Cicatrices
Tres años después.
Las cicatrices de una herida siempre serán el recordatorio del daño que alguna vez te hicieron.
Son difíciles de borrar y tristes de olvidar.
Para Jimin el tiempo ha pasado tan lento que aún recuerda con dolor todo el sufrimiento que vivió luego de su ruptura amorosa, vivio en carne propia el dolor de un corazón roto, cada día que pasaba podía sentir su alma caerse a pedazos.
Terminaron con lo que alguna vez fue.
Su mayor verdugo siempre sería aquel hombre que juro amar en cuerpo y alma, porque el pudo esperar de todo menos esa traición. Cómo podía ir por la vida feliz sabiendo que jugaron con el, lo engañaron, para nadie es un orgullo decir: “Me fueron infiel” y seguir como si nada.
Todos tenemos una dignidad que cuidar y no es justo que venga un tercero y te pisotee.
Si amar dolía, prefería no hacerlo.
—Hey Jimin, un pastel de chocolate y un café frio para la mesa cinco, —la voz del chico pálido lo saco de sus pensamientos.
—Enseguida. —respondio mientras se ponía de pie y servía lo que le dijeron.
El día era cálido, el sol brillaba en la ciudad, varias personas transitaban por las aceras mientras reían o charlaban.
—Te ves algo distraído, ¿Estás bien? —nuevamente el mismo chico se paró frente a él examinandolo con la mirada.
—Si Yoon, no pasa nada, —sonrio, no como en años pasados pero al menos lo intentaba.
—Me preocupas, estos días te he visto mucho más distante y triste.
Jimin quiso alegar diciendo que talvez solo eran suposiciones de Yoongi, pero no pudo, odiaba esas fechas, solo traían recuerdos dolorosos, odiaba cada 1 de Septiembre pues esa misma fecha era el cumpleaños de la persona que lo destruyó y al mismo tiempo era el aniversario de bodas.
Un 1 de Septiembre luego de tres años de noviazgo con Jungkook, este le pidió matrimonio en aquella fiesta sorpresa que Jimin había organizado para en ese tiempo su novio.
Ese día se sintió el hombre más feliz del mundo, uno de sus sueños era casarse con un hombre que lo amara, lo respetará, y confiara en él. En parte su sueño se hizo realidad pero nadie la advirtió sobre el gran obstáculo que se interpondria en su camino y del cual no salió victorioso.
Un error es una nueva enseñanza.
—Digamos que estás fechas me ponen sensible, es más, creo que apartir de ahora en mi calendario dejara de existir el primero de septiembre, —trato de sonreír, cosa que fue inútil, Yoongi su compañero se dió cuenta de aquel brillo particular en los ojos de Jimin.
—Debe haber pasado algo grave como para odiar esa fecha, —el bichito de la curiosidad pico su ser.
—Son cosas que quiero olvidar.
Yoongi asíntio, no podía exigirle respuestas sabiendo que solo eran amigos y colegas de trabajo.
Jimin conoció a Min Yoongi un día lluvioso, mientras salía de una pequeña tienda sin darse cuenta de que afuera llovía a cántaros, había olvidado su paraguas en su departamento y ahora no sabía cómo llegar.
Se paro en la entrada de la tienda rogando que la lluvia se detuviera y le diera tiempo de correr pero tal parecía que el clima no estaba a su favor pues empezó a llover más, cuando se resigno a salir y mojarse sintió la presencia de alguien más a su lado.
Aquel día Jimin compartió paraguas con Yoongi, quien fue amable de acompañarlo hasta su departamento para que no se mojara. Desde aquel dia y sin planearlo se encontraban en distintos lugares como si el destino estuviera juntando sus caminos.
Ya había pasado un año de que conocía a Min pero aún no le había contado de todo el sufrimiento por el cual paso, no se sentía listo como para abrir su corazón.
—Sabes que siempre estaré aquí, para cuendo me necesites ¿Cierto? —estiro su mano para tomar la de Jimin dando pequeñas caricias.
—Gracias Yoon.
—Hey ustedes pónganse a trabajar, —una chica con delantal los regaño mientras limpiaba las mesas.
Con una última sonrisa por parte de Yoongi se pusieron a trabajar nuevamente.
Habian pasado ya tres años desde aquel día que marco su vida y corazón, desde aquel día en que vio por última vez a Jungkook no había vuelto a saber nada de el, con ayuda de su mejor amigo salió del país dejando todo el dolor atrás.
Sabía que si se quedaba en Corea, Jungkook haría nuevamente lo imposible por buscarlo y tratar de reconquistarlo pero Jimin no quería eso, ya no más.
Por esa razón sin importar nada se fue,
❤️🩹
El día había terminado con éxito y Jimin pudo regresar a su pequeño departamento donde ya llevaba viviendo dos años, al principio fue muy difícil adaptarse a su nueva vida, el ambiente era nuevo, la gente igual, pero en medio de todo eso podía sentir un poco de calma.
Se sento en el sillón que estaba en medio de la sala y sin querer sus mente evoco recuerdos pasados, dónde el era feliz. No mentia al decir que Septiembre dolía mucho, por más que tratara no pensar en eso le era imposible.
¿Cómo podía olvidar tantas cosas que le hicieron feliz, en tan poco tiempo?
Soltó un gran suspiro, no podía seguir permitiendo que las cosas pasadas le seguirán afectando, no era bueno para su salud.
Sin querer pensar más se puso de pie y camino hasta su cocina en dónde encontro unos fideos, sin demora los puso a preparar, algo rápido y sencillo. Cuando ya estuvo listo los puso en un plato y se dispuso a comer en medio de todo el silencio que lo rodeaba.
Y pensar que en esa fecha comía todo un banquete con vino y música agradable de fondo.
Termino de comer y dejo el plato en el lavadero, se encaminó hacia su habitación en dónde se dió un baño y se coloco su pijama, necesitaba dormir y descansar. Al menos mañana era fin de semana y podría descansar aún más
Cuando estaba por quedarse dormido, su teléfono sonó anunciando una llamada, con extrañeza lo tomo y contesto.
—Aló.
—Hey pequeño dormías.
—A penas iba hacerlo Yoon, ¿Por qué? —de fondo se podía oir el ruido de la ciudad.
—Pues como te vi decaído está mañana, me tomé el atrevimiento de comprar algo de cerveza y pizza para que podamos comer y beber juntos ¿Te parece? —Quiso negarse pero sería una falta de respeto hacia Yoongi dejarlo con las compras en mano, además necesitaba algo para desahogarse.
—Claro ven a mi casa, te espero.
—Voy enseguida, —la voz animada de Yoongi lo hizo sonreír. Colgó el teléfono y nuevamente se puso de pie para ir hacia la sala, prefería quedarse en pijama así luego se acostaría rápido.
Unos quince minutos luego su puerta sonó, al abrirla se encontró con Yoongi quien en sus manos cargaba las bolsas y la caja de pizza.
El tiempo paso volando y entre cerveza y pizza ambos ya se sentían mareados.
Reían a carcajadas recordando distintas cosas que han pasado en el poco tiempo que llevan siendo amigos. Sin darse cuenta se encontraban muy apegados casi respirando el mismo aire, Yoongi miraba los labios de Jimin mientras que Jimin miraba esos ojos oscuros que le parecían conocidos, lentamente se fueron acercando hasta rozar sus labios aquel acto cayó como balde de agua fría sobre Jimin quien se alejo dándose cuenta de lo que estaba apunto de hacer, nuevamente las lágrimas inundaron sus ojos dejando algo perturbado al pelimenta.
El alcohol parecía haberse esfumado de sus cuerpos pues Yoongi horrorizado trato de calmar a Jimin quien lloraba abrazando sus piernas contra su pecho.
—Jimin lo siento, no era mi intención incomodarte, perdón, —hablo desesperado.
Jimin nego, no hay nada que perdonar, solo era su corazón tratando de soltar aquel dolor que aún guardaba.
—Me engañaron. —Dijo de repente.
—¿Qué?
—Me fueron infiel, rompieron mi corazón.
Yoongi lo miro sorprendido, no sabía porque de repente Jimin decía eso pero al parecer debía doler demasiado por la forma en como Jimin dejaba escapar lágrima tras lágrima.
—¿Quién? —Fue lo único que pregunto.
—Mi ex esposo.
El pelimenta apretó sus manos, ahora podía tener una leve idea el porque del bajo ánimo de Jimin.
—¿Quieres hablar de eso?,—Jimin asintió — no quiero que te sientas presionado.
Jimin nego limpiándose las lágrimas, sentía que se ahogaba, necesitaba liberar toda esa carga que amenazaba con aplastarlo.
Si quería olvidarse de Jeon necesitaba sacarlo de sus pensamientos y corazón.
Yoongi se acercó a el y tomo sus manos, indicándole que podía empezar, el escucharía atento.
—Como sabes salí de Corea para olvidar todo el sufrimiento que pase ahí, yo estaba casado con un reconocido empresario a quien amaba mucho, era mi felicidad. —apreto el agarre que mantenía con Yoongi, —nos amábamos, no tengo duda o bueno al menos yo si lo amaba, hubo un tiempo donde lo empecé a sentir lejano y preocupado, como si cargará con la culpa de algo. Pensé que talvez era el estrés del trabajo pues ser el Ceo de una empresa no es nada fácil, un día le dije que saldría de la ciudad con mi mejor amigo por unos suministros para la cafetería que el compro para mí, —recordar su preciada cafetería hizo que soltará más lágrimas. —Antes de irme ese día, lo sentí demasiado preocupado que hasta lloro mientras me abrazaba, le dije que no me iría pero el insisto a que fuera asi que con desgano termine yéndome
Pequeños temblores soltaba el cuerpo de Jimin, sin pensarlo mucho Yoongi paso su brazo por sobre los hombros del más bajo atrayéndolo hacia su pecho.
No iba a negar que sentía algo por Jimin, pero por el rumbo que iba tomando la conversación decidío callar y escucharlo.
—A medio camino tuvimos que devolvernos —continuo, —mi teléfono se había quedado en mi casa no podía dejarlo ya que ahí tenía algunos contactos, cuando nos adentramos al barrio en el que vivía se me hizo raro ver un auto algo viejo estacionado en la cochera de mi casa, fue raro pues yo tenía el auto de mi marido, sin dudarlo salí y me adentre a casa, —mas lágrimas bañaban su rostro. —Subi al segundo piso donde estaba nuestra habitación e iba a entrar para ver qué hacia Jungkook pero grande fue mi sorpresa al verlo teniendo sexo con alguien más, —su voz se quebró con lo último.
Contarlo y recordarlo era algo muy doloroso.
—Que maldito hijo de puta. —gruño Yoongi.
—El me engaño, tuvo el descaro de llevar a su amante a nuestra casa donde pasamos tantas cosas juntas, no era justo. Creo que no merecía que me fallaran de tal manera si nunca hice nada malo.
Volvió a llorar con fuerza, aquella imagen de su esposo sobre alguien más era algo que no podría borrar fácilmente.
Yoongi acaricio su cabello dejando que llorara todo lo que quisiera, ahora entendía el porque Jimin se veía apagado y triste. El más que nadie tenía claro que una infidelidad no se perdona así nada más.
—Llora todo lo que sea necesario pequeño, libera a tu corazón de esas cadenas que lo tienen enjaulado, preso de un sufrimiento injustificado.
Jimin se aferró con fuerza a la sudadera de Min, lloro como aquella vez hace tres años, ya estaba cansado de sufrir, se prometió ya no llorar por eso pero aún le era difícil afrontarlo. No podía borrar cinco años de matrimonio donde fue feliz.
—Lo odio por todo lo que hizo, porque mientras yo trataba de hacerlo feliz, él lo era con alguien más, me destruyó de la manera más cruel.
—A veces los humanos nunca valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos pequeño, y puedo asegurarte que ese tal Jungkook se debe lamentar cada segundo de su vida por dejarte ir, porque el no sabe lo que perdió y otro podría tomar.
De a poco el llanto y los sollozos de Jimin se fueron apagando con suavidad, tal parecía que se había dormido luego de soltar un gran peso.
Con delicadeza Yoongi lo tomo entre sus brazos y lo llevo a su cuarto donde lo arropó y beso su frente.
—Ahora más que nunca haré todo lo posible por quitarte ese dolor, y poder ganarme tu corazón, ya lo verás mi pequeño ángel.
Con cuidado salío de la habitación, recogió todo y se fue a su casa con una solo idea en mente.
Hacer que Jimin vuelva a ser feliz.
...
Bueno My people he vuelto con la continuidad de la historia que muchos pidieron.
Al parecer alguien más apareció en la vida de Jimin, espero que Yoongi pueda reparar el corazoncito de mi pollito, yo solo quiero que el sea feliz y ya dejé de sufrir.
Espero lo disfruten, bye bye.
Atte: Jageun💜
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