¨¨G¨¨
Grave error. Volví a sentir aquel temor de los primeros días. Me paralice en cuanto visualice como una sombra se asomaba por el marco de la puerta.
Mi cuerpo estaba petrificado. No...
No de nuevo.
No quería de nuevo aquello aquí.
¿Dónde está Paul?
Prendí la luz de la lámpara. Y aquella sombra se esfumo.
— Esta noche creo que dormiré con las luces encendidas — puede que me vea demasiado miedoso para mis conocidos, pero ellos no sentían lo que esta noche se presentó.
Baje a la sala, mientras pasaba por los cuartos aprendí la luz de cada una de las habitaciones: dormitorio, baño, cuarto de visitantes, sala, escaleras, cocina.
Y cuando aprendí este último, mire hacia la segunda planta con tranquilidad.
Abrí en grande mis ojos, al notar "eso".
Estaban en oscuridad...
— ¿Qué mierda es todo esto? — dije enojado.
— ¿Dónde estás Paul? — llame.
Pero el gato nunca llego.
Me quede acostado en el sillón, en la posición en la que me encontraba, solo estaba en mi vista la cocina; toda la primera planta se mantenía con los focos aprendidos. Eso fue lo que me dio la probabilidad de mantenerme cuerdo, hasta que la mañana llegara y pudiera dormir.
Estaba cansado, con temor y hambriento. En mi mente me proponía escenas que pudieran explicar lo que paso en la noche: las luces de la segunda planta apagadas y esa extraña sensación.
Por supuesto que ya nada era creíble hasta este punto, pero lo quería creer, solo un poco. Que mis pensamientos lógicos, le ganaran a mis instintos; que me permitiera desayunar a gusto y pasar la tarde de igual manera.
¿Era prudente seguir durmiendo en este lugar?... y ¿si dejaba todo?
Regresar a corea y vender este lugar...
"debo llamar a Hoseok"
El amanecer llego, una corriente de paz recorrió mi cuerpo. Deje de estar en alerta y pude levantarme para dirigirme a buscar algún alimento. Aunque con cautela, pero sin la presión de la noche.
Antes que alcanzara mi celular, de la puerta principal se escucharon cuatro golpes. Por lo vivido la noche pasada, me quede quieto en la cocina, hasta que se escuchó la voz de Namjoon.
"¿Qué hace Namjoon aquí?"
Me acerco a la puerta — ¿suga estas en casa? — el hermano de Jimin estaba junto con Jungkook en espera.
Abrí y confirme su pregunta — buenos días. ¿Qué sucede? — ambos hermanos me miraron, con pena, pasa a contestar el mayor.
— Se trata de la señora Kendall... necesitas sentarte para esta noticia —
¿Kendall?
Sonreí incomodo — ¿Qué sucede con ella? —
Jungkook miró al piso acompañando su rostro con tristeza. Namjoon volvió a hablar, mirándome a los ojos — Lamento que tenga que decirte esto... ella ha fallecido —
No...
Me desconecte de todo a mi alrededor.
Ellos intentaron hacerme sentar en mi sillón, ni si quiera pude saber en qué momento llegamos a la sala. Namjoon movía sus labios pero su voz no llegaba a mí.
Su cara tanto de Namjoon y Jungkook se mantenía en control pero sus gestos me decía lo tristes que estaban.
Jungkook regresó de mi cocina con un vaso de agua para mí. Lo tome y eso de alguna manera me hizo calmar.
Los sonidos volvían.
— ¿suga?... — Nam espero por mi respuesta.
— Dime que no está muerta — solté.
No me miraron a la cara. Jungkook miraba a la ventana y Namjoon al piso; Jungkook asintió.
Y las lágrimas por fin salieron. Estaba tan estresado. Que esta noticia me dejo liberar los sentimientos que en Corea no solía mostrar.
"¿Qué paso con mi personalidad fría? "
Mi visión se hizo borrosa, mi pecho subía y bajaba tan rápido que dolía y respirar era algo tan difícil. Recuerdo llorar hasta cerrar mis ojos y dormir. Al fin.
Las voces de mí alrededor me despertaron, lo bueno es que me eran conocidas.
Al caer dormido, recuerdo que se encontraba Namjoon y Jungkook pero para mi sorpresa, en vez de Jungkook estaba Jimin ahora.
Yo me encontraba con una cobija sobre mí, acostado en el sofá donde me derrumbe. Jimin en cuanto me miró, llegó a mi lado.
— Por fin despertaste, suga... — él tenía una mirada arrepentida.
Mi mente recordó el incidente que tuve con él, pero mi tristeza por Kendall ganaba más que a la incomodidad. El incidente podría esperar.
— Lo siento, me quede dormido — sentía mi rostro cubierto por lagrimas secas.
Me senté intentando quitar los restos de ellas, pero lo más inteligente seria lavar mi cara.
— Hemos preparado algo de comida — Namjoon pronunció. Me tome unos segundos para aclarar mi garganta.
— Gracias, tengo que lavar mi cara — inhale y exhale. Me levante y dirigí mi cuerpo al sanitario.
Cuando termine mi objetivo, fui hacia la cocina, me imaginaba que mis invitados también estaban ahí.
— ¿Qué pasara con la señora Kendall? — me senté en una silla mientras ellos seguían parados.
— Su familia se encargara de su funeral, ellos han pedido que el miércoles sea el entierro — Namjoon habló.
Aun sin creerlo, quede callado.
— Sabíamos que eran buenos amigos, y todo el vecindario se encuentra igual de sorprendidos... habrá una colecta para llevar adornos florales —
— Cuenten conmigo — mi vista la fije en el mantel de la mesa, obligue a mi cabeza a mirar a mis vecinos.
Asintió Namjoon — regresare más tarde, debo trabajar — Namjoon le dio una mirada a Jimin, quien aún no decía ni una palabra y se fue.
Jimin se sentó a lado mío, con una taza de té.
Tome la comida en frente de mí y comencé a comer.
— Espero que la sopa no sepa mal — Jimin por fin habló, parecía también dolido.
— Esta perfecto, gracias — no sentía ninguna emoción; no era tristeza, no era incomodidad, no era nada.
Ambos estábamos tranquilos, mientras terminaba de comer. Mi plato lo deje en el lavabo y por fin termine aquel silencio.
— ¿tú sabes cómo sucedió? — Jimin me mira con los ojos abiertos, sonrió por mi falta de coherencia — quiero decir, ¿Cómo es que se supo de su muerte? —
Jimin reflexionó.
— Por lo que nos dijeron sus vecinos, una ambulancia llegó esta mañana y abrieron la casa de la señora Kendall, ellos tomaron su pulso y no pudieron hacer nada —
— Entiendo — no tenía palabras, ¿Cuánto tiempo estuvo así?
La luz del atardecer llego a la puerta de la cocina, el anochecer se acercaba y yo no tenía energía para afrontar esta noche.
Con la noticia de Kendall y lo que pasaba en esta casa. No podía manejarlo yo solo.
— Suga, si necesitas de algo puedes contar conmigo, sigo siendo tu amigo de eso no tengas dudas — Jimin habló con sinceridad.
— ¿puedes quedarte?... No quiero estar solo — Jimin me miró preocupado.
— Claro, permaneceré aquí... ¿quieres hablar? O ¿quieres salir a respirar aire puro? —
Pensé en sus palabras, no quería hacer nada. Mi pecho dolía, el dolor de mi cabeza se calmó (me imagino que fue la comida lo que ayudo; tal vez sea porque apenas desperté pero mis piernas se sentían débiles), algo parecido a un nudo se alojaba en mi garganta. Me di cuenta que aún no contestaba a la pregunta de mi vecino. Necesitaba aire.
— Buena idea, vamos al patio —
Caminar fue lo que más me costó pero pude llegar hacia fuera. Ambos nos sentamos en las sillas de madera, sin hablar.
Solo desperdiciamos el tiempo mirando el árbol y descansando.
Sin un suéter que me tapara, el frio me despertó de mi ensoñación. Me doy cuenta de lo desobligado que me he vuelto y el gran cambio que he tenido en estos meses. El Yoongi que conocen en Corea no se compara con el de ahora. Pero, sin duda siempre me he preocupado por mis compañeros y Kendall no fue la excepción.
¿Por qué alguien tan dulce tuvo que tener este destino?
Es así como recuerdo las palabras de Jimin. Me imagino lo sola que fueron sus últimos minutos de vida. Todo el tiempo estuvo en casa, tan cerca...
>>Hola muchas gracias por leer, ultima semana antes de salir de vacaciones. Por fin a descansar, por cierto en estos dias de frio cuidense de pescar un resfriado, quedense en casa y tomen una taza de chocolate, acompañen su noche con buena musica. Les deseo lo mejor y muchas gracias a las lindas personas que escriben y votan. Son muy importantes para mi y gracias por elegir mis historias :D
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