Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 9

—Es la tercera vez que me baño en el día — comento cansada.

—Bueno, no querías irte a la cama llena de sangre, ¿no?

—Supongo que no, pero tampoco quería sufrir por el dolor.

—Bueno, quiero pensar que este tipo de cosas duelen, pero en fin, procura no escaparte la próxima vez.

—Él me llevó, Luzbel, Aaron me drogó y me... secuestró — dudo en la palabra, no sé si eso cuente como un secuestro de verdad.

—Si no hubieses huido del baño no hubiera pasado.

—Quería que sintieras qué es que te dejen caliente.

—¿Eso significa que te he dejado caliente?

—Me refiero a que te dejen alborotado así — corrijo en un intento de no sonar estúpida.

—Sí... pero ha estado bien, supongo que después de todo no hubiera sido una buena primera vez hacerlo en un baño.

—No lo creo... — acepto sonriéndole débilmente.

—¿Tienes hambre?

—Sí — admito suspirando —, la realidad es que el idiota de Aaron mandó a la mierda mí plan.

—¿Cuál plan?

—Tenía pensado ir a Rae's a cenar, la verdad es que iba a esperar a que bajaras del baño para decirte que nos fuéramos ya.

—Aún es temprano, ¿por qué no te quedas un rato aquí mientras voy por algo de cenar?

—Vale, te espero, la cartera debe estar en el escritorio.

—Para nada, yo lo pago — decide parándose del piso.

—¿Tienes dinero?

—Claro, no pensarás que iba a tirarlo cuando me fui de aquí.

—Por supuesto...

—Era un buen recuerdo, siempre que voy a algún lugar conservo algo de ahí. El colmillo de un vampiro, el collar de un hada, el ala de un demonio.

—¿Existen todas esas cosas?

—¿Cuál de todas?

—Todas.

—Claro. No aquí, por supuesto, pero claro que existen.

—¿En dónde? — suena bien ser el primer ser humano en saber a ciencia cierta qué tan reales son todos esos monstruos y criaturas místicas.

—Pues, depende de qué sea lo que quieras encontrar, no todos comparten el mismo lugar, ¿te imaginas a hadas con vampiros? Aunque digo, por supuesto qué hay hadas oscuras, pero es diferente.

—Increíble.

—Iré por la cena y vuelvo a contarte todo lo quieras, ¿te parece?

—Sí, claro.

—Bien, vuelvo pronto... espera un momento — Luzbel sale del baño dejando la puerta abierta. Escucho que mueve unas cosas y luego regresa —, dejaré a Lux por aquí, úsala si lo necesitas.

—Espero no necesitarla.

—Supongo que no, si un ángel te ve desnuda lo distraerás lo suficiente.

—Jódete.

—Lo digo por experiencia, pero bueno, volveré pronto.

Nuevamente sale, pero esta vez cierra la puerta tras de sí.

Lux descansa sobre el lavamanos, dentro de su funda de piel. Lo cierto es que no sé si yo pudiera usar una espada de verdad, no es como si hubiera funcionado muy bien la primera vez.

Me pongo de pie y enjuago la poca espuma que se me quedó en el cuerpo magullado.

Supongo que la ambulancia llegó hace bastante tiempo por Aaron, eso espero, ya que después de todo lo dejamos tirado a la orilla de la carretera... No creo que esté muerto, ¿no? Esa cucaracha no se va a morir dentro de mucho, además de que no parecía estar tan herido, creo que sólo no podía moverse por las pastillas que le hemos metido en la bebida.

Me seco de prisa con la toalla y pongo algo de crema en mi cuerpo, evitando las zonas donde mi piel está herida.

Salgo y me apresuro a sacar mi pijama del armario, la piel se me eriza del frío y casi puedo sentir que hay una corriente de aire aunque la ventana está cerrada.

Me suelto el cabello y dejo que caiga alborotado sobre mis hombros mientras salgo de mi habitación, pero apenas pongo un pie afuera y el teléfono me hace regresar.

"—¿Si? — pregunto al no saber quien me llama.

—¡¿Dónde estás?! — la voz histérica de Kate me hace retirar un poco el móvil de mi oreja, ya me extrañaba que no me llamara alguien.

—En casa...

—Aaron... él... ¿no estaba contigo?

—¿Desde cuándo te preocupa? Estaba con él hace un rato...

—Chocó en su auto, quedó volcado. Rihanna y yo fuimos en cuanto la llamó, nos dijo que ibas con él y te fuiste...

—Luzbel me sacó de ahí, y Aaron debería agradecerle, si no fuera por Luzbel estaría asado en el auto.

—¿Dónde estás?

—En casa, estoy bien...

—¿Estar bien? El auto está literalmente de cabeza, ¡pudiste haberte roto algo! Tienes que ir al hospital, iré por ti.

—No, en serio, Kate, estoy bien, lo juro. La verdad no sé qué pasó, Luzbel llegó por mí y reaccioné en cuanto comenzó a hablarme, la realidad es que sólo fue algo superficial... creo que me rompí la mandíbula, pero bueno, eso fue porque tropecé cuando quise caminar sola... pero creo que está bastante bien.

—Aaron no puede moverse...

—Rihanna y yo lo drogamos, en unas horas recuperará los sentidos... eso espero...

—¡¿Lo drogaste?! Pensé que no hablabas en serio.

—¡El me drogó a mí!

—Espera un momento, ¿él te drogó después de que tú lo drogaste?

—No... creo que me ganó por unos segundos.

—Que tontería, es lo más ridículo que he oído.

—Sí, ¿está en el hospital?

—Supongo, no pensarás que iré a verlo.

—Claro que no.

—¿Luzbel está allá?

—Fue por algo de cenar, ¿sigues en la fiesta?

—No, salí con Rihanna hace un rato, después de ver como se llevaban a tu próximo paralítico, decidí volver a casa.

—Hey, no, puede ser muy hijo de puta, pero no deseo que quede paralítico. ¿Te imaginas? No podría terminar con él porque todos creerían que lo desprecio por su invalides.

—Eres una perra — suelta riéndose —, te preocupas por ti.

—No voy a preocuparme por él, fue su culpa.

—No sé porque sigues con él, lo odias, es un ojete, Luzbel volvió. ¿Qué mas quieres? Deja al exiliado y vete con el loco ese que te ama.

—No es como si me amara...

—Sí... piénsalo, te dejo, mi madre ya empezó a gritarme "borracha mal criada", voy a ver qué quiere.

—Suerte con eso, a ver si no te revienta una botella en la cabeza.

—¿Qué tienes contra las cabezas?".

Boto el móvil en la cama y salgo de nuevo, me quedo parada en el pasillo mientras intento recordar qué es lo que iba a hacer antes de la llamada de Kate.

—Con que tú eres la humana — una voz demasiado extraña se escucha a poca distancia de mí.

Me volteo casi de inmediato, logro ver entre las sombras la silueta del algo que cada vez se acerca un poco más a mí, hasta el punto de que la luz de mi habitación me permite mirarle.

Una cara pálida sobresale de la obscuridad, está carente de expresión, sus ojos negros son como el fondo de un profundo pozo. Cuando pasa su lengua obscura de víbora sobre sus labios, no me queda la menor duda. Salgo corriendo directo a las escaleras mientras dejo escapar un grito histérico.

Estoy tan atenta mirando hacia detrás de mí, que ni siquiera me doy cuenta que voy a chocar contra algo.

—¿Qué pasa? — Luzbel me sostiene en sus brazos mientras miro de su cara a las escaleras.

—Un un un... — comienzo a tartamudear, ni siquiera sé qué es lo que está allá arriba, pero supongo que sabe que un ángel no es.

Me entrega una bolsa de plástico con comida dentro y se va directo hacia las escaleras.

Ya que como siempre, mi curiosidad puede más que mi miedo, dejo la bolsa en el piso y salgo corriendo detrás de Luzbel.

—¿Qué haces aquí? — pregunta y literalmente me escondo tras él, su cuerpo es lo suficientemente grande como para cubrirme por completo.

—Vuestra humana es una cobarde — ¿por qué la cosa que está aquí habla castellano?

—Y tú más por aparecer cuando está sola, eres una amenaza para mí estando justo aquí, largo.

—¿Una amenaza? ¿Ya estáis empezando a debilitarte, Luzbel?

—Me refiero a que te tomo como una amenaza, estás violando acuerdos y reglas y tengo la obligación de asesinarte.

—¿Matarme a mí? ¿Estáis dispuesto a eso?

—Sigo siendo el mismo, somos los guardianes, lo sabes, ¿no? Tenemos el derecho y la obligación de cortar cabezas si un humano está en peligro de mundis como ustedes.

—Sigo sin entender porque jamás habéis cambiado. Y para vuestra información, no he venido por la humana.

—¿A qué has venido?

—Lilith os está buscando, nuestra ama ha insisto demasiado en que teníamos que ir a buscar al ángel caído. Como podéis ver, he sido la elegida para salir a buscaros.

—Debo admitir que me dabas menos repugnancia cuando aún no te hacías obscura. Ve y dile a tu ama que no tenemos nada de qué hablar, los ángeles y los demonios sólo se ven la cara para una cosa, y no creo que quiera perder la cabeza — no me da nada de buena espina que un demonio esté buscando a Luzbel. Después de lo que Astaroth dijo sobre él y su puesto en el infierno, sé que nada bueno puede salir de esto.

—No habéis pensado lo mismo hace algunos siglos, ¿verdad?

—Hace "algunos siglos" era un ángel demasiado joven, no me tomaba en serio muchas de las cosas que hacía. Tú, por ejemplo — no tengo el valor para asomar siquiera un poco la cabeza, pero el silencio del momento me obliga a dejar de respirar.

—No es como que a todos los seres a los que os habéis follado, te tomen en serio a ti.

—Increíble saberlo, supongo que puedes irte ahora.

—No estáis escuchando, no he venido aquí por mí, me han mandado por ti.

—No.

—¿No?

—Así es. No. No pienso acompañarte, largo ahora.

—¿Qué crees que podéis hacerme? Habéis perdido vuestras alas, y lo único mágico que os queda es ese rostro y cuerpo de adonis.

—Ya vete, que por si no te has enterado, salí de casería hace unas cuantas lunas. Cacé a muchos, el río mortem volvió llenarse de sangre. También me encontré con alguna de ustedes, podría mostrarte sus alas si no hubiéramos prendido fuego con ellas.

El ambiente de tensión se corta con cuchillo, ahora es el momento en el que me doy cuenta que debí quedarme abajo. Pero en fin, como siempre ya es demasiado tarde.

—No me interesan vuestras cacerías estúpidas, algún día todos os vamos a cobrar la sangre derramada a ustedes los ángeles.

—Sigo mirándote.

—No por mucho tiempo. Sólo os recuerdo mi mensaje, Lilith os quiere ver, y es demasiado urgente, si no vais por las buenas será por las malas.

—¿Cuál es la urgencia? — por primera vez en la noche decido tener el valor de salir a la luz, doy un corto paso de lado, pero es lo suficiente para poder apreciar a la mujer que no había visto bien.

Un hada está ahí, parada a considerables metros de nosotros, está cruzada de brazos mirando a Luzbel sin expresión alguna. Viene con vestimenta negra, casi podría decir que sus ropas no se ven tan extrañas a comparación de las humanas. Sus alas transparentes sobresalen de la silueta de su cuerpo, éstas son de tonos rojizos quemados y negros. Su piel es pálida y grisácea, y sus ojos de verdad son negros en su totalidad.

—¿No me escuchaste? — repone Luzbel —. ¿Cuál es la urgencia?

—Por más que Lilith intentó dejar atrás vuestro pasado, no puede seguir ocultándote las cosas.

—¿Qué cosas? — pregunta exasperado.

—No debo seguir hablando, espero que no os desesperéis por eso, sólo me han mandado a convocarte, no ha contaros los hechos.

—Me conoces bien, Ayesha, vas a hablar o haré que hables.

—¿Enfrente de ella? — pregunta señalándome con la barbilla.

—Por supuesto, incluso dejaré que me ayude. Ya sabes, me tomo en serio eso de sacarle información a cosas desagradables como tú.

—No os vayáis a morder la lengua.

—Si tú quieres conservar la lengua habla ahora mismo, ya estoy comenzando a impacientarme, y eso es algo muy, muy malo.

—Bien, Lilith cree que ya es momento de que conozcáis a alguien.

—¿Conocer a quién? — pregunta molesto por la falta de información, pero está ciertamente confundido. El hada por fin adopta una expresión facial, sonríe, aunque tengo que admitir que su sonrisa oscura y cargada de malicia me provoca terror.

—A vuestro hijo.

____________________
Siguiente capítulo martes 29 de enero.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro