Con la tristeza de que, con Mark ya no podría hablar hoy, me encamine hacia lago; pasaba las tardes pintando de vez en cuando ahí. Hoy solo iría a caminar y a sentir la brisa del aire.

Tenía una canción en mente y también la música que podría tener. La tarareaba pensando en las dificultades que pasaba Mark y como enfrentaba cada una.

Me senté en el pequeño puerto de madera, que tenía el lago. Por más fría que se veía el lago quise tocarlo con mis pies, sabía que aun fría, el sol llegaría a calentarme.

Miraba mi reflejo; movía mis pies haciendo ruido por el movimiento del agua, jugué un rato, hasta aclimatarme.

Sentí en un momento como los pájaros dejaron el lugar, el sonido que hacia este lugar cómodo desapareció. Los peces no se hacían presente y mucho menos la calidez del sol, algunas nubes lo habían bloqueado. Escuche las pisadas de alguien atrás mío y de nuevo mi piel se erizo. "es mi imaginación" me obligue a pensar

"Es mi imaginación"

— ¿Qué haces suga? — escuchar a alguien hablar atrás, me espantó. Giré y vi a Jimin sentándose por el ataque de risa que tenía.

— Casi me matas... — estaba temblando.

No había pensado en que alguien viniera al lago tan temprano, a Jimin se le ocurrió la misma idea que a mí.

— Vine a correr y vi a alguien sentado, me di cuenta que eras tú, quería saludar; hace tiempo que no te veo por los lugares —

Era verdad, por vergüenza intente no encontrarme con él, ya no tenía sueños con Jimin después que el gato se fue. Y ya no pensaba en esos recuerdos hasta hoy. "Genial" dije por lo irónico que es la vida, me costó olvidar esos sueños vergonzosos.

— Ah... he estado ocupado con mi trabajo, me dedico a la pintura y suelo exigirme mucho cuando me inspiro — mire devuelta el lago, abrí mis ojos por el regreso de la vida animal. Al parecer todo volvió a la normalidad.

— Increíble. Yo soy coreógrafo, trabajo desde casa, a veces cuando la ocasión lo amerita me llaman a trabajar a lugares, esta época estoy de vacaciones, necesito inspiración también — sonríe.

— este lugar es perfecto para aquello — nos relajamos ambos un rato más.

— ¿Qué has pintado hasta ahora? — Jimin pregunta de la nada.

— Mi patio... el lago, el cielo, mi casa, las hojas de otoño, una criatura de fantasía (por no decir ángeles) y ... — pensé en un momento si hablar sobre el retrato de Mark, pensé que sonaría raro, además parecían no llevarse — creo que eso es todo, deberé ir a comprar más pintura —

— ¿Qué tal retratos? — Jimin se acostó y me miró — me gustaría un retrato —

— ¿de quién? — vacile.

— Que tal tuyo o mío — el tono en que lo dijo, me pareció de alguna manera algún coqueteo o eso parecía.

Pensé en ello y me reí. "suga, debes de dejar de imaginar que Jimin te está coqueteando, solo es un amigo".

— Hice mi autorretrato hace tiempo, pero no me gusto, creo haberlo empacado conmigo, por si gustas ver — el elevó su ceja.

— Muy bien, entonces quiero un retrato mío — lo pensé bien, creo que sería una mala idea, si quería alejar a Jimin de mi mente.

— No te prometo nada, suelo pintar lugares y cosas que salen de mi imaginación, los retratos no suelen ser lo mío — mire a Jimin y él se veía sereno, pero por alguna razón sentía que estaba molesto. Si él lo estaba, no lo demostró. Volvió a sonreír.

— Está bien, lo tomare, sé que algún día podrás lograrlo — se levantó — ¿te quedaras más tiempo aquí? — asentí, no quería regresar con Jimin, seria incomodo — te veo luego — se despidió y se fue.

Saque mis pies del lago, dejándolos a la luz del sol.

"Jimin" mi mente no dejaba de pensar en él.

— Él es solo un amigo — parecía que debía decirlo porque mi mente decía algo que yo no sentía o eso creía.

Recordé que esta semana llegaría mi celular nuevo, ya que ya no había en existencia la semana pasada, el celular que quería.

Con la mente positiva, regrese a mi casa por mi cartera en mi habitación, pero cuando pase por las escaleras creí ver a alguien dentro de la cocina. Me quede parado en medio de las escaleras.

"¿había alguien adentro?"

La puerta de la entrada tenía llave cuando la abrí, entonces será que abrieron la puerta de la cocina.

"espera suga" me quise calmar.

"puede ser tu imaginación"

"¿y si no lo es?"

Baje despacio y me dirigí a la sala donde se encontraba un palo de acero que utilizaba para la chimenea, camine lento hacia la cocina.

NADA.

No había nada ni nadie. Cheque la puerta y la ventana y ambos estaban cerrados.

— Estas delirando suga — pero desde aquel momento regreso aquella sensación de ser perseguido y vigilado desde lejos.

Aun cuando me encontraba en la cocina, ahora sentía que había alguien mirándome. Voltee a mirar la ventana.

Me concentre en subir por mi cartera, la vi sobre el buro, junto con aquel muñequito. Lo tome extrañado.

— ¿Cuándo te vestí? — quise recordar y me imagine que fue un descuido, y que lo había hecho cuando el gato se fue.

Lo deje y salí de mi casa. Había decidido hace tiempo quedarme con la curiosa figurita.

Camine por la acera, cerca de la casa de Jimin, y era exactamente él, quien barría las hojas de su jardín.

Era inevitable tener que pasar a su lado.

— Hola, iré al centro comercial, ¿necesitas que te traiga algo? — mi intención era ser cortes.

Jimin se acercó a mí, y con él, un olor a canela que me hizo cerrar por un momento los ojos.

— ¡Jimin! — gritó su hermano desde la puerta de su casa, se fue acercando con cara de pocos amigos — hola Yoon — cambio su actitud conmigo — mi hermano está castigado, pero si necesitamos pasta para nuestra cena, ¿te lo puedo encargar? —

— No estoy castigado, tengo 24 años, no me puedes castigar — Jimin protesto.

— No hay ningún problema, ¿alguna cosa más? — Namjoon negó y me despedí de ellos, ¡que hermanos!

:D gracias por leer, me gustaría saber que melodía creen ustedes que podría combinar con la vida de Mark y con esta historia. Me gustaría saber su opinión.