— Nos vemos suga — Jimin se alejó.

Moví mi mano, diciendo adiós. Cerré mi puerta y luego mi mente hizo clic.

"¿cuándo le dije ese nombre?"

— El cambio de horario me está haciendo delirar, creo que se lo dije el primer día — aleje de mi ese pensamiento, Jimin me puede llamar así, puedo considerarlo un amigo.

Seguí mi tarea de poner en orden mi habitación, subí las escaleras extrañado de un dolor en los labios, busque el espejo que compré y que colgué en la pared. Me acerque a revisar si había algo anormal. Mi piel es blanca y hace que mis labios resalten a veces, pero esto es muy extraño: mis labios están rojos, más de lo normal y en el labio inferior tenía una pequeña cortada.

— Que descuidado soy, debe ser el frió — busque bálsamo.

Cansado, me senté en la sala a espera de Mark. Estaba tardando algo. Tocaron la puerta de la cocina y supe que era él.

— Mark te habías tardado — le deje pasar, el venía con una gran caja entre sus manos.

— Lo siento, tuve un contratiempo — colocó la caja sobre la mesa y por fin pude ver al pequeño gato negro que se encontraba ahí.

— Es muy bello — le mire y vi que su pata estaba lastimada por el vendaje que tenía — ¿Qué le paso? —

— Alguna persona lo dejo abandonado cerca del lago, lo encontré ya lastimado, es muy pequeño para cuidarse aún — me dejó su comida y muy pronto volvió a la puerta — te agradezco que me ayudes con él, no sé cómo pagártelo — me acerque al marco también.

— No es necesario, para esos estamos los amigos — sonreí.

— Muy bien, me voy — me dio al gatito, pero antes le dijo — cuida de suga — y lo dejó en mis brazos.

Cuando volví a estar solo, lleve al minino a mi habitación y lo acomode a lado de mi cama, no había necesidad de que le acomodara una manta, ya que traía bastantes.

Era de noche y tenía mucho sueño, apague la luz.

La luna pintaba mis paredes por un claro plateado, mis ojos no dejaban de mirar las sombras que formaban mi ropa y equipaje, jugué con mi mente y me dio un mala pasada.

Veía como probablemente alguien me veía en la esquina de mi propia habitación, las ramas del gran árbol danzaron a través de la ventana. Mi mente lo volvió a hacer y ahora parecía que la sombra comenzaba a caminar hacia mí.

Mi cuerpo se sentía pesado por el miedo, fue cuando dije basta.

Comencé a pensar en lo ilógico que me escuchaba, con enojo me levanté (haciendo que mis músculos del cuerpo dolieran) aprendí la lámpara de mi buro.

La luz me esclareció la mente, mire de nuevo la esquina, diciéndome que estaba loco por pensar eso. Las ramas seguían moviéndose y recordé algo, que tal como llegó a mi mente, se fue.

"necesito encontrar algo".

— ¿Pero qué es? — ya no recordaba, mire el estante para imaginar si tenía algo a lado y vi el pequeño muñequito.

El maullido del gato me hizo mirarlo.

— ¿Qué pasa amigo? — el gato me veía con esos grandes ojos, se veía tierno.

Yo era más de perros, pero este amiguito se veía muy indefenso. Lo tome en mis manos. Lo pensé mejor, y dejaría al gato a mi lado, al igual que la lámpara encendida.

El gato se movió intentando acomodarse, durante un momento miró la misma esquina que me dio una mala impresión. No tardo mucho y fijo sus grandes ojos en mí. Se acostó maullando, contagiándome el sueño.

Creo que eso era lo que necesitaba, compañía.

Cuando desperté, recordé que el gato dormía a mi lado, lo busque intentando abrir por completo los ojos, pero el sueño me estaba ganando. Mire la ventana y podría decir que ya eran las 7.

"cierto"

"necesito buscar mi celular"

De nuevo el maullido del gato, me hizo encontrarlo al pie de la cama.

— Hey, ¿en qué momento te moviste? —

Me levante y lo primero que hice fue flexionar mi cuerpo, alargue mis brazos. Me sentía muy bien a diferencia de ayer. En definitiva pensaba que solo era cuestión de tiempo mejorar este lugar, acostumbrarme y finalmente volverlo mi hogar, donde descansaría sin las pesadillas.

En todo el día me mantuve haciendo el aseo de mi casa, lave mi ropa, acomode algunas más en el ropero; también le di de comer al gato llevándolo conmigo en los quehaceres. En un momento estábamos en la cocina y al otro en el patio recogiendo las hojas del árbol.

Como me había prometido, junte muchas hojas en un solo lugar y me tire sobre ellas, moví mis brazos y piernas haciendo un ángel de hojas secas, como en las películas, que las hacen en la nieve.

Me divertí mucho teniendo de compañía a un gato como el de Mark, tal vez si necesitaba compañía; mire la sala y los pasillos, había valido cada minuto que estuve limpiando cada lugar. Mi casa es bella.

Lleve la caja con el gato dentro, hacia la cocina, lo puse sobre la mesa confiado de que el gato no intentaría salirse. Saque carne del refrigerador e intente repetir una receta de una revista de comida; cada vez que Hoseok quería preparar algo especial para Taehyung, yo terminaba siendo su chef personal.

"hobi", "tae". Pensé en mis amigos, ¿Qué estarán haciendo?

>> GRACIAS POR LEER, estoy agradecida de que lean, voten y comenten. Si alguien sigue hijo de la luna (mi otra historia) estoy escribiendo los capitulos, no se como suelen hacerlo otras personas. Escuche que antes de tener una historia en mente y publicarla debes tener el final en mente, y eso mismo me ha hecho retrasarme, igualmente con ME SOLTASTE. El final de hijo de la luna esta muy lejos aun, pero estoy cambiando de parecer. Asi que investigare mas y vere mis opciones. Bueno eso es todo.

Con lo que concierne a esta historia busquen la cancion del mismo nombre, me encanta tal vez lo suba, bueno gracias por su atencion n.n