🌹27🌹
Por la mañana, cuando me levanto, Taehyung está tomando café en la cocina. Yong ho está junto a él, y cuando me ven, los dos me miran.
-Buenos días, Kook -dice Taehyung.
-Buenos días -respondo.
No me acerco a él. No le doy mi
beso de buenos días, y Yong ho nos observa.
Sarah rápidamente me acerca un café y sonrío.
Encantado, se lo agradezco y me siento. El silencio es sepulcral en la cocina, cuando por norma soy yo el que habla e intenta sacar tema de
conversación.
Taehyung me mira, me mira y me mira; sé que mi actitud no le gusta. Lo incomoda.
Pero me da igual. Quiero incomodarlo, tanto o más como él me incomoda a mí.
Norbert entra en la cocina y le
indica a Yong ho que se dé prisa o llegará tarde al colegio. Al momento, suena mi teléfono. Es Chung ha. Sonrío, me levanto y salgo de la cocina. Subo las escaleras y llego hasta mi dormitorio.
-¡Hola, loca! -la saludo.
Chung ha se ríe.
-¿Cómo va todo por allí?
Resoplo, miro por la ventana y respondo:
-Bien. ¡Ya tú sabes mi amol! Con
ganas de matar a tu hermano.
De nuevo, resuena la risa de Chung ha.
-Entonces, eso significa que todo
sigue bien.
Tras hablar con ella durante un rato
queda en pasar a recogerme. Quiere que la acompañe a comprarse algo de ropa.
Cuando apago el móvil, al darme la
vuelta, Taehyung está detrás de mí.
-¿Has quedado con mi hermana?
-Sí.
Paso por su lado, y Taehyung, alargando la mano, me para.
-Kook..., ¿no me vas a volver a hablar?
Lo miro y respondo con seriedad:
-Creo que te estoy hablando.
Taehyung sonríe. Yo no. Taehyung deja de sonreír. Yo me río por dentro.
Me agarra por la cintura.
-Escucha, cariño. Sobre lo que
ocurrió ayer...
-No quiero hablar de ello.
-Tú me has enseñado a hablar de
los problemas. Ahora no puedes
cambiar de opinión.
-Pues mira -contesto -, por una vez, voy a ser yo el que no quiera hablar de los problemas. Me tienes harto.
Silencio. Tensión.
-Cariño, discúlpame. Ayer no fue
un buen día para mí y...
-Y lo pagaste con el pobre Susto,
¿verdad? Y de paso me recordaste que
ésta es tu casa y que Yong ho es tu sobrino. Mira, Taehyung, ¡vete a la mierda!
Lo miro. Me mira. Reto en nuestras
miradas, hasta que murmura:
-Kook, ésta es tu casa y...
-No, no. Es tu casa. Mi casa está en Corea, un lugar del que nunca debería haber salido.
De un tirón, me acerca a él y sisea:
-No sigas por ese camino, por
favor.
-Pues cállate, y no hables más
sobre lo que ocurrió ayer.
Tensión. El aire se corta con un
cuchillo. Pienso en la moto. Cuando se
entere, me descuartiza. Nos miramos y, finalmente, mi alemán dice:
-Tengo que marcharme de viaje. Te
lo iba a decir ayer, pero...
-¿Que te marchas de viaje?
-Sí.
-¿Cuándo?
-Ahora mismo.
-¿Adónde?
-Tengo que ir a Londres. He de
solucionar unos asuntos, pero regresaré pasado mañana.
Londres.
Eso me alerta. ¡¡Jihyo!!
-¿Verás a Jihyo? -pregunto,
incapaz de contenerme.
Taehyung asiente, y yo de un manotazo me retiro de él. Los celos me pueden. Esa bruja no me gusta y no quiero que estén solos. Pero Taehyung, que sabe lo que pienso,
me vuelve a acercar a él.
-Es un viaje de negocios. Jihyo
trabaja para mí y...
-¿Y con Jihyo juegas también? Con ella te lo pasas de buenas en esos
viajes y ésta va a ser una de esas veces, ¿verdad?
-Cariño, no... -susurra.
Pero los celos son algo terrible y grito fuera de mí:
-¡Oh, genial! Vete y pásatelo bien
con ella. Y no me niegues lo que sé que va a ocurrir porque no me chupo el dedo. ¡Dios, Taehyung, que nos conocemos! Pero vamos, ¡tranquilo!, estaré esperándote en tu casa para cuando regreses.
-Kook...
-¡¿Qué?! -grito totalmente fuera
de mí.
Taehyung me coge en brazos, me tumba en la cama y dice, agarrándome la cara con sus manos:
-¿Por qué piensas que voy a hacer
algo con ella? ¿Todavía no te has dado cuenta de que yo sólo te quiero y te
deseo a ti?
-Pero ella...
-Pero ella nada -me corta-. Tengo que viajar por trabajo, y ella
trabaja conmigo. Pero, cariño, eso no
significa que tenga que haber nada entre nosotros. Vente conmigo. Prepara una pequeña maleta y acompáñame. Si realmente no confías en mí, hazlo, pero no me acuses de cosas que no hago ni haré.
De pronto, me siento ridículo. Absurdo.
Estoy tan enfadado por lo de Susto que soy incapaz de razonar. Sé
que Taehyung no me mentiría en algo así y,tras resoplar, murmuro:
-Lo siento, pero yo...
No puedo continuar hablando. Taehyung toma mi boca y me besa. Me devora, y entonces soy yo el que lo abraza con desesperación. No quiero estar enfadado. Odio cuando nos
incomunicamos. Disfruto su beso. Lo
aprieto contra mí hasta que mi boca
pide...
-Fóllame.
Taehyung se levanta. Echa el pestillo que yo puse en la puerta y, mientras se quita la corbata, murmura:
-Encantado de hacerlo, joven Jeon. Desnúdese.
Sin perder tiempo me quito la bata y
el pijama, y cuando estoy totalmente
desnudo ante él, y él ante mí, se sienta en la cama y dice:
-Ven...
Me acerco a él. Aproxima su cara a
mi pene y lo besa. Pasea sus manos por mi cuerpo y susurra mientras
me sienta a horcajadas sobre él y con
sus manos toca mi entrada:
-Tú... eres el único que yo deseo.
Su pene entra en mí y lo clava hasta
el fondo.
-Tú... eres el centro de mi vida.
Yo me muevo en busca de mi placer y, cuando veo que él jadea, añado:
-Tú... eres el hombre al que quiero
y en el que quiero confiar.
Mis caderas van de adelante atrás, y
cuando el que jadea soy yo, Taehyung se levanta de la cama, me posa sobre ella y, tumbándose sobre mí, me penetra profundamente.
-Tú... eres mío como yo soy tuyo.
No dudes de mí, pequeño.
Una embestida fuerte hace que su
pene toque mi punto y yo me arquee.
-Mírame -me ordena.
Lo miro, y mientras profundiza más y
más, y yo jadeo, asegura:
-Sólo a ti te puedo hacer el amor así, sólo a ti te deseo y sólo contigo
disfruto de los juegos.
Calor..., fogosidad..., exaltación.
Taehyung me agarra por la cintura, me empala contra él y dice cosas
maravillosas y bonitas, y yo, excitado,
las disfruto tanto como lo que me hace. Durante varios minutos entra y sale de mí, fuerte..., rápido..., intenso, hasta que me ordena:
-Dime que confías en mí tanto
como yo en ti.
Vuelve a hundirse en mi interior y
me da un azote a la espera de mi
contestación. Yo lo miro. No contesto, y él vuelve a penetrarme mientras me agarra de los hombros para que la
embestida sea más atroz.
-¡Dímelo! -exige.
Sus caderas se retuercen antes de
volver a lanzarse contra mí, y cuando me contraigo de placer, Taehyung me aprieta más contra él, y yo, enloquecido, murmuro:
-Confío en ti..., sí..., confío en ti.
Una sonrisa se dibuja en su rostro; me coge por la cintura y me levanta. Me maneja a su antojo. ¡Lo adoro! Me lleva contra la pared y, enardecido, me penetra con fuerza una y otra vez mientras yo enredo mis piernas en su cintura y me arqueo para recibirlo.
¡Oh, sí, sí, sí!
Mi gemido placentero queda
mitigado porque le muerdo el hombro, pero le hace ver que mi disfrute ha llegado, y entonces, sólo entonces, él se deja llevar por su placer. Desnudos y sudorosos, nos abrazamos mientras seguimos contra la pared.
Amo a Taehyung.
Lo quiero con toda mi alma.
-Te quiero, Kook... -afirma,
bajándome al suelo-. Por favor, no lo
dudes, cariño.
Cinco minutos después estamos en la
ducha. Aquí me vuelve a hacer el amor. Somos insaciables. El sexo entre nosotros es fantástico. Colosal.
Cuando Taehyung se marcha, le digo adiós con la mano. Confío en él. Quiero confiar en él. Sé lo importante que soy en su vida y estoy seguro de que no me decepcionará.
Chung ha pasa a recogerme y sonrío.
Me subo a su auto y nos sumergimos
en el tráfico de Múnich.
Llegamos hasta una elegante tienda.
Aparcamos el auto, y cuando entramos, veo que es la tienda de Anne, la amiga de Chung ha que estuvo con nosotros en el bar cubano.
Tras elegir varios vestidos, a cuál más bonito y más caro, cuando entramos en el espacioso e iluminado probador cuchichea:
-Tengo que comprarme algo sexy para la cena de pasado mañana.
-¿Tienes una cena con algún galán?
-Sí -dice riendo Chung ha.
-¡Vaya!, ¿y con quién es esa cena?
Divertida, Chung ha me mira y
murmura:
-Con Arthur.
-¿Arthur?, ¿el camarero buenazo?
-Sí.
-¡Guau, genial! -aplaudo.
-Decidí seguir tu consejo y darle
una oportunidad. Quizá salga bien, quizá no, pero mira, nunca podré decir que ¡no lo intenté!
-¡Esooo...! -exclamo, alegre. Se prueba varios vestidos y al final
se decide por uno azul eléctrico. Chung ha está guapísima con él. De pronto, una voz llama mi atención.
¿Dónde he oído esa voz?
Salgo del probador y me quedo sin habla. A pocos metros de mí tengo a la persona que he deseado echarme a la cara en estos últimos meses hablando con otra mujer: Yeji.
La sangre se me enciende y mi sed de
venganza me atenaza.
Sin poder contener mis impulsos
más asesinos, voy hacia ella y, antes de que Yeji pueda reaccionar, ya la tengo cogida por el cuello y siseo en su cara:
-¡Hola, Yoo-jin!, ¿o mejor te llamo Yeji?
Ella se queda blanca como el papel, y su amiga aún más. Está asombrada. No esperaba verme aquí y menos todavía que yo reaccionara así. Soy pequeño, pero matón, y esa imbécil se va a enterar de quién soy yo.
Anne, al vernos, se dirige a nosotros. Pero no dispuesto a soltar a mi presa, la meto en un probador.
-Tengo que hablar con ella. ¿Nos
das un momento?
Cierro la puerta del probador, y Yeji me mira, horrorizada. No tiene
escapatoria. Sin más, le suelto una
bofetada que le gira la cara.
-Esto para que aprendas, y esto -
digo, y le doy otra bofetada con la mano bien abierta- por si todavía no has aprendido.
Yeji grita. Anne grita. La amiga de Yeji grita. Todas gritan y golpean la puerta, y yo, dispuesto a darle su
merecido a esta sinvergüenza, le
retuerzo un brazo, la hago caer de
rodillas ante mí y suelto:
-No soy agresivo ni mala persona,
pero cuando lo son conmigo, soy el
peor. Me convierto en un bicho muy..., muy malo. Y lo siento, pero tú
solita has despertado el monstruo que
hay en mí.
-Suéltame..., suéltame que me haces daño -grita Yeji desde el suelo.
-¿Daño? -repito con sarcasmo-.
Esto no es hacerte daño, ¡zorra asquerosa! Esto es simplemente un aviso de que conmigo no se juega. Jugaste con ventaja la última vez. Tú sabías quién era yo, pero, en cambio, yo a ti no te conocía. Jugaste sucio conmigo, y yo, tonto de mí, no te vi venir. Pero escucha, conmigo no
se juega, y si se hace, hay que estar
dispuesta a encontrarse con la revancha.
Chung ha, asustada por los gritos, se
suma a golpear la puerta con las demás.
No entiende lo que pasa. No entiende
por qué me he puesto así. Eso me agobia, me desconcentra y, antes de
soltar a Yeji, siseo en su oído:
-Que sea la última vez que te acercas a Taehyung o a mí, porque te juro
que, si lo vuelves a hacer, esto no se va a quedar en un aviso. Por tu bien, te quiero muy lejos de Taehyung. Recuérdalo.
Dicho esto la suelto, pero con el pie
le doy en el trasero y cae de narices al
suelo. ¡Oh, Dios! ¡Qué subidón!
Después, abro la puerta y salgo. Chung ha me mira asustada. No entiende nada, y entonces ve a Yeji y lo comprende todo. Justo cuando la otra se levanta, se acerca a ella y, con toda su rabia, le suelta otro bofetón.
-Esto por mi hermano. ¡¿Cómo
pudiste acostarte con su padre, zorra?!
Al momento, Anne deja de pedir
explicaciones y entiende de lo que habla Chung ha. La amiga de Yeji, horrorizada, la ayuda.
-Llame a la policía, por favor.
-¿Por qué? -pregunta Anne con
indiferencia.
-Ese tipo ha atacado a Yeji, ¿no lo ha visto?
Anne niega con la cabeza.
-Lo siento, pero yo no he visto
nada. Sólo he visto una rata en el suelo.
Me apoyo en el lateral de la puerta y la miro. Me contengo. Quisiera darle una buena paliza, pero tampoco me tengo que pasar aunque se la merezca. Yeji está aturdida, no sabe qué hacer y finalmente dice, cogiéndole el brazo a su amiga:
-Vámonos.
Cuando desaparecen de la tienda,
Anne y Chung ha me miran.
-Lo siento. Disculpenme, chicas,
pero tenía que hacerlo. Esa mujer nos ha dado muchos problemas a Tae y a mí, y cuando la he visto, no he podido
remediarlo. Me ha salido mi carácter y yo, yo...
Anne asiente, y Chung ha contesta:
-No lo sientas. Se lo merecía.
Unos segundos después, los tres nos
reímos mientras la mano aún me duele por los bofetones que le he dado a Yeji.
Pero ¡qué buena sensación me ha quedado!
Cuando salimos de la tienda,
decidimos ir a un local a tomar unas
cervezas. Lo necesitamos. El encuentro con Yeji ha sido algo que ninguno esperaba y nos ha descentrado un poco.
Cuando conseguimos relajarnos, Chung ha me habla de su cita.
-¿Pasado mañana es el día de los
Enamorados?
-Sí -afirma Chung ha-. ¿No lo
sabías?
-Pues no... Tengo en la cabeza
tantas cosas que sinceramente se me
había olvidado. Aunque bueno,
conociendo a tu hermano, seguro que
tampoco le dará importancia a un día
así. Si pasaba de la Navidad, ni te
cuento lo que pensará de un día tan
romántico y consumista.
-Hombre, de entrada te ha dicho que
regresará de su viaje ese día.
-Sí, pero no ha mencionado que
haremos nada especial. Aunque hace
poco le propuse poner un candado en el puente de los enamorados y respondió que sí.
-¿Mi hermano?
-¡Ajá!
-¿Taehyung?, ¿don Gruñón dijo que sí a poner un candado del amor?
-Eso dijo -le confirmo, riendo-.
Se lo comenté como algo que me había llamado la atención y me dijo que, cuando quisiera, podíamos ir a poner el nuestro. Pero, vamos, no lo ha vuelto a mencionar.
Tras unas risas incrédulas por parte
de ambos, Chung ha cuchichea:
-Sinceramente. Nunca he visto a mi
hermano muy romántico para esas cosas. Y que yo recuerde, cuando estaba con la cerda de Yeji, nunca le oí que hicieran nada especial el día de los Enamorados.
Mencionarla nos vuelve a poner de mal humor.
-Me imagino que te has puesto así
por algo más que por lo que esa
sinvergüenza le hizo a mi hermano,
¿verdad? -inquiere Chung ha.
-Sí.
-¿Me lo puedes contar?
Mi cabeza comienza a funcionar a
mil por hora. No puedo contarle la
verdad de lo sucedido a Chung ha. Ella no conoce nuestros juegos sexuales.
-En Corea se metió en nuestra
relación, y tu hermano y yo discutimos y rompimos.
-¿Que mi hermano rompió contigo
por esa asquerosa? -pregunta boquiabierta Chung ha.
-Bueno..., es algo complicado.
-¿Quiso volver con ella? Porque si
es así, ¡lo mato!
-No..., no fue por eso. Fue por un
malentendido que generó esa
innombrable, y él le dio más credibilidad a ella que a mí.
-No me lo puedo creer. ¿Mi
hermano es tonto?
-Sí, además de Estúpido.
Ambos nos reímos y decidimos dar
la conversación por finalizada y comer algo.
Taehyung me llama y hablo con él. Ha
llegado a Londres y omito contarle lo
que ha pasado con Yeji. Será lo mejor.
Si ven alguna incoherencia xfa avisenme
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro