capitulo 50
Tomamos el primer vuelo a las 8 de la mañana hacia Indianápolis, indiana, que es el estado donde Jacob fue trasladado para cumplir su sentencia, el vuelo duró 7 horas y como fue prometido dos agentes nos recogieron, los encontramos cuando divisamos el alias en los carteles que sostenían en sus manos, de allí nos trasladamos en auto por una hora hasta que llegamos a la penitenciaria de indiana, al entrar a la edificación Tomas me esperaba con otros guardias y el abogado que maneja el caso el Sr. phillips, mis padres se quedaron afuera del complejo porque no podian entrar y ser testigo de lo que fuera a decirme ese loco sin embargo si firmaron unos permisos antes de dejarme ir, ya adentro realizaron una inspección por mi cuerpo asegurándose de que no llevara nada conmigo, esa parte me puso alerta y me rehusé a que se me acercaran, Lissa tuvo que hacerlo por los guardias y Tomas se aseguro de que mantuvieran distancia de mi para no incomodarme, luego de que pasamos la rápida inspección nos condujeron por unos pasillos
Camino por ellos alerta a todo mi alrededor como si mis sentidos hubieran despertado y se hubieran intensificado, al lado de mi está Tomas y Lissa, del otro lado esta un guardia quien nos guía a la habitación donde veré a Jacob quien ya espera por mí, me han asegurado que está esposado de pies a manos sin poder moverse así que no puede hacerme daño, nos detenemos al frente de una puerta azul esperando por algo, caigo en cuenta de que esperan por mí, trago duro
-¿estás segura de hacer esto?-pregunta Lissa una vez más, ella está en modo profesional pero sé que está nerviosa por lo que pueda pasar allí-¿Anko?-observo al guardia
-póngame esas esposas-le pido dejándolo desconcertado-no sé de lo que soy capaz-admito viendo a Lissa-por favor, me haría sentir mejor-se lo pido a Tomas quien luce indeciso pero asiente hacia el guardia
-no sé si eso sea una buena idea-menciona Lissa cuando el guardia amablemente me pone las esposas dándome una mirada confusa
-¿las puede apretar más fuerte, por favor?-el guardia entrecierra los ojos hacia mí no creyendo lo que estoy pidiéndole
-si las aprieto más podrían lastimarte-me advierte
-allí adentro necesitare una distracción, el dolor es una...-mi respuesta causa que el abra los ojos-además esto no es nada comparado a lo que he aguantado-el solo aprieta más las esposas tragando duro-gracias-le digo sintiendo el metal rozando mi piel, aprieto mis puños dirigiendo mi mirada a la puerta-terminemos con esto-
Entro a la habitación con la frente en alto encontrándome con los ojos de Jacob fijamente en mi y su maldita sonrisa de suficiencia que se convierte en una interrogante al notar mis esposas, me siento al frente de él y noto que esta esposado a la mesa inmovilizándolo, sería tan fácil matarlo justo aquí y ahora con mis propias manos y la tentación que me invade piensa que sería gratificante
-si dices algo que a ella le incomode, si intentas lastimarla de alguna manera se acabara todo ¿me entiendes Jacob?-le dice Tomas amenazante a Jacob, el solo asiente sin perderme de vista-Anko, estaré justo allí detrás de esa puerta, si me necesitas o ya no quieres continuar solo tienes que llamarme ¿entendido?-asiento sin verlo ya que estoy capturando cada rasgo de Jacob, el luce viejo.. Escucho la puerta cerrarse dejando un silencio sepulcral
-sabia que vendrías-me dice arrogante apoyándose en la mesa, señala las esposas-¿cometiste algún delito y por eso las llevas?-no le contesto solo lo miro fijamente, podría asfixiarlo-¿no me vas a decir nada? vamos saluda a la cámara ya que nos están grabando-comenta divertido, tal vez solo deba romperle el cuello, no, es muy rápido y sin dolor-vamos Anko, te doy permiso para que hables-escuchar eso interrumpe mis pensamientos enojándome
-¡no necesito tú maldito permiso para hablar!-gruño, escupiendo sus manos tomándolo por sorpresa-el trato fue verme-le digo altanera- bien aquí estoy, me estás viendo no necesito hablarte-me recuesto en la silla desafiándolo con la mirada
-¡¿quien te crees que eres?!-me reclama-yo quien te acogió quien te protegió...-golpeo la mesa con ambas manos perdiendo la paciencia sin importarme la molestia de las esposas
-¡no vengas con esa mierda, Jacob!-le grito el me lanza una mirada asesina-¿qué? ¿te molesta que diga tú nombre?-lo reto-¿quieres castigarme eh? ¿crees que merezco una lección?-le reprocho sintiendo mi ira crecer, el se recuesta en su silla pensativo
-sigues siendo explosiva... significa que no has cambiado-me dice confirmando algo, ahora lo entiendo el quiere probarme para ver si aun tengo ira dentro de mí y yo caí en su juego, el sonríe-sigues teniendo esa mirada que a muchos intimidaba, esa mirada que me hace sentir orgulloso-maldigo para mis adentros soltando una bocanada de aire frustrada
-te equivocas.. esta ira que ves en mi es solo porque estoy enfrente de ti, ¿porqué crees que tengo las esposas? las pedí porque no sé si me detendría para cumplir estas ganas de matarte-le digo el comienza a reírse de mí haciendome enojar, decido hacerlo enojar tambien-¿sabes? siempre dijiste que debía ser fuerte y dejar la debilidad a un lado y me he dado dé cuenta de que yo siempre he sido fuerte, eres tú el débil-al decir eso deja de reírse y me da esa mirada que tanto temía, pero ya no le temo-si, estando aquí solo lo he confirmado, creo que eres débil por haberte aprovechado de niños inocentes-me apoyo en la mesa más desafiante que nunca-creo que eres cobarde-dicho esto trata de levantarse para llegar a mi pero las esposas no lo dejan, empiezo a reírme de él-¿que se siente no poder golpearme? ¿que se siente no tener el control?-aprieta su mandíbula enojado-¿que se siente saber que ya no te temo?-el retrocede luciendo como si lo hubiera abofeteado y muy enojado, ambos caemos en un silencio y en un concurso de quién mata al otro con las miradas hasta que es él quien habla
-no pensé que esto fuera así...-resoplo obstinada
-¿que diablos pensabas? ¿que vendría y te saludaría y querría saber si estás bien?-
-eres una mal agradecida ¡yo salve tú vida!-me dice, me llevo las manos a mi rostro impaciente
-¿porqué?-le suelto mirándolo fijamente volviéndome a apoyar en la mesa- bien, hablemos ¿porque yo era tú favorita? ¿porque me salvaste? recuerdo que me llevaste a un hospital... pudiste dejarme morir allí, después de todo dejabas morir a otros, ¿porque yo no?-él se acomoda en su silla pensativo
-temo que si te lo digo ahora me matarías antes de que te detengan los guardias-me dice indiferente
-entonces no me interesa hablar de nada más...-
-vamos Anko, sígueme el juego...-suspiro mirando el techo-esta será la última vez que me veas, vamos, hablemos como solíamos hacerlo-me pide amigable, yo guardo silencio debatiéndome qué hacer
-vi las cataratas del Niágara-el arquea sus cejas con interés-tenias razón, son algo sacado de otro mundo, algo más grande que nosotros-el asiente complacido-claro, no sé como tanta belleza pueda ser apreciada por un monstruo como tú-
-no soy un monstruo, solo soy alguien quien operaba un negocio lucrativo que lamentablemente no era apreciado por muchos-me levanto enojada lista para atacarlo sin importarme las consecuencias-¡calma Anko!-me dice abriendo sus palmas-tienes que admitir que hay peores hombres que yo, pude haberme dedicado a la prostitución de niños pero no lo hice de hecho aborrezco eso, ¿porque crees que matamos a Wells?-escuchar ese nombre causa que mi respiración se trabe, me vuelvo a sentar respirando lentamente para calmarme-incluso yo tengo mis limites, ya yo sospechaba que él actuaba raro y cuando se metió contigo supe que tenía que detenerlo sobre todo cuando intento matarte y créeme que no me arrepiento haberte puesto esa pistola en tus manos, ¿crees que debí dejarlo con vida para que terminara de aprovecharse de ti o de los otros?-trago duro no queriendo darle la razón-bien, veo que estás de acuerdo-
-me hiciste matarlo, me convertiste en una asesina..-le reclamo entre dientes-¿cómo pudiste?-
-tenias que hacerlo para hacerte fuerte y funcionó, porque luego de allí tú empezaste a ser más letal de lo que ya eras, incluso creo que lo disfrutabas...-vuelvo a golpear la mesa con más fuerza haciendo que mis muñecas duelan por las esposas
-¡nunca disfrute una pelea!-le grito señalándolo-todo lo que hice fue para sobrevivir, todo porque quería tú aprobación porque pensaba que así ¡estaría a salvo! tú maldito enfermo me transformaste en alguien ¡despreciable!-me retuerzo las esposas sintiendo los cortes-nunca vuelvas a decir que disfrute hacer algo, ¿me oíste?-le advierto respirando fuerte sintiendo una presión grande en mi pecho, me levanto dándole la espada para calmarme, no puedo seguir así
-lo siento...-me giro despacio atónita por lo que acabo de oir-sientate por favor, no lo volveré a decir..-señala mis manos-estas sangrando deja de retorcerte-mi indignación crece
-¿te preocupa que me lastime justo ahora? ¿que hay de las torturas que me hacías? ¿ahí si no te preocupabas?-
-eso era diferente, ¡eran pruebas para hacerte mejor!-me alza la voz- una mejor luchadora, una que soportara grandes cantidades de dolor, una que fuera más hábil, más inteligente, más resistente, ¡mejor en todo!-ahora el esta alterado-tú, todo lo que te hice fue para que fueras la mejor, que fueras una leyenda dentro de los círculos de pelea y lo eras Anko, todos sabían de ti, todos querían ver a la gran Anko luchar pero claro llegaría el momento en donde no podrías participar por la edad límite de 15 años, así que mis planes para ti era ser como Vic pero mucho mejor, tú te convertirías en mi socia, te habría enseñado cómo funcionaba todo, incluso te hubiera dado más libertad para salir -confiesa dejándome en shock-¿te lo imaginas? ¿que mejor promesa que la futura generación de niños hayan sido entrenados por ti? todos los boletos se habrían vendido... y cuando yo hubiera muerto, tú continuarías con mi legado-sentencia, lo perdí, en menos de un segundo agarro la silla lanzándola arriba de la mesa golpeando sus manos, lo escucho gritar de dolor mientras lanzo la silla hacia la pared de mi izquierda para apoyarme en la mesa cerca de su rostro
-¡eres un maldito enfermo!-le grito sintiendo que me sujetan-¡suéltenme!-exijo, mientras tratan de sacarme
-¡Anko!-me grita Tomas tratando de que yo me calme
-¡suéltenla!-grita Jacob-si se la llevan no habrá trato ¡te lo juro!-dice Jacob decidido, yo me retuerzo enojada
-¡al diablo con el trato!-dice Tomas tratando de sacarme
-¡no!-intervengo dejando de retorcerme-no me trajiste hasta acá, para dejarlo ¡por la mitad!-le alzo la voz a Tomas viéndolo firmemente-no me iré sin respuestas-respondo más calmada viendo a Jacob-no volveré agredirlo, lo prometo y si lo intento puedes sacarme-
-Lissa no cree...-
-¡me importa una mierda Lissa! ella dijo que lo enfrentara, bien ¡esta soy yo enfrentándolo!-respondo medio alterada. Tomas me observa impactado pero hace una señal para que me suelten, noto que es el guardia que me puso las esposas y ahora me ve como si fuera un peligro andante y justo ahora lo soy
-solo falta media hora y quedaras libre-me dice Tomas-déjame quitarte las esposas deben...-
-estoy bien-le digo agarrando la silla para sentarme-no hay dolor ¿cierto Jacob?-el asiente disimulando el suyo-creo que te rompí un dedo-menciono satisfecha el solo ríe, guardamos silencio hasta que nos dejan solos-¿así que por eso empezaste a mandarme a golpear a los nuevos?-el asiente-¿y por eso me dejabas estar en tú oficina para aprender como hacías los tratos?-el asiente de nuevo-pero ¿porque yo? ¿que te llevo a entrenarme solo a mi?-
-¿recuerdas cuando te castigue por negarte a mis mandados?-afirmo-recuerdo verte entrenar sin que tuvieras las heridas cerradas y como tú camisa estaba pegada a tú espalda por el sudor mezclado con la sangre y aun así tú hacías la rutina con la frente en alto, tal vez tú cuerpo estaba derrumbándose pero tú espíritu no, allí supe que serias una gran estrella-
-siempre supe que desde allí me trataste diferente y que me respetabas-sonrio arrogante
-por supuesto, también Vic, el estaba muy orgulloso de ser tú entrenador-me recuesto en la silla analizando al psicópata que tengo enfrente de mí, sacudo la cabeza
-falta algo que no me estas contando, tú ya me mantenías vigilada por otro motivo, ese día mientras andaba muriéndome de fiebre dijiste que te recordaba a alguien, ¿quién?-el desvía la mirada suspirando
-¿que tal si escuchas todo lo que le conté a la policía? los tratos, los socios y por último te cuento de ella-me dice mirándome fijamente
-¿porque querría saberlo? ¿es que crees que saldré de aquí y montare un nuevo club de pelea en honor a ti?-pregunto, el sacude la cabeza
-se que no lo harás y francamente me da igual el negocio, ya ese barco zarpó-me dice haciendo una mueca al mover sus manos, bien se lo merece-quiero que lo sepas porque nunca se sabe que depara el futuro-me advierte entrecierro mis ojos sospechosa, asiento-bien, comencemos-
Me quedo allí escuchando pacientemente por toda la información que me da detalladamente, desde como entro en el mundo de apuestas ilegales de todo tipo ganándose su reputación dándole la oportunidad de conocer personas hasta que entro en un grupo quienes tenían la gran idea de tratar con niños y que algún dia terminaría convirtiéndose en su lider, me contó sus nombres y alias de la cuales le señale que conocía a algunos, me habló de los sobornos y de los chantajes, el lavado de dinero y tráfico de niños, de las personas quienes mandaron a matar incluyendo al policía que yo fui testigo, como mantuvo la tapadera al mundo, el me resumió su vida de 30 años delictiva, incluso mencionó el dinero que tenía en sus cuentas falsas con otros nombres que de seguro serian congeladas hoy mismo por el FBI ya que no le había dicho todo a ellos, eso explicaría porque no han detenido la conversación porque estoy muy segura de que ya ha pasado más de media hora, fue una conversación interesante y repugnante a la vez aunque tenía que darle crédito por la forma en que mantuvo todo en secreto por 12 años pero esto solo hacía mi ira crecer, porque ¿no se supone que la policía debería ser más inteligente para atrapar a los malos?
-y aso es todo Anko, así fue como me atraparon... por una pequeña rata que nos vendió, si no, aun estuviéramos divirtiéndonos y tú estarías camino a ser lo que esperaba de ti-dice decepcionado
-me alegra que te hayan delatado, tendré que agradecerle de por vida a ese tipo-le respondo pedante-ahora esto es todo, ¿ya puedes decirme a quien te recuerdo?-
-672mil dólares en efectivo tengo escondido en lugar que solo tú podrías encontrar-frunzo el ceño confundida-ese dinero es tuyo, te lo ganaste con cada pelea-me pongo de pie lentamente porque no puedo con tanto descaro-no pierdas los estribos Anko o no sabrás lo que buscas-aprieto mi mandíbula, no sé porque sigo en esta estúpida habitación-está escondido en mi lugar favorito enterrado a 1mts de profundidad en una caja de seguridad, la clave es 45.63.12-
-¿crees que quiero ese dinero? ¿estás loco? ese dinero es sucio y ni creas que voy a aceptarlo-le respondo sintiendo asco-no necesito nada de ti-sentencio, el se ríe
-me da igual lo que hagas con él, es tuyo, te lo has ganado limpiamente-golpeo la mesa enojada
-¡no he ganado nada! maldición ¡entiéndelo! todo ese dinero es un asqueroso recuerdo de lo que me obligaste hacer, así que ¡no gane nada!-le digo respirando con dificultad-ahora dime de una vez, ¿a quien te recuerdo?-le exijo impaciente por salir de aquí, el asiente de mala gana
-toma la foto que tengo en mi bolsillo-me dice, me levanto sacando una foto del bolsillo de su camisa naranja, al tomarla noto el parecido conmigo haciendo que me entre un escalofrio por todo mi cuerpo-su nombre era Mariko...-lo dice en un susurro lleno de anhelo-ella estaba en la misma casa de acogida que yo-menciona con amargura, me siento alzando la vista hacia él y poniendo la foto boca abajo-mis padres eran drogadictos y murieron de una sobredosis, nadie de mi familia quiso reclamar al hijo engendrado de semejante pareja porque pensaban que sería igual que ellos-el resopla rodando los ojos-salí mejor en lo que a mí respecta-me dice sonriendo-así que a mis 5 años termine en un orfanato, a los 7 en una casa de acogida y Mariko estaba allí, ella se convirtió en mi esperanza, veras ella al igual que tú tenía cierta rebeldía, un espíritu de lucha..-de repente cambia su postura por una tensa como si estuviera repasando un tormento-en donde estábamos no era agradable, nos encerraban en el sótano y nos golpeaban, nos quemaban con cigarrillos, nos insultaban y humillaban Anko y yo muchas veces me sentí inferior, ¿pero ella?-niega con su cabeza- ella no se dejaba doblegar y siempre me decía "Jacob debes ser fuerte" lo repetía como un mantra hasta que el bastardo abuso de ella apagando su luz, apagando su espíritu..-el sacude ligeramente su cabeza-si solo hubiera sido más fuerte la habría protegido, trate de decirle que fuera fuerte pero no fue suficiente, ella se quito la vida... si él no la hubiera tocado de esa manera..-
-ella seguiría siendo especial-termino por el recordando sus palabras "si te tocan aquí dejaras de ser especial" el asiente, tengo ganas de vomitar..
-el quedo libre ¿sabes? nadie dijo nada de lo que pasó allí ni siquiera yo, no porque tenía miedo de él, no, yo quería venganza y la conseguí, cuando cumplí 15 años escape del sistema, hui de otra casa de acogida donde me habían trasladado y de allí lo fui a buscar ¿y que te crees? el seguía siendo una basura humana así que lo mate lentamente y escape, hasta el día de hoy no se ha resuelto ese caso-declara dejándome sorprendida-bueno supongo que hoy ya podrán cerrar ese caso, su nombre es Alex Smith-dice esto mirando a la cámara con una sonrisa placentera, es un enfermo-desde allí me convertí en lo que soy, un visionario-
-estas completamente loco-el se ríe
-Mariko siempre se mantuvo presente por años, ¿como olvidar a la persona quién quería como a una hermana? ¿quién me protegía, quién me hizo fuerte?-suspira reflexivo-hasta que un día una jovencita en un parque me llamo la atención-me estremezco porque sé que habla de mi-una jovencita quien jugaba en la cima de los arboles sin miedo a caerse, una jovencita que tenía un aire rebelde a su manera, si Anko te mantuve vigilada un mes antes de llevarte conmigo-aprieto mis puños de nuevo-oh si, ¿sabias que incluso le hable a tú madre? le dije que tenía una maravillosa hija que se parecía a la mía, le mentí por supuesto, no tengo hijos-rueda sus ojos-ella solo me dio una radiante sonrisa llena de orgullo y me dijo "entonces tu hija se llevaría bien con la mía" pobre ilusa, tal vez ni recuerda ese momento-me pongo de pie controlando mi impulso de estrangularlo
-por eso dijiste que la conocías el día que me secuestraste-menciono, el afirma sonriendo
-tenia que hacerlo con mis propias manos, eres la única a quien yo personalmente secuestre, supe que tenias que unirte a la familia cuando te vi una tarde en el parque jugando con unos niños quienes por alguna razón se burlaban de ti al punto de que uno de ellos te empujo haciéndote caer, ¿recuerdas lo que hiciste?-sacudo la cabeza queriendo saber-te pusiste lentamente de pie y lo miraste fijamente con esa misma mirada que me estás dando y le pateaste las bolas con fuerza dejándolo allí en el suelo solo con sus amigos burlándose de él, tú te retiraste con una sonrisa en tu cara en busca de tu hermano quien estaba distraído con su patineta, se que le contaste lo que paso porque el tomo tus manos y fue a reclamarle al niño, no hay duda de que él te protegía... bueno excepto ese día en el supermercado cuando te saque de allí una semana después de ese día-el ladea su rostro complacido-fuiste una señal de que todo cambiaria para bien, una leyenda había nacido para triunfar en las peleas una leyenda que pudo haber sido Mariko-me volteo caminando por la habitación temblando de rabia y con unas horribles ganas de matarlo ahora mismo, cierro los ojos un momento analizando la semejante locura que tengo atrás de mi, en ese momento entiendo algo y me aferro a esa verdad, mi ira empieza desvanecerse y lo encaro de nuevo ya no con rabia
-me das lástima-le digo, el frunce el ceño, no esperaba eso de mi ni yo tampoco-arruinaste mi vida todo para mantener esta retorcida fantasía tuya, para mantener a un fantasma vivo, si, me das lástima y apuesto que si Mariko estuviera aquí te odiaría..-
-¡No!-me responde enojado-ella estaría orgullosa, soy fuerte como me lo pidió-
-cuando ella hablaba de ser fuerte no era para que te convirtieras en esto, no, era para salir de allí y tener una vida mejor, una sin maltratos ni nada por el estilo pero tú te fuiste por el camino equivocado-lo miro fijamente sacudiendo un poco mi cabeza-tú no eres fuerte Jacob, tú eres alguien enfermo quien no le importa nada más que a sí mismo-
-¡todo lo que te hice me importa! te convertí en alguién mejor-responde tratando de hacerme entender su punto-tal vez no tuve hijos pero te tuve a ti-su afirmación me altera
-¡me secuestraste! ¡me convertiste en una asesina!-le grito de vuelta-¡tú me hiciste daño! tal vez me salvaste la vida pero ¿a que costo? sangre corren por mis manos, esos otros niños no me recordaran como la mejor ni una leyenda viviente, ni nada de esa mierda que tú piensas, ¡no! ellos me recordaran como el perrito faldero de Jacob quien al igual que él, no tenia piedad-me acerco un poco a él-¿sabes? te daré las gracias por haberme salvado, irónico porque en ese entonces hubiera preferido morir, pero me salvaste y gracias a eso estoy aquí libre y feliz junto a mi familia, algo que tú nunca tuviste, voy a salir de esta habitación con la frente en alto no para hacerte sentir orgulloso no, lo haré porque así siempre he sido yo, sin bajar la mirada ante nadie porque eso siempre me decían mis padres "camina sin miedo en la vida Anko" así que como ves, aun cuando los había olvidado en ese lugar seguía viviendo afrontando mis miedos no por ti si no por ellos, saldré de aquí Jacob sin mirar hacia atrás dejándote solo como siempre has estado y dormiré sin arrepentimientos, a partir de hoy puedo decir que acabe contigo-le declaro dejándolo allí botado tocando la puerta para salir e inmediatamente la abren recibiéndome Tomas y Lissa mitad preocupados mitad orgullosos, salgo de allí con un paso decidido escuchando los furiosos gritos de Jacob llamándome y diciendo que no soy nada sin él, imagínense la gran sonrisa que tenia en mi rostro sabiendo que yo era la responsable de su estado histérico, tal vez no lo mate con mis manos pero si lo mate con mis palabras
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Creo que este es el capitulo más largo que he escrito pero no quise ponerlo en dos partes porque cortaria la emoción y debo admitir que me diverti escribiendolo porque fue un reto para mi, ¿como describir a jacob? ¿como plasmar su presencia? y sobre todo como actuaria Anko ante él... este es uno de mis favoritos, ¿y tu que opinas?
PD: El famoso Jacob en la multimedia
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