☆ Capítulo 11 †
†Yoongi†
Las visitas de Jin a mi departamento se volvieron más constantes, su presencia aqui, se había vuelto algo necesario.
Compartíamos películas, jugábamos videojuegos junto con mi amigo y su pareja, era entretenido ver a Jin peleando con Jungkook para ver quién seria el ganador.
Su risa llenaba cada rincón de esta casa, en mi habitación él había conseguido adueñarse de algunos cajones en mi buró y su lado de la cama estaba bien establecido.
Esta tarde, era como cualquier otra, sentados en el sofá, comiendo palomitas y disfrutando de una buena película, mi brazo se encontraba rodeándo sus hombros y su cabeza se encontraba reclinada en mi hombro.
Solté un suspiro al sentir como Jin seguía temblando bajo mis brazos.
—Se que sigues teniendo frio, Jinnie. Deja de hacerte el valiente —dije pellizcando su nariz y haciéndolo reír ante mis jugueteos.
—Solo un poco —dijo haciendo un pequeño puchero—. Así que cállate y sigamos viendo la película.
—No —dije mientras tomaba el control y ponía pausa a la reproducción—. Iré a preparar algo caliente para que puedas entrar en calor, tu, ve a mi habitación, en mi armario podrás encontrar algún suéter. Anda.
Me puse de pie y tomé su mano, a regañadientes, Jin se puso de pie y puchereo antes de caminar con rumbo a la habitación.
Me concentre completamente en preparar algo para que mi chico dejará de tener frío, un chocolate caliente fue la elección perfecta.
Habían pasado ya varios minutos y Jin seguía sin volver de la habitación. Me inquieto un poco su tardanza, pero le reste importancia y comencé a servir el chocolate en las tazas. Fue ahí cuando lo recordé.
El muñeco.
El muñeco se encontraba en mi armario. Yo habia mandado a Jin hacia allá.
Deje rápidamente lo que estaba haciendo y corrí hacia la habitación. Mi mirada cayó sobre SeokJin, quien se encontraba en el suelo sentado mientras sus hombros se movían ante los sollozos contenidos.
Con temor me acerqué a él, y pregunte lo más estúpido que pide haber preguntado.
—¿Qué te sucede Jinnie?
Jin se giró para mirarme. Sus mejillas estaba húmedas, sus manos temblaban y como pudo, se puso de pie y me mostró lo que se encontraba sosteniendo.
—¿Podrias explicar esto? —dijo entre sollozos, sosteniendo el muñeco con sus temblorosas manos.
—J-Jin, yo...
—Eres un maldito bastardo de mierda —grito completamente furioso, lanzando el muñeco a mi pecho—. Todo este tiempo, yo... Yo...
—Jin, déjame explicarte, esto, yo se que parece malo... Es decir, es malo, pero...
—¡Cállate! —colocó sus manos en sus oídos y negó repetidas veces—. No quiero escucharte. No quiero... todo este tiempo estuve bajo el hechizo de esa cosa. ¿En realidad nunca te amé? —mas lágrimas mojaban sus sonrojadas mejillas, su pecho subía y bajaba con las agitadas respiraciones y sus puños se apretaban cada vez mas a sus costados—. Ahora todo tiene sentido. La razón por la que comenzaste a llamar mi atención de un día para otro, yo, en realidad no te quise por voluntad propia. Todo fue...
—Jin, esto, créeme cuando te digo que todo lo hice por amor. Yo te amo Jinnie, y se que tu también lo haces, independientemente de esto —tire el muñeco al suelo y me acerqué a él—. Esto solo fue como un empujoncito, una ayuda, todo lo demás fue nuestro, tu y yo.
—¡No! Tu... no —nego completamente roto. La traición y la decepción eran evidentes en su rostro y me maldije mil veces por ser yo el causante de esas lágrimas y esos sentimientos negativos creciendo en el interior de mi chico—. Espero que deshagas de esa maldita cosa. Y no vuelvas a buscarme jamás, ¿entendiste, Min Yoongi?
Apreté mis labios con dolor y asentí ante sus palabras. Observé como el chico que tanto amaba caminaba alejándose de mi. Escuche como la puerta de la habitación se cerraba y posteriormente la de la casa.
Una vez sólo en aquellas cuatro paredes, me deje caer al piso derrotado, sosteniendo el muñeco en mi mano. Las lágrimas decidieron salir por fin, humedeciendo mi rostro y dejando que todo el dolor que había sentido al ver a Jin marcharse de aquel modo comenzará a hacerse más claro.
Con manos temblorosas tomé el muñeco y camine hacia el armario, tomé todo lo que había utilizado para el ritual y lo envolviera en una sábana blanca.
De la cocina, tomé un encendedor y fui hacia mi patio trasero. En una esquina, coloqué todo y prendí fuego a la sabana, viendo como el fuego corría por cada fibra hasta llegar a su objetivo. Las llamas crepitaban y el fuero era realmente intenso.
—Yo te liberó —dije mientras observaba como el muñeco comenzaba a arder—, de estas cadenas que coloque en tu corazón. —mi voz se entrecortaba y veía borroso, pero me mantuve firme a deshacer todo esto que yo mismo había causado—. Yo te liberó, de las ataduras de mi amor.
Me quede ahí, sentado llorando mientras veía como lentamente todo se consumía.
Había cometido un error, el más grande error. Y ahora, estaba pagando realmente caro por ello.
—Esto me pasa por idiota —murmure mientras me dejaba caer en el pasto, mirando el cielo oscurecerse poco a poco, y sintiendo como la soledad me envolvía en sus brazos.
†°†•†°†
¿Querian drama? Pues les traigo drama 😉😂
Espero el capítulo les haya gustado y déjenme decirles que estamos a nada del final, unos cuantos capitulos mas y Voodoo Doll llega a su fin. *Cries* 🤧❤️
¿Le sigo o se esperan otro mes para el siguiente capitulo? 😂😂
✿Kim☆Palomita✿
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