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Muchísimas gracias también a quienes dejan su voto y continúan leyendo.

GladysElizabethGrego Muchas gracias por tu tiempo en revisarme los capítulos 💜
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Capítulo de cierre y Malec💙

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Solos, por fin, Magnus y Alec se movieron rápidamente a través de la suite de su hotel y subieron por la escalera de hierro forjado hasta la habitación del desván. No se desvistieron, contentos simplemente de acostarse sobre el edredón y abrazarse. Era tan similar al cielo como cualquiera de los dos podría esperar y nunca pedían nada más.

Magnus levantó la cabeza de Alec desde donde había estado descansando sobre su pecho para poder mirar a los ojos de su amante. Su mano apartó los mechones de cabello oscuro, colocándolos suavemente detrás de la oreja de Alec mientras dejaba un suave beso en la frente de su marido. Magnus leyó los sutiles signos de estrés que habían quedado en el rostro de Alec por la dura experiencia que habían pasado, pero fue la mirada atormentada en esos hermosos ojos azules lo que más le dolió.

-"Estás frunciendo el ceño"- dijo Alec- "Y si no me estás besando, lo menos que puedes hacer es sonreír"

Magnus negó con la cabeza ligeramente, como despejando pensamientos indeseados- "Tus deseos son órdenes para mi querido"- dijo levantando la cabeza para capturar los labios de Alec en un dulce beso que aumentó en pasión hasta que se vieron obligados a separarse para respirar- "¿Mejor?"- preguntó Magnus con una sonrisa en su hermoso rostro.

-"Mucho"- respondió Alec bajando para besar la sensible piel del cuello de su amante, provocando un suave gemido de Magnus. Sabía que tendrían que hablar sobre lo que había sucedido en Nueva Orleans; que la curación del trauma lo requeriría, pero por ahora estaba contento de tener a Magnus en sus brazos otra vez, para poder expresar su amor en el dar y recibir toques íntimos y caricias suaves.

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Alec se despertó sobresaltado, presa del pánico, hasta que su mente se dio cuenta de que ya no estaba en el reducido espacio de un ataúd. Se obligó a tomar respiraciones lentas mientras su ritmo cardíaco volvía a la normalidad, agradecido de no haber despertado a Magnus. Sabía que el Brujo necesitaba descansar y no quería preocuparlo innecesariamente. Era solo un sueño tonto después de todo.

Mirando el reloj en la mesita de noche, Alec vio que pronto sería el momento para que se reunieran con los otros en el restaurante, y como era improbable que pudiera conciliar el sueño otra vez, se puso una bata y bajó las escaleras para pedir un poco de café al servicio de habitaciones. Mientras esperaba, Alec se acercó a la ventana y miró hacia la calle. Estaba empezando a oscurecer y las luces de la ciudad brillaban, iluminando a la multitud que estaba disfrutando el clima más fresco de la noche y esperando la vida nocturna que Nueva Orleans ofrecía en abundancia. Y a pesar de toda su atracción, Alec se encontró anhelando estar en casa, en Nueva York, en el piso que compartía con Magnus.

Los pensamientos de Alec fueron interrumpidos por el servicio de habitaciones que dejó el café sobre una mesa y se marchó discretamente después de que había firmado la factura y proporcionado la esperada propina. Sirvió dos tazas y rápidamente preparó una de la forma en que le gustaba a Magnus, mucha crema y azúcar, y el suyo negro con un poco de azúcar. Alec llevó el café de vuelta hasta la cama y puso el suyo en la mesita de noche antes de inclinarse para besar suavemente a Magnus. El Brujo se movió gimiendo levemente cuando sus ojos se abrieron.

-"Despierta dormilón"- dijo Alec sonriendo a un Magnus muy atontado- "Es hora de levantarse o llegaremos tarde al restaurante"- Este último comentario fue recibido por otro gemido de Magnus, quien sólo parecía querer enterrar su cabeza en la almohada y dormir- "Tengo café para ti"- continuó Alec tratando de obtener una respuesta diferente, con sobornos si fuera necesario.

-"¿Café?"- repitió Magnus como si tratara de asegurarse de haber escuchado correctamente.

-"Sí, café"- Alec se rió entre dientes mientras le quitaba el cabello de la frente a Magnus y lo ayudaba a sentarse antes de colocar la taza caliente en sus manos.

-"Te amo"- dijo Magnus tomando el primer sorbo y dejando escapar un gemido de satisfacción.

-"Sólo lo dices porque te traigo café"- respondió Alec con una sonrisa mientras recogía su propia taza.

-"¡No es cierto!"- dijo Magnus tratando de parecer mortalmente ofendido, pero fallando ya que ambos comenzaron a reírse. De repente, él estaba mirando profundamente a los ojos de Alec y, como por una comunicación tácita, dejaron sus tazas y se abrazaron.

Después de que el largo y persistente beso había terminado, Alec miró a Magnus de mala gana y dijo- "Sabes que no tenemos tiempo para hacer más que esto si vamos a llegar al restaurante"

Una sonrisa maliciosa se extendió por el rostro de Magnus y respondió- "Lo sé cariño, pero cuando volvamos aquí esta noche, nadie va a interrumpir mis planes para ti"

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Alec y Magnus llegaron al restaurante un poco después de las ocho y se dieron cuenta de que el resto de su grupo ya estaba allí. Una gran mesa había sido instalada en una habitación privada para ellos y ya habían ordenado aperitivos y bebidas.

-"¡Ya era hora de que aparecieran!"- dijo Izzy sonriendo cálidamente a la pareja mientras se dirigían a los dos últimos asientos vacíos en la mesa.

-"No puedes apresurar la perfección"- dijo Magnus sonriendo a su cuñada.

-"Eso es verdad"- respondió ella mientras le servía a Magnus y Alec una copa de champaña- "¡Pero ahora me gustaría proponer un brindis, por los amigos y la familia!"

-"Por los amigos y la familia"- respondieron todos antes de tomar un sorbo de champán. La comida estaba ordenada y la conversación alrededor de la mesa se mantuvo ligera y fácil.

Por último, sin embargo, Robert decidió encarar al elefante en la habitación y mirando hacia Alec y Magnus le dijo a su hijo- "La Clave está llevando a Ezra Highsmith de vuelta a Idris. Intentan interrogarlo sobre su participación en ese horrible asunto en Edimburgo"

-"¿Qué crees que le harán?"- preguntó Alec sin ninguna expresión exterior de emoción, aunque Magnus sintió que Alec le apretaba la mano con fuerza mientras esperaban la respuesta de Robert.

-"Por su participación en la conspiración contra ustedes dos, indudablemente será despojado de sus marcas y pasará varios años en prisión antes de ser exiliado de Idris; pero si también se le encuentra culpable de los crímenes cometidos en Edimburgo, personas inocentes fueron asesinadas allí..."- La voz de Robert se fue apagando, todos sabían que la condena por cargos de asesinato podría conllevar una sentencia de muerte.

-"¡Ya basta de estos temas sombríos!"- lo interrumpió Maryse- "Esta es una celebración, y por mi parte estoy agradecida de tenerlos vivos y bien"- Con eso, Maryse levantó su copa de champán y dijo- "¡Por Magnus y Alec, salud y felicidad!"-Y todos alrededor de la mesa se unieron al brindis con entusiasmo.

-"Entonces, ¿cuáles son sus planes ahora?"- le preguntó Jace a Alec mientras el ruido se calmaba.

-"Realmente no hemos hablado de eso"- respondió Alec mirando a Magnus- "Pero me gustaría pasar lo que queda de nuestra luna de miel en Nueva York"

-"Suena perfecto, cariño"- dijo Magnus sin dudarlo- "Mañana abriré un portal al Instituto después del desayuno para todos aquellos que deseen regresar a Nueva York"

-"¡Oh, cuenta conmigo!"- dijo Izzy con entusiasmo- "¡No puedo esperar para contarle a Simón todo sobre Nueva Orleans!"

-"Sí, también tengo que volver y será mejor que avise a Simón sobre la toxina zombi, si planeas cocinar Izzy!"- dijo Jace sonriendo mientras esquiva el golpe que Isabelle le propinó en la cabeza- "¿Qué hay de ti y Morag, Aidan?"

-"Creo que Morag y yo nos dirigiremos a Edimburgo por la mañana, no es que no haya sido muy divertido visitarlos"- dijo Aidan con una sonrisa maliciosa.

Justo en ese momento, las puertas del comedor privado se abrieron de golpe y la Reina Vudú entró en la sala, seguida por una pequeña procesión de personal del restaurante que llevaba más champaña. Venía de Congo Square y vestía una falda de múltiples capas en tonos púrpura y dorado que brillaba y atrapaban la luz mientras se movía con gracia para pararse entre Magnus y Alec que se había levantado para saludarla.

-"¡Cally! Me alegra que hayas podido reunirte con nosotros"- dijo Magnus mientras los camareros servían champán para todos los invitados.

-"No me lo perdería por nada del mundo, cher"- dijo Cally sonriendo cálidamente.

Magnus agarrando la mano de Alec levantó su copa y les agradeció a todos por lo que habían hecho, por su apoyo y ayuda. No tenía dudas de que el resultado hubiera sido muy diferente sin este grupo de dedicados amigos y familiares. La celebración continuó, los sonidos de la música, la conversación y la risa se escucharon hasta bien entrada la noche.

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Continúa en el siguiente...