sentir realmente protegido.
Cuando llegaron a su casa y Hoseok le agradeció por llevarlo, Jungkook lo detuvo tomando su mano.
—No te he devuelto el regalo, si quieres te lo traigo mañana. —Tal vez en su cara se reflejó exactamente lo que sintió por dentro. Dolor—. O si quieres lo tiro por ti para que no te cause tristeza volverlo a tener.
—Es mejor así —asintió sin querer decir más. Aún era muy reciente lo que acababa de pasar, aún era muy reciente el haber abierto sus ojos y darse cuenta que Taehyung no era quien creía todo ese tiempo—. Adiós. Y gracias, Jungkook.
El alfa soltó su mano y le sonrió levemente: —Adiós, Hobi. Nos vemos pronto.
Asintió sin prestarle atención a eso último, solo quería entrar en su casa y llorar sobre su cama. Tal vez ahora si era momento de rendirse definitivamente, ese no era el Taehyung que quería y hasta su lobo comenzaba a darse cuenta de eso.
No había sido un buen día.
—Taehyung, el sábado tengo que hacer un viaje a la casa de tus abuelos, ¿quieres venir? —Su padre preguntó en medio de la cena. Taehyung no había hablado nada en todo ese tiempo, bueno, ni siquiera había hablado desde que se había despertado en realidad. No había sido un buen día.
Podría justificarlo diciendo que no había dormido bien porque había tenido muchas pesadillas, pero aún cuando diría eso esas pesadillas tenían una razón. Hoseok no le había regalado nada, no le había felicitado por su cumpleaños ni siquiera por mensaje. Lo había ignorado por completo. Y lo peor no era solo eso o que a la salida del colegio lo vio con Jungkook -cosa que odió con su alma- sino que fue el que le pareció percibir en Jungkook un ligero aroma suyo al acercarse. Un omega no podía impregnar su aroma en alguien más de no ser que se acercara lo suficiente cerca como estar cuerpo a cuerpo.
Así que había una pregunta que se repetía en la mente de Taehyung desde la tarde, ¿qué tan cerca había estado Jungkook de Hoseok para que se le pegara su aroma?
La respuesta no lo dejaba en paz y estaba seguro que había hecho más de un agujero en Jungkook con la mirada asesina que le dirigía. Él no debía acercarse a Hoseok, Hoseok no merecía un alfa tan despreciable como ese.
—Taehyung, ¿me has escuchado?
—Me quedaré —respondió volviendo a comer y dejar de mirar con odio al alfa frente suyo.
—Ellos no te ven hace mucho y no creo que vaya a poder viajar pronto. Deberías pensarlo. —Suspiró frustrado por dentro, si esa era la razón por la que le preguntaba si quería ir debería saber que aceptaría. Amaba a sus abuelos, ellos habían sido un gran apoyo cuando sus padres peleaban aunque estuviera separados desde hace años también.
—Correcto, iré.
—Bien. Entonces viajaremos todos menos Jungkook que tiene una cita con Hoseok.
Taehyung se tensó, debía estar escuchando mal.
—No es una cita, solo una salida como amigos —dijo Jungkook sonriendo de esa forma falsa que tanto odiaba y mirándolo de forma desafiante cuando nadie se daba cuenta.
Estaba yendo por Hoseok, estaba jodidamente yendo por él, ¿cómo pudo creer que se alejaría solo por sus amenazas?
—Así empieza todo —dijo su padre con una seguridad que le dio escalofríos—. Pronto estarán agarrándose de las manos. —Agregó agarrando de la mano a su omega que rió bajito asintiendo y mirándolo con cariño.
—Qué ridiculez —soltó Taehyung con voz dura—. Deberías dejar de decir eso. Hoseok no está en busca de pareja.
¿No lo está? Se preguntó a sí mismo porque en realidad no estaba seguro de eso, lo había dicho solo porque no veía a Hoseok con pareja. No lo veía siendo el omega de nadie...
—Hoseok ya está por cumplir diecinueve años, Taehyung —le recordó su padre con voz tranquila—. Ya tiene la edad suficiente para tener cachorros.
Casi se atoró con su propia comida.
—¡Ni siquiera terminó el colegio! —exclamó sin darse cuenta de como de molesto sonaba ahora.
—Eso no tiene importancia. Todo omega está listo para tener cachorros desde que es presentado pero la edad ideal es a partir de los dieciocho. Hoseok ya tendría que tener al menos un cachorro para el año que viene.
Taehyung le frunció el ceño a su padre: —Lo dices porque no es tu hijo, no has tenido ningún hijo omega pero estoy seguro que si lo tuvieras no le permitirías tener cachorro tan joven, ¡querrías que estudie primero!
—No lo digo yo, he hablado con sus papás. Ellos quieren que Hoseok ya tenga una familia antes de terminar la universidad.
—Eso no es decisión de ellos, es decisión de él —soltó molesto, no podía creer lo que escuchaba.
—Por supuesto —concordó su padre, encogiéndose de hombros de una forma casual que inquietó por completo al alfa—, pero no lo están obligando, ellos solo quieren lo que su hijo desea.
Su ceño fruncido y enojo se evaporaron, un frío sentimientos lo cubrió.
—¿Qué quieres decir? —preguntó Taehyung y su voz casi sonó más baja de lo normal.
Su padre masticó tranquilo su comida y tragó sin apuro alguno, Taehyung no le quitó la mirada de encima sintiendo un extraño pero desagradable sentimiento invadirlo cada vez más.
—Hoseok le confesó a sus papás que desea tener un alfa y cachorros lo más pronto posible.
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