Capítulo 21. Paseo por el parque
(Foto de arriba hecha por MalejagutiChan)
Ya estaba acabando el primer mes del verano. Irene se había pasado una tercera parte de sus vacaciones intentando buscar una solución para el "problemilla" de Bonnie. Bon se pasaba todo el día con el pequeño, pues ahora era su responsabilidad, como él dice, aunque es sólo una excusa para pasar tiempo con el pelimorado. Ahora, de hecho, ambos se encontraban en la sala de estar. El peliazul jugaba con su móvil y el pequeño le observaba sentado sobre sus piernas, abrazando su conejito.
- Ya casi... ya casi...- Bon estaba a punto de superar su récord y Bonnie lo miraba fascinado- ¡¡Sí!! ¡Por fin! ¡Batí mi récord!
El mayor, ahora feliz, se recostó en el sofá, tumbándose, mientras Bonnie se sentaba sobre su barriga mientras le aplaudía y se reía. En ese momento, entró la castaña algo apurada, por los gritos del peliazul.
- ¿En serio, Bon? ¿Tanto griterío por batir tu récord del tercer nivel de Candy Crush?- Irene hacía una facepalm- sin duda, no vas a cambiar nada...
- ¡Oye, me ha costado semanas pasar de los 5 000 puntos!
- Ya, y yo la primera vez que jugué ya alcancé los 8 000, te fastidias- le sacó la lengua-. Bueno, yo venía a deciros si queréis ir a dar una vuelta por el parque, ya que Toddy y Morado están fuera de combate, no nos haría mal salir un rato, ¿no?
- Claro, hace tiempo que no pasamos por allí, ¿te apetece, Bonnie?- este asintió muy contento-. Vale, pero deja que me cambie, no voy a salir en pijama, jaja...
- Hablando de eso- Irene cogió en brazos al pequeño-, Chica me ha enviado unos diseños de ropa y necesito que Bonnie elija uno y escoja la talla, ¿te importa si me lo llevo un momento?
- Bueno... pero no le hagas nada raro, te conozco demasiado...
- Te juro que no le voy a hacer nada, a no ser...- Bon la fulminó con la mirada- ¡Ok, ok! Vale, no le haré nada, lo juro por mi vida.
- Más te vale...- y se dirigió a su cuarto no sin antes mirar a Bonnie de reojo y sonreírle.
Irene suspiró y se llevó a Bonnie al laboratorio, mientras que este miraba por encima de su hombro para ver cómo el peliazul se alejaba a paso rápido. Una vez en el laboratorio, Irene dejó a Bonnie en la mesa y giró la pantalla del ordenador hacia este.
- Bien, estos son algunos de los diseños que me ha enviado Chica, escoge el que más te guste.
La castaña comenzó a enseñarle los varios modelos de ropa que había diseñado ella misma, pero al pelimorado no le convencía mucho. Hasta se sonrojó mucho al ver un conjunto de camisa y falda, creo que ahí se emocionó mucho, pues debajo de este diseño puso "por si acaso". ¿Pero qué les pasa a estas fujoshis de hoy en día? Era lo que se preguntaban tanto Bonnie como Irene. Pasó unos cuantos más hasta que el pelimorado le dijo a Irene que parara, pues había uno que no le había desagradado del todo. Una camiseta blanca, con un pantalón gris medio negro y zapatillas negras. Bonnie sonrió y apuntaba ese conjunto, a lo que Irene sonrió y asintió. Escogió aquel conjunto y lo pasó a una máquina que, según ella, fabricaba la ropa y te la ponía al momento. Sólo pulsó unos botones, ajustó la talla y colocó a Bonnie dentro de la máquina.
- Tranquilo, no te va a doler- le sonrió la chica y enchufó la máquina.
Esta comenzó a hacer múltiples sonidos raros y soltar innumerables cantidades de humos. Tras unos instantes, sonó el típico timbre de cuando ya está listo lo que estás cocinando y las puertas de la máquina se abrieron, dejando ver a Bonnie vestido con las ropas que había escogido.
- Wow, te queda muy bien, Bonnie- Irene le aplaudía-. Estoy segura de que a Bon le encantará... Espera...- le recogió el pelo en una coleta pequeñita- Ahora sí que lo matamos de ternura- Bonnie no pudo evitar reírse y sonrojarse al mismo tiempo.
Cargó al pequeño y salieron de aquel laboratorio para volver a la sala y esperar al peliazul, aunque este ya estaba sentado esperando. La chica carraspeó su garganta para llamar la atención del chico, y lo consiguió pues este rápidamente se levantó de su sitio y, mirando al suelo, se acercó a ambos.
- Bien, Irene, espero que no le hayas hecho nada a Bo...- en eso levantó su vista hacia el pequeño, que lo miraba sonriente y sonrojado, causando que el peliazul lo imitara-...nnie... Dios, e-estás genial, Bonnie...
- Gracias, maestro- se dijo Bonnie en su mente, pero diciéndoselo a Bon a través de su mirada, con un bonito sonrojo adornándole la cara.
- Bueno, pues creo que ya es hora de irnos yendo. Ten- la castaña le dejó al pequeño-. Voy a por unas cosas, ahora vuelvo- y se fue a quién sabe dónde.
Bonnie se aferró al cuello de Bon y este le devolvió el abrazo, y en eso recordó algo. Fue hacia la sala de música que tenía Golden, vaya millonario, y cogió la guitarra acústica para guardarla en una funda y cargarla en el hombro mientras aún cargaba a Bonnie, que lo miraba confundido. Volvieron corriendo a la sala antes de Irene se diera cuenta de su ausencia. Al volver, esta venía con un cochecito para bebés.
- ¿En serio, Irene?- el peliazul intentaba no reírse, mientras que Bonnie no podía estar mucho más rojo.
- ¿Quieres cargar a Bonnie todo el trayecto? Te recuerdo que estamos mucho más alejados que el instituto...
- Buen punto...
Sin rechistar más, Bon puso a Bonnie dentro del cochecito. Mientras el mayor lo tumbaba, el pequeño inflaba sus mofletes y refunfuñaba.
- Oh, vamos, Bonnie. No es tan malo como crees- la castaña le despeinó los pelos-. Tienes suerte de que en vez de caminar puedas dormirte mientras, yo que tú aprovecharía la ocasión.
Bonnie la miró, y luego a Bon, quien le sonrió mientras se encogía de hombros. Sin tener más pretextos, el pelimorado se acomodó en aquella especie de "cuna andante" y trató de dormirse, lo cual sólo le duró unos segundo antes de caer rendido. Bon e Irene lo contemplaron enternecidos, aunque Bon más. Ya por fin listos, salieron de la gran mansión para caminar hacia el parque. Era cierto que estaba más alejado que desde el instituto, pero no les importaban. La castaña estaba muy emocionada, pues sólo le quedaba echar una planta que se encontraba en ese mismo parque. ¿Qué casualidad, no?
Al llegar a su destino, Irene fue directamente al lugar donde se encontraba dicha planta que buscaba, mientras que Bon, fue a un sitio bastante alejado de la gente, y con una buena sombra de árbol, pues hacía mucho calor.
- Creo que aquí estaremos bien...- se sentó en la banca y observó cómo Bonnie despertaba de su siesta- Jeje, buenos días...
- Buenos días, maestro- le siguió el juego en su mente,mientras bostezaba y se frotaba sus ojitos-. ¿Ya habremos llegado?
- Supongo que querrás salir, ¿no?
No hacía falta ni preguntarlo, pues el menor ya estaba levantando sus bracitos para que lo levantara. Bon rió levemente y cargó a Bonnie para luego elevarlo hacia el cielo, causando que los dos rieran. Luego de un rato, Irene volvió con una flor, bastante bonita a decir verdad, en una pequeña maceta, para que no se marchitara.
- Wow, qué bonita es esa flor...
- Jeje, lo sé. Me servirá muy bien para la solución, estoy a un centímetro cuadrado de hallarla esta misma noche- sonreía victoriosa la chica.
- ¡¿En serio?!- tanto el peliazul como el pelimorado estaban boquiabiertos.
- Sip, ya iba siendo hora de que Bonnie volviera a ser mayor, ¿no?
Todos se rieron ante ello. En poco rato, el pequeño parecía tener hambre, y los otros dos estaban en las mismas. Irene decidió ir a por unos helados para ella y Bon, mientras este se quedaba dándole el biberón, qué había preparado Irene anteriormente, a Bonnie. El peliazul asintió, y se quedó en la banca dándole al pequeño su almuerzo. Cuando la castaña se fue, una chica pelirroja se acercó a estos.
- ¡Oh Dios Mío! ¡¡Qué lindos se ven juntos!! ¡¡¡KYAAAA!!!- creo que dejó a Bon y Bonnie sordos.
- Eeh... Hola, ¿nos conocemos?- Bon miraba extrañado a la chica.
- Bon, ¿no te acuerdas? ¡Soy Abby, la del campamento!- se señaló a sí misma.
- Aaah... Ahora me acuerdo. Nos perseguías a mí y a Bonnie por el bosque para conseguir... qué era... ¿Yoia?
- ¡¡YAOI!! ¡Es yaoi! Y no podía evitarlo, mis instintos fujoshis me alertan de cuando hay una pareja gay cerca...- eso hizo que Bon se sonrojara y Bonnie se atragantara con la leche que seguía bebiendo.
- ¡Bonnie!- el peliazul se sobresaltó por la reacción del pequeño, qué tosía con dificultad.
- ¿Bonnie?- repitió la pelirroja- ¿Ese no es el nombre de tu "amigo"?- marcó las comillas con una mirada pícara.
- Eeh... esto...- Bon estaba muy nervioso
- No digas guitarra, no digas guitarra...- Bonnie rezaba en su mente para que el mayor no cometiera una estupidez.
- ¡G-GUITARRA!- y el pequeño se golpeó la frente, tarde- Quiero decir... que es el hermano... de un amigo... ¡que toca guitarra! ¡Sí! Y como está muy ocupado, p-pues se lo estoy cuidando. Que se llame Bonnie, es sólo pura coincidencia, jeje...
- Si no fuera porque soy un bebé y porque te amo te habría dado un zape tan grande que te habría mandado a la misma China- el pequeño le miraba asesinamente.
- Ooh, ahora lo entiendo- Abby sonreía muy feliz-. Pues se parece mucho, ¿no?
- B-bueno... supongo...- prefirió cambiar de tema- Por cierto, ¿qué haces por aquí?
- He venido con Félix y Fede para ver un mercadillo en donde hay todo tipo de mangas, me están consiguiendo unos cuantos... Oh, mira, ahí vienen.
En efecto, dos chico pelirrosas se acercaban a los tres chicos con los brazos repletos de mangas de todos los géneros.
- Bueno, Abby, no fue fácil, pero aquí tienes los 12 mangas de yaoi que querías- Fede le entregaba la bolsa a la chica, a quien ya le estaba sangrando la nariz.
- Bien... mi yaoi, mi tesoro... je, je, je...- y se adentró en su mundillo.
- Awwww, mira Fefi, qué ricura- Félix observaba muy de cerca a Bonnie, quien se empezaba a incomodar.
- Es cierto- le arrebató el bebé al peliazul para ahora cargarlo él y pellizcarle las mejillas-. ¿Te gustaría tener más como él?
- Me encantaría, y más si es contigo- se fijó otra vez en Bonnie-. ¡¡KYAAA!! ¡Qué lindo y más con esa coletita!- jugueteaba con esta mientras Bonnie se sonrojaba, por vergüenza, y Bon estaba a puntito de estallar de celos, de no haber sido por cierta chica...
- ¡¿Pero qué está pasando aquí?!- Irene volvió con dos helados en sus manos- ¡Vuestros gritos de fundashis se escuchan a kilómetros de distancia!
- ¡Irene!- ambos chicos se acercaron para abrazarla, aún con Bonnie en brazos de Fede.
- Sí, soy yo. ¿Qué pasa, por qué hay tanto alboroto?
- Lo que pasa es esto- Félix cogió a Bonnie y se lo puso delante de Irene-. ¡No me digas que no es un amor!
El pelimorado estaba suplicándole a Irene ayuda con la mirada, poniéndole ojitos. En eso se fijó en Bon, que estaba rodeado de un aura que cualquiera que intentara tocarle ardería en llamas: celos a nivel extremo.
- A-amm... sí, supongo que es un "amor", tienes razón Félix- lo cogió con una mano mientras en la otra cogía los helados-. Pero, creo que será mejor que no lo apartemos mucho de Bon. Es muy, amm... sobre protector con él, jeje- rápidamente le dio a Bon el bebé, y este se aferró al mayor.
- Oww, qué pena, quería tenerlo un ratito más...
- Bueno, pues para otra será, pero es que ahora... le toca ¡echarse la siesta! jeje, necesita descansar el pobre.
- Vale, pues nosotros ya nos vamos- Félix le cogió la mano a Fede y arrastraba a Abby de su camiseta, que seguía leyendo sus mangas- Chau~.
- ¡Uff! Eso estuvo MUY cerca... Bon ya puedes calmarte... ¿Bon?
Bon seguía con su cara celosa mirando a los chicos alejarse, por lo que Irene le enterró el helado en la frente para "refrescarle" la cabeza.
- ¡¡¡AAAHHH!!! ¡Está frío, está frío, está frío!- rápidamente se quitó el helado de su cara y Bonnie se reía de él.
- Debes aprender a controlar tus celos...- la chica se reía- Creo que ya deberíamos volver, tengo que seguir con la solución, y tú deberías darte una ducha bastante fría, por si acaso...
- Vaaale- el peliazul estaba bastante molesto, su momento tranquilo con Bonnie, los dos juntos, se había ido al garete por culpa de aquellos chicos, pues habían estado demasiado cerca de su pelimorado.
Bonnie notó el estado de ánimo tan bajo de su maestro, que se levantó en su brazos hasta sentarse y lo agarró del cuello para darle un beso en la mejilla, y, así, intentar animarle.
Bon se sonrojó hasta las orejas, ya se había olvidado por completo de su mal humor. Bonnie le abrazó por el cuello y se recostó en su hombro para estar más cómodo, pues no iba a soltarle. El peliazul sonrió por reflejo y le devolvió el abrazo. Al final, lo cargó durante todo el trayecto, mientras Irene se comía su helado.
(...)
Ya al llegar la noche, prefirieron no contarle nada a Golden de lo ocurrido en el parque, sólo que habían ido a por la planta y habían vuelto. Después de la cena, Bonnie se caía de sueño, y Bon lo llevó a su cuarto. Decidió dejarlo en su cama con él, por seguridad, según el peliazul. Como el pequeño ya estaba cambiado (gracias a la máquina de Irene), no hubo problema, y como el pelimorado no quería quedarse solo, Bon tuvo que cambiarse en la habitación. Bonnie sólo se giró para no verle y el peliazul ya se cambió por completo. Este se hecho en la cama y el pelimorado lo abrazó, siendo correspondido. Apagaron la luz y se durmieron... hasta que...
- ¡¡¡SÍÍÍÍÍ!!! ¡¡LO HE CONSEGUIDO!!- se escucharon risas maléficas- ¡¡SOY UNA GENIA!!
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Palabras: 2473
Hola a todos/as mis queridísimos/as lectores/as:
Como ven esto ya está yendo a su recta final. ¡¡Pero no os vayáis, que no he terminado!! Aún quedan 2 capítulos por lo menos. He de decir que estoy muy orgullosa de esta historia, pues mirad:
¡¡¡YA LLEGAMOS A MÁS DE 41 K VISITAS Y MÁS DE 4 K VOTOS!! ¿Cómo es esto posible? Pues gracias a vosotros/as. Gracias por leer esta historia, por darle todo su cariño y sus comentarios. Cada vez que los leo me sacáis una enorme sonrisa... ok, ya me estoy poniendo cursi... sólo quiero deciros eso... ¡¡GRACIAS!!
¡Vamos con los fanarts!
HolaSoyPikata, amodoro este dibujo, me morí de ternura. Gracias por este Bonnie tan lindo.
veronicagoizeder81, me mataste con este Bonnie... si me disculpáis, voy a desmayarme como Bon... ¡Ya volví! ¿Qué me perdí?
Uriu_chan, hermoso momento para dibujar, a pesar de estar hecho a lo rápido, je je...
Y por último, pero no menos importante...¡nutella-xavi653! Muchas gracias por este bello dibujito, te ha quedado ¡PEEEERRRFECTO!
Si quieren mandarme sus dibujos, ahora les explicaré 2 formas de hacerlo.
Forma 1º.
A través de Twitter. Como ya sabéis, mis dibujos están firmados, por si hay intento de robo, con mi nombre de Twitter (SheilaBoom915). Si tenéis esta aplicación, sólo poned mi nombre y el dibujo. Automáticamente me saldrá la notificación y lo retwittearé para tenerlo guardado, a parte también de un pequeño comentario para los artistas, jiji.
Forma 2º.
A través de Wattpad. Es más fácil de lo creéis. Si tenéis una historia hecha, poned al final el dibujo y mi nombre de Wattpad (Foreversonamy), para que me avise y lo pueda guardar. Si lo he recibido, os lo comentaré al lado del dibujo. Si no queréis ponerlo al final de una historia en la que no soléis poner nada, por no arruinarlo, por así decirlo, cread otro libro y ponerlos ahí.
Esas son las opciones que os doy, esperaré vuestros dibujos.
¡Disfruten!
- Irene
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