𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 2
JungKook despertó por el sonido de la alarma, era costumbre que por las mañanas cuando debía ir a clase dejara la alarma para levantarse a tiempo, su cuerpo se sentía cansado, su cabeza dolía un poco, el pelinegro llevó su mano a su frente sintiendo que ardía en fiebre.
¿Tanto había pasado que una noche de tragos le había afectado tanto?
Con su mano buscó el despertador en la mesa de noche, de un ligero golpe se quedó en silencio. Eran las seis de la mañana, sin ganas de levantarse y sintiéndose terrible cerró sus ojos quedándose dormido nuevamente.
Se encontraba en una habitación de luces rojas, estaba tumbado en aquella cama grande de sábanas de seda, sus ojos miraban lo que le rodeaban mientras su cuerpo permanecía inmóvil, el pelinegro distinguió algunos cuadros en las paredes, pero esa luz roja comenzaba a marearlo, había una planta en una esquina y una puerta además de donde entró. JungKook movió sus ojos cuando la chica sobre él se alejó de su cuello, su cabello azabache fue movido hacia atrás por su mano sus labios estaban oscuros, una gota se deslizaba hasta su barbilla, JungKook podía estar muy quieto y callado, pero estaba mirando todo.
Aquella muchacha relamió sus labios estando a horcajadas sobre él, sonrió encantadoramente mirando al muchacho.
—Es primera vez que un humano tiene un sabor...particular—limpia su barbilla llevando su dedo a su boca saboreando la gota de sangre—Eres mi favorito desde ahora.
Ella se acercó una vez más a su cuello mordiéndolo por segunda vez.
El celular comenzó a sonar, JungKook despertó por segunda vez sintiéndose un poco mejor, tomó el móvil sin ver quien era y lo colocó en su oreja.
— ¿Hola? —su voz ronca dejaba en claro que estaba durmiendo.
—Hace horas que estoy llamándote—ese era TaeHyung, no sonaba mal, nada mal de hecho— ¿Tan mal estás?
— Hyung...—habló arrastrando las palabras—Mi cuerpo se siente cansado.
—No lo dudo, te desapareciste, ¿Sabes? —dijo acusándolo— ¿Te fuiste con una de esas chicas?
— ¿Qué?
—Te dije que buscaría a Jimin, pero no lo conseguí en el club, cuando regresé a la mesa ya te habías ido—indicó. JungKook se incorporó como pudo sintiendo que sus huesos dolían, se sentía tan...débil—Incluso te llamé, pero nunca respondiste, supuse que habías regresado al departamento, pero...ya veo que no.
—Lo siento—llevó su mano a su frente. Al menos la fiebre no estaba— ¿Has hablado con Jimin?
—No sé absolutamente nada sobre él desde anoche—comentó. JungKook miró el despertador en la mesa de noche, eran las cinco de la tarde. Había pasado todo el día durmiendo y seguía cansado. Miró la pantalla de su celular donde la batería era muy baja— ¿Tienes alguna llamada perdida de su parte?
—No.
—Supongo que lo veremos en clase, no me sorprende que siga con una chica—suspiró—Avísame si logras hablarle.
— Está bien. ¿Hyung?
—¿Sí?
— Para la próxima no me dejes beber tanto—escuchó una risita del otro lado antes de que la llamada acabara. El pelinegro intentó peinar su cabello con sus manos, buscó en el cajón de la mesa de noche su cargador para el móvil, lo conectó en su lugar y luego al celular dejando que la corriente comenzara a llenar la batería. El chico reviso en sus mensajes entrando al nombre de Jimin, esos mensajes nunca habían sido vistos.
Jimin no solía tardar en responder tanto a menos que estuviera con una chica.
Intentó llamarlo, pero la operadora caía en un segundo. Dándose por vencido se levantó de la cama tambaleándose, se dirigió al baño haciendo sus necesidades y lavando su rostro, se miró al espejo luciendo terrible. Definitivamente dormiría en lo que quedaba del día, tomó la toalla para secarse, pero en el reflejo del espejo algo llamó su atención.
En el lado derecho de su cuello se encontraba una marca, era la marca de una mordida.
— ¿Qué demonios...? —al tocarlo hizo una mueca. Dolía si presionaba, la piel en esa parte estaba algo hinchada y rojiza, cuando intentó recordar lo hizo perfectamente, pero dudó sobre lo que había visto.
¿Esa chica había bebido su sangre o qué demonios?
En la mañana del día siguiente JungKook se sentía mucho mejor, el cansancio se había ido, para su suerte le habían llamado para una entrevista de trabajo en un cibercafé, estaba familiarizado con computadoras o videojuegos, era fan de algunos. Su mañana se había ido rápido metido en ese lugar, JungKook debía estar en caja pendiente del tiempo de cada computador, se encargaría de recibir y devolver el dinero, también debía sacar algunas copias de ser necesario, por ahora estaría a solas con el dueño del local, pero le habían dicho que estaban buscando otro chico para apoyarle.
Saliendo satisfecho de dicha entrevista recibió una llamada de TaeHyung.
— Hyung, tengo trabajo—dijo con una sonrisa—Estaré trabajando en...
— JungKook, ¿Has visto las noticias?
— ¿Las noticias? No, no he podido, vine a una entrevista de trabajo y...
— Encontraron un cuerpo en un callejón—Tae hizo una breve pausa añadiendo—Park Jimin fue encontrado muerto.
Aquello le cayó como un balde de agua fría, JungKook sintió su pecho ser oprimido por algo invisible, su vista se volvía borrosa, pero él parpadeaba varias veces. La noticia lo había tomado desprevenido por completo.
—Hyung, no...juegues conmigo...
— ¿Crees que jugaría con algo tan serio? —reprochó—Acaba de salir en las noticias, lo identificaron, vestía con la misma ropa de esa noche.
— ¿Quién...?
—No lo sé—la voz de TaeHyung tembló un poco—No sé qué demonios pasó, esto es tan...repentino que no lo creo—y se escuchó un sollozo de su parte. JungKook se apoyó de la pared del local luchando con sus lágrimas, Jimin era muy extrovertido y a veces travieso, pero era su amigo, a fin de cuentas. Eran amigos desde la infancia.
— Sus padres deben estar destrozados.
—No lo dudo. Mis padres me llamaron al verlo.
— ¿Estás en casa?
— Sí.
— Iré para allá, hyung, ¿Crees que algo le pasó en el club?
—No lo sé, JungKook, no sé qué decirte realmente.
Inconscientemente tocó su cuello, la chaqueta que llevaba cubría la mordida, el recuerdo de la chica bebiendo de él...apareció una vez más. ¿Era cosa de su imaginación o todo fue real?
Historia corta.
Actualizaciones lentas.
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