Los sucesos pasando en (T/P) comenzaban a ser fatales, feminicidios algo bastante alarmante para tu familia, pues siendo la única mujer en tu familia y la única en todas las generación de tu historia familiar hasta donde sabias. Tu abuelo les había dejado dinero para irse a otro país mas tranquilo, tu madre y tu viajaron a Italia, un país bastante cercano al tuyo, bastante bien ¿no?

Aquí comienza tu historia, tu madre no tiene mucho tiempo para ti, así que mientras buscaba un trabajo y con el poco dinero que les quedo de lo que les había dejado tu abuelo te compro un gato Mau Egipcio para hacerte compañía. Era tierna la mascota, pero la escasez del dinero comenzaba a preocupar, mientras paseabas por el parque (a petición de tu madre, ya que quería "concentrarse" en buscar trabajo, aunque sabias que en realidad se quedaba a llorar por la desesperación de caer en la pobreza en un país extranjero) te encontraste una niña pelirroja. Ella acariciaba y jugaba con tu gato, parecían amigas de toda la vida. Entre jugueteos con el animal, se conocieron y pudiste encontrar una solución para tu situación.

Le habías conseguido a tu madre trabajo con el padre de tu amiga.

-Buena señora (Apellido de tu madre) es un honor trabajar con alguien como usted, espero que nos llevemos bien y formemos un gran equipo -detrás del hombre estaba detrás de el un pequeño pelirrojo como de tu edad, 7 años para ser exactos.

-Muchas gracias señor Kozato, espero que no le incomode que mi hija conviva con los suyos -dijo tu madre, pues estabas igual detras de ella.

-No se preocupe, de hecho mi hija es amiga de la suya -dijo y la pequeña pelirroja de 5 años salio a saludar a su amiga.

-Sorella maggiore (T/N) ¡Hola! ¿Quieres jugar conmigo y Enma? -dijo la niña tomandote de la mano.

-¿Enma? -dijiste algo timida.

-Si, es mi Fratello...que...¿A donde fue? -el pequeño pelirrojo ya no se encontraba en el lugar.

Los adultos rieron por la tímida huida del pelirrojo. Conviviste con la familia Kozato como si fuera la tuya, aunque sentías amor incondicional y fraternal por la menor de los Kozatos, pero sentías un amor mas sentimental por el pelirrojo de ojos bastantemente raros y hermosos.

-Dos años después- 

Las tibias manos rozaban una y otra vez el suave pelaje del felino que en respuesta ronroneaba por el cariño recibido.

-Enma -apareciste de cabeza en el árbol donde yacía el pelirrojo con tu mascota.

-¡AH! -asustaste a ambos y el gato erizado saco sus garras y los rasguño a ambos.

-¡Lo siento, lo siento lo siento lo siento lo siento! -decías mientras ponías curitas por la cara del pelirrojo.

-Esta bien, no te preocupes, a ti también te rasguño mishi -dijo con una tímida sonrisa.

-Pero yo me lo merecía, tu no, lo siento...-decías apenada.

-No te preocupes (T/N), por cierto ¿Y mi hermana? 

-Duchando se, yo me fui por que quería seguir jugando.

-Son las 6 de la tarde, es hora de ducharse para ir a dormir, tenemos que...-se quedo callado por un momento manteniendo la vista al frente.

Volteaste también y viste a tu gato erizado, pues un hombre de traje con pelo rubio corto y de tez algo acanelada observaba a ambos, el pelirrojo se levanto, te tomo de la mano y se alejaron de ahí, al llegar a la casa vieron que hombres de traje salían de la tienda de antigüedades del padre de Enma.

Ese día concurrió algo ¿Normal? pues ningún otro sospechoso apareció en el fin de ese día ni una semana después. Al mes de nuevo los hombres de traje comenzaron a aparecer con frecuencia por el rumbo de la tienda. Estos siempre entraban con lentes oscuros a excepción del rubio ya antes identificado por los menores. Una vez el padre de Enma no estaba en la tienda, solo tu madre y fuiste con ella para pedirle algo, pero en eso nuevamente entraron los hombres. Uno por uno y evadiéndote hicieron preguntas a tu madre.

-Lo siento, no se de que me hablan -dijo tu madre algo ¿temerosa?

-Bien, ¿Donde esta el señor Kozato? -pregunto uno de los hombres.

-Enfermo, pero vendrá pasado mañana -dijo algo defensiva.

Los hombres se retiraron otra vez ignorandote, pero el ultimo en salir fue el rubio, se te quedo viendo por un minuto y al pasar al lado de ti dijo.

-Que hermosa nena ¿Es suya? -pregunto a tu madre.

-Si...

-Impius ...-dijiste de forma rápida y nerviosa, el hombre se te quedo viendo.

-¿Que? -cuestiono extrañado.

-Jefe, hay que irnos -apareció un  hombre de los que ya habían salido.

Al irse te preguntaste internamente ¿Por que dijiste eso? ¿Que significa? Tu madre te hizo las mismas preguntas, al no obtener respuesta, ambas lo tomaron como un raro reflejo involuntario a causa del miedo.

Miedo...miedo...miedo...se sentía miedo desde aquel día, puesto que la familia era constantemente acosada, solo a los adultos se les amenazaba de forma notoria, a los menores se les acosaba de manera distanciada...hasta ese día, la casa fue atacada, todos corrían y huían, gritos...estruendos...derrumbes...destrucción...sangre...la sangre de sus progenitores y por parte del pelirrojo, de su hermana, vieron eso los menores...dejándolos horrorizados...marcados...en busca de venganza...hacia la despreciable...Vongola...
Ese nombre y el hecho de ahora estuvieras en la mafia, era algo nuevo y ocurrió de forma tan repentina después de tan brutal ataque.

No te quedas desampara en el mundo, pero el hecho de perder a tu madre, hizo también que perdieras toda conexión con el resto de tu familia.
Siendo dejada tan pequeña en este bajo mundo de la mafia...