Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 2

—Eh, no — habla Kate levantando un pie frente a Aaron —, lárgate, Lía se queda con nosotros.

—¿Por? ¿No puedo estar con mi novia?

—Resulta que tú siempre estás con mi amiga, así que no, ya tendrán tiempo después para estar juntos.

—McMahon, quita tu adorable pie de enfrente.

—Mira, Sellers, te largas o te saco a golpes de aquí. Tu novia no se va a escapar. Y si lo hiciera, ¿no tendrías culpa de ello?

—Anda ya, Aaron — interviene Jason con voz neutra —, véte y deja a Lía descansar de ti un rato.

Aaron se queda callado mirándome fijamente, esperando que doble las manos y me vaya con él. Estoy a punto de hacerlo, pero las palabras de Rihanna me llegan a la mente. Subo la mirada del piso y lo veo fijamente a los ojos, frunce el ceño y se cruza de brazos, no esperaba que hiciera esto, eso es seguro.

—Véte, Aaron — hablo entonces —, nos veremos después — claramente eso tampoco lo esperaba, abre la boca sorprendido, pero no dice nada, al final acepta y da la vuelta para irse.

—Vaya, creí que la Lía valiente se había ido para siempre — comenta Brian cerrando el libro que tiene en las manos, y poniéndolo sobre su regazo —, ¿soy el único que cree que este libro es el mejor de los seis?

—No — acepto —, también me ha encantado.

—Nah, que están diciendo, el quinto es mucho mejor. Derrotan a Lilith y salvan a Jace — contradice Henry entrando a la plática.

—No veo que esté tan mal el cuarto... — comenta Kate encogiéndose de hombros.

—¿Qué? — preguntamos los tres al unísono.

—¿Qué? ¿No les gustó?

—Vaya, paso que digan del quinto — inquiere Jason —, pero el cuarto definitivamente no.

—¿Qué pasa contigo, loco? — pregunta Kate ofendida.

—Vamos, decir que el cuarto es bueno sería como decir que el segundo es mi favorito — Jason ríe por lo bajo, pero Brian y yo no podemos evitar reír con fuerza.

—Digamos que todos los libros de Cazadores de Sombras son buenos — inquiero subiendo los pies a la banca de Henry.

—Me quedo con eso — acepta éste mientras comienza a desanudarme una agujeta.

—Deja eso ahí — le amenazo.

—Ni que fuera a ¡quitarte el zapato! — y lo hace, me quita una de las converse y se la avienta a Brian. Ambos salen corriendo y la traidora de Kate les sigue también.

—¡Denme mi zapato! — les grito parándome en un pie.

—Creo que alguien necesita un transporte — Jason me sonríe y se para de la silla, camina hasta donde estoy y se agacha ligeramente para que suba a su espalda.

Nos vemos completamente idiotas haciendo éste tipo de tonterías. Tres robando un zapato y dos haciendo caballito como si fuera secundaria.

—¡Párense ahí! — les grito a medio pasillo.

—Ajá, ¿quién quiere su zapato? — pregunta Kate al tiempo que lo arroja hacia atrás de donde estoy.

—¿Qué me das a cambio de el? — pregunta Brian con la converse en la mano.

—Un abrazo, confórmate con que sea eso y no un golpe en la cabeza.

El trío de idiotas se ríen y comienzan a arrojarse mi tenis de mano en mano, intento interceptarlo en ocaciones, pero pasan demasiado lejos de mis manos como para que lo logre.

—Basta ya — interviene Jason — regrésenle el zapato a Lía ahora.

Para mi sorpresa le hacen caso, Kate me entrega el zapato y me lo pongo en cuanto estoy en el piso.

Hace demasiados años que no me hacían algo así, y en verdad no pensé volver a pasar por un "dame mi zapato". Pero bueno, aquí están mis amigos.

—Ya llegué chicos — anuncia el profesor Johns en cuanto entra al salón.

—Y yo que pensé que nos habíamos librado — comenta Kate en voz baja —, es como si nos atacara con el peso de la religión.

—Vamos, no es tan malo — contesto.

—No dije que fuera malo...

—Señor Sellers, ¿investigó lo que pedí? — pregunta Johns mientras acomoda sus libros sobre el escritorio.

Todos nos quedamos callados mirando hacia donde Aaron está sentado.

Rihanna y yo hacemos contacto visual, ella se encoge de hombros y regresa la vista al frente.

Si Aaron no se hubiera pasado toda la tarde de ayer conmigo tal vez no estaría en este aprieto. Aunque no estoy diciendo que yo tenga culpa, yo le presioné para que hiciera la tarea que sólo a él le dejó Johns, ya que el muy idiota empezó a decir sus estupideces sobre que la religión no existe, dios no existe, todos somos idiotas menos él, los teólogos son unos imbéciles y estudiaron teología porque era lo más fácil para graduarse...

Nunca había visto al profesor Johns enojado, es lo único que puedo decir.

—No — contesta al fin.

—¿Por qué no?

—No tuve tiempo — increíble excusa para un jueves.

—¿Por?

—No tengo porque contarle de mi vida privada, es algo que a usted no le interesa.

—Por irse a follar con Lía — masculla uno de sus amigos, sin embargo toda la clase lo escucha y se voltean a mirarme.

No puede ser, maldito bocón de mierda.

—¿Qué le mira? — pregunta Aaron con voz gruesa, haciendo que todos regresen la mirada a donde estaba.

—Sabes lo que significa eso, ¿verdad? — pregunta el profesor tranquilo pero en tono serio.

—¿Qué? — la expresión Aaron es tan arrogante que me dan ganas de azotarlo contra la banca.

—Sal de aquí, te toca exilio — contesta Johns, y nadie puede evitar reír ante su elección de palabras.

Aaron se para de la silla y se cuelga la mochila de un hombro, camina hacia la salida y se para frente a la fila en la que estoy sentada. Me mira y extiende una mano hacia mí para que vaya con él.

—Lárgate, Sellers — interviene Kate —, que te exilien solo.

Suelto una carcajada igual que Brian, sin embargo me callo cuando siento la mirada fulminante de Aaron encima.

—Ya vete, cabrón — le grita Brian con diversión —, nadie se va a ir contigo.

—¡Fuera, Sellers! — grita entonces Jason, y todos en el salón comienzan a chiflar y apabullar a Aaron.

Éste quita la mirada de mí, y la pasa sobre absolutamente todos los demás. Mismos que se callan en cuanto los ojos verdes de Aaron pasan por encima de ellos.

Los únicos que siguen con sus chiflidos son mis cuatro amigos, a los que no les importa en lo más mínimo que incluso él venga a plantárseles enfrente.

—¡Exilio! — ahora grita Henry alzando un puño.

—¡Exilio! — grita toda la clase al mismo tiempo — ¡Auh Auh Auh! — no puedo evitar reírme al escuchar su protesta versión Los 300. No sé en qué momento se le ocurrió a mi grupo gritar este tipo de cosas.

Aaron sigue parado mirándome, esperando a que me ponga de pie y vaya junto con él, pero no. Ya no.

Lo miro directamente a los ojos, sintiendo el miedo que nunca se fue de mi cuerpo en todo este tiempo, pero no pienso dejar que siga abusando de éste para controlarme.

Levanto una mano y agito los dedos a modo de despedida.

—¡La reina ha vuelto! — exclama Brian tomando mi mano y alzándola victorioso.

Aaron por fin sale del lugar, y todos los presenten comienzan a gritar por su victoria de haberlo sacado de aquí. Nuevamente hago contacto visual con Rihanna, tiene una sonrisa de satisfacción y asiente mientras la miro.

Lo logré.

(...)

—¿Quieres dejar de seguirme? — pregunto llegando a la puerta de mi casa.

—¿Qué diablos te pasa? — pregunta al tiempo que azota la puerta de su auto —, ¿qué fue todo eso de hace rato? ¿Te ríes de mí en mi propia cara? — Aaron me toma de la muñeca con fuerza y me jala hacia él.

—Suéltame — ordeno al tiempo que tiro de mi brazo, pero sólo logro lastimarme, ya que su mano me sostiene con una fuerza brutal.

—¿Qué te pasa?

—¿Qué te pasa a ti? Suéltame — comienzo a jalonearme con desesperación, pero Aaron no tiene la más mínima intención por soltarme.

—Me vas a escuchar.

—¡Que me sueltes! — insisto, estoy tan desesperada que estoy a punto de gritar por ayuda.

Mientras miro a los ojos al idiota que tengo enfrente, una mano se posa sobre su hombro.

Mis ojos suben de sus dedos, por su brazo hasta su cara. No sé si Aaron vaya a temerle, pero yo estoy que tiemblo del miedo.

—¿No hablas español? — pregunta con voz profunda —, te dijeron que la sueltes.

Toma la muñeca de Aaron con fuerza, haciendo que algo truene bajo sus dedos y éste me suelte.

—¿Quién eres tú? — pregunta sin el menor rastro de miedo.

—Mira, niño, cuando ella te diga que hagas algo lo vas a hacer si no quieres que venga a romperte el cuello.

Aaron lo empuja, sin embargo no logra mover ni un solo centímetro al ángel.

—Largo — ordena regresándole el empujón y obviamente moviéndolo de lugar —, ahora.

—¿O qué?

—¿O qué? — pregunta encarándolo. Dios, va a matarlo, va a matarlo... — fácil. Te mato.

__________________
La siguiente actualización será el día lunes 21 de enero ❤️

Y bueno, no quiero oírme mal ni nada, pero los invito a pasarse por otra de mis obras.
Se llama Los caídos.
Si les ha gusta Luzbel, sé que está les va a encantar ❤️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro