—¿Encontraron algo?

—Nada señor.

—Retirense.

¿Que tan difícil puede ser encontrar a alguien?

Porque si con todos los medios posibles no se puede entonces no hay más.

Durante estos tres últimos años había establecido una rutina de búsqueda, anhelaba encontrar el complemento que le hacía falta a su corazón.

Necesitaba encontrar a Jimin.

Desde aquel día en que se fue no ha sabido nada de él, tal parecía que la tierra se lo trago, eso solo aumentaba su desespero.

No lograba avanzar, se quedó estancado en la tristeza, no hacia otra cosa que no fuera culparse por todo lo sucedido.

Quería ser razonable y aceptar que Jimin hizo lo correcto al irse pero no podía, esa parte egoísta le gritaba que debía encontrar al chico y traerlo a su lado para poder volver a ser feliz.

No conocía una vida sin Jimin.

Luego de aquel escándalo su nombre se vio manchado muy gravemente así como su empresa, sus padres al enterarse de lo sucedido suspendieron sus vacaciones en Hawai y volvieron a Corea, no era de extrañarse que su padre le diera la golpiza de su vida y su madre le insultara en todos los idiomas posibles, la empresa que con tanto esfuerzo fundo su padre ahora estaba en el ojo del huracán.

Sin duda era un gran escándalo que el Ceo de una importante empresa le haya sido infiel a su esposo con un simple secretario, tantas veces se ha visto este tipo de alborotos pero nunca dejan de ser tan impactantes.

Jungkook había sido destituido del puesto por tiempo indefinido al ser el blanco de tantas críticas y malos comentarios hacia su persona, su padre volvió a tomar el mando y fue muy complicado hacer que la empresa volviera a resurgir.

En muchos diarios se hablaba de el acto tan bochornoso, Kim Taehyung fue quien también se llevó muchos insultos, su imagen estaba pisoteada en el suelo y no quedaba nada de aquel chico. La señora Jeon fue la encargada de dar con su paradero a como de lugar y  luego de cachetearlo e insultarlo ella misma se encargo de que ninguna empresa le diera trabajo.

Muchos salieron en defensa de Jimin aunque también existieron unos pocos que lo atacaron.

Ambos padres de Jungkook trataron de contactarlo para pedirle disculpas y reiterarle que las puertas de su casa siempre estarán abiertas para el pues este siempre fue muy amable con ambos. Era difícil no encariñarse con él, por esa razón a ambos les dolió saber que perdieron a un gran chico que encajaba muy bien en su familia.

Jeon Min Ho y Jeon Somin adoraban y adoran a su yerno aunque ahora ya no tengan ningún tipo de relación.

Jungkook la paso muy mal todo este tiempo, tropiezo tras tropiezo, ya estaba cansado.

Todo iba de mal en peor.

Sus padres no le hablaban, las medios lo atacaban, no tenía su puesto, toda clase de amigos desaparecieron al enterarse de todo y lo peor de todo no tenía a quien más amaba.

Si tan solo pudiera volver el tiempo atrás.

El arrepentimiento que carga encima es sumamente pesado que amenaza con aplastarlo.

El silencio del que alguna vez llamo hogar lo abrazaba, con lágrimas en sus ojos tomo la foto que tenía en un portaretratos, aquella era del día de su boda, aquel día fue tan feliz, ahora no podía celebrar sus cumpleaños pues esa fecha era el recordatorio de su aniversario.

Odiaba el 1 de septiembre.

Lágrima tras lágrima empezó a caer sobre el vidrio que protegía la foto, en dónde se podía ver a Jimin y Jungkook abrazados mientras sus labios estaban unidos, la felicidad podía ser palpable con solo ver la imagen.

—Te extraño mi amor, no quiero una vida si ti. —Lloro.

¿Dónde había quedado aquel hombre imponente?

Había buscado incluso a Jin para saber sobre el paradero de Jimin pero grande fue su sorpresa al enterarse de que luego de que Jin y Namjoon se casaron dejaron el país para no volver.

Todo altivo de esperanza se fue con ellos, pago detectives para encontrarlo pero tampoco funcionó nadie podía dar con su ubicación. Era frustrante.

Nada importaba sino tenía a su amado a su lado.

Cada día era una nueva oportunidad de dar con su lugar, no quería descansar hasta tenerlo frente a frente para pedirle nuevamente perdón y una última oportunidad.

💔

El reloj marcaba las siete de la mañana y Jungkook se puso de pie de mala gana, odiaba el simple hecho de seguir despertando cada mañana.

Su teléfono empezó a sonar y con rapidez lo tomo al pensar que se trataría de otro de los detectives que tenía trabajando, la decepción pinto su rostro al ver el nombre en la pantalla, era su padre.

—Padre, buenos días, a qué se debe tu llamada.

—Necesito que vengas a la empresa, hay unos asuntos que requieren de tu presencia, así que apresúrate y ven. —Sin más la llamada finalizó sin darle tiempo a decir algo, el enojo de su padre se veía para largo tiempo, ni siquiera había respondido a su saludo, soltó un suspiro y se encamino hasta la ducha, necesitaba despertar ya.

Se saltó el desayuno y se puso rumbo a la empresa, cuando llegó no pasaron desapercibidas las miradas que le daban los empleados a cada nada lo señalaban. El sabía que hizo mal pero ya pasaron tres años, ¿Por que aún habían señalamientos en su contra?

Tratando de omitir esa parte tomo el elevador hasta el piso ejecutivo que se encontraba en la última planta del edificio, al salir al pasillo los cotilleos no se hicieron esperar, camino de largo sin prestar nada de atención y entro en la que alguna vez fue su oficina pero que ahora volvía a ocupar su padre.

—Ya estoy aquí, —se poso frente al escritorio mirando a su padre quien leía unos documentos.

—Asi que emoción, —dijo Min Ho con sarcasmo cosa que lo hizo enfurecer

—Ya dime para que diablos me llamaste, —solto enojado.

—Cuida tus modales jovencito, no tienes ningún derecho en hablarme así —refuto.

—Pero entonces tu si tienes derecho a burlarte de mi. Ya estoy harto de tu comportamiento hacia mi, aprovechas cada maldita situación para tratarme mal —apreto sus manos.

—Pues si querías evitar esto debiste pensar bien todas las estupideces que hiciste, que querías que hiciera luego de la desfachatez que cometiste —se puso de pie molesto, —debia aplaudirte, o mejor aún, agradecerte por todo lo sucedido.

—No pero.. —se callo al ver cómo su padre estrelló ambas manos sobre el escritorio.

—¡¡Cierra la boca que no te permití hablar, ahora solo te callas y me obedeces!! —sentencio mirando a su hijo con ira. —¿Entendiste?

—Si.

Jungkook apretó la mandíbula por el enojo contenido, desde aquel incidente sus padres dejaron de ser sus padres, ya no existían palabras cariñosas o palmadas en la espada acompañados de felicitaciones ahora solo quedaban gritos, decepciones y muchas cosas malas.

—Como sabrás gracias a todo el teatrito que hiciste en el pasado hemos perdido credibilidad ante la gente y socios importantes han salido, —su padre tomo un par de hojas y los lanzo sobre el escritorio, Jungkook estiró su mano para tomarlos ahí había información sobre unas cuantas personas influyentes en el mercado comercial.

—¿Qué es esto? —pregunto Jungkook.

—Una invitación para un recital, —se sentó en su silla.

—Eso no dice aquí.

—Entonces no sabes leer, —su padre podía ser un molesto grano en el culo cuando se lo proponía. —Espabilate y date cuenta que esto no es un juego, como tú fuiste quien lo jodió todo tu mismo serás quien va a poner la cara e irás a Londres para hablar con esa gente, necesitamos socios.

—No puedo, aún ten..

—¡¿Qué!?, aún tienes que seguir tras la pista de Jimin, ya déjalo en paz que mucho daño le hiciste, comportate como un maldito hombre y afronta las consecuencias de todo esto, dejaras de jugar al detective y te irás a Londres mañana mismo y no me interesa escucharte, así que largo.

Para Jeon Minho su empresa era tan importante como su familia por esa razón cuando se enteró de todo lo que su primogénito hizo no dudo en ir personalmente a socorrer su patrimonio que con mucho esfuerzo hizo.

Por esa misma razón no podía perdonar a Jungkook fácilmente, años de trabajo se fueron en picada y eso dolía como la mierda, Si Jungkook quería volver a tener el cariño y respeto de sus padres tendría que luchar contra viento y marea.

Porque cuando Min Ho se enojaba se volvía el peor hijo de perra del mundo y ahora Jungkook lo podía ver.

Su padre siempre fue amoroso con él y ahora solo era alguien desconocido, pero fue el quien orillo a su padres a todo esto.

Ahora debía lidiar con un viaje no deseado, el quería seguir buscando a Jimin pero si se seguía negando lo más probable es que su padre otra vez lo terminará golpeando y lo cierto es que ya no debía seguir provocando contiendas.

Tal parecía que la vida le estaba obligando a soltar a Jimin dejarlo volar alto y no interferir en su camino. Aunque siendo sincero consigo mismo aún anhelaba ver así sea una última vez a Jimin.

Con papales en mano regreso a su casa, debía empacar lo que se llevaría ya que su vuelo salía en la mañana y tal parecía que estaría en Londres como por dos semanas.

Con desgano armó sus maletas miro la hora y el reloj marcaba las 18:00 pm, preparo algo rápido de comer y se fue a dormir, no le importaba así sea temprano.

Al día siguiente.

Jungkook se había levantado seis de la mañana y se puso a arreglar su casa, dejo todo limpio así cuando regrese todo estaría en su lugar, entre algunas cosas el reloj marco las siete, tomo su maleta y con tristeza miro su casa, cerró con llave y se dirigió al aeropuerto pues su vuelo salía a las ocho.

Todo fue de manera rápida y ahora estaba abordando el avión que lo llevaría a su destino, ahora solo debía esperar.

Luego de varias horas de vuelo y un dolor de espalda por fin estaba bajando del avión, el aire frío tocaba su rostro e hizo que se estremeciera, el cambio horario era muy notorio puesto que ambos países se llevaban ocho horas de diferencia.

Cuando salía del aeropuerto el auto que había rentado ya había sido dejado en el lugar acordado, subió su equipaje y se puso en marcha al hotel en donde pasaría los dias que debería quedarse.

Su corazón latía fuerte como si estuviera esperando algo ansiosamente, trato de alejar aquel sentimiento y siguió su camino.

Una vez que estuvo instalado en su habitación decidió salir a dar un pequeño paseo por los alrededores antes de que el trabajo empezará. Con el auto vago por distintas calles en busca de alguna cafeteria o tienda en donde pudiera comprar algo para comer.

No muy lejos del hotel encontró un pequeño parque con una cafetería a su lado, lo ideal para comprar un café y sentarse a observar el paisaje.

Decido ingreso a la cafetería, podía decir que el ambiente era distinto, pocas personas estaban en distintas mesas comiendo, una pequeña sonrisa surco en sus labios, un deja vu del pasado.

—Buenas tardes —el chico del otro lado de la barra lo saludo cortésmente. —¿Qué desea ordenar?

—Buenas tardes, —respondio. —Un trozo de pastel de chocolate y un café frio.

El chico asíntio y desapareció por una puerta, se quedó de pie esperando su pedido mientras tanto con ojos curiosos recorrió el lugar, la nostalgia golpeó su pecho al recordarse en la cafetería de Jimin cuando llegaba de imprevisto a visitar a su esposo y este siempre lo recibía con una cálida sonrisa.

—Señor su pedido está listo —Jungkook se giró para recibir su comida, pago y salió del lugar, caminando por la acera un taxi se detuvo justo detrás de él.

—Gracias, tenga un buen día —Jungkook detuvo su caminar y se giró rápidamente para ver a quien le pertenecía aquella voz, pero fue tarde pues lo último lo logro ver fue la espalda de un chico perderse por la entrada de la cafetería de la que el acababa de salir.

—¿Jimin?… —susurro.

...

Bueno ahora sabemos que fue lo que pasó con Jungkook, no la tuvo fácil.

El karma está haciendo de las suyas.

Bien mis corazones bellos ahora solo falta el capítulo final y listo.

Atte: Jageun💜