
𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 13
JungKook se encontraba comiendo con los chicos en aquel restaurante no muy lejos del cibercafé, aquellos muchachos tenían el uniforme escolar, Kook los escuchaba conversar tonterías o contarle travesuras que habían hecho, todos tenían un toque de locura, incluso Kai que era el más callado y el menor de ellos.
Revisó su celular mientras masticaba, cuando salió de clases había escrito a Laila preguntando como estaba, pero le extrañaba que no le hubiera respondido aún. ¿Acaso estaba molesta por algo? Se vio pensando en ella y sonrió ladinamente, negó con la cabeza escribiendo a TaeHyung para saber dónde andaba.
— ¿Ahjussi? —volteó a mirar a YeonJun. Habían quedado que le llamarían así.
— ¿Mmm?
— ¿Tiene novia?
— ¿Por qué siempre preguntas eso? —se quejó TaeHyun.
— Es que míralo, tiene cara de tener una.
— ¿Qué? —SooBin se echó a reír—Tú tienes cara de ser muy chismoso.
— Y es cierto—se ríe BeomGyu.
— ¿Cambia en algo si tengo o no tengo? —los miró.
— Queremos saber sus tips para conquistar chicas.
— ¿Quieres conquistar chicas? —preguntó burlonamente—No creo que te sirva mucho, ¿Eh? —pero ellos no le hicieron caso. Suspiró rodando los ojos tomando los palillos—Terminé con mi novia hace un tiempo.
— ¿Por qué? —quiso saber Kai.
— Ella me engañó con otro hombre.
— ¿Enserio? —TaeHyun al igual que el resto se sorprendió.
— Mi padre dice que las mujeres son muy peligrosas—indicó YeonJun, el peliazul.
— ¿Y quieres conquistarlas? —bromeó SooBin. JungKook pensó en Laila, era peligrosa, pero...dulce al mismo tiempo.
— No todas son así—se hizo escuchar—Las mujeres dicen que los hombres somos mentirosos y traicioneros, pero no todos somos así—indicó—Lo mismo pasa con ellas.
— Ahjussi, ¿Recuerda lo que nos dijo en el club? —preguntó TaeHyun—Sobre su amigo fallecido, ¿Cómo sigue después de eso?
JungKook suspiró, siempre pensaba en Jimin y siempre era difícil de asimilar que estaba muerto. Había asistido al funeral junto a su familia, había visto a sus padres llorar su muerte, pero siempre era difícil hablar de eso.
Incluso TaeHyung y él se prohibieron recordarlo.
— Prefiero no hablar sobre el tema—pidió.
Por primera vez aquellos chicos guardaron silencio al notarlo tan decaído y serio.
JungKook cerró la puerta detrás de sí al llegar al departamento, encendió la luz caminando a su habitación llevando un gran susto al encontrar a Laila.
— Joder, me asustaste—llevó su mano a su pecho—TaeHyung viene en camino...
— ¿Te encuentras bien? —lo miró de pies a cabeza— ¿Te sientes bien?
— ¿Pasó algo? —dejó su bolso sobre la cama—Te escribí un mensaje, pero nunca respondiste.
— Alguien más está vigilando a mis padres—soltó sin pensar—Me llegaron fotos de ellos junto a una nota, Joanna no sabe nada de San, pensé que era él, pero la letra no es de él, la conozco perfectamente y...
— Laila, respira—tomó sus hombros— ¿De qué estás hablando? No te entiendo...
— Esto llegó a mi departamento—le entregó el sobre con las fotos y la nota. JungKook se tensó cambiando su expresión al ver la nota, esa letra la reconocería en cualquier lado—Alguien entró, la dejó en mi cuarto y se fue—hizo una pausa—Hablé con Joanna, le comenté de ello—pero JungKook siguió en silencio, se sentó en la cama respirando con dificultad— ¿Estás bien?
— ¿No sabes quién lo dejó? —inquirió.
— No.
— Laila, esta letra es exactamente igual a la de Jimin.
— ¿Qué?
— Conozco su letra—la miró—Es suya.
— ¿Quieres que crea que tu amigo sigue vivo? —bufó—DoYeon dijo que...—se calló. Si la sangre de JungKook era especial para ella, ¿Qué podía indicarle que la sangre de Jimin no era igual para DoYeon? Ella misma dijo haber sentido algo similar hacia el chico. ¿Acaso...si podía seguir vivo?
— Laila, ¿Jimin está vivo?
— ¿Estás ocupado ahora? —se levantó de la cama.
— ¿Por qué?
— Vamos al club, iremos a ver a DoYeon, ella fue la última persona que vio a Jimin.
JungKook se mantuvo cerca de Laila cuando llegaron al club, los grandulones la reconocieron y la dejaron pasar con el chico. Adentro la música estaba a tope, todos bebían, bailaban o hablaban entre sí. Seguía sin sentirse cómodo allí ya que siempre terminaba con una mordida nueva en el cuello, el pelinegro se atrasa cuando tropieza con un grupo de chicos y chicas, pero se apresura en ir con Laila cuando ésta toma su mano para no perderlo. Subieron aquellas escaleras que daban a las habitaciones, Laila tocó la puerta de DoYeon, no tenía ganas de ver a la chica teniendo relaciones con un humano, además no quería que JungKook viera como sus rostros cambian al alimentarse.
Ella no quería que viera lo monstruosa que puede ser.
— ¿Escuchas a alguien? —preguntó JungKook alzando un poco la voz.
— Está cerrada con llave—Laila giraba el pomo varias veces.
— ¡Laila! ¿Qué haces...? —Joanna se calló al verla tomada de la mano con aquel humano que tantos problemas le ha traído.
— ¿Dónde está DoYeon?
— No vino esta noche, ¿Por qué?
— ¿Es enserio? —Joanna miró al pelinegro— ¿Estás seguro que es de tu amigo?
— Completamente seguro, esa es su letra—asintió. Estaban en la habitación que ocupaba Joanna con sus clientes, la rubia era muy atractiva, tenía un vestido verde hasta la mitad de sus muslos, aquellos ojos hipnotizaban a cualquiera.
— ¿No has visto a San tampoco?
— No—contestó a Laila—No tiene sentido, se supone que ese chico estaba muerto, dijiste que DoYeon lo había dejado en ese callejón...
— Unnie, Jimin era como un hermano para JungKook, ¿Puedes ser más...comprensiva?
La rubia miró al pelinegro que estaba sentado en la orilla de la cama mirándolas a ambas sin entender del todo. ¿Jimin estaba vivo, pero era un...vampiro? Recordó el dinero que encontró en su casillero, ¿Había sido Jimin también?
— Lo siento—se disculpó—Pero es una locura, si ese chico está vivo te aseguro que DoYeon no lo planeó.
— ¿Tienes el número de ella?
— No, pero creo que otra de las chicas si lo tiene...
— Voy contigo. JungKook, espérame aquí.
El pelinegro salió de sus pensamientos asintiendo. Una vez estuvo solo recibió una llamada en el celular, contestó al ver el nombre en la pantalla.
— ¿Dónde estás? Acabo de llegar al departamento...
— Tuve que salir.
— ¿A dónde? —hubo una pausa— ¿Estás con Laila?
— No, ¿Por qué? —mintió.
— No pasa nada si dices que sí—bromeó— ¿Tardarás mucho? Podemos pedir algo de pollo frito y beber cerveza, me siento con ganas de beber.
— Creo que tardaré un poco.
— ¿Estás bien? Pareces nervioso o ansioso.
— No, sólo...estoy algo cansado—mintió peor. Del otro lado se escuchó un golpe en seco— ¿Hyung? ¿Estás ahí? —tuvo un mal presentimiento. La llamada se colgó, acto seguido una foto fue enviada por mensaje—Oh, Dios—se levantó en el acto. Había un cuerpo en el suelo sangrando de su cabeza, TaeHyung estaba en el suelo de la sala inconsciente— ¿Qué...?
Otro mensaje llegó del número de TaeHyung.
TaeHyung:
Tienes cinco minutos o tu amigo terminará cayendo desde la azotea del edificio.
Antepenúltimo capítulo.
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