8 Mariposas.
Sunghoon se sintió mal cuando vio a Heeseung con esa chica tan linda, un par de años menor que Seung.
Se veía tan feliz a su lado. ¿Es porque ella era muy delgada? Le gustaría ser tan delgado también.
Si tan solo tuviera una cintura pequeña y un abdomen más plano.
Bajó la mirada, desanimado. Su estómago rugió. Estaba hambriento.
—Hey, hola.
Hoon escuchó una voz detrás de él que lo hizo girarse.
Un chico lindo con acento extranjero, rubio, con unos ojos negros preciosos y una sonrisa hermosa.
—Me llamo Jay, Jay Park. Estamos en la misma clase y pues, estoy en el club de cocina. Bueno, aún no, este es mi trabajo para poder entrar. ¿Crees que podrías probarlo y darme tu opinión? Tengo un poco de miedo de que resulte no estar lo suficientemente bueno.
Entonces Hoon se fijó en el plato que tenía el chico entre sus manos. Llevaba unas tiernas bolas de arroz decoradas como animalitos a base de verduras y salchichas.
—Yo... No sé si...
—¡Por favor! No hay mucha gente a estas horas, y no conozco a nadie más que a ti. Además, estás muy delgado, y si es lo que te preocupa, no lleva muchas calorías ni tampoco llena demasiado siendo solo una.
Pudo ver súplica en su mirada, por lo que terminó aceptando. Tomó una no muy grande con forma de mariposa y le dio un mordisco con cuidado.
Sus ojos parecieron iluminarse de inmediato. Sus papilas gustativas gritaban de alegría.
—Es delicioso, el arroz está en su punto y tiene un sabor realmente increíble.
Sunghoon no pudo evitar sonreír ampliamente viendo que el cocinero lo hizo también.
—¿Realmente lo piensas? Es un alivio. Si piensas eso seguro que puedo entrar al club de cocina.
Tras terminar con la mariposa de arroz Hoon asintió.
—Seguro que logras hacerlo, parece que se te da realmente bien y te apasiona.
Tras un par de minutos de charla Jay se fue. Cuando Sunghoon se giró pudo ver a lo lejos a un Heeseung increíblemente serio que parecía estar matándole con la mirada.
Ese día Seung no se acercó hasta el final de clases. Ni si quiera le dirigió la palabra, solamente se le llevó a la fuerza hasta los baños, haciéndole vomitar una vez más.
Expulsó dos mariposas. Después de todo, había entrado una en la mañana. Una deliciosa mariposa de arroz, y no había espacio suficiente para 9 mariposas.
—Que sepas que esto es por tu culpa, por acercarte a otros chicos solo porque te ofrecen comida como si fueras un puto cerdo.
Tras decirle eso al menor, se fue de allí, completamente enojado.
Hoon lloró por más de media ahora allí, y ahora, solo quedan 8 mariposas en el estómago de Sunghoon.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro