🌹I🌹
Qué pesada es mi jefa.
Sinceramente, al final tendré que pensar lo mismo que media empresa: que ella y Jackson, tienen una relación.
Pero no.
No quiero ser malpensado y entrar en la misma ruleta en la que todos mis compañeros han entrado.
El chisme
Desde enero trabajo para la empresa, una compañía de fármacos alemanes.
Soy el secretario de la jefa de las delegaciones y, aunque mi trabajo me gusta, me siento explotado muy a menudo.
Vamos… que sólo le falta a mi jefa atarme a la silla.
Cuando por fin termino el montón de trabajo que mi querida jefa me ha
ordenado tener listo para el día siguiente, dejo los informes sobre su mesa y regreso a la mía.
Agarro el maletín y me voy sin mirar atrás.
Necesito salir de la oficina o acabaré saliendo en las noticias como el asesino en serie de jefas que
se creen el ombligo del mundo.
Son las once y veinte de la noche...
En la calle llueve mares.
¡Perfecto!
Lluvia de verano.
Llego hasta la puerta y tras echarle valor al asunto, corro hacia el parking donde me espera mi amado auto.
Entro al garaje y, tras darle al botón, mi auto pestañea sus luces dándome la bienvenida.
rápidamente me meto en el. No soy miedoso, pero no me gustan los parkings y menos aún si son
solitarios como éste a estas horas.
Inconscientemente comienzo a recordar películas de terror en
las que un joven camina por uno de ellos y un desalmado vestido de negro aparece y lo acuchilla hasta morir.
En cuanto estoy dentro de mi auto, cierro los pestillos, abro mi maletín, y saco un pañuelo y me seco la cara.
Pero justo cuando voy a meter las llaves en el contacto... Se me caen.
Maldigo a oscuras y me agacho para buscarlas.
Toco el suelo con la mano.
A la derecha no están. A la izquierda tampoco. Vaya... Encuentro el
paquete de chicles que busqué hace dias.
Sigo toqueteando el suelo del auto y por fin las encuentro. Entonces oigo risas cercanas y miro alrededor con cuidado para que no me vean.
¡Oh Dios mío!
Entre risas veo acercarse a mi jefa y a Jackson. Parecen divertidos.
Yo trabajando hasta las once y ellos, de parranda. ¡Que injusticia! De pronto mi jefa y Jackson se
apoyan en la columna de al lado y se besan.
¡No me lo puedo creer!
Semi agachado en el interior de mi auto para que no me vean, contengo la respiración. Por favor, si se dan cuenta de que estoy ahí, me muero de la vergüenza.
Y no. No quiero que eso ocurra.
De repente, mi jefa suelta el bolso y sin ninguna vergüenza toca con decisión la entrepierna de
Jackson.
¡Por todos los santos!
Pero ¿Que estoy viendo?
¡Dios!
Ahora es Jackson el que le mete mano a ella por debajo de la falda.
Se la sube, la empuja hacia
arriba contra la columna y se comienza a refregar contra ella.
¡Ay, madre! ¿Que hago?
Quiero marcharme. No quiero ver que hacen pero tampoco puedo salir de allí. Si arranco el auto, sabrán que los he visto.
Así que sin moverme, no puedo dejar de mirar lo que hacen.
Entonces, Jackson vuelve a apoyarla en el suelo y la obliga a dar la vuelta. La coloca sobre el capo del auto y le baja las bragas, primero con la boca y luego con las manos.
¡Mierda, le estoy viendo el culo a mi jefa!
¡Que horror!
En ese momento escucho a Jackson preguntarle:
—Dime, ¿Que quieres que te haga?
Mi jefa, como gata en celo, murmura.
—Todo lo que quieras.....todo lo que tu quieras.
¡Que fuerte!
Y yo en primera fila.
Solo me faltan las palomitas.
Jackson vuelve a empujarla sobre el capo. Le abre las piernas y mete la boca en la intimidad de ella.
Mi jefa, suelta un gemido y yo me tapo los ojos. Pero la curiosidad, el morbo o como sele llame me puede y me los destapo de nuevo.
Sin pestañear veo como el, tras relamerse, se separa unos centímetros de ella y le mete un dedo, luego dos y, levantandose, la agarra del cabello
y tira de el mientras mueve sus dedos a un ritmo que, para que negarlo, haría suspirar a cualquiera.
—Siii!—Escucho gemir a mi jefa.
Respiro con dificultad.
Me va a dar algo.
¡Que calor!
Me guste o no,ver aquello me está poniendo frenético, y no precisamente por estar de los nervios.
Mis encuentros sexuales son normales, así que lo cierto es que ver aquello en vivo y en directo me
está exitando.
Jackson baja la bragueta de su pantalón. Saca una mas que aceptable erección....¡Vaya! Quedo con
los ojos abiertos de par en par cuando veo que se lo clava de una sola estacada.
Mis pezones estan duros y , de pronto, me doy cuenta de que me los estoy tocando.
¿Cuando he metido mi mano al interior de mi camisa?
Rápidamente saco mi mano de ahí, pero mis pezones y el centro de mi deseo protestan.
Pero no. Eso no puede ser.
Yo no hago esas cosas.
Minutos después, tras varios gemidos y estocadas, Jackson y mi jefa se recomponen.
Se meten en el auto y se marchan.
Respiro aliviado.
Cuando por fin vuelvo a quedarme solo en el parking, me incorporo de mi escondite y me siento.
Las manos me tiemblan.
Noto mi respiración acelerada.
Diez minutos después, arranco el auto y salgo del parking. Me voy a tomar unas cervezas con mis
amigos.
Necesito refrescarme y refrescar mi calenturienta mente.
Si ven alguna incoherencia xfa avisenme
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro