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Capítulo 7. ¿Realidad o pesadilla?

La noche había alcanzado su máxima plenitud. Bon y Bonnie caminaban en dirección a la casa del mayor mientras un cómodo silencio los acompañaban, y al parecer algo más. Bonnie se detuvo en seco, confundiendo un poco al mayor. Antes de que pudiera preguntarle por tal acción el pequeño pelimorado le hizo una seña de que se callara. Agudizó el oído. Alguien los estaban observando.

- Nos persiguen- titubeó el pequeño antes de que el miedo se apoderara de él completamente al ver esas figuras tan familiares para él... Los NIghtmares.

- Vaya, vaya, vaya, pero miren qué tenemos aquí muchachos - el líder de los Nightmares se adelantó saliendo de las sombras-, un mini-nerd, muy listo, a decir verdad...- el matón se iba acercando más al pequeño con aire de superioridad.

Bonnie, al ser más bajito y más débil, temía por lo que ese brabucón podría llegar a hacerle. Nightmare Freddy, o Deuz, como lo llamaban sus compañeros, llevó sus dedos a su boca y sopló, causando un fuerte silbido. A los pocos segundos, sus otros compañeros aparecieron de entre las sombras. Bon al percatarse de ello tomó del brazo a Bonnie y lo escondió detrás de él. Mientras el pequeño se agarraba fuertemente de su pierna asomando levemente la cabeza.

- ¡Ni te atrevas a tocar a Bonnie, estúpido!- soltó el peliazul, poniéndose en posición de guardia. Los Nightmares le miraron sorprendidos al haber escuchado ese nombre, pero luego estallaron en carcajadas.

- Espera, ¿quieres decir que ese niñato, es el mismo nerd al que golpeábamos?- Oxy, estaba peplejo, pero no se notaba a causa de su sonora risotada- Con razón sentía que ya lo concía.

- Y bien, mini-nerd, ¿nos has extrañado?- Onnie se iba acercando poco a poco hasta Bonnie. Bon se percató de ello, y le propinó un puñetazo en la barbilla- Ahg, ¡desgraciado! Ahora vas a ver lo que es bueno...- Onnie le tiró del pelo a Bonnie, causando que este chillara de dolor.

A Bon le empezó a hervir la sangre. ¿Cómo se atrevían a abusar de un niño indefenso? O peor, ¡¿cómo se atrevían a abusar de Bonnie en esas condiciones?! El peliceleste intentó abalanzarse sobre Onnie, pero Oxy le agarró de los brazos. Este le golpeó en la pierna con una patada, causando que este gritara y se cayera de rodillas en el suelo.

- ¡Dejádlo en paz!- Bonnie no podía seguir viendo a Bon en esas condiciones, pues le partía el alma. Algunas lágrimas deslizaban por sus mejillas- ¡Dejadlo ya, por favor!

- Oh, pobrecito... el bebé quiere volver con su mamá- Onnie se burló de este mientras le seguía tirando del pelo, para luego soltar una gran carcajada.

- ¡Déjalo maldito!- Bon forcejeaba para soltarse del agarre de Oxy, pero este era muy fuerte- ¡¿No te da vergüenza abusar de un niño más pequeño y débil que tú?!

-  No, es más. Es mejor que antes- Onnie se acercó al oído del pequeño y le susurró- ¿No estás cansado ya de que te siga a todas partes solo por que tú se lo pidas? Sólo te sigue por que le das pena. Eres demasiado débil incluso para defenderte a ti mismo, y lo usas de escudo.

Por alguna razón, esas palabras hirieron más de lo que esperaba a Bonnie. Quería controlar su llanto, pero no pudo con él, y estalló en llanto. Empezó a patalear y gritar, pidiéndoles que soltaran a Bon. Montó tal escándalo que Maggie vino corriendo alertando a los chicos de su banda.

- ¡Tíos, hay que largarse! ¡Viene la pasma!- todos los chicos la miraron algo asustados, por lo que soltaron a Bon y a Bonnie y se fueron corriendo.

Bon corrió hacia Bonnie, el cual se secaba rápidamente las lágrimas, y le abrazó protectoramente.

- ¡Bonnie! Bonnie, ¿estás bien?- Bon le miraba por todas partes, asegurándose de que estaba ileso. El pelimorado solo se limitó a asentir con la cabeza y desviar la mirada, lo que extrañó a Bon- ¿Eh? Bonnie, ¿qué pasa?

- Nada- contestó seco-, solo... volvamos a casa... tengo un poco de sueño...

El mayor prefirió guardarse las preguntas para el día siguiente. ¿Por qué Bonnie actuaba tan frío de repente? No creía que fuera el sueño lo que le hubiera afectado tanto. Recordó el momento de cuando Onnie se acercó a él y le susurró algo, lo que hizo se pusiera de esa manera y empezara a patalear. Iba a matar a ese malnacido por lo que le hubiera dicho a Bonnie, pero debió de ser algo bastante serio.

Caminaron en silencio , Bonnie estaba algo alejado de Bon, pues no quería hacer contacto visual. Estaba meditando las palabras del nightmare ¿Pena? ¿De verdad Bon sólo es su amigo por pena? Una lágrima traicionera cayó de su ojo izquierdo, pero la secó rápidamente sin que Bon se diera cuenta, o eso creía.

Finalmente llegaron a la casa del mayor. Bon abrió la puerta y Bonnie salió corriendo hacia su habitación sin decir nada y se encerró. Bon preocupado subió también y tocó en la puerta.

- ¿Bonnie?- no recibió respuesta- ¿Puedo pasar?- escuchó un leve "no". Y se alejó no sin antes susurrar un "buenas noches" apenas audible.

El peliazul se metió en su cuarto y se tumbó en la cama. Miró al techo.

¿Qué le pasa a Bonnie?

El pequeño se encontraba en una habitación muy oscura, pues apenas podía ver bien. Intentó moverse y logró avanzar unos pasos. Se dio cuenta de que al final había una persona de espaldas a él. La reconoció al instante.

- ¿Maestro?- el pelimorado estiró su brazo y empezó a correr con todas sus fuerzas hacia él.

Cuando llegó a estar cerca de él le iba a tomar de la mano, pero este la apartó bruscamente.

- ¿Qué haces, niño?- el mayor le miraba con frialdad. Bonnie estaba en shock.

- ¿M-maestro? ¿Qué ocurre?- no entendía lo que pasaba.

- ¿Pero por qué demonios me llamas así? Si ni siquiera te conozco- el mayor aumentaba su tono a uno de enfado, estaba asustando a Bonnie.

- ¿Q-qué? P-pero, Bon... soy yo Bonnie... tu amigo- los ojos del pequeño se empezaban a humedecer, pero se mantenía firme, o eso quería pensar.

- ¡Ja! ¿Quién sería amigo de un niñato como tú?- Bon empezó a reírse- Seguro que solo tienes amigos por que les das pena- Bon lo miró con la mirada fría y penetrante, llegando al punto débil del menor.

Bonnie no podía creer lo que estaba oyendo. Aquel no era Bon. Era un completo desconocido ante los ojos del pequeño. Lleno de frustración y tristeza se alejó de él salió corriendo. Podía escuchar de lejos la risa maligna del mayor. No sabía a dónde iba por la oscuridad de, ahora, aquel pasillo sin final y por su nublosa vista gracias a las lágrimas. Estaba desesperado, y solo quería ver a una persona. Necesitaba ver a Bon, a SU Bon. Hubo un momento en el que ya no pudo más y cayó de rodillas al suelo. Sus lágrimas cesaron, y con ellas su respiración...

- ¡¡AAAHH!!- el pelimorado se sobresaltó y se sentó en su sitio. Su cara estaba húmeda, pues gruesas lágrimas salían de sus ojos- Fue... una pesadilla- se repetía entre susurros. Su respiración estaba agitada.

Su cabeza volvió a recordar las cortantes palabras de Onnie y su pesadilla se volvió a reproducir en su mente. Recordaba a la perfección la mirada de Bon, llena de odio y orgullo. Su respiración cortada se fusionaba con más lágrimas saladas de sus ojos. No pudo controlarse y empezó a llorar desconsoladamente.

- ¡¡Bon!!...¡¡BON!!- llamaba el pequeño, esperando que el mayor entrara por esa puerta.

Mientras en la habitación del peliazul, unos momentos antes, Bon no conseguía conciliar el suño, pues seguía preocupado por el menor. Justo cuando empezaba a dormirse, escuchó un llanto proveniente del cuarto de Bonnie.

- ¡¡Bon!!...¡¡BON!!- escuchaba sollozar al pequeño.

Eso lo llevó a su límite. Se levantó/tiró de la cama, acabando en el suelo. Se maldeció internamente. Salió corriendo en dirección al cuarto del pelimorado, abrió la puerta de golpe sin previo aviso y lo que vio le partió el corazón. Bonnie lloraba sin consuelo y se tapaba la cara son sus manitas. Se acercó "lentamente", lo digo entre comillas porque casi se mata en el suelo, y se sentó al lado del pelimorado.

- ¿Bonnie?- le acarició la mejilla despacio, haciendo sobresaltar al menor, parar su llanto temporalmente y que le mirara a los ojos- ¿Estás bien?

Bonnie podía ver claramente la preocupación esos verdes ojos, llenos de pureza. No lo pudo evitar y se abalanzó sobre el mayor y empezó a llorar en su hombro. Bon estaba sin habla, no tardó en corresponder aquel necesitado abrazo. El pequeño lloraba, sollozaba e hipaba son control alguno. El peliazul le acariciaba la cabeza tratando de calmarle.

- Ya, ya, tranquilo... shh- le tranquilizaba-, cálmate, ya estoy aquí contigo.

Bonnie comenzó a controlar su respiración y Bon, al notarlo, lo tomó entre sus brazos y, con todos los nervios de su cuerpo, aferró al pequeño contra su pecho. El pelimorado se recostó mejor, y pudo notar fácilmente los latidos del mayor. Eso extrañamente lo calmaba mucho, mientras el mayor le acariciaba el pelo. Seguía sollozando, sólo que ahora en silencio.

- ¿Quieres contarme lo que te ha pasado?- Bon le levantó la cabeza para mirarlo a los ojos, mientras que Bonnie ladeaba la cabeza en señal de negación y esondía su cara en su pecho de nuevo.

Bon lo comprendió, y decidió dejarlo tranquilo por ahora. Empezó a tararear en silencio una nana que a él de pequeño lo tranquilizaba mucho. A Bonnie le gustaba escuchar su voz, pues se sentía mucho más relajado  y protegido. Posó su mano su mano izquierda sobre el pecho del mayor, notando cómo este palpitaba fuertemente. Ahora sólo hipaba un poco y algunas lágrima resbalaban por sus ojos, pero ya se controlaba mejor, y más cuando notó la mano cálida del mayor acariciándole la mejilla. Bon observó cómo le acariciaba su mano con su suave manita. Se fue balanceándose hacia adelante y hacia atrás para "acunar" a Bonnie, para intentar calmarlo del todo. Antes de que se quedara dormido, le susurró dulcemente, y con un sonrojo notable.

- Bonnie, ¿quieres dormir conmigo esta noche?- el pequeño se aferró más a él y asintió tímidamente.

Bon se levantó y cargó a Bonnie sin cambiarlo de posición, pues así estaba más comodo el pequeño. Volivió a entrar a su cuarto y acostó al pelimorado en un lado de la cama. Este se removió un poco y se puso en posición fetal. El mayor se recostó con cuidado a su lado, y no tardó en ser abrazado por cierto pelimorado, quien volvía a controlar su llanto.

- Bon...- le miró a los ojos- ¿somos amigos de verdad?- el peliazul lo miraba sorprendido, pues esa pregunta le pilló desprevenido.

- ¿Eh? Claro que sí, pero, ¿por qué lo preguntas?

- Onnie me dijo que solo estabas conmigo porque te doy pena, porque no sé defenderme... y no quiero eso, yo quiero que seamos amigos de verdad.

- Bonnie, yo nunca sería tu amigo si sólo me dieras pena, pues no sería un buen amigo. Además, si te soy sincero, eres muy tierno y adorable, y- le cogió de las mejillas- eres lo mejor que me ha pasado. Créeme, no te estoy mintiendo.

El pequeño quería llorar, pero no de triteza, sino de felicidad. Se había quitado un peso enorme de encima. Esta vez controló su llanto y esbozó una hermosa y radieante sonrisa, lo cual hizo que a Bon se le encendieran las mejillas. Se acurrucó en su pecho para luego ser arropado por el peliazul.

- Tú nunca me abandonarás, ¿verdad, Bon?

- Jamás se me ocurriría- y se durmieron...

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Capítulo más largo de lo habitual. Palabras: 1975. Regalo para todos los que han esperado. Imagen extra:

Hasta dentro de poco.

- Irene


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