"Conociéndote"
Otro día repleto de trabajo en el estudio de abogados, su jefe el señor Hudson estaba particularmente irritado hoy porque aún no le daban respuestas, sobre un caso de renombre que involucraba a nada más y menos que a Leandro Davis, el famoso locutor su caso era por despido injustificado, al menos era lo que alegaba la señorita Butler y además que el cliente no se había presentado a las audiencias pactadas por estar de viaje. Victoria era fanática de Leandro pero ese día estaba molesta con el desconocido porque su jefe pagaba sus enojos por culpa de su impuntualidad a la reunión.
Se preguntaba cómo un hombre tan carismático y cercano como se oía en sus programas podía resultar tal energúmeno, su jefe la llamó por décima vez en el día y ella llevaba unas cartas y carpetas además del café daba la espalda cuando el ascensor se abre súbitamente y de allí salen a los arrumacos y empujones una pareja, que con el impacto de la mujer que se arreglaba la ropa la golpeó y sin querer hace que Victoria sea bañada con el café. Los recién llegados son interrumpidos por el estruendo de la bandeja y el grito lastimero de la joven, Victoria sale disparada al sanitario y intenta curar su abdomen que posee un tono rojizo, además aprovechando la ocasión maldice a más no poder, pero se ve interrumpida en su soliloquio al notar unos ojos negros que la observan desde el espejo.
-No puede estar aquí váyase, que no sabe que el sanitario es un lugar privado apresuraba al hombre- el no se movió y ella intentó cubrir sus senos y abdomen que estaba curando con un ungüento.
-Disculpe se que fuimos los culpables de su situación por esa razón le dejaré mi chaqueta así puede esconder la mancha, hasta cambiar de ropa ya hablé con su jefe no se preocupe y permítame que la ayude- el extendió la prenda para que ella se la colocara, y cuando se rozaron no pudieron evitar erizarse y sentir una corriente. Luego de eso Victoria se volteó para agradecer el gesto y pudo observar a un hombre de contextura fornida vestía un traje negro con corbata roja, era castaño pero lo que más le llamaba la atención además de los ojos oscuros como el azabache era el timbre de voz, para ella era muy conocido tenía enfrente al hombre de sus sueños.
-Muchas gracias por la ayuda pero ahora esta bonita chaqueta quedará arruinada - el no pudo evitar pensar en los carnosos labios de la morena y como sería besar esa boca, además esos ojos verdes eran lo más hermoso le quedaban muy bien con su piel tostada.
-No se preocupe señorita es lo menos que puedo hacer por usted- beso su mano como todo un caballero.
-Debo volver a mi escritorio mi jefe no está muy bien hoy, de nuevo muchas gracias señor... Leandro dime Leandro ¿y su nombre belleza?
-Victoria - dicho eso dejó el sanitario. Leandro quedó pasmado por la chica y se dijo que iba saber más de ella, y invitarla a salir, dejó el lugar pero no vio a la chica si encontró su chaqueta planchada y tendida en la silla en que momento había hecho eso, al minuto la vio con otra ropa esta vez traía un vestido bordó y zapatos negros se veía espectacular, la chica era alta y esbelta de cabellera oscura y esos ojos verdes que le encantaron.
Victoria había reconocido la voz del hombre que dio vueltas su día era el hombre que la hacía suspirar, mientras lo oía buscando el esquivo sueño que durante noches mientras pensaba en su familia perdida, aun recordaba esa desgracia que golpeo su vida en la adolescencia. Y cuando se sintió lista y luego de despedirse de sus únicos parientes con vida en Texas se dirigió a San Francisco en búsqueda de nuevas aventuras y el trabajo de Abogada, aunque en ese aspecto se sentía agradecida por el empleo y una noche de lluvia y que aun no tenia cable se decanto por la radio FM, y hallo la voz más pacifica que la ayudaba en la soledad de la habitación, ahora que lo tenía enfrente se atrevería a confesar que era fan suya.
Leandro quedo flechado por la asistente de su abogado, se dijo que preguntaría a Brian el apellido de la muchacha y la invitaría a cenar, ingreso a la oficina el hombre mayor leía concentrado en su computador, carraspeo para llamar la atención.
-Hasta que el hijo prodigo regresa que cuentas de nuevo Leandro- el canoso hombre levanto la vista hacia su visitante.
-Brian viejo zorro como es que tenias escondido semejante bombón de asistente, me siento muy mal por lo que le hice pobre muchacha- el abogado lo miro intrigado.
-¿Qué le has hecho a la pobre chica Davis, no te habrás propasado con ella? mira que es relativamente nueva y muy eficiente-
-No tuvimos un percance pero ya está solucionado, dime su nombre completo quiero enviarle un presente
- Brian lo miró seriamente
-No hagas de las tuyas te conozco, se llama Victoria Tallíz, quería avisarte que la señorita King exige cien mil dólares de compensación ¿que harás?.
-Esa mujer enloqueció yo de donde voy a dar esa cantidad tú sigue con el caso yo comprobaré que la despedí justamente me dejó sin mi Bently y no tenia ni tres horas conmigo cuando ella me atacó en el estacionamiento, debo volver a la estación de radio adiós Hudson - El salió del despacho pero se desilusionó al no ver a la belleza del escritorio.
Regresaba a casa y no podía evitar pensar en el guapo locutor, que durante un año soñaba con ponerle un rostro, y quien diría que ya lo conocería, cuando llego al edificio la señora Norris le hizo entrega de un ramo de rosas, ella las tomó intrigada y una vez en su departamento leyó la tarjeta.
"Una noche una cena y una velada romántica, te paso a recoger mañana por la noche, contando las horas belleza..."
L.D.
Sorprendida por la propuesta se dijo porque no quién sabe que le deparaba la velada, y se sintió más anonadada por el mensaje que el dijo al aire con respecto a la cita.
La cita llegó, y Leandro la recogió fueron a un restaurante francés, donde disfrutaron de una exquisita cena y pudieron conocerse más y mejor, Leandro le contó cómo inició en la radio, y Victoria se atrevió a confesarse fan suya, el saber eso llenó de alegría a Leandro y le regaló una sonrisa, ese gesto enterneció a Victoria.
-Debo confesar que durante un año de mi vida, fuiste mi única compañía, en realidad aún lo eres- se apenó luego de haber hablado de eso, Leandro tomó su rostro y lo levantó.
-No debes estar apenada porque para mí es un halago, y además nunca bajes la cabeza o me privas de esas hermosas esmeraldas que tienes por ojos- ella sonrió
-Eres muy hermosa y además agradezco que me hayas perdonado el incidente del café-aseguro el
-¿Quién dice que lo he hecho? Aún no pero eso será para otro momento- la noche había terminado, pero ambos sentían que no querían que se termine solo con un adiós, ella hace mucho reconoció a sus amigas que le gustaba Leandro sin conocerse, y que si alguna vez, lo veía le robaría un beso. Y lo hizo se acercó a él y posó su boca contra la suya y se desató un beso apasionado, que despertó el fuego entre los dos, y sin importar que a penas era la primera vez que se veían, se entregaron al deseo durante toda la noche y parte del día siguiente.
No entendían o tal vez sin querer reconocer que despertó en sus vidas el amor a primera vista, sería posible.
Los días pasaron y su relación seguía en pie, y cada día era más solida. Tenían casi el año de novios cuando Leandro decidió sorprender a Victoria con otra propuesta.
El se encontraba en la radio ese día fueron ambos y con un mensaje escrito en el cielo y un ramo de rosas hizo la pregunta.
-Vicky mi amor te casas conmigo- decía el escrito entre nubes.
-¡Dijo Si! Entre lágrimas y algunos gritos. Comentaba Leandro
La boda se realizó tres meses después, en un parque donde hacían sus salidas, al anochecer y con fuegos artificiales, sellaron su amor tan veloz, pero fuerte, mientras danzaban un tema de Michel Bolton se dijeron muchas cosas.
-¿Sabes que me atrajo de ti belleza?- ella solo recogió los hombros.
-Toda tú pero en especial me atraparon tus ojos, son tan hermosos y claros que puedo ver tu alma- Victoria se limpió una lágrima.
-¿Y sabes que me atrajo de ti además del cuerpo? el negó "tu voz de Seda".
Dicho todo se dieron un beso muy profundo y sentido cargado de sentimientos que conocerían juntos en su nueva vida.
FIN ❤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro