Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 1

Mientras continúo metiendo mis libros y demás a la mochila, voy cantando Wiped Out (TNBH), según yo, también estoy bailando mientras me paseo por mi habitación tomando cosas y llevándolas a la cama para luego guardarlas en el bolso.

Un paquete de galletas, una bolsa de dulces, cargador, un libro, un disco de Misfits, uno de Avenged Sevenfold.

Sí, llevo cosas que seguramente no voy a usar.

Dentro de mi baile, meto todo a la mochila, la voy cerrando y camino de reversa mientras me muevo de un lado a otro.

Doy el último paso antes de dar la vuelta y choco contra algo de espalda.

Me volteo y veo una sombra tras de mí, un grito se escapa de mi garganta y siento que me va a dar un paro cardiaco.

—Dios, gritas como los demonios cuando los partes con una espada — se queja.

—¿¡Qué carajo estás haciendo aquí!? — le reclamo con la mano sobre el pecho.

—Cálmate, no es como si fuera matarte.

—Casi lo haces, estuve a punto de tener un infarto.

—Lo escuché, tu pequeño corazón se paró por un momento.

—No es gracioso, ¿qué hubieras hecho si me hubiera muerto?

—Bueno, esa es una buena pregunta, seguramente estaría en problemas.

—Bien, agradece que después de todo ya estaba acostumbrada a este tipo de impresiones.

—Cantas bien, eh.

—Ah... sí...

—Y esos pasos... vaya, podrías divertir a los ángeles del edén sin necesidad de que corra sangre en el asfalto.

—Eres muy divertido — comento con la voz cargada de sarcasmo mientras me cuelgo la mochila en los hombros —, ¿a qué se debe tu visita? Hace demasiado que no tenía contacto con uno de ustedes.

—Exactamente a eso.

—¿Para que no me acostumbrara a dejar de ver seres alados en mi casa?

—No — niega abriendo el compás y entrelazando las manos frente a él —, vine a dar explicaciones.

—Explicaciones... — repito analizando la palabra —, dejémonos de tonterías, Rafael. No sé exactamente a qué has venido, pero tengo una vaga idea. No quiero oír nada.

—No seas tan dura, humana, sé que necesitas escuchar lo que tengo que decirte.

—Suena algo bastante hostil que me llames "humana", ángel.

—¿Cómo quieres que te llame? ¿Acaso no eres una humana?

—La humana tiene nombre, además hay más sobrenombres que podrías decirme.

—De acuerdo, Lía. Sé qué quieres oírme.

—No, no quiero.

—Sí quieres — insiste.

—Que no — insisto irritada.

No quiero oír nada que tenga decirme. Tal vez necesito oírlo, pero no quiero hacerlo.

—Deja de poner resistencia que te lo diré de todas formas.

—NaNaNaNa — exclamo poniéndome los audífonos que no han parado de sonar.

Ashes Of The Innocent (BFMV) suena a un volumen medio entonces. Salgo de la habitación y subo todo el volumen mientras bajo las escaleras.

Seguramente Rafael no va a seguir a una humana y se irá en cuanto salga de la casa.
Tomo con calma las llaves del auto y salgo tranquila.

—¿En serio? — le pregunto cuando lo veo bajo los peldaños mirándome.

—Vas a oírme.

—Mira, tengo prisa, un examen de literatura, un novio celoso y vecinos chismosos. ¿Sabes qué significa esto último?

—Tu "novio" me interesa en lo más mínimo, si tienes tanta prisa entonces cállate y escúchame para que terminemos rápido.

Me quedo parada mirándolo pensativa.

Éste loco seguramente es igual a su hermano y no va a dejar que me vaya sin antes escucharlo.

—Habla — contesto bajando los peldaños y poniéndome frente a él.

—De acuerdo. Sé que odias a Luzbel — el simple hecho de escuchar su nombre me arruina el día —, sé por qué lo odias, y tienes razón de hacerlo. Sin embargo vengo a desmentir todo.

—¿Desmentir qué? ¿Que tu hermano es una puta víbora y me mintió todos los meses que estuvo conmigo?

—Exacto, eso mismo vengo a desmentir. Luzbel no te mintió.

—Lo hizo, no tienes que intentar convencerme de lo contrario.

—Vine a contarte la verdad. Por más imposible que suene, Luzbel no te engañó. Y sí, si te mintió. Mintió al decirte todas esas cosas el día que se fue, él jamás te utilizó, nunca pensó nada de lo que dijo esa noche.

—¿Y por qué lo dijo entonces? Mira, Rafael, créeme que no me interesa nada de él, tu hermano me lastimó como nunca nadie lo ha hecho, ahora lo he olvidado. Ya no quiero saber más de él.

—Lo sé, pero tienes que escucharme. Luzbel nunca sintió esas cosas, nunca sintió lástima por ti, en serio te quería. Luzbel te quiere.

—Me quiere tanto que me lastimó.

—Lo hizo. Luzbel te lastimó, pero no lo hizo por gusto. Yo lo obligué a hacerlo.

Ambos nos quedamos en silencio. ¿Rafael lo obligó? ¿Cómo por qué él obligaría a su hermano a hacer algo así?

—No entiendo — respondo por fin —, ¿por qué tú lo obligarías a hacer algo así?

—Hay cosas que tal vez no entiendas, cosas que seguramente Luzbel jamás quiso explicarte, quisiera hacerlo yo, pero la realidad es que no soy quién para hacerlo. Si vine aquí fue a modo de mensajero.

Dicho esto comienzo a ponerme nerviosa. ¿Mensajero? ¿Él le pidió que viniera a decirme algo de su parte?

No sé si esté lista para oír algo así, aunque no sea precisamente él el que hable, no sé si pueda escuchar algo que venga de su parte.

—¿A decirme qué? — pregunto.

—Luzbel ahora está encerrado — cuando dice esto se me cae el alma a los pies. ¿Encerrado? ¿Qué hizo este asno ahora? —, si no ha vuelto es por eso, al principio estaba con los demás, pero no pudo, comenzó a volverse loco... tuve que encerrarlo antes de que Uriel se enterara... fue lo peor del mundo, tuvimos que iniciar una casería para encontrarlo — el simple hecho de escuchar esa palabra me provoca escalofríos. ¿Cazaron a su propio hermano?

—¿Cazaste a tu hermano?

—Sí... no mal interpretes las cosas, una cacería es cuando un grupo de ángeles va detrás de demonios en terrenos boscosos o donde no es tan fácil para un ángel entrar. En este caso lo hicimos con Luzbel porque aprovechó el hecho de no tener alas.

—¿Él enloqueció?

—Sí... quería volver aquí, estaba intentando escapar para regresar a donde él cree que pertenece ya.

—Que extraño, él dijo que no pertenecía aquí.

—Sólo fue una locura, Luzbel creó una coodependendecia contigo.

—¿Que creó qué?

—Lo que oyes, hiciste que un ángel perdiera su independencia. Y también su cordura.

—No te creo, Luz... Él no es de los que pierda algo así.

—Lo sé, sin embargo lo lograste hacer. Luego de la cacería logramos capturarlo. Quise hacer algo más, pero Luzbel no me dejó elección, estaba vuelto loco gritando que no era de ese lugar y tenía que volver. Tuve que encerrarlo para que no hiciera nada — Rafael agacha la cabeza en señal de tristeza, puedo sentir en su voz la impotencia que le provoca tener a su hermano en ese estado.

—Lo siento — me lamento con tristeza también, no quiero tener sentimientos por esa cucaracha, pero simplemente no puedo evitarlo, imaginarlo encerrado en lugar mientras va de un lado a otro rogando por salir, me parte el corazón —, créeme que me duele saber que está así...

—Lo sé, pero ahora quiero que lo sepas.

—¿Te mandó a decirme esto?

—Sí, quería hacerlo él mismo, pero apenas está superando las cosas, no dejé que viniera, es peligroso aún.

—¿Puedes decirle algo por mí?

—Por supuesto, lo que sea.

—Bien... sé que es algo loco... y que va a lastimarlo... bueno, no estoy segura de que lo lastime, pero en fin, si sabes qué es lo mejor para él lo harás.

—¿Qué quieres hacer? — pregunta de brazos cruzados mientras me observa pensativo.

—Dile que estoy muerta.

El ambiente se hace denso, Rafael se queda mirándome sin saber qué decir o hacer.
Suena loco lo que le pido, sé que si realmente me quiere esto va a lastimarlo, pero no podré soportar saber más de que está así de mal.

—¿Quieres que le mienta a mi hermano diciéndole que estás muerta?

—Piénsalo, Rafael...

—No, no — me interrumpe —, no puedo hacerlo, tengo un juramento con él. Jamás podré engañarlo, no pienso traicionarlo.

—¿Quieres que siga así siempre? ¿Que se ponga así cada vez que quiera volver a donde realmente no pertenece? Rafael, piénsalo, va a ser lo mejor para él.

—Vas a lastimarlo, Lía. ¿Estás dispuesta a hacerlo?

—Después de que él lo hizo no veo que sea tan malo, menos tomando en cuenta que incluso lo estoy haciendo por su bien.

Rafael se queda en silencio pensando mi propuesta. Creo que mientras más le da vueltas al asunto mejor suena de verdad.

—Se va a volver loco.

—¡Qué más da! Ustedes viven quien sabe cuantos miles de millones de años, en un abrir y cerrar de ojos ya ni siquiera va acordarse de que yo existí.

—Realmente no creo que te olvide nunca...

—Me da igual, si decimos eso se enojará y lo que sea. Pero me superará más rápido al saber que ya no podrá tenerme haga lo que haga y no seré una tentación en su vida.

—Bien. Después de todo creo que mentir por su propino bien no está tan mal... pero no te aseguro que lo crea.

—Lo hará, confía en ti.

—Espero que no te arrepientas de esto después.

—No lo haré — niego segura de mí misma, aunque sé perfectamente que me arrepentí en cuanto las palabras salieron de mi boca.

—Por cierto — inquiere regresando los pasos que había caminado —, toma, te manda esto — rafael extiende entre los dedos un pedazo de papel doblado.

—Gracias... — mo acepto no muy segura, y tomo la hoja de su mano.

Camino lo que falta hacia el auto y me encierro en el. Rafael ha desaparecido sin dejar rastro y no parece haber nadie cerca.

Pongo mi mochila a un lado y me apresuro a llegar a la escuela cuanto antes.

Seguramente ya se están preguntando en dónde me metí, y no estoy para recibir más malas noticias.

Tengo curiosidad por abrir ahora mismo el papel que me entregó Rafael. Algo me carcome cada metro que avanzo, las ansias de mirarlo me consumen a tal grado de que acelero a fondo para llegar a la universidad cuanto antes.

Pensándolo bien, nunca he visto cómo es que él escribe, y pensar en esto me provoca aún más curiosidad.

Cuando aparco el auto desdoblo la hoja de prisa, intento tener cuidado de no romperla, pero a mis manos eso les interesa en lo más mínimo.

Cualquier cosa que haya pensado encontrarme se va a la mierda. Lo que está "escrito" son quién sabe cuántos símbolos. Los observo con atención, aunque no sé qué significa ninguno de ellos, sin embargo logro reconocer un par. Los vi en la nota que estaba escondida en la bolsa de mi chamarra...

Maldito ángel, cada día te ganas más mi odio.

Guardo la nota en lo mas profundo de mi mochila y salgo del auto.

No creo que mi plan de hacerle creer que estoy muerta sea lo mejor que se me ha ocurrido en la vida. Sin embargo supongo que lo dañará, y creo que ahora quiero dañarlo yo.

—¿Dónde estabas? — escucho una voz profunda, luego lo veo pararse frente a mí.

—Se me hizo tarde... — contesto nerviosa bajo su intensa mirada.

—Demasiado. Pensé que te habías cruzado con alguien — continúa encogiéndose de hombros.

—Para nada — miento recordando mi encuentro con Rafael. No es como si pudiera decirle que precisamente él fue a verme. Armaría un revuelo e iría a donde fuera que esté ahora mismo para molerlo a golpes... aunque no creo que siquiera pudiera moverle un solo cabello a Rafael, sin embargo no quiero ni averiguarlo.

—Bien, vámonos.

—Espera, ¿el examen...?

—Se canceló, convencimos a Cárter de no hacer examen.

—Bueno... iré a buscar a Kate...

—De eso nada, vienes con nosotros — decide jalándome de la cintura un tanto brusco.

—Eh, Aaron — llama Rihanna mirándolo con el ceño fruncido —, deja a Lía en paz, quiere ir con sus amigos.

—Ustedes también son sus amigos.

—Vamos, niño, déjala en paz. Demuestra que cambiaste realmente.

Aaron suspira pesadamente y al fin me suelta. Sé que le cuesta trabajo aún dejar sus demonios atrás. Igual que a mí aún me cuesta trabajo entender por qué diablos volví con él.

—Voy a buscarte en un rato, ¿vale?

—De acuerdo — acepto cansada.

Aaron y sus amigos continúan caminando, sin embargo Rihanna se queda parada donde está, mientras mira que los otros tres se alejan lo suficiente.

—No hagas esto, Lía — habla entonces acercándose a mí —, quiero a Aaron, es uno de mis mejores amigos, sin embargo sé qué clase de ponzoña es... yo aún no me trago eso de que haya cambiado... no dejes todo por él de nuevo.

Me quedo mirándola sin entender qué dice... ¿le está dando la espalda a Aaron? Digo, no cualquiera habla de esta forma de un mejor amigo.

—No te entiendo...

—No temas, Lía, puedo verlo en tus ojos. Te estás volviendo la misma niña de antes. La retraída, la que agacha la mirada cuando la de Aaron se posa sobre ti. No le temas, sé que es un hijo de puta, pero créeme, siempre míralo como mirarías a cualquier otra persona. No es más que eso.

—No entiendo por qué me estás diciendo todo esto...

—Porque aunque sé que yo soy tu amiga por compromiso, me importas, me caes bastante bien y sé que no te mereces a una escoria como Aaron. Pero estoy segura de que te niegas a dejarlo, así que si piensas seguir con él, adelante, pero no de esta forma.

—¿Te caigo bien?

—Por supuesto.

—Pensé que me odiabas.

—Sí, bueno... antes no me caías demasiado bien, menos cuando vi que dejabas que Aaron hiciera lo que quería contigo. Sin embargo luego analicé las cosas y me di cuenta que realmente no estabas tan mal. Sólo tenías miedo.

—Me confundes Rihanna, en serio.

—Lo sé, suelo confundir a las personas... mis padres pensaron que iba a ser hombre antes de que naciera.

—Muy bien Rihanno — acepto dejando escapar una risa —, supongo que no es tan malo... ¿quieres acompañarme? Los tres se han ido y no sé dónde diablos están mis amigos.

—Por supuesto, me quedo contigo. Vamos a buscarlos.

Ambas nos ponemos en marcha hombro con hombro.

Supongo que es bastante agradable. Más cuando la comparas con el maniático de Aaron, la zorra de Brad y el hijo de perra de Zack.

—Hmm, no quiero sonar indiscreta o chismosa pero, ¿qué pasó con el chico que estaba contigo antes?

—¿Joel?

—No, no Blair. El otro chico, el guapo... bueno, Joel es guapo, pero el más guapo. Alto, rubio, ojos azules...

—Ah, si... Él...

—¿Él? Con que es un innombrable...

—Sí, supongo...

—¿Qué pasó con él?

—Nada... sólo se fue.

—Bueno, creo que te dañó lo suficiente. Es un idiota, perdió a una chica buena.

—No sé si realmente perdió algo bueno — continúo encogiéndome de hombros.

—¿Bromeas? ¡Nunca en la vida se va a encontrar a alguien como tú! Es un idiota.

Bueno, tal vez sea que en realidad él no quiere encontrarse a alguien como yo.

Porque lo dejó bastante claro el día que se fue.

—Ahí están — señalo a mis amigos que están sentados en una jardinera —, hola — les saludo mientras nos acercamos.

—Vaya, con razón no te vi con Aaron hace un rato — comenta Brian ciertamente sorprendido.

—Cariño — Kate se para y me abraza con fuerza, sabe que no me siento demasiado bien y necesito de todo su apoyo — ¿cómo te sientes?

—Bien, todo está bien... — me limito a contestarle.

Quisiera poder decirle que Rafael fue a verme hoy, contarle sobre lo que me dijo a cerca de él. Pero no puedo contárselo a nadie y tengo que guardármelo para mí misma.

—Y... ah, vienes con la víbora — observa mirando a Rihanna con desprecio —, ¿desde cuándo tienes serpentario?

—Kate, no seas grosera — pido mientras intento no reírme. A veces creo que Kate es de las amigas celosas que no le gusta verte con otra chica.

—Vamos, Kate, no soy tu enemiga — inquiere Rihanna en un tono demasiado amistoso para la hostilidad de mi amiga.

—Pero tampoco mi amiga.

—No, supongo que no.

—No estoy suponiendo, estoy afirmándolo.

—Basta ya, siempre estás peleando — intervengo antes de que vaya a decir una de sus groserías.

—¿No tienes otras tres cobras a las cuales unírteles? — contesta ignorando mis palabras. Mis otros tres amigos comienzan a reírse sin la menor discreción posible, y me dan ganas de darles un golpe en la cabeza a cada uno.

—Kate ya basta, no es una enemiga — vuelvo a intervenir, con la esperanza de que esta vez sí me haga caso.

—¿Ah no? Esta zorra no se tentó el corazón el día que Aaron te emborrachó en una de las fiestas, tampoco le dijo a sus amigos que te dejaran en paz...

—No Kate — contesta ella —, yo no estaba esa noche, en serio jamás habría dejado que nada de eso pasara...

—Es cierto — le hago segunda —, ella me ha estado defendiendo de Aaron...

—¿Defenderte? ¿Ese idiota está haciéndote daño otra vez? — pregunta con la voz cargada de enojo, y veo que mis amigos se paran y se ponen detrás de ella.

—No, no me refiero a eso...

—¿Te está haciendo algo? — pregunta Henry.

—Dínoslo, si se atrevió a tocarte... — continúa Brian.

—Lo matamos, Lía, esta vez no se libra — termina Jason.

—No, no, no — niego nerviosa. Fue una mala elección de palabras.

—Ella se refiere a que yo he intervenido en cuanto a sus celos y sus ideas estúpidas — contesta Rihanna por mí —, si él la hubiera tocado yo sería la primera en intervenir y decírselo a ustedes.

—Eso espero — contesta Kate — porque si algo le pasa a Lía, van a rodar cabezas.

___________________
Sigue ⤵️💘

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro