Ha pasado una semana más.

No ha existido forma que me deje de doler el culo porque James está constantemente queriendo vacunarme allá atrás.

Jason no para de tener mala suerte, le ha pasado de TODO lo malo que pueda existir, se tropieza a cada rato. Se golpea la cara, en las bolas. Le entra limón al ojo. Se caga y mea encima...

Entre otras cosas.

¿Y cómo va la mierda con Lars? EWWW. Sólo eso. EWWW.  Se me insinua cada cinco segundos el trolazo de mierda.

Lo que comenzó como una divertida broma, se ha ido todo en mi contra. Me hace la vida imposible.

¡AHHHH!

Me he levantado como de costumbre, esperando ver un espectáculo imbécil como siempre, en dónde ocurre algo idiota por culpa de los muñecos vudú.

No.

James estaba sentado en el comedor, cubriendo su rostro con ambas manos. No era necesario preguntar qué estaba haciendo. Puedo oírlo sollozar.

 - Es... ¿estás bien, James?

Vale, era lo más imbécil que podía preguntar. Él no era ese tipo de persona a la cual se pusiera a llorar por cualquier cosa, estaba claro que debió ocurrir algo terrible.

Alzó la vista hasta encontrarse con la mía, limpió sus lágrimas con rapidez.

- ¿Por qué no vas y lo compruebas tú en el cuarto de Jason?

- ... ¿qué le ocurrió a Jason ahora? -me alarmé, "mala suerte", oh oh... si debía haber ocurrido algo muy malo.

- Ve hacia su habitación, dije, anda... yo llamaré a la policía.

¿Llamar a la policía? Ok, ésto ya se puso feo. Muy feo.

Subí las escaleras. Todo estaba muy silencioso, como si no viviera nada aquí. Mi pulso cardíaco se aceleraba a medida que me acercaba más a la habitación de Jason. Tomé la perilla de la puerta, temblando un poco.

Inhalé mucho aire para llenarme de valor porque la escena que me encontraría tal vez no me la esperaba, sin embargo sabía que era algo grave de esa magnitud.

Jason Newsted, con un cable amarrado alrededor de su cuello. Colgado del techo.

Cubrí mi boca en horror absoluto.

Sobre su cama había una carta de suicidio, me acerqué, temblando aún más, hacia ésta para leerla:

"Quiero pedir disculpas por lo que estoy haciendo. Siempre he sido alguien optimista en la vida, sin embargo, la humillación que sufro a diario por mi constante mala suerte no me deja ni respirar en paz.

Díganle a mi familia que la amo, a mis amigos también.

Con amor, Jason Curtis Newsted."

Porque nunca el sentimiento de culpa ha sido más grande que ahora. Decir que me siento terrible, sería poco. 

De inmediato, una lágrima se deslizó por mi mejilla.

Primero fue Cliff y ahora Jason. Y en los dos, soy culpable de cierta forma. Sobretodo en este último.

Salí de la habitación, destrozado de todas las formas que puedan existir en cuánto lo sentimental.

Bajé las escaleras, y me senté junto a James en el comedor. Ambos esperando a que llegue la policía.

Cuando llegó, vinieron fuerzas especiales además para revisar el caso, entrevistarnos a los tres sobre el comportamiento de Jason días y horas antes de su muerte.

Después de tanto problema, hemos tenido que salir para hacer los papeles sobre el funeral.

Más allá de la cantidad insólita que cobran, ninguna cantidad de dinero logrará hacer que se recupere el daño que yo hice al jugar con la magia negra.

¿Lo peor de todo? De nosotros, sólo dos se sentían mal por el fallecimiento. James y yo. Sí, a Lars no le ha interesado ni en lo más mínimo.

- Iba a morir de todas formas -me dijo, los dos estábamos sentados en una sala de espera. James se encontraba conversando con un empresario, haciendo el papeleo correspondiente al funeral- No entiendo porqué tanto alboroto contigo y James.

Le dediqué una mirada de odio.

- Eso mismo no lo dijiste con Cliff.

Me devolvió la misma mirada.

- No es lo mismo, Cliff era Cliff. Jason era... la mierda que fue.

- Eres un insensible, un insensible hijo de puta -crucé los brazos.

- Pues anoche no me decías eso.

Se mal pensará mucho, en la noche anterior Lars estaba acosándome como de costumbre, y bueno, de insensible no tenía nada. Demasiado amor para mi gusto. 

- Eso es otra cosa nada que ver. Entiendo que andes MEGA amoroso conmigo, ésta es una situación diferente, Jason fue tu compañero de banda, al igual que yo, ¿por qué ese odio?

- Cómo no odiarlo si le estamos poniendo más amor a él que a mi.

Jodeer...

En casa, el ambiente no fue nada de bueno. ¿Cómo lo explico? Todos se iban muriendo de a poco.

Me refiero a que apenas llegamos, James se desplomó contra el suelo. Desde la mañana que se veía débil, yo creí que por tristeza. ¿Realidad? Se drogó con antibióticos y varias dosis de aspirinas.

Su cuerpo había logrado soportar por varias horas, siendo que por su interior ya se estaba matando a si mismo.

Ya no más.

De nuevo lo mismo: yo sufro, Lars no le toma importancia.

- ¿Y cuál es tu excusa ahora? -repliqué, limpiando el mar de lágrimas que salían de mis ojos.

- Ninguna, simplemente mi amor va hacia ti, Kirk -encogió los hombros-. No entiendo porqué me tienes tanto odio. ¿Tengo que morirme yo también para que me quieras?

- Ojalá y te mueras, eres más que insoportable.

- Está bien -sonrió con malicia, yéndose de allí.

No pasaron más de cinco minutos cuando oigo el sonido de un disparo.

Corrí en dirección al lugar en que Lars había ido, mi culpabilidad aumentó demasiado.

Sabiendo perfectamente qué pasó, retener mi llanto iba ser lo último que podría hacer.

Contemplé el ahora cadáver de Lars Ulrich. 

Que en paz descanse Metallica.

Si vamos las cosas se pusieron así de feas, mejor no quiero saber qué más deparará para mi.

Cogí el mismo arma con que Lars se quitó la vida, apunté a un costado de mi cabeza.

Sin encontrar la consolación, apreté el gatiilo.

No escuché nada.

No veo nada. Todo en blanco.

...

- ¡YEISON HIJO 'E PUTA, NUNCA MÁS COMO DE TU COMIDA! ¡POR POCO Y ME DA CAGADERA!

Oí a Lars gritar. Abrí los ojos confundido, me los refregué bien.

Estaba en mi habitación, en mi cama.

Me levanté sorprendido, abrí de golpe la puerta y estaban mis tres compañeros de banda VIVOS, desayunando.

- Hala, por fin despertaste, negro -dijo James-. Por poco y te tomábamos por muerto.

- Chicos... ¿qué pasó? -los miré, aterrado.

- Pues... ¿recuerdas que ayer dejamos que Jason cocinara la cena que NO comiste porque te acostaste temprano? Bueno, Lars se enfermó del estómago.

- Por poco y me muero -murmuró Lars, sobándose el estómago.

- Esperen... ¿qué día es hoy? No puede ser que... ¿Jason, alguna vez te haz caído de las escaleras? ¿James, no andas con cajas de paracetamol? ¿Lars... en serio no te dio cagadera ni te pusiste amariconado?

Todos negaron, con cara de WTF.

- Ay, mierda... ¡Fue un sueño! -grité- ¡Un sueño!

Me devolví hacia mi habitación, con las tijeras corté todos los muñecos vudú y bajé hacia la cocina con ellos.

Los metí a un recipiente de loza y les prendí fuego.

- ¡Casi me cago! -continué gritando.

Ellos me miraban como si no me conocieran.

- Anoche anduve practicando magia negra y blanca... tuve un sueño re raro, creí que lo que pasó ocurrió de verdad. Ay, santo dios, que bueno que no pasó nada. ¡Todos están vivos!

Me acerqué a ellos y los abracé con fuerza.

¿Practicar magia? ¡Nunca más en mi puta vida!